Callejón Diagon
Una semana después
~ Emma ~
— Emma... Despierta Enana.
Sentí como alguien tocaba mi cabello y lo acariciaba. Abrí un ojo lentamente para encontrarme con unos ojos celestes y un cabello pelirrojo.
— Fred déjame en paz... - Dije enrollándome más entre las sábanas.
— ¿Cómo nos diferencias a George y a mí?
— Fácil, tú tiene un lunar en el cuello que George no.
— Vamos, despierta Emma. Vamos al callejón Diagon - Dijo otra voz.
— Harry, cállate.
— No quería hacer esto pero...
Alguien empezó a saltar en mi cama haciendo que cayera y golpeara mi cabeza.
— ¡FRED WEASLEY!
— Fred, corre.
(...)
Me alejé de Harry para ir a buscar mi túnica.
En el camino choqué con alguien haciéndome caer sobre su pecho.
Lo primero que vi fueron unos fríos ojos grises, y fríos. El chico tenía un traje negro junto con una corbata verde que se había desarreglado al yo caer sobre el. Pero sus ojos eran increíbles, demasiado fríos pero... hermosos.
— Lo siento tanto, no fue mi intención, de veras yo... - Empecé a decir luego de levantarme.
— No pasa nada, fue solo un accidente - Dijo acomodándose su corbata — ¿Vas a buscar tu túnica para Hogwarts?
— Em... si - Respondí.
— Por cierto mi nombre es Malfoy, Draco Malfoy - Dijo tendiéndome su mano.
— Emma, Emma Evans - Mentí, no le diré mi verdadero apellido.
— Está bien, ¿Quiere usted bella dama que la acompañe a buscar su túnica para la escuela?
— Muchas gracias caballero - Dije sonriendo y ambos caminamos hacia la tienda.
Al entrar Draco se dirigió a la que yo creo que es Madame Malkin y le dijo unas palabras que yo no logré escuchar.
— Listo, ya no tendrás que comprar tú túnica para Hogwarts nunca más - Dijo con una sonrisa.
— Muchas gracias Draco, aunque no tenías que...
— ¡Emma! - Gritó Ron llegando a mi lado
— Hola Ron - Dije con una sonrisa que el me devolvió, pero su sonrisa desapareció al ver a Draco.
— Malfoy... ¿Qué te hizo Emma? ¿Te dañó? - preguntó tocando mi cara
— No, Ronald... para - Dije quitando sus manos de mi cara — Ve con los demás, tengo que hablar algo con Draco.
Ron, sorprendido, dio media vuelta y salió de la tienda.
— Weasley está coladísimo por ti - Dijo Draco rápidamente.
— ¿Qué? Claro que no - Dije.
— Claro que si, se le ve en sus ojos - Dijo - Fue un gusto hablar con usted señorita Evans.
— El gustó es mío, Malfoy - Dije riendo.
Draco besó mi mejilla y se fue.
Por instinto llevé mi mano a mi mejilla y sonreí.
— ¡Emma! - Gritó Harry llegando a mi lado — ¿Estás bien? ¿Qué te hizo ese hurón?
— No me hizo nada - Dije con una sonrisa —Ahora, si me disculpas, tengo que ir a probarme las túnicas, y ese "hurón" tiene nombre y es Draco.
— ¿Por qué lo defiendes? - Preguntó Ronald que entró al lado de Harry
— Por que el fue amable conmigo, si el tiene problema con ustedes yo no tengo por que tener problemas con él. Son sus problemas no míos.
— ¡Pero el...
— Ronald, no me obligues a callarte.
— Pero...
— Ronald Weasley.
— Bien, vete a besuquearte con Malfoy - Dijo Molesto para luego salir de la tienda dando un portazo.
— Emma...
— Harry, por favor tú tampoco.
— Solo diré que tengas cuidado, Malfoy no es muy buen chico que digamos, también ignora a Ronald, es un idiota algunas veces.
— Creo que ya me di cuenta, Harry. Y no te preocupes hermanito, el que debe tener cuidado será él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro