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Epílogo

Jeongin inhaló el aire puro y fresco de las calles de París, su pulmón se lleno del la calidez de la primavera, del aroma a las flores y la de su alfa quien estaba a su lado, sosteniéndolo de la cintura como siempre.

Escuchó a Jisung chillar golpeando a Minho del hombro cuando finalmente llegaron al campo de marte, y frente a ellos la torre Eiffel se extendió alto y luminoso.

Jeongin tomó asiento en el suave pasto, apoyándose sobre sus manos y alzando la mirada para ver de forma cómoda y relajada, con el viento meciendo su cabello y con su alfa cayendo a su lado hasta que terminó recostando su cabeza en sus piernas mientras cerraba los ojos disfrutando de la misma manera el cálido sol de esa mañana.

- Vamos Minho, tomemos una foto- Jisung exigió al alfa quien ya andaba resignado desde que básicamente tuvo aquella charla con Seungmin.

Así que adelantándose algunos pasos soltó un suspiro antes de inclinarse cerca del omega quien ya levantó su teléfono con la cámara prendida. Se vio a ambos reflejados, y no pudo evitar sonreír un poco al ver al omega colocar el dedo índice en su mejilla y sonreír con los labios apretados en una pose tierna.

Y fue ese momento en que lo capturó, y luego vinieron tres poses más donde hicieron señas o jugaron a mirarse mal entre ellos como una foto divertida de entre tantas.

Jeongin los observaba entretenido, especialmente porque ahora era Minho quien acorralaba al omega para hacer distintas fotos porque uno que otro no le gustaba.

- Te dije que no debimos traerlos, son tan ruidosos- Jeongin soltó una pequeña risa ante la queja de Hyunjin. Bajando la mirada presionó su dedo índice en la mejilla del alfa.

- No sea malo, ellos solo están emocionados- defendió sacando una mueca resignada al alfa.

- Como sea, ¿tienes hambre ya, ángel?- el omega hizo una mueca pensativa.

- Esperemos un poco más, a que Jisung hyung lo disfrute todo, ¿podemos hacer eso eso?- Hyunjin solo asintió, tomando el dedo del omega que paseaba en su rostro lo atrajo a su pecho entrelazando ahí sus manos.

- Ya quiero que pase el medio día- lloriqueó.

- ¿Allí nos separaremos de ellos, cierto?- el alfa asintió y sus ojos se iluminaron emocionados.

- Solo nosotros dos, hay un lugar que voy a mostrarte, yo creo que...te encantará- Jeongin soltó un pequeño quejido casi chillido de la ansias.

- Hyung lleva hablando de esto un mes, y aun no me dice dónde iremos- Hyunjin soltó una suave risa, con fingida inocencia.

- Bien, ya no lo mencionare, lo siento- Jeongin entre cerró los ojos.

- ¿No me dirá, cierto?.

- ¿Ya te había dicho que eres impaciente?- Jeongin sonrió.

- Sí, la primera vez que me trajo aquí y no quiso decirme que volamos a un país diferente, alfa tonto- acusó y Hyunjin volvió a reír con la inocencia reflejada en su rostro.

- Doy las mejores sorpresas, ¿no lo crees?- relajando sus facciones Jeongin asintió tímidamente.

- Cada una más impredecible que la otra- Hyunjin asintió satisfecho.

Ambos volvieron la vista hacia la torre Eiffel, Minho y Jisung ya se encontraban sentados evaluando cada foto mientras peleaban por cual deberían dejarla para el recuerdo. Jeongin tan solo los dejo ser, incluso si Jisung no disfrutaba del todo la vista ese día, aun les quedaba una semana en su visita a París.

Decidieron llamar a Acel cuando dio las doce del medio día, subieron al auto la cual era de doble asiento hacia atrás y esperaron pacientes a que lleguen al restaurante que habían reservado.

Jeongin bajó hambriento, no podía negarlo. Los llevaron a sus mesas, sobre un pequeño escenario con alfombra roja, y se sentaron tomando las cartas de menú que se les ofrecía.

- Traduce los precios, Minho- demandó Jisung sacando una mueca confundida al alfa.

- ¿Para qué si tú no lo vas a pagar?- Jisung hizo una mueca de obviedad.

- ¿Para qué más, animal?, es para pedir la comida más cara- colocando los ojos en blanco Minho se dispuso a enumerar de abajo a arriba las comidas según su precio.

Jeongin por otro lado, por mas que observaba la carta en manos, no estaba seguro de que iba a pedir, y menos de como se pronunciaba cada plato en ese lugar. Y al voltear a ver a Hyunjin lo encontró mirándolo con la cabeza apoyada en su mano, los ojos brillantes y expectantes puestos en él.

- ¿Usted ya sabe que pedirá?- indagó.

- Lo mismo que tú, supongo- Jeongin hizo una mueca graciosa y avergonzada.

- P-pensaba pedir lo mismo que usted, también- sonriendo ligeramente Hyunjin le arrebató la carta con suavidad y lo acercó a su rostro leyendo.

Casi un minuto después Hyunjin asintió con firmeza.

- Listo, traduciré lo que vamos a pedir- Jeongin asintió entusiasmado-. Tarta y estofado de pollo, ¿eso esta bien?- Jeongin asintió sin real importancia.

- Suena delicioso- Jisung quien escuchaba con la vista puesta en su carta se resignó.

- No puedo decidir, pidamos lo mismo- Minho solo asintió desinteresado.

Hyunjin finalmente fue quien llamó a los meseros y ordenó lo elegido con su buena pronunciación en francés, cuando el mesero se retiró Jisung finalmente se apoyó en la mesa y dejando descansar sus mejillas sobre sus manos miró al alfa con curiosidad.

- Woah, ¿entonces hablas francés también, jefecito?- Hyunjin se encogió de hombros.

- Lo básico- Jisung asintió entretenido.

- Ya veo, que romántico, ¿y ya le has dicho te amo en francés a Jeonginnie?- molestó con malicia mientras el omega menor enrojecía con fuerza.

- No realmente...- Jeongin se espantó cuando Hyunjin volteó hacia él y sus ojos brillantes le confirmaron que estaba por decir, y apenas sus labios se abrieron soltó un chillido cubriendo su boca con ambas manos.

- ¡A-aquí no!...es vergonzoso, luego- se apresuró a callarlo, y vio los hombros del alfa caer mientras sus ojos brillaban de la desilusión.

Volteando hacia Minho a su lado Jisung entrelazó sus manos y lo mito con malicia, recibiendo una mirada tranquila y severa.

- Entonces, dime te amo en francés, Minho- todos miraron expectantes al alfa, quien solo ladeó la cabeza y se alzó de hombros ligeramente.

Minho notó la malicia en la mirada del omega, lo estaba retando con su simple expresión. Sonriendo ligeramente se apoyó en el respaldo de su silla con cuidado.

- Je t'aime, Han Jisung- un silencio sepulcral se extendió, Jisung parpadeó ligeramente antes de comenzar a entre cerrar los ojos.

- ¿Por qué siento que acabas de insultarme?- Minho simplemente se encogió de hombros mientras una carcajada fuerte se escuchaba de parte de Hyunjin.

Volteando a mirar al alfa Jisung frunció el ceño cuando lo vio aplaudir mientras seguía riendo, Jeongin solo tenía una expresión curiosa.

- ¿Me insulto, cierto?, ¡dime que dijo!- Jisung exigió gruñendo mientras Hyunjin se limpiaba una lágrima imaginaria del ojo.

Suspirando Hyunjin asintió de forma maliciosa.

- Acaba de decir que te jodas- murmuró, tan satisfecho cuando Jisung comenzó a insultar y golpear a Minho quien también sonreía igual de divertido y malicioso.

Pasaron el resto del almuerzo peleando mientras Jeongin deliciaba la tarta de queso y jamón y se encargaba de regañar a Hyunjin quien solo metía más leña al juego para que Jisung se siga molestando.

Para cuando el almuerzo acabó Jisung ya se canso de insistir a Minho que repita las palabras con el traductor de Google escuchándolo desde su teléfono. Guardando el aparato en su bolsillo se cruzó de brazos enfurruñado y a la defensiva.

- Bien, es una pena pero tendremos tendremos separarnos ahora- Hyunjin murmuró más contento que otra cosa, pero ninguno dijo nada mientras veían levantarse a la pareja.

- No duraste ni un día con nosotros- Jisung se burló.

- No me siento desganado por eso, en fin, nos vemos en la noche, o tal vez mañana, o en una semana, depende de mi humor- Jeongin solo soltó una pequeña risa mientras agitaba la mano hacia sus mayores y seguía a Hyunjin quien estiraba de él con la mano aferrada en su muñeca.

- ¡Pásenla bien!- fueron las últimas palabras del omega menor antes de perder de vista a sus amigos.

Jisung soltó un suspiro y tomando su vaso con una bebida realmente delicioso le dio un largo sorbo al popote mientras observaba expectante a Minho por que le diga a donde irán ellos.

Minho no tardó en captar su curiosidad, y retirando su teléfono del bolsillo lo desbloqueó y entró a su galería presionando la última foto para finalmente colocar el aparato frente al omega.

Jisung dejo escapar aire sorprendido mientras tomaba la muñeca del alfa y lo acercaba más a su rostro, con tal de ver la imagen más de cerca y cerciorarse que era real.

- ¿Iremos allí?- Minho asintió lentamente.

- Hyunjin me lo recomendó, por lo menos para hoy, es un buen comienzo de excursión- Jisung asintió más que satisfecho.

- ¿Qué hora subiremos?- indagó, y Minho no tardó en observar la hora en su teléfono.

- Aun falta, Jisung, esta reservado para la noche, pero por mientras podemos hacer lo que más te gusta- el omega enarcó una ceja curioso.

- ¿Y eso sería?- Minho volteó a mirarlo y sonrió sin mostrar los dientes.

- Hacer compras.

+

- ¿Ya me mostrará lo que estuvo preparando?- Jeongin no pudo evitar preguntar.

Hyunjin soltó una pequeña risa, tan entretenido con la curiosidad del omega, mientras caminaban por las calles de París y sostenía su mano con la suya. Claro que iba a mostrarle lo que había estado preparando, pero le resultaba tan tierno y entretenido la curiosidad del omega que por supuesto evitaba revelarlo todo de una vez.

- Pronto, ángel no te apresures- Jeongin bufó con la curiosidad picando en su piel.

Se abrían paso entre la gente, en realidad no era tan difícil pasar entre el tumulto cuando las personas mismas se apartaban por la presencia de Hyunjin, para el omega ya era normal, y Hyunjin no mostraba indicios de verse sorprendido, y debía de ser o porque ya estaba acostumbrado, o porque realmente no notaba como la gente huía de su camino para darle paso y verlo desde lejos. Jeongin se aliviaba en cierto punto, no deseaba enterarse sobre las reacciones de extranjeros con la presencia de un omega como él solo en las calles.

Estaba mejor con aquella paz.

Se sorprendió cuando Hyunjin se detuvo frente a una tienda, una verdaderamente grande y elegante. No pudo quejarse cuando el alfa estiró de él hacia adentro cuando las puertas se abrieron delante de ellos mecánicamente. El frío gracias al aire acondicionado lo hizo estremecer levemente mientras un agradable aroma a limpieza lo golpeaba.

El suelo completamente blanco y brillando como un segundo espejo resonó bajo a los zapatos de ellos. Jeongin pudo notar que la tienda estaba ligeramente llena, y con eso muchas personas volteaban a mirarlos con una curiosidad que lograba a ser intimidador. Pudo apreciar que la tienda era una de marca, una realmente cara por la calidad de la ropa y los productos que se encontraba en el camino.

Jeongin no podía estar seguro de que iban a comprar, pero como iba acompañado del misterioso Hyunjin tampoco se dignó a preguntar y simplemente se limitó a seguirlo de forma obediente y curiosa.

Caminaron solo un poco, hasta llegar frente al puesto de perfumes de marca que Jeongin ya ni siquiera le echo el ojo, definitivamente para no hacer evidente su curiosidad. Sin embargo no faltó preguntar cuando Hyunjin la dio una medio sonrisa a la dependiente y tomó una caja del perfume de uno de los estantes.

Y a continuación la dependiente comenzó a hablarle a Hyunjin, y el alfa no pareció alterado, aunque Jeongin si se sintió de esa manera.

Sin embargo la voz de la dependiente denotaba amabilidad, y cuando Hyunjin retiró el perfume de su caja ella solo entrelazó las manos detrás de su espalda y miró al alfa expectante y contenta.

Y luego Hyunjin murmuró algo en francés que quien sabe que significaba y finalmente volteó hacia el omega.

- Extiéndeme tu muñeca, ángel- Jeongin volteó hacia la dependiente dudoso y al encontrar su simple mirada relajada se limitó a obedecer curioso.

Estiró el brazo hacia el alfa y le colocó la muñeca hacia el lado inferior del brazo, vio a Hyunjin tomar su mano y acercando el perfume de un cristal azul rocío el producto en su piel en un leve segundo.

Con curiosidad acercó el brazo a su rostro e inhalado Jeongin soltó un jadeo sorprendido, casi se atrevió a pegar la nariz a su piel mientras inhalaba del delicioso e hinoptizante aroma.

- Esto es...huele increíble- se sinceró y alejó el brazo unos segundos solo para volver a acercarlo y oler, Hyunjin lo miraba entre divertido y satisfecho y Jeongin realmente no entendía porque pero siguió olisqueando-. Woah hyung, es tan dulce, podría usarlo todo el día.

- ¿Te gusta?- Jeongin soltó una risita tonta.

- Me gusta, alfa...huele como a- volvió a olisquear, y entre cerró ligeramente los ojos mientras veía la sonrisa de Hyunjin ampliarse y el corazón se le aceleró nervioso-. Cómo a mí...huele un poco como yo- murmuró sorprendido, y eso bastó para hacer reír a Hyunjin.

- Toma, te compraré este- Jeongin tomó el vidrio con cautela y curiosidad, era realmente hermoso, con unas engañosa rayas de cristales simulando que el frasco se estaba quebrando, y la tapa era de una original forma de bola de cristal con la misma simulación, el frasco era completamente de un azul esmeralda.

Y volteando el frasco observó las letras grabadas en el cristal, acariciando cada espacio con la yema de su dedo no pudo evitar ladear la cabeza sorprendido, su corazón saltó desbocado y probablemente su pudo escuchar la manera en que pasó saliva.

"Melifluo". Era el nombre del perfume.

Subiendo la mirada Hyunjin lo observaba expectante, con las orejas ligeramente rojas y los labios apretados conteniendo una sonrisa, y Jeongin comenzó a comprender pero temió estar equivocado, sintió su rostro arder cuando Hyunjin le extendió la caja y al tomarlo encontró la guía en el lado superior.

Aromas: miel, sándalo, y menta.

Relamiendo sus labios Jeongin carraspeó buscando su voz.

- S-son nuestros aromas...- murmuró bajito, observando como los ojos de Hyunjin se suavizaban y pareció complacido.

- Lo son, lo hice para ti- Jeongin sintió su rostro caliente, y un nudo se apoderó de su garganta, unas ganas de chillar y ponerse a llorar lo asaltaron.

Bajando la mirada sintió sus dedos temblar mientras aferraba el perfume contra su pecho.

- T-también huele a miel- el alfa remojó sus labios y asintió lentamente, especialmente emocionado por lo rápido que el omega parecía captar todo lo que era su plan, pero de todas formas indagaba para que él se lo explique, de su propia boca.

- ¿No te había dicho?, tú suenas como la miel, y te sientes tan melifluo, que no me quedo de otra que grabarte en París para que todos sepan de ti.

Jeongin volvió a subir la mirada, sorprendido, con el rostro en mil colores y cuando vio a Hyunjin juró ver un resplandor rodeando su cuerpo, era como si realmente un ángel estuviera frente suyo, diciéndole que había creado una marca de perfume con la descripción más tierna pensando en él, en como lo veía, en la manera en que lo escuchaba y como parecía encantarle la forma en que olía.

- La gente podrá oler lo que yo, y desearan sentir ese aroma con sus propias manos, y me siento afortunado de que soy el único quien puede tenerte en carne propia, mi propio ángel en forma meliflua- Jeongin parpadeó y sintió sus ojos secarse y las lágrimas amontonarse.

Oh, claro que iba a llorar frente a una dependiente francesa y tal vez media tienda en medio de París.

Tomando el cuello de su camiseta Jeongin lo subió hasta cubrirse todo el rostro y solo pudo quejarse antes de que un sollozo abandone sus labios; escuchó a Hyunjin reír pero ya no pudo importarle menos. Comenzó a llorar mientras su otro brazo a se aferraba a la caja y al perfume en mano.

Hyunjin vio la mirada enternecida de la dependiente, claro que ella sabia de quien se trataba Jeongin y él, le había confesado ser él mismo el creador de la marca y pidió el permiso de venir aquel día y poder enseñar al omega quien lo inspiró lo que había creado para él. La dependiente pareció tan fascinada que incluso toda la tienda se enteró de sus planes ese día.

En ese momento, cuando le ofreció una ligera mirada de insinuación, se sintió aliviado cuando está asintió hacia él y volteó en su lugar alejándose del puesto para seguramente verlos desde un lugar más apartado y discreto.

Acercándose al omega rodeó su cuerpo con sus brazos, soltando aire satisfecho cuando la cabeza del omega cayó en su pecho y su mano terminó aferrado a su camisa mientras su cuerpo se sacudía levemente, en un llanto donde delataba intentaba ser discreto, incluso si estaba siendo intentó fallido con su aroma inestable y conmocionado rodeándolos con fuerza.

- ¿P-por qué viene a decirme cosas como estas en un lugar publico?...alfa sabe que soy muy sensible- lloriqueó mientras sentía el pecho del alfa vibrar en una risa pequeña.

- Exactamente por eso, de todas formas quería mostrartelo en persona, lamento excederme con mis palabras- Jeongin negó con torpeza contra su pecho y sorbió su nariz antes de hablar.

- H-hyung siempre dice que el ángel soy yo...pero no se da cuenta que el verdadero que se ve como uno y que actúa de forma meliflua es usted, solo que no se da cuenta- Hyunjin ladeó la cabeza algo sorprendido, sin esperarse aquel nuevo hilo en la historia.

Finalmente terminó riendo, principalmente reacio a las palabras.

- No estoy de acuerdo...sin embargo si ángel lo dice es así- Jeongin subió la mirada con lentitud, sacando los ojos algo rojos y húmedos fuera de la camiseta la cual cayó arrugada sobre su cuello.

Frunció ligeramente el ceño mientras observaba al alfa con un puchero, intentando no alterarse con las manos del alfa cayendo en su rostro y retirando las lágrimas de su piel con suavidad.

- No es solo porque lo digo, alfa tonto...es así- afirmó y Hyunjin repasó el rostro del omega con la mirada, desde sus labios rosados y el ceño ligeramente fruncido, hasta los ojos brillantes y la nariz redonda y ligeramente roja.

Su corazón se calentó, teniendo de aquella forma al omega, tan cerca y real, hacía que su corazón haga un absurdo bombardeo que estaba seguro que si fuera el Hyunjin de antes, hubiera creído que algo realmente andaba mal con su corazón.

Pero en ese momento, más rápido que nadie, comprendía los loco que le tenía su ángel como para hacer latir su corazón con fuerza con simplemente tenerlo cerca, incluso si pasó un año o si pasará dos o tres o muchos años más, estaba seguro que su corazón seguiría latiendo de aquella forma, seguiría estrujándose de ternura y saltando por cada vez que simplemente recordaba la existencia de Yang Jeongin.

Seguiría pensando que aquel omega con apariencia angelical era totalmente suyo, solo de él. Que Jeongin entre todo ser de mejor opción en la tierra, lo eligió a él y aceptó que solo Hwang Hyunjin lo tome.

Hyunjin estaba seguro que algún día volvería a cuestionarse el porqué había sido de esa forma, porque Jeongin lo amaba de aquella forma en esa vida, tal vez se cuestionaría el porque de entre todas las mejores opciones fue él el elegido.

Pero por mientras, pensaría en que era jodidamente afortunado y que tal vez merecía un ángel como cualquier otro, solo que él se pasó de lejos con la elección, sentía que no podía haber otro ser más hermoso que su omega, su ángel.

Sí, Hwang Hyunjin era jodidamente afortunado.

Asintiendo lentamente el alfa apretujó las mejillas del menor hasta hacer que sus labios se abulten y se inclinó presionando los labios sobre los contrarios hasta soltar un sonido satisfecho y crear un sonrojo en las mejillas del omega.

- Bien, esta bien, ángel, sé que tienes razón, solo me gusta molestarte- Jeongin entre cerró los ojos con fingida desconfianza, él sabía que Hyunjin aceptaba sus palabras para complacerlo, pero de todas formas lo dejo pasar, porque eso era lo que parecía complacer alfa.

- D-de todas formas...- él omega se alejó con timidez y acomodó con ligera vergüenza la cajita que había aplastado gracias a su abrazo, colocando el perfume dentro con cuidado lo volvió a abrazar contra su pecho-. Muchas gracias, por esto, nunca espere algo así...a-alfa siempre hace las mejores sorpresas, no sabría como devolverlo pero definitivamente lo haré, algún día le devolveré a hyung todo lo bonito que me ha dado.

Hyunjin sonrió satisfecho mientras veía nuevas lágrimas escapar de los ojitos del omega, observándolo frotarse los ojos con el puño cerrado mientras sorbía la nariz y se aferraba como nunca al perfume.

Sí, definitivamente era la reacción que él había esperado, y estaba más que satisfecho.

+

- ¿Qué harás si caes al agua?- Jisung indagó apoyado en la baranda.

Minho estaba en la misma posición, observando el agua la cual reflejaba las distintas luces de la ciudad esa noche, el amarillo de los focos alumbrando sus rostros de forma agradable y brillante.

Habían subido al crucero que Hyunjin le había recomendado al alfa mayor, y aunque aun no habían iniciado el recorrido, ambos ya estaban dentro y acomodados como si solo ellos existieran mientras comentaban sobre distintas curiosidades que se le venían a la mente.

- Me ahogaría, claro esta- Jisung sonrió ligeramente burlón.

- ¿No confías en que salte a salvarte?- Minho negó lentamente.

- No confío en que tus bracitos puedan sostenerme- se burló sin cambiar su expresión, evitando reír cuando Jisung jadeo indignado y volteó a golpear su hombro.

- ¡Oye!, haré ejercicio, ya veras, y de igual manera te dejare ahogarte- amenazó convencido pero Minho tan solo río relajado.

- Ya veremos dijo el ciego- Jisung aguantó una risa ante la frase y simplemente bufó.

- Bien, tengo que admitir que ya me está dando miedo tu silencio- el alfa volteó a mirarlo curioso mientras Jisung se removía inquieto.

- ¿Qué silencio?- volteando hacia el alfa el menor apuntó el alrededor como si fuera obvio.

- Un mes desde que aceptaste traerme a Francia, al principio no creí en ti y ahora estamos en un crucero en un río en París- Jisung entre cerró los ojos-. ¿Qué es lo que tanto quieres para animarte a tanto?, además de que no mencionas nada al respecto aun.

Minho sonrió ligeramente, de forma misteriosa e indescifrable. Y el alfa no pudo evitar pensar que Jisung tal vez si era un poco inteligente, al menos para darse cuenta de su silencio y del comportamiento extraño.

- ¿No piensas en mí como alguien que te llevaría a vacaciones sin nada a cambio?- decidió evitar la sospecha, Jisung al instante bufó incrédulo con la pregunta.

- ¿Luego de arrodillarme para suplicarte que me traigas y solo aceptaras con la condición de hacer lo que digas?, no, no pienso así de ti- Minho asintió comprendiendo perfectamente.

- De todos modos, no pienso pedirte algo a lo que te rehúses a muerte...creo- Jisung solo se aterró aun más, pero evitó demostrarlo porque realmente estaba curioso y no deseaba que el alfa se retracte por su desconfianza.

Cuando los minutos pasaron y el crucero comenzó a avanzar Jisung se volteó hacia el alfa curioso, tan curioso como confundido.

- ¿Por qué no hay nadie con nosotros?- Minho volteó y se apoyó de espalda contra la baranda, descansando ambos brazos sobre el hierro mientras alzaba la cabeza y observaba el oscuro cielo, tan estrellado como nunca antes.

- ¿No es obvio?, esta reservado solo para nosotros- Jisung abrió los labios sorprendido, y su mente comenzó a maquinar.

Retrocediendo algunos pasos desconfiado Jisung entre cerró los ojos.

- ¿No piensas pedirme matrimonio, cierto?, porque me lanzó, eh- Minho volteó su mirada hacia al omega y sonrió de lado divertido.

- Quisieras, Han Jisung- el menor frunció el ceño.

- ¡No es así!- riendo Minho volvió la vista hacia el cielo, viendo las estrellas pasar con lentitud a medida que el crucero avanzaba y el viento golpeaba su rostro.

Sin poder evitarlo el alfa soltó un suspiro sintiendo la pregunta rodar por su lengua.

- ¿Tanto me odias, Jisung-ah?- el omega no pudo negar que se sorprendió por la pregunta, observando a Minho totalmente mudo.

En su momento de silencio, no pudo evitar admirar el perfil sereno del alfa, con las facciones perfectas totalmente relajadas y la luz de los focos alumbrando su piel y dando sombra debajo de sus pestañas y los labios rosados y carnosos, el cabello castaño caía ligeramente hacia atrás y desde esa posición, Jisung ni siquiera pudo odiar admitir que Lee Minho era probablemente el hombre más perfecto del mundo.

Era del tipo hermoso que llegaba a intimidar con su presencia. Aterrador y jodidamente atractivo.

Apartando la mirada sintió sus mejillas enrojecer mientras volvía la vista a las tranquilas aguas del río.

- Te dije que prefiero 40% del dinero y 60% de ti...¿y me preguntas si te odio?- Minho sonrió ligeramente.

- Cierto- Jisung asintió lentamente.

- ¿Y tú?, ¿desde que momento dejaste de odiarme?- el alfa remojó sus labios indeciso de que decir, incluso por un momento llegó a creer que no sabía la respuesta.

Pero estaría equivocado, porque lo recordó, más claro que nunca.

- Desde el momento en que me dejaste asfixiarte con mis brazos y me llenaste de tu aroma para que deje de llorar...creo que desde ese momento- Jisung quiso maldecir al sentir sus mejillas calientes.

No puede ser...ya ni siquiera estaba seguro si se arrepentía de su pregunta, porque ahora no tenía idea de que iba a responder.

Pero no hizo falta, porque Minho siguió hablando.

- ¿Debería agradecerte por ese entonces?- Jisung sacudió la mano con desdén.

- Prefiero que lo tengas como un método de disculpa adelantado por haber intentado robarte, ¿no lo crees?- el alfa negó suavemente.

- Ya te he perdonado por eso, después de todo- Jisung asintió dudoso.

Claro, lo había perdonado...aún no entendía porque, probablemente Jisung fue una de las personas que más hizo pasar al alfa malos momentos, como mínimo creyó que lo iba a decapitar para cobrar venganza. Pero cuando menos se lo esperó...

Minho solo exigió que viva a su lado a cambio de su perdón.

Probablemente hubiera sido su oportunidad para torturarlo y hacer su vida imposible. Pero Jisung solo recuerda que desde que había comenzado a vivir con el alfa todos esos meses lo único que recibió fue miles y miles de dólares y un cuidado que le sabia absurdamente especial e innecesario.

Minho solo era una fachada de amargura con un interior tan dulce que lo desconcertaba, a él y a su corazón.

- Probablemente yo soy él que debería agradecerte, ¿cierto?- el alfa volteó a mirarlo, encontró a Jisung observando aún ensimismado el río y las calles a metros de ellos, una música ligera comenzó a envolverlos dando aviso a que el personal dentro del barco había prendido el equipo de sonido y ahora una suave melodía los acompañaba.

- ¿Por qué?- se animó a preguntar.

- Es absurdo, ya que han pasado meses y apenas me digno a agradecer, pero por todo lo que hiciste y sigues haciendo por mí, mi padre vive una gran vida y es gracias a ti, y yo tengo tantas cosas innecesarias y por capricho y todo porque tú me los concedes, y odio decirlo porque no creí que lo conseguiría todo de un alfa, pero te lo agradezco, Minho.

El alfa parpadeó mientras veía a Jisung jugar con los anillos en sus dedos, pareció ver aquellas joyas con un rechazo que hizo remover su interior de forma incomoda. Así que enderezándose giró levemente en su lugar y se apoyó en la baranda con el brazo sobre el hierro y la cabeza apoyada en su mano, esta vez tan cerca del omega que cuando levantó la cabeza sus ojos se encontraron de cerca y de una manera intensa.

- ¿Por qué lo dices como si no lo merecieras?- Jisung parpadeó sin palabras, simplemente limitándose a escuchar, como pocas veces lo hacia-. No le daría a alguien que no lo merece todo lo que te doy a ti- el omega abrió la boca para refutar pero Minho no se lo permitió-. Te lo dije, ¿cierto?, que me uses a mí, no es algo que estoy haciendo en contra de mi voluntad. Y me sentiré molesto si crees que no mereces estar aquí, parado en un crucero en París y vistiendo ropa cara que nunca creíste tener, cuando pasaste dos años de tu vida siendo incomprendido y usado por la basura de los alfas, ¿no crees que tengo un punto, Jisung-ah?.

Jisung pasó saliva y aunque no podía entender su actitud en ese momento, terminó asintiendo lentamente con timidez y vergüenza.

- Puede...que tengas un punto- murmuró con fingida demencia mientras Minho asentía satisfecho.

- Dijiste que soy tu sugar, y un sugar nunca deja que su bebé piense que no merece ser cuidado- bien, Jisung ya se arrepentía de cada palabra tonta que salia de su boca, porque al final del día Minho parecía recordarlo todo.

- Tú haces más que cuidarme- murmuró con un bufido y Minho se encogió de hombros.

- Es lo que deseo hacer, y tú no pareces incómodo así que esta bien, si no te gustará mi actitud estoy seguro que ya hubieras intentando golpearme como la primera vez que nos conocimos- Jisung se encogió ante el recuerdo.

- ¿Estás intentando hacerme recordar que te traje más desgracias que todo lo contrario?- Minho soltó una risa ligeramente arrepentida y burlona.

- No es así, tú eres el que piensa de esa forma, ¿es que no recuerdas cuando te sentaste a mi lado en el borde de la piscina y me acompañaste para que no me sienta solo?- Jisung rascó su mejilla intimidado con aquella información del pasado-. O cuando me cuidaste toda una semana porque estaba resfriado y estuviste al peligro de enfermarte tú también.

- Ya, eran acciones inconscientes, no es algo que alabar- el alfa colocó los ojos en blanco.

- Aquí tenemos un severo problema...realmente no aceptas que hay alguien cálido dentro tuyo, ¿te asusta que lo vea, omega?- Jisung se movió inquieto y negó, sin poder sostener la mirada del alfa mientras soltaba una risa torpe.

- Te insulto todos los días, ¿qué de cálido puedes ver?- Minho soltó aire resignado.

- Ya que me gustas, puedo ver cientos de factores y más, que tú no- Jisung tembló, juró que casi se fue hacia atrás de la impresión mientras volvía a subir la mirada y se encontraba con los ojos relajados y brillantes del alfa.

¿Brillaba por las luces cierto?, no parecía ser así ya que él lo miraba con la cabeza inclinada y el cabello cubriendo sus costados, pero a pesar de todo parecían ser los focos porque sus ojos tenía miles de puntos brillantes que mareo a Jisung, que hizo a su corazón desbocarse mientras pasaba saliva y sentía el rostro caliente.

- Debería...volver a advertirte, ¿q-qué no te pases de listo conmigo?- intentó defender de forma pobre. Pero se aterró cuando Minho sonrió más que relajado y sus ojos destellaron retadores.

- Eso ya no servirá conmigo, Jisung-ah...principalmente porque me están comenzando a gustar los retos difíciles- el omega se encogió sorprendido cuando el rostro del alfa se inclinó hacia su rostro de golpe, y de la misma forma el aroma dulce a ciruela golpeó su nariz y lo hizo marearse totalmente embelesado.

Sin entender que ocurría con su cuerpo simplemente no pudo disimular el temblor y su corazón se sacudió cuando los ojos del alfa cayeron en sus labios, sintió que la melodía musical del barco comenzaba a ser como una droga cegadora porque todo a su alrededor sumando las luces lo obligaban a mirar al alfa frente suyo, y a no apartarse por cada movimiento que este hacia.

- Y tú estas siendo difícil...y eso solo me atrae- Jisung sintió toda su piel cosquillear, el corazón golpeó contra sus oídos y sintió sus piernas temblar, como jodidas gelatinas hasta hacerlo sentir la impresión de que iba a caer.

Pasó saliva de la forma más relajada que podía fingir y tomando aire evitó a toda costa bajar la mirada a los labios del alfa, definitivamente la boca de Minho era como la tentación en carne propia. Y como tentaba.

- Si sabes que soy difícil, ¿entonces por qué siquiera lo intentas?, no pienso ceder, alfa- Jisung ya no comprendía, pero parecía ser que con cada palabra que salía de su boca, la satisfacción solo iba creciendo en los ojos del mayor.

- Ya lo creo- Jisung apretó las manos a su camisa y el aire se atascó en su garganta cuando Minho se inclinó más cerca y finalmente sintió su aliento chocar contra sus labios, su piel cosquilleó al igual que su nariz y sintió que el corazón le iba a estallar dentro suyo, tan alterado como él lo estaba-. Pero creo que olvidas...que aún tienes que hacer todo lo que yo diga, y tú accediste abstenerte a las consecuencias.

Finalmente se lo echo en cara, Jisung sabía que era raro, principalmente con el alfa que siempre intentaba llevar lejos sus coqueteos hasta el punto de hacerlo enrojecer hasta el cuello de los nervios. Y que Minho hubiera tenido la potestad de perdirle lo que quisiera ya era un peligro, como un arma mortal.

Y parecía que estaba por utilizar esa herramienta.

Jisung pasó saliva, bueno, la santa papaya debe estar consciente de lo mucho que el alfa lo estaba intimidando, pero no había porque demostrarlo...si es que ya no se había dado cuenta.

Ahora, solo debía intentar evadir cualquier orden que le costara la dignidad.

- No me obligarás a hacer algo que no quiera, ¿cierto?- Minho remojó sus labios divertido.

- No vas a manipularme de esa forma, dijiste que harías todo, ¿o es que no eres un hombre de palabra?, ¿te acobardaste, omega?- lo reto, con tanta malicia que Jisung notó, pero no pudo tolerarlo, especialmente porque en ese momento realmente se veía como un aburrido cobarde y chillón.

- No- soltó un ligero gruñido irritado mientras Minho se mostraba satisfecho-. Sólo no deseo que te sobrepases.

- Eso no debería interesar, de cualquier forma deberás hacerlo, fue el trato- Jisung deseó llorar, como es que no pudo ver en que se había metido un mes atrás.

Finalmente soltó aire por la nariz mientras volvía a inflar el pecho y ladeaba la cabeza, creando un roce con la nariz del alfa que lo hicieron desear rascar su nariz, pero se contuvo.

- ¿Qué es lo que quieres?, dilo de una vez, porque realmente siento que te has estado conteniendo un mes entero- Minho bajó ligeramente los hombros y Jisung tuvo la impresión de haber acertado.

El alfa pareció pensarlo un rato, un rato que pasó a largo, un silencio sepulcral que colocó de nervios a Jisung, que lo hizo mover los dedos con ansias y pasar saliva más de tres veces. De esa forma hasta que Minho finalmente se movió y terminó alejándose unos centímetros de él.

Pareció remojar sus labios y ordenar sus palabras entes de hablar.

- Puedo pedirte muchas cosas, torturarte de distintas formas...- bueno, que aliviante escucharlo-. Puedo hacer eso, o...puedes elegir entre simplemente concederme un favor y olvidaré la idea de que hagas todo lo que yo quiera.

Jisung jadeo sin aire, de las forma más indignada mientras se sostenía las caderas en una pose molesta.

- ¿Crees que soy tonto, eh?- Minho parpadeó fingiendo inocencia-. Ese favor debe ser más horrible que simplemente hacer todo lo que quieras de una vez, me niego, ni siquiera me digas, no quiero saberlo- se volteó y se cruzó de brazos a la defensiva, Minho apenas pudo contener su risa mientras se inclinaba buscando la mirada del omega.

- Entonces, lo primero que quiero que hagas es darme la oportunidad de pedirte este favor- eso debía ser una mala broma.

- ¡Tú!- lo señaló con rencor mientras Minho apretaba los labios-. Ya mejor lanzame del barco, ¡no pienso vivir esta tortura!.

- Lo prometiste, Jisung- Minho volvió a insistir y el omega tuvo que apretar los puños como un método de relajación para no soltar un hilo de insultos.

Pero es que no podían culparlo, estaba aterrado, Minho era impredecible, aterrador, cada vez que abría la boca para decir algo terminaba por revelar hasta el secreto del área 51, ¡era como un monstruo disfrazado de un alfa estúpidamente atractivo!. Si se negaba, era capaz de pedirle matrimonio y lo iba a chantajear con que era un cobarde si lo rechazaba.

Santa papaya...¿por qué nunca me ayudas?.

- ¡Bien!, pero si ese estúpido favor no me gusta me aseguraré de que ya no quieras que te lo conceda- amenazó, igual de pobre que todas sus amenazas mientras veía los ojos del alfa brillar de satisfacción eufórica y contenta.

- Gracias- Jisung chasqueó la lengua y se volteó para colocarse frente a frente con el alfa aún con los brazos cruzados.

- Habla ya, que me pondré a llorar en cualquier momento de la ansiedad- Minho sonrió y mordió su labio inferior mientras asentía lentamente.

Jisung se haría pipí estaba seguro, porque desde ese momento todo pareció moverse en camara lenta, desde la mueca nerviosa formándose en el rostro del alfa hasta la sonrisa tímida que se le fue ofrecida al omega que logró derretir su corazón. Observó con las manos heladas y el corazón latiendo a mil por segundos a Minho llevar la mano a sus bolsillos e ingresar la mano con la lentitud más torturadora del mundo.

Jisung ya se esperaba, estaba tan seguro de lo que era que el "no" ya estaba en la punta de su lengua, bailando en sus labios con ansias mientras veía con terror la mano de alfa salir lentamente de su bolsillo.

Y oficialmente era lo que pensó, y claramente el rotundo no escapó de sus labios, pero con un chillido más fuerte de lo esperado y con el susto más grande que no pudo contener.

- ¡No!, ¡me niego!, ¡no no no no!, guarda eso o te golpearé- Jisung chilló y retrocedió varios pasos mientras agitaba las manos como si lo que sostenía Minho fuera una peste-. ¡¿Qué estas haciendo, Minho?!, ¡¿es que te volviste loco?!.

Minho lo observó entre aburrido y ligeramente suplicante.

- Deja de ser dramático- regañó y volvió a acercarse los pasos que se alejó el omega y lo acorraló contra la baranda antes de que este intente alejarse de nuevo, ignoró sus chillidos mientras iba hacia atrás e incluso parecía dispuesto a caer al agua y nadar hasta la orilla con tal de alejarse de él.

- ¡Aléjate, estas loco!- lloriqueó mientras Minho lo tomaba de la mano e intentaba acercarlo.

- Jisung, por favor, dame la oportunidad de hablar- él omega lloriqueó ante la voz suplicante, Minho nunca suplicaba, y en ese momento odió que lo esté haciendo.

Jisung tenía una debilidad cuando un alfa como Minho se ponía vulnerable ante él.

Inflando las mejillas y soltando aire resignado volvió a enderezarse en su lugar, su rostro ardía con tanta fuerza que ya no podía esperar que Minho no se diera cuenta. Sus ojos observaron con unos nervios escalofriantes el objeto entre los dedos del alfa, y cuando subió su mirada se encontró con la misma mirada del mayor.

- ¿R-realmente te has vuelto loco?- tartamudeó pero sintió su corazón temblar cuando Minho negó.

- Te lo suplicaré si es lo que quieres, simplemente dame la oportunidad- Jisung llevó la mano libre a su rostro y cubrió sus ojos con vergüenza, con los nervios cosquilleando por toda su piel hasta hacerlo temblar y sentirse débil, con la mano contraria siendo sostenida por el mayor, su aroma estaba tan alterado como el del alfa y lo apreciaba dulce en el aire.

De alguna forma agradable y tolerable.

Sintió que no tenía escapatoria, especialmente con el aroma que con tanto rencor le encantaba y la suave mano de Minho sosteniendo la suya, eran como acciones que lo terminaron de convencer hasta sentir el nudo de nervios y emoción crecer en su estómago hasta su garganta.

Soltando aire tembloroso bajó la mano de su rostro y lo dejó caer a un lado, volteó a mirar cualquier punto en el suelo mientras sentía sus mejillas arder al igual que sus orejas.

Y fue como una mala broma, o como el jodido destino, porque Double Take de DHRUV empezó a sonar detrás de ellos y Jisung podía jurar que Minho había planeado aquello a la misma perfección donde él no tenga ninguna escapatoria.

Así que un gemido de derrota escapó de sus labios mientras dejaba su cuerpo caer sobre las barandas sosteniéndose de ese hierro mientras extendía completamente los dedos de la manos que Minho sostenía.

- Ponlo de una vez o me arrepentiré- se resignó.

Y si, sintió a Minho soltar aire con fuerza totalmente conmocionado y aliviado. Y Jisung no quiso demostrar que su misma respuesta lo alivio e hizo a su corazón latir eufórico y contento, como si su omega lo hubiera felicitado por su sabia decisión.

De nuevo, con una suavidad que derritió al omega, sintió los dedos del alfa deslizar el anillo por su dedo del corazón.

Y si, probablemente crean que se trataba de un anillo de compromiso, pero era mucho peor, mucho más escalofriante e insólito.

Con ese anillo, Jisung demostraba que le había dado permiso a un alfa para poder cortejarlo.

Ahora, la santa papaya si había hecho sus movimientos, pero de la forma en que a Minho le gustaba.

Jisung se sorprendió cuando fue jalado de golpe, y su corazón se detuvo cuando su cuerpo chocó contra el alfa y sintió los brazos fuertes y firmes rodearlo, todo su interior se calentó de una forma cálida que lo aterró. Su rostro quedó hundido en la suave camisa de seda del alfa y sin poder evitarlo terminó cerrando los ojos cuando el aroma de Minho se filtro en su olfato como droga.

Y cada célula de su cuerpo se estremeció cuando el rostro del alfa se inclinó contra su oído y la respiración le causó una electricidad cosquilleante.

- Gracias, realmente gracias, omega.

Jisung tenía algo seguro, y era que por alguna razón, ser cortejado por Minho sonaba algo de ensueño, y sentía que rechazarlo en el primer intento es lo menos que haría.

En realidad, había una alta probabilidad de que aquello se extenga un buen tiempo, y acabe de la manera más impensable.

+

Hyunjin jugaba de forma distraída con el cabello del omega, la cual estaba algo alborotado gracias a los rizos recién renovados, lo observaba jugar con alguna aplicación de guerra en su teléfono mientras ambos esperaban en el hotel por la hora de bajar e ir a cenar.

Mientras él, como se le era costumbre y satisfacción observaba al omega, Jeongin en ese momento estaba absurdamente tierno, con los tiernos rizos, el suave maquillaje que hacía sonrojar sus mejillas y los labios rosados tan tentativas como suaves fresas. Había momentos que por la concentración era remojados por la delgada lengua del menor y a Hyunjin se le alteraba cada sentido de su ser.

Hyunjin también le había dicho al omega que irían a un sitio especial, así que realmente estaría bien si decidía ponerse algo llamativo. Y de nuevo quedo jodidamente adorable y atractivo cuando acabó con unos pantalones de vestir ligeramente ajustados, camiseta manga largas al cuerpo con cuello alto y un suéter delgado y largo completamente negro con manchas rosas la cual lo abrochó hasta el último botón que llegaba un poco debajo del pecho.

Y en ese momento, Hyunjin pasó de jugar con su cabello a estirar de la cadena que rodeaba su cuello, acarició el dije entre sus dedos mientras observaba de reojo al omega salir de la aplicación y apagar su teléfono mientras una risa escapaba de sus labios.

- Bien, ya entiendo, quiere que le preste atención, no necesita romper mi cadena para que lo haga- Hyunjin sonrió de forma maliciosa mientras dejaba ir el accesorio.

- Es un alivio que te hayas dado cuenta rápido- Jeongin negó divertido mientras se levantaba sin refutar cuando Hyunjin estiró de él.

Sentándose sobre sus piernas permitió que el alfa se acomode contra su pecho y que sus manos rodeen su cintura hasta escuchar un suspiro complacido departe del mayor. Jeongin pasó los dedos por el cabello largo del alfa, algo seco y ya de un tonto castaño por el tinte, pero de igual manera se sentía cálido ante el tacto mientras lo peinaba detrás de la oreja de Hyunjin.

- Tendré que cortarlo pronto, ya lo descuide demasiado- Jeongin frunció el ceño mientras un puchero se apoderaba de sus labios.

- Pero es bonito así- rebatió mientras Hyunjin soltaba una risa contra su cuello.

- Ya esta muy quemado, ángel- intentó convencer mientras sentía la mejilla del omega apoyarse en su cabeza mientras sus lloriqueos llenaban la habitación-. Volverá a crecer, el cabello crece, ¿lo sabes, cierto?.

- No- fingió su respuesta robando una nueva risa al alfa, Hyunjin simplemente asintió suavemente mientras aspiraba del aroma del omega, su cuerpo vibró de la satisfacción al oler el perfume de sus aromas mezclados con la miel, Jeongin alía tan dulce que probablemente terminaría siendo un caos salir de allí sin llamar la atención.

Pero Hyunjin no se preocupaba, especialmente porque él acompañaba a su ángel y estaba más que dispuesto a enterrar cuerpos si algo no le agraba o le incomodaba a su omega.

Pasaron de esa forma el resto de la hora, Hyunjin aferrándose al cuerpo del omega y casi cayendo dormido por lo cálido que sentía su cuello, caliente y agradablemente dulce. Cuando su teléfono sonó avisando la llegada de Acel ambos tuvieron que ponerse de pie a rastras.

Jeongin se frotó los ojos mientras seguía al alfa, en un silencio agradable mientras Hyunjin entrelazaba sus dedos y lo guiaba a través del hotel.

El alfa también vestía igual o más atractivo que él, con una camisa de seda blanca dejando caer un listón en medio de su cuello como corbata, sobre este un saco a la medida a cuadros delgados color blanco y negro y los costumbres jeans negros ajustados.

Jeongin intentó prestar la mayor atención a la conversación de Hyunjin y Acel y no colocarse nervioso por las miradas de más de toda la cuadra, especialmente para no armar un show indeseado. Finalmente subieron al auto y Jeongin se permitió dormitar en todo el viaje sobre el hombro del alfa, simplemente cerrando los ojos y disfrutando de las caricias que se le eran repartidos en el dorso de su mano.

Cuando Hyunjin estiró del omega para bajar del auto, sonrió internamente al ver la expresión curiosa y ansiosa en el rostro contrario, guiándolo por el cemento con tranquilidad mientras las resulicientes luces golpeaban sus rostros como faros enormes.

- ¿Debería preguntar, alfa?- Jeongin probó con sospecha de la respuesta.

- No hay mucho que preguntar, cenaremos arriba- Jeongin volteó a mirarlo y sus labios se separaron completamente sorprendido.

- ¿A-arriba?- Hyunjin asintió.

- Arriba- volteando aun con la boca abierta Hyunjin tuvo que casi arrastrarlo cuando se quedó embobado observando lo alto de la torre.

Mamá, cenaré en el segundo piso de la torre Eiffel. Fue lo que pensó Jeongin mientras se detenían frente a un gran ascensor amarillo e ingresaban, completamente solos a excepción del guardia que les abrió las puertas de la caja.

- Hyung...- chilló emocionado mientras pegaba el rostro al vidrio del ascensor y observaba el suelo alejarse debajo suyo a más y más distancia, subieron por tanto tiempo que Jeongin se aterró al pensar en que el alfa lo había mentido y en realidad iban a la punta de la torre.

Pero para su alivio no fue así, aferrándose a la mano del alfa Jeongin no pudo cerrar la boca mientras Hyunjin lo guiaba y encontraban ahí el local grande y elegante situado en el centro del segundo piso. Subiendo la mirada Jeongin apenas pudo leer las letras sin trabarse en su propia mente.

- Le Jules Verne- el omega se estremeció ligeramente ante la voz de Hyunjin contra su oído, traduciendo el nombre del restaurante como él no pudo.

- Hyung...me gusta cuando habla francés- admitió, contento cuando vio las mejillas del alfa encenderse bajo las luces de los focos amarillos.

- Entonces estoy aliviado de poder pronunciarlo para ti- sonriendo embobado Jeongin volvió a seguir al alfa cuando este lo guió a la puerta del restaurante, nuevamente un guardia lo esperaba en la entrada quien al instante abrió la puerta para ellos.

Jeongin avanzó tímidamente, en su mente no podía dejar de cuestionarse desde cuando el alfa llevaba preparando aquello, reservando una mesa en el segundo piso de la torre Eiffel y sin omitir que tan solo ellos ocupaban mesa en el restaurante, con velas aromáticas esparcidos en la estancia y la ilumacion casi nula dándole un aspecto más íntimo en la oscuridad de esa noche.

Tan solo ellos con las velas decorando su mesa y sentados frente a la ventana del restaurante, observando todo el panorama de la ciudad de París. Y cuando Jeongin tomó asiento no pudo evitar dejar escapar un suspiro lleno de gozo, de gusto, de querer saltar sobre Hyunjin y comerlo a besos por cada enorme detalle que le ofrecía cuando él apenas podía devolver su afecto con su existencia.

Estaba seguro que lo próximo sería cenar en un helicóptero, cero pruebas pero estaba cien por ciento seguro.

Hyunjin tomó asiento a su lado un momento después, había ido en la cocina para quien sabe qué y en ese momento volvía a ofrecerle su compañía mientras dejaba caer una champañera en el centro de la mesa.

Jeongin se hizo para atrás al ver el contenido que sobresalía del bote.

Vino, su peor enemigo.

Hyunjin rápidamente notó su expresión defensiva y comenzó a reír con diversión.

- Hay soda en el fondo, ángel- tranquilizó mientras veía el rostro del omega suavizarse.

- Bien.

- Lo serviré ahora- Jeongin asintió sin refutar, observando a Hyunjin escabar dentro del hielo y tomar una lata se soda de frutilla que rápidamente generó saliva en la boca del omega, se veía tan sabroso que las ansias lo llenaron.

Jeongin siguió con la mirada a Hyunjin tomar su copa de vidrio y luego de abrir la lata sirvió el contenido en el vaso hasta llenarlo por completo, y luego lo dejó frente suyo.

El problema fue cuando Hyunjin prosiguió a servirse un vaso de vino, el omega tomo de su soda con recelo y los ojos entre cerrado, como si el alfa lo estuviera traicionando.

- No me mires así, ángel, solo tomaré un poco porque puedo tolerarlo un poco más- Jeongin le saco la lengua infantilmente mientras Hyunjin soltaba una risa tonta.

Ambos comenzaron a beber sus respectivas bebidas, Jeongin se dispuso a conversar sobre Seungmin, ambos hablaron y estuvieron de acuerdo en que el omega había mejorado más rápido que nunca. Jeongin también se había sentido triste cuando tuvo que dejarlo luego de un mes de apenas haber despertado.

Pero Seungmin lo regañó y dijo que solo seria una semana y que no sea dramático. Y además de eso terminaron enterándose que el omega mayor también iría de visita a la Isla Jeju junto a Byungchan, ya que él alfa tenía la obsesión de querer visitar una Isla una vez en su vida antes de que por azares del destino termine muerto en manos de Minho.

Sí, probablemente su terror hacia el alfa seguiría teniendo su recorrido.

Y pues Seungmin decidió acompañarlo, ya que según Byungchan él ya era su nuevo mejor amigo porque Hyunjin ya lo había rechazado y Jisung tenía una especie de aventura amor-odio con Minho que no tenía espacio para poner atención a Choi.

Por otro lado, Christopher tuvo trabajo que hacer en Australia, que en realidad le pertenecía a Hyunjin pero este se lo dejó al alfa mayor, y fue una buena idea para todos ya que así el australiano alfa pudo volver a visitar su país natal y que mejor que hacerlo con la compañía de Felix, el omega quien aún no había vuelto a su país luego de cinco largos años.

Así que para en ese momento, la casa que les pertenecía a todos, estaba completamente vacía a excepción del personal y los gatos de Minho, quienes habían quedado a cuidado con más de 20 amenazas de muerte que dejó en estado paralizado al personal. Jeongin hasta podía deducir que Minho los mataría a ellos mismos si eso en algún momento garantizaba la seguridad de sus preciados bebés.

- Yo aun sigo pensando que Byungchan tortura a Seungmin con su personalidad, no entiendo como alguien tan tranquilo puede tolerarlo- Jeongin soltó una ligera risa ante los pensamientos del alfa.

- Seungmin incluso se vio más estable gracias a la presencia de Byungchan hyung, no sea tonto- regañó mientras Hyunjin suavizaba sus facciones con una expresión totalmente de acuerdo.

- ¿Tú crees que ellos en algún momento?...- Jeongin no necesito escucharlo todo para entender la pregunta.

Y terminó negando suavemente, con algo de duda pero guiándose en su criterio.

- No podría decirlo con exactitud, pero él corazón de Seungmin hyung aún no está preparado, él no lo está, y parece contento así, por lo que no deberíamos mencionar nada de eso en su presencia- Hyunjin asintió comprendiendo.

- De todas formas, si tu amigo menciona sentirse incómodo con Byung tienes que decirme, lo atare en el patio lejos de todos para solucionarlo- Jeongin negó con fingida desaprobación mientras pequeñas risas escapaban de sus labios.

Cuando la comida llegó Jeongin se mantuvo en silencio por unos pocos minutos, especialmente porque sentía que si hablaba se le caería la baba por el hambre, y es que no podía evitarlo, la comida de Francia era deliciosa.

- ¿Le ha costado mucho reservar este lugar?- curioseó mientras le daba un sorbo a su bebida, un poco después de haber terminado de comer.

- No realmente- Jeongin sonrió mientras seguía presionando el popote entre sus dientes.

- Miente- murmuró recibiendo una sonrisa resignada.

- Claro que me costo toda una economía...pero- Jeongin evitó reír cuando lo señaló con el tenedor con un pedazo de carne pinchado-. Sigo teniendo más en mi bolsillo- el omega comenzó a reír cuando Hyunjin terminó por guiñarle un ojo y le dio un bocado a su carne.

Terminando su risa con un suspiro Jeongin carraspeó con una sonrisa divertida.

- Esto me recuerda...cuando en un principio creí que hyung era un idol- Hyunjin hizo una mueca como berrinche.

- ¿Por qué todos tienen la misma impresión?- lloriqueó y Jeongin se encogió de hombros riendo.

- Bueno hyung, es la apariencia- Hyunjin negó en desacuerdo-. Creí al principio que era idol o una celebridad de la televisión, y ahora me siento tonto porque en ese momento me confundía e impresionaba como es que una "celebridad"- hizo comillas con sus dedos-. Podía tener tanta seguridad, especialmente porque usted siempre cargaba un arma.

Hyunjin sonrió por la información, con una ligera sensación de ternura y nostalgia mientras hacía a un lado su plato.

- Ya veo entonces porque incluso lloraste hasta los mocos cuando te confesé lo contrario- se burló mientras Jeongin soltaba un quejido avergonzado.

- ¡No lloré!, l-lo hice cuando creí que era usted quien estaba en peligro- Hyunjin apoyó el mentón en su mano mirando al menor con una sonrisa ladina.

- Y el que estaba en peligro terminaste siendo tú- Jeongin bufó, por un momento un sentimiento travieso lo asaltó.

- ¿Realmente estaba en peligro?, hyung sinceramente mostraba lo contrario desde un principio- Hyunjin cubrió mitad de su rostro con sus dedos comenzando a reír avergonzado.

- Fue impresionante, lo bien que me atrapaste en ese entonces...no podía pensar en otra cosa que no sea quererte para mí, probablemente por eso no me veía como un alfa maduro jefe de una organización- Jeongin asintió lentamente.

- Hyung se veía como un alfa caprichoso y malandro de secundaria- comparó comenzando a reír mientras Hyunjin fruncía el ceño fingiendo indignarse.

- ¿De qué te burlas?, no me veía de esa forma- se defendió mientras Jeongin aplaudía en medio de su risa.

- No se preocupe, hyung, de igual manera era aterrador- tranquilizó en broma mientras Hyunjin inflaba el pecho con aire fingiendo orgullo.

- A veces traía buenos resultados- hizo un ademán con la mano-. Cuando fui a buscarte de nuevo, luego de que huíste de mí, ¿no pensaste en querer volver de nuevo?- Jeongin ladeó la cabeza ante la sonrisa avergonzada del alfa-. Creo que probablemente en ese momento volviste solo porque te viste obligado.

- Hyung es mi alma gemela- Hyunjin parpadeó desconcertado mientras recibía una sonrisa pequeña y cálida-. Aunque hubiera querido evitarlo, apenas salí de su habitación aquel día al instante quise volver, y aquellos días de separación donde estuve en celo se sintieron horribles...yo solo pude pensar en usted- Jeongin lo apuntó de forma acusatoria-. Además no ayudó con la llamada que me hizo estando tan vulnerable.

Hyunjin soltó una risa llena de inocencia.

- No me culpes a mí, fue el impulso de mi lobo- las facciones de Hyunjin se suavizaron, y momento después lo sintió tomar su mano debajo de la mesa, Jeongin sintió su rostro caliente mientras veía los ojos de Hyunjin brillar detrás de la luz de las velas-. Porque como tú dices, somos almas gemelas y en ese momento realmente necesitaba de ti.

Jeongin bajó la mirada con timidez y asintió lentamente, sintiendo su pecho calentarse, su corazón acelerándose a la par que el alfa confirmando que no necesitaban decirlo en voz alta para saber que reacción causaba en ellos aquellas palabras.

El saber que eran almas gemelas, dentro de ellos sus corazones ya lo confirmaban.

- Esta vez...d-deseo que hyung si me diga que me ama...en francés- pidió bajito y la timidez tiño cada sílaba, pero a Hyunjin tan solo le dio ternura, una ternura que le causó un revoltijo de nervios y aleteos en su corazón.

Pero asintió antes de carraspear e inclinándose busco la mirada del omega, sonriendo de lado cuando los ojos brillantes y pequeños de Jeongin cayeron sobre los suyos y pudo apreciar el rojo decorando su piel.

- Je t'aime, ángel- el omega no podía ni siquiera estar seguro si realmente el alfa le acaba de decir que lo amaba.

Pero sin importar la experiencia nula del idioma, y que antes pudo haber buscando en su traductor antes de pasar por ese momento. Jeongin no necesitó otra confirmación que los ojos brillantes del alfa, que el latido acelerado de su corazón y sus dedos apretando los suyos con una presión tímida y expectante que lo hizo temblar sin razón, simplemente de los nervios y la euforia.

- Y-yo también lo amo- respondió bajito y sintió la respiración agolparse en su garganta al recibir una sonrisa, donde los carnosos labios del alfa se extendieron hasta que sus ojos se volvieron pequeños y el rostro del alfa brillo por el sonrojo mientras su pecho se calentaba de aquella manera en que lo hacía querer chillar y esconderse debajo de la mesa por sentirse tan descubierto, pero sobre todo tan amado que resultaba ser abrumador e intolerable.

Jeongin no pudo evitar que una curiosidad lo asalte en ese momento, olvidando por un momento la timidez para poder abrir los ojos sorprendido mientras ladeaba la cabeza.

- Entonces...¿Minho hyung si le dijo te amo a Jisung hyung?- preguntó sorprendido, y Hyunjin tan solo asintió con tranquilidad-. ¡Hyung y usted engañó a Jisung diciendo lo contrario!- murmuró sorprendido mientras el alfa alzaba los hombros inocente.

- Si Minho hubiera querido que Jisung sepa de sus sentimientos se lo hubiera traducido hasta con el traductor del teléfono- Jeongin no pudo refutar a eso-. Además yo también quería divertirme- aclaró recibiendo un golpe en su brazo.

- De alguna manera, él que lo haya dicho sin dudarlo, es triste...y tan romántico- Jeongin suspiró colocando las manos en sus mejillas mientras Hyunjin negaba divertido-. Sería triste que Jisung hyung no vea sus sentimientos de una vez por todas.

El alfa decidió carraspear mientras se inclinaba hacia su ángel con discreción recibiendo una mirada curiosa.

- Minho ya debe haber pedido el permiso de la ardillita para cortejarlo en este momento- Jeongin se cubrió sus labios sorprendido y conmocionado mientras Hyunjin asentía confirmando sus palabras-. Tan solo queda la esperanza de que no lo rechace, pero ya sabes, orgulloso o no, Han no podrá resistirse cuando en secreto lo quiere tanto como Minho.

Jeongin soltó una ligera risa impresionada y divertida.

- ¿Usted es adivino o algo así?- Hyunjin movió su mano con desdén evitando reír.

- Soy bueno con los sentimientos, solo no lo presumo- respondió mientras el omega volvía a reír soltando un suspiro contento.

Esperaba como un fan entre las sombras que el Minsung finalmente den ese gran paso donde es llegar al cortejo.

- Ya puedo confirmar realmente que París pone romántico a la gente, especialmente porque Minho pidió el permiso una vez estuvimos aquí y no antes cuando ya había tenido oportunidad- Jeongin asintió de acuerdo.

- Y también aquí usted me había dicho te amo por primera vez- Jeongin recordó con una sonrisa tonta mientras Hyunjin apretaba los labios-. Ni siquiera te quiero, ¡usted me dijo te amo!- festejó aplaudiendo mientras Hyunjin mandaba hacia atrás su cabello, con la timidez tiñendo su rostro.

- Es que realmente no puedo evitarlo...simplemente te miro y tengo una necesidad enorme de darte el jodido mundo y más- Jeongin separo los labios sorprendido mientras veía a Hyunjin bajar la mirada con tanta timidez que lo hizo chillar de la ternura.

- Sí, definitivamente París lo tiene romántico, alfa- Hyunjin sonrió y asintió de acuerdo.

- ¿Sabes que reacción tambien genera París?- Jeongin ladeó la cabeza curioso, con su corazón latiendo con tanta rapidez que ya no podía descifrar si se trataba de Hyunjin o él.

- No, realmente no lo sé.

El omega lo vio remojar sus labios y luego soltó aire, y Jeongin supo que realmente en ese momento había una timidez desbordante en el alfa que lo hizo sonrojar y mirarlo con atención, atento en su mano sudando contra la suya y en la manera en que sus labios eran remojados mientras tomaba aire para hablar.

Jeongin incluso se sintió intimidado con la mirada oscura y llena de sentimientos del alfa.

- La necesidad de pedir matrimonio es la ciudad del amor, ¿no lo crees?.

Jeongin dejó de respirar, en su interior hubo un estallido de emociones y todo su cuerpo tembló, y en su cabeza las alarmas se activaron y sus emociones corrieron descontrolados cuando recibió una sonrisa ladeada y un apretón en su mano que lo hizo marearse y querer chillar.

¡¿Qué era eso?!, ¡¿en serio Hyunjin lo estaba haciendo apropósito?!. Mencionar algo como eso...quería matarlo, él definitivamente quería matarlo.

Jeongin intentó pasar saliva, su respiración agolpada tampoco lo ayudó mucho, pero intentó tragar en una simple acción para tranquilizarse y poder responder sin tartamudear como tonto.

Pero la respiración siguió atascado, y finalmente no pudo pasar saliva cuando de la impresión todo a su al rededor se detuvo, todo a excepción de Hyunjin, viéndolo con el pulso apuntó de estallar como lentamente se levantaba de su silla, sin soltar su mano.

Y cuando finalmente lo vio comenzar a arrodillarse Jeongin se cubrió la boca con fuerza y abrió los ojos, tan grandes que si estuviera consciente probablemente le daría vergüenza.

No podía ser, eso parecía ser tan irreal que cuando vio a Hyunjin sonreírle de manera cálida y amorosa se intentó convencer de que era un sueño, de que no debía ilusionarse, o de que incluso era una mala broma del alfa.

- H-hyung...- intentó decir algo pero nada más pudo salir de su boca.

Y en el momento en que vio al alfa meter la mano dentro de su chaqueta soltó un chillido y llevó la mano sobre la del alfa deteniéndolo.

- ¡Espere!- Hyunjin lo observó sorprendido, e incluso pareció desorientado mientras veía omega tomar aire antes de hablar.

Jeongin finalmente sintió como las lágrimas arremolinaban en sus ojos mientras buscaba su voz dentro del nudo en su garganta.

- S-si usted no saca una cajita de allí dentro, le juro que lloraré tanto que lo embarraré de moco hasta ahogarlo- Hyunjin apenas parpadeó antes de comenzar a reír mientras llevaba la cabeza hacia atrás y veía al omega hacer un puchero terriblemente tierno.

- ¿Tú en serio me detuviste para decirme esto?- Hyunjin soltó una nueva risa cuando un sollozo se ahogó en la garganta del omega mientras asentía lentamente-. Eres increíble, ángel.

Tomando la mano del omega lo apartó con suavidad y lo soltó, sonriendo de forma reconfortante mientras volvía a meter la mano en su chaqueta para así finalmente secar el pequeño objeto de terciopelo.

Y Jeongin comenzó a sollozar cuando vio la cajita negra, pequeña y con un moño rojo pegado en la tapa. Su vista se vio borrosa mientras veía con los dedos temblorosos a Hyunjin retirar la tapa y inclinar el contenido hacia él.

Hyunjin sonrió suavemente mientras tomaba el delicado anillo entre sus dedos y finalmente ajustaba su agarre en la mano del omega. Viéndolo cubrirse la boca llorando como un bebé, sin poder controlar las bocanadas de aire.

- Sinceramente, incluso si esto fue planeado, te juro, ángel, que hasta llegar hasta aquí no pude pensar en que iba a decirte una vez me arrodillaba frente tuyo- Hyunjin sonrió ligeramente nervioso mientras acariciaba el dorso de la mano del omega-. Pero estoy seguro que alguien tan hermoso como tú no necesita palabras planeadas para una propuesta de matrimonio, por lo que sólo deseo, aclarando que si me rechazas me tiraré de la ventana, me permitas tener el honor de llamarte mi esposo...¿q-quieres casarte conmigo, ángel?- Hyunjin tuvo la suerte de no haber vomitado al final.

Pero si estaba por hacerlo cuando pasó largos segundos y Jeongin solo lo observaba con los ojos llenos de lagrimas y los dedos temblorosos sosteniendo su boca como si realmente fuera a caerse. Hyunjin finalmente dejo escapar una risa nerviosa mientras hacía un ademán con la cabeza.

- El silencio es por tanta emoción...¿o por qué no sabes como rechazarme?- preguntó temeroso.

Y Jeongin finalmente carraspeó, y golpeó su pecho varias veces antes de negar frenéticamente.

- E-es que no encontraba mi voz- Hyunjin soltó aire sin aliento mientras bajaba la cabeza y comenzaba a reír.

- Ángel, vas a matarme- murmuró en mismo momento en que Jeongin volvía a llorar y se lanzaba encima suyo hasta hacerlo tambalearse y caer hacia atrás al suelo.

Y Hyunjin no se preocupó, solo con asegurarse de que el anillo seguía entre sus dedos se apresuró a envolver el cuerpo del omega entre sus brazos y apretarlo contra su cuerpo, escuchando al omega llorar contra su oído mientras sus brazos se aferraban con tanta fuerza que lo relajó sin poder evitarlo. Disfrutando del aroma del omega tan dulce como nunca antes y haciéndolo estremecer del gusto, del poder entender que las emociones del omega estaban sobre pasando los límites hasta generar un lío de feromonas.

- S-sí, si quiero, claro que quiero....- Hyunjin sonrió aliviado, con su pecho calentándose de las emociones positivas y fuertes, cálidas y dulces, cosquilleando en su piel y creando descargas por su cuerpo-. Oh hyung, a-agradezco tanto este día, que c-creo que no podré parar de llorar- Hyunjin soltó una risa, llena de emoción y ahogando una explosión de chillidos mientras escuchaba el tierno llanto del omega golpeando su oído.

Sonrió con ternura cuando el rostro del omega se alejó de su cuello y finalmente lo vio, con el rostro rojo y los ojos húmedos e hinchados, pero de igual manera hermoso, viéndose de la misma forma en que un ángel lo haría, escuchándolo sorber su nariz con un sonido tan tierno que derritió su corazón con tanta ternura que lo endulzó.

Igual que la miel, igual que un sonido melifluo, un ángel tan suave que a pesar del llanto seguía viéndose tan delicado, como la primera vez que lo vio, o simplemente desde que Yang Jeongin comenzó a existir.

Tomando los suaves y delicados dedos sobre su pecho acomodó el anillo entre las yemas de sus dedos y le ofreció una última sonrisa del omega, hasta verlo asentir hacia él con los ojos llorosos y el labio inferior temblando de forma adorable.

Deslizó con lentitud la joya por su dedo anular, y este llegó hasta el final y se ajustó perfectamente a su piel con una leve flojedad que permitía moverlo. Brilló a contraste de su piel pálida y la extremidad delgada y se vio perfecto, encajado de forma correcta y luciendo como símbolo de que ahora estaba comprometido.

Yang Jeongin estaba comprometido, y se iba casar con él, con Hyunjin...se iban a casar.

Hyunjin tragó el nudo en su garganta mientras veía una nueva lágrima caer por la piel del omega. Y cuando su mano fue a limpiar la gota apenas pudo tocar el rostro del menor antes de que este se apoye en su pecho hasta estirarse y dejar caer sus labios contra los suyos.

Y Hyunjin lo disfrutó, sintió las lágrimas contrarias caer sobre su piel pero no le importó simplemente disfruto los labios calientes y suaves, la suavidad de la carne moviéndose sobre el suyo y la timidez en los movimientos del omega. Simplemente se gozo en aquel beso, dejando que las manos del omega sostengan sus mejillas y que lo controle a su manera, a su antojo.

Y cuando se apartó de sus labios no dejo de presionarlos sobre los suyos repetidas veces, tantos besos que resonaron en chasquidos hasta hacerlo reír y cerrar los ojos para disfrutarlo, escuchando a Jeongin contener su llanto solo para mimarlo y besarlo.

- Realmente lo amo, l-lo amo tanto, hyung- Hyunjin sonrió ante sus palabras, acariciando sobre la cintura del omega mientras veía de cerca sus ojos, sintiendo su frente apoyarse contra la suya y la respiración tibia chocar contra sus labios-. G-gracias...por amarme tanto y cuidarme, prometo ser bueno para usted, nunca dejaré que el corazón de hyung vuelva a lastimarse.

Hyunjin pasó saliva, las esquinas de sus ojos se llenaron de lágrimas que prontamente pasarían a deslizarse por su piel, pero no le importaba mucho. Dejó que aquellas palabras se filtren de buena manera a su corazón y se permitió inclinarse para poder volver a besar los labios contrarios, hasta sentirse satisfecho, o hasta simplemente tomarse un descanso y respirar.

Porque nunca era suficiente, nunca tenia suficiente de Jeongin, siempre quería más, siempre quería y lo obtenía, porque Jeongin decidía entregárselo todo y eso a él lo volvía más loco, más egoísta y necesitado de mucho más.

Pero al mismo tiempo que sentía que quería más, también lo tenía todo ya, era como un querer a pesar de que ya lo tenia y sabía. Y es que era imposible no pedir más cuando sin dudarlo Jeongin volvía a entregárselo todo.

- Contigo en suficiente, no necesito que hagas más, solo sigue siendo tú, el ángel quien ama al monstruo a pesar de todos sus demonios. Solo te necesito a ti- Jeongin cerró los ojos y negó, con una suavidad que generó ligeros roces con los labios del alfa y sintió su interior cosquillear por mas.

- También es un ángel...hyung también lo es, el más hermoso de todos, el único que actúa de forma meliflua, porque es tan dulce como la miel, solo que la belleza de hyung es delicada y fácil de quebrar, pero eso no lo hace menos hermoso. De alguna forma, solo lo hace más perfecto.

Hyunjin cerró los ojos sintiendo las lágrimas calientes deslizarse por su piel.

Bien, seria largo aceptarlo. Pero estaba bien, era un proceso, el convencerse que él también era hermoso apenas estaba siendo un proceso.

Pero al final, aunque Hyunjin no lo sepa con exactitud. Jeongin y otras personas más veían lo que Hwang Hyunjin no.

La fachada de una mente perdida, solo esconde el interior de una vida meliflua.

Porque Hyunjin se enamoró de su semejante, un mismo ángel roto que le mostró de lo que realmente estaba hecho.

De toneladas y toneladas de miel dulce y una apariencia tan angelical como un delicado ser con interior Melifluo.

Hwang Hyunjin y Yang Jeongin terminaron siendo mitades que creyeron no ser merecedores de ser amados, cuando a la hora del verdad.

Solo se necesitaban uno al otro para ver aquel rompecabezas que escondían en su interior y que uniéndolos.

Formaban un hermoso arte llamado Melifluo.

Fin.

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