6
Todo el cuerpo de Jeongin temblaba, sus manos aferrándose al pecho del mayor mientras sus labios cosquilleaban, permitiéndose abrir sus belfos, aceptando aquella danza de labios que le ofrecía el alfa, soltando bajos jadeos al sentir la lengua mojada del alfa delinear sus labios y explorar su cavidad, sintió que su corazón se desbordaba por lo fuerte que latía, permitiéndose disfrutar de la desesperación y necesidad que se sentía en aquella acción.
E incluso si estaba siendo mucho para ellos y tuvieron que tomar distancia para tomar aire, Hyunjin no dejó de presionar sus labios sobre los del omega, sus respiraciones siendo pausadas con cada chasquidos de labios.
- Alfa...- aferrándose a la camisa Jeongin pudo sentir su rostro arder, soltando bajos quejidos al sentir aún los labios del alfa pasear por su rostro, acariciando sus labios y mejillas.
Escuchando al omega quejarse Hyunjin no pudo hacer más que gruñir.
Satisfecho y aliviado, volvía a tener a su ángel entre sus brazos, lo había besado y lo sentía aferrarse a él, y eso es lo que él necesitaba, que Jeongin se aferre cómo él mismo lo hace.
- Te tengo, ángel- Jeongin asintió, lo tenía, vergonzosamente de todos los modos, pero en ese momento lo sostenía totalmente ya que las piernas del menor fallaban, mareado y excitado con el aroma que se apreciaba en el aire.
Su nariz no tardo en enterrarse en el cuello del mayor, ronroneando por el aroma tan familiar que se filtraba por su nariz, sus labios presionandose en la suave piel, sintiendo la mano del alfa acariciar su cabello permitiéndole restregarse en su cuello.
- No creí, q-que me recibiría así- Hyunjin remojo sus labios, aún pudiendo saborear el dulce sabor de los labios del menor.
- Debía asegurarme que no te volverías a ir.
Haciendo un pequeño puchero Jeongin levanto la mirada, su queja siendo interrumpida de nuevo por los labios del alfa, se permitió gemir bajito, sintiendo los dientes del alfa estironear de su carne a su antojo.
- Ni una palabra, ángel, no hasta que nuestros lobos se calmen- asintiendo lentamente Jeongin se dejó guiar por el alfa.
Siguiéndolo con pasos tímidos no refutó cuando entraron a la habitación y el alfa lo guió hasta la cama, dejando que tome asiento mientras parecía comenzar a rebuscar algo por el escritorio.
- ¿Qué hace?- viéndolo tomar su teléfono Hyunjin volvió a acercarse al menor hasta dejarse caer a su lado.
Jeongin pensó que esa noche sería realmente mimado.
Porque Hyunjin no tardó en sentarlo en sus piernas y marcando una llamada el menor escuchó al alfa pedir mucha comida, mientras sus frías manos se deslizaban de arriba a abajo en su cintura y su fuerte y embriagante aroma abrazaba su cuerpo.
El omega estaba a punto de llorar por lo sensible que le ponía el comportamiento del alfa.
- Y-yo ya cené- murmuró bajo, sintiéndose mal por que el mayor mando preparar comida para él, el omega no había comido ni dos porciones de pizza, pero era lo que él normalmente digería en un día, y se sentía lleno.
- ¿Qué comiste?- su piel cosquilleo al sentir los dedos del alfa posarse en su mano, las pequeñas caricias que le comenzaba a ofrecer distrayendolo.
- Pizza- murmuró bajito, sus ojos cerrándose mientras buscaba apoyarse en el hombro de Hyunjin.
- No, ángel, dormirás después de comer algo más, sé que no quieres hacerlo, pero eres una plutima, yo te alimentare bien y podrás descansar.
Jeongin sólo pudo quejarse, su labio inferior temblando cuando el mayor no le permitió frotarse sobre su piel, pero también por que estaba siendo demasiado lindo y él sólo no podía con tanta atención.
- Dije que no- Hyunjin repitió, alejando su cuerpo mientras evitaba reír por las ganas del omega de dormitar en su pecho.
Su alfa ladeo la cabeza contento cuando Jeongin volvió a quejarse molesto, las pequeñas lagrimas posandose en las esquinas de sus ojitos.
Sus dedos se deslizaron por el mentón del omega, satisfecho cuando su mirada se posó en él y lo notó refunfuñar molesto.
- Uhm, ¿qué es esto?, ¿quieres ser un omega consentido ahora?- las mejillas del omega ardieron, demasiado avergonzado con su comportamiento.
Pero incluso si trato de alejarse con un lloriqueo vergonzoso, el alfa no lo permitió, abrazando su cuerpo con la fuerza suficiente para inmovilizarlo mientras la habitación se llenaba de las bajas risas de Hyunjin y sus lloriqueos.
- Lo siento, n-no lo vuelvo a hacer...-
Un pequeño chasquido de labios y Jeongin ya se encontraba en silencio, con los mejillas rojas y la mirada tímida en cualquier lugar huyendo de la del alfa.
Demasiado satisfecho por la actitud del omega Hyunjin apoyo la frente en su hombro, sus ojos cerrándose disfrutando del aroma tan dulce y acogedor, mientras podía percibir cómo las dedos de Jeongin golpeteaban sus piernas con timidez.
Su corazón comenzó a latir de la manera que comenzó a hacerlo cuando veía a su ángel, no sabía si era normal o si algo andaba mal con aquel fuerte aleteo que lo descolocaba, pero sabía que se sentía mucho mejor que el bombardeo de sangre frío de todos sus años hasta que lo encontró a él.
Minutos después, luego de un cómodo y acalorado silencio, Jeongin observaba con los ojos pesados el largo carrito de comidas que se posó frente a la cama.
- No quiero- y aunque se quejó y trato de retroceder en la cama, realmente no pudo hacerlo.
- Vas a hacerlo- sus labios se abultaron mientras el brazo del alfa se aferraba a su cintura.
Su ceño se frunció inconforme mientras veía la mano del alfa acercar el palillo con una gran porsion de fideo en él.
- Abre- exhalando Jeongin se rindió, abriendo la boca se permitió saborear de la comida, dejando que Hyunjin lo alimente en todo rato mientras evitaba negarse.
Sus ojos se cerraron mientras tomaba de su bebida, demasiado cansado para siquiera atajar el vaso, sólo que no había permitido al alfa seguir alimentandolo en la boca cómo si fuera un bebé.
Aunque a él le gustara sentirse así con Hyunjin.
- Ya- susurro dejando descansar el vaso vacío en el carrito.
Hyunjin suspiro rendido cuando los ojos de cachorro brillantes y suplicante se posaron en él, sus brazos abriéndose al notar la intensión del menor.
En cuestión de segundos Jeongin ya se encontraba encima del alfa, ronroneando tan satisfecho y cómodo, frotando su rostro en el fuente de aroma del alfa, sus piernas buscando enredarse con las de Hyunjin.
- Traigo ropa incómoda- Jeongin cómo comenzó a acostumbrarse a hacer, se quejó, no queriendo volver a soltarse del alfa.
- No- no podía causarle ternura, le estaba negando algo pero Hyunjin solo pudo prestar atención a la voz tan bajita y berrinchuda que acarició su oído.
- Solo será un momento, ángel‐ y por más que trato de aferrarse, los brazos de Jeongin terminaron lejos del alfa.
Con la mirada atenta Jeongin siguio al mayor una vez se levantó de la cama.
Cuando Hyunjin se adentró al armario el menor pudo buscar el teléfono con la mirada, no tardando en encontrarlo en la mesita de luz, prendiendolo se tomó el tiempo de descifrar que hacer al ver el fondo de pantalla negro, una cámara en la parte de abajo y a un lado el teléfono que Jeongin al menos sabía para que servía.
Su ceño se frunció cuando deslizó el dedo por el vidrio y este mostró un panal de números.
Estaba bloqueado.
Lo supuso así, ya que Seungmin también tenía algo parecido en su teléfono.
Comenzando a probar diversos números sin un significado en tal, solo consiguió que los números desaparezcan y una cuenta regresiva de 30 segundos ilumine el aparato, la palabra "Bloqueado", confundiendolo aún más.
Golpeando la pantalla cómo si estuviera descompuesto solo consiguió que el teléfono se apague de él.
Gimiendo frustrado arrojó el aparato lejos de él en la cama mientras refunfuñaba.
- ¿Por qué no tienes teléfono?- levantando la mirada la respuesta del omega murio, siendo remplazado por un chillido.
Sus dedos casi se clavaron en sus ojos por la fuerza en que se los tapó, quejándose totalmente avergonzado mientras su cuerpo se calentaba.
- ¡¿P-por qué está vestido así?!- recriminó mientras su cuerpo soltó un temblor al sentir cómo el colchón frente suyo se hundía y la presencia del alfa lo abrazaba.
- Es así cómo duermo, ¿por qué?- Hyunjin ni siquiera había colocado un dedo en el menor cuando este chillo haciéndose un ovillo.
- ¡Pongase algo!- Hyunjin no podía estar más indignado.
- ¿Qué tiene de malo mi ropa?- se quejó, mirándose no viendo lo extraño, solo era su camiseta blanca y su ropa interior.
¿Se veía mal?.
- A-alfa, es mucha piel expuesta para mí corazón- los ojos de Hyunjin rápidamente se detuvieron en el tembloroso cuerpo del omega, una sonrisa ladeada apareciendo en su rostro mientras la satisfacción lo llenaba.
- ¿Qué tan malo puede ser eso?.
Y al parecer fue demasiado malo.
Por que cuando Hyunjin saltó encima del menor con diversión y Jeongin sintio algo muy inusual frotarse en su cadera esto solo pudo acabar en una cosa.
Jeongin llorando en la cama y Hyunjin lloriqueando en el suelo con las manos cubriendo su miembro.
+
- Me niego.
Mientras Jeongin volvía a quejarse con las frazadas envolviendo todo su cuerpo y rostro hasta solo verse sus ojos, Hyunjin se apoyaba en la almohada esta vez con unos shorts negros sueltos y una gran bolsa de hielo cubriendo su parte íntima.
- H-hyung~...-
- Casi me dejaste sin huevos, joder, me aguantaras toda una noche aquí- Jeongin lloriqueo sintiendo las molestas lágrimas casi secas en su rostro.
- ¡Y-ya le pedí perdón!- su voz algo ahogada por estar tapado gritó mientras se encogia un poco más contra la cabecera demasiado cerca de subirse en la mesita de luz.
Y es que después de la trágica casi perdida de futuras generaciones Hwang, Jeongin insistía al alfa que duerma en otra habitación demasiado molesto aún por la imagen inolvidable del alfa en camiseta blanca llegando hasta sus muslos.
Eso lo había devastado demasiado, siendo apenas un día de que había finalizado su celo.
- Eso no alivia el dolor de mi pe...-
- ¡Alfa!- chillo y tomándose el atrevimiento deslizó una mano fuera de la frazada golpeando el hombro de Hyunjin para así volver a esconderse en las frazadas, su ceño fruncido apenas apreciándose.
Soltando pequeñas risas Hyunjin cerro los ojos, sintiéndose por primera vez demasiado cansado y ligero para levantarse de la cama, un suspiro exagerado escapando de sus labios disfrutando del dulce aroma de omega que se apreciaba en el aire.
- Acomodate ya, que ninguno irá a ningún lado- chasqueando la lengua Jeongin termino por moverse con demasiado esfuerzo hasta apoyar la cabeza en la almohada y hacerse un ovillo mirando hacia el alfa.
- Alfa tonto- susurro, casi sintiendo que el corazón se le escapaba de la boca al ver al alfa abrir los ojos.
Pero este no comento nada al respecto.
- ¿Por qué no tienes teléfono?- Jeongin fruncio los labios, en realidad era que él tampoco sabía, claro, no tendría jamás el dinero suficiente para comprarlo al menos que ahorrase unos buenos meses.
Pero tampoco creía que le sirviese, nunca había tenido inconveniente con Seungmin para llamarlo, y se pasaba su día a día en el instituto por lo que una llamada urgente no recibiría.
- No lo sé- se limitó a contestar, parpadeando cuando con una mueca casi chistosa el mayor giro hacia él luego de dejar la bolsa de hielo en el suelo.
Cuando ambos estuvieron frente a frente, Jeongin pudo apreciar con timidez los ojos oscuros y brillantes del alfa, quien lo observaba con seriedad, casi sin una expresión aparte del imperceptible dolor en la parte íntima.
- Tendrás uno- frunciendo ligeramente el ceño Jeongin proceso las palabras.
- ¿Un teléfono?.
- Así es- el omega no sabía cómo admitir que ese aparato no era su fuerte.
- No sé usarlo- admitió, sin parpadear mientras notaba la comisura de los labios del alfa estirarse de lado, cómo una sonrisa burlona que solo hizo a su corazón alterarse.
- Un par de botones y ya estarás marcando a mi teléfono, no es complicado, no es cómo si fueras a llamar a otro número.
- ¿Por qué no?- no era cómo si la expresión molesta del alfa le causará satisfacción, claro que no.
- Por qué no, no necesitas llamar a nadie más aparte de mí- aguantando la sonrisa Jeongin negó.
- Claro que necesito- el típico sonido rasposo proveniente del interior del alfa le aviso que se estaba tragando un gruñido, la mueca fastidiada haciéndolo encogerse- llamar a Seungmin hyung, c-claro.
- Sólo a mí, omega- remojando sus labios Jeongin no se atrevió a seguir con su pequeño juego, sintiéndose tan pequeño ante la mirada fría del alfa.
- Esta bien.
Jeongin se debatió en cerrar los ojos y proponerse a dormir, o seguir con aquella batalla de miradas con el mayor, quien para juzgar por su expresión, se encontraba demasiado tranquilo a comparación de él.
- Tus labios son muy suaves.
Bueno, Jeongin casi se lo pregunto.
- ¿Q-qué?, mis...¿m-mis labios?- Jeongin podía parecer tan tierno con las mejillas rojas, pero él enserio odiaba cómo el rubor se apoderaba de su rostro y el ardor le causaba vergüenza.
- Jodidamente sí.
- ¡Por qué hablar de mis labios!- se quejó tapando su boca con las sábanas, su ceño frunciendose mientras notaba los ojos de Hyunjin apartarse de su boca y observar los suyos fijamente.
- Por qué son malditamente besables, y realmente quiero besarte.
Jeongin juró que los temblores que sacudieron su cuerpo no eran normales, aquellas cortas palabras no podían causarle tantas sensaciones.
Antes de que pueda acotar algo más, el alfa continuó con su parloteo.
- Pero no planeo hacerlo, por que probablemente necesites una bolsa de aire, realmente estás nervioso, ángel.
- ¡Basta!- gimiendo de la vergüenza no tardó en girar con fuerza hasta dar la espalda a la maldita sonrisa satisfecha del alfa.
Haciéndose un ovillo refunfuño bajo, maldiciendo al demonio detrás suyo, quien posiblemente se le era tan tentativo cómo para pecar en su nombre.
E incluso si quiso mantener distancia y seguir en su espacio, se le fue imposible.
Ya que no tardo en sentir el brazo del alfa abrazar su cuerpo, sus manos descansaron en su pecho al sentirlo latir con fuerza, su piel erizandose al sentir cómo Hyunjin se aferraba a su cuerpo, el aliento tibio rozando su nuca y acariciando su cabello.
Sus ojos se cerraron con un ronroneo al disfrutar del aroma del alfa, y poder apreciar cómo los labios del mayor besaban la piel de su nuca con tanta lentitud que posiblemente esté dándole caricias.
- Buenas noches, ángel.
+
El omega se frotaba los ojos con cansancio, se preguntó por qué ver a esa cocinera merodear en el cuarto del alfa le estaba causando tantas molestias.
- Es su desayuno, joven- Jeongin jugó con las sábanas, fastidiado al escuchar a la rubia repetir lo mismo desde hace tres minutos, cómo si esperara que él tome su desayuno y por mientras aprovechar para mironear.
Exhalo al darse cuenta que sus horas de sueño llegaron a su fin, el alfa no se encontraba en la habitación, y para Jeongin, el hecho que la omega lo haya levantado estironeando de su brazo, solo le confirmaba que su presencia en la habitación fue desde antes que lo despertará.
Y eso le dio escalofríos, y más fatiga.
- Gracias, uhm, preferiría tomar mi desayuno a solas- murmuró bajo, por un momento sintiéndose avergonzado de estar exigiendo algo en esa casa, pero era eso o dejar que aquella omega siga apreciando las pertenencias de Hyunjin en el escritorio.
Cuando la omega noto su tono, no tardó en girar hacia él, Jeongin parpadeo casi sin respirar cuando recibió una sonrisa de oreja a oreja y luego de una reverencia, la rubia ya se había retirado de la habitación.
En definitiva no le agradaba.
Tomándose unos segundos comenzó a estirar de sus extremidades, bostezando se levantó de la cama y rascando su cabello comenzó la tarea de lavarse.
Rebuscando por los grandes cajones debajo del lavado no tardo en encontrar un cepillo de dientes, llenándolo de pasta no falto que se pierda en sus pensamientos mientras cepillaba sus dientes, sus ojos el algún punto en el espejo.
Jeongin se preguntó dónde estaría el mayor, incluso si al despertarse se había sentido desanimado por no encontrarlo, ahora solo estaba preocupado, aunque no entendía por qué, Hyunjin era el jefe, aunque le aterraba la idea de lo que podía estar haciendo en ese momento, ¿alguna reunión de la mafia?, ¿arreglando asuntos personales?, tal vez aún se encontraba en la mansión.
Sacando el cepillo observó su rostro, la boca llena de pasta dental, pero eso era lo de menos al procesar la idea que paso por su cabeza.
¿Y si el alfa se encontraba con algún omega más bonito que él?.
Tirando el cepillo contra el lavado soltó un quejido con solo pensar al alfa con otro omega, incluso siendo solo una aventura, todos los omegas que estén rodeando al alfa deben ser más bonitos y tiernos que él, con estaturas bajas y labios resaltantes.
Jeongin sabía que cómo Seungmin, sus estaturas cómo omegas eran algo elevadas, pasando del metro setenta los hacía ver menos tiernos, y casi cómo una amenaza a los alfas quienes tenían el promedio del metro ochenta.
- Tontos estereotipos- bufo bajo, terminando de enjuagar su boca dejo todo en su respectivo lugar y volvió a la habitación.
Se dispuso a desayunar, evitando a toda costa pensar al alfa haciendo otra cosa que portar un arma mientras entabla una conversación con otros alfas.
Luego de tomarse el tiempo digiriendo su comida, Jeongin terminó en el cuarto de baño, específicamente en la ducha, no había podido tomar una desde el día anterior a la mañana.
No le tomo mucho despojarse de su ropa y embelesarse bajo la relajante agua tibia, lavando su cabello y echándose del pote de shampoo que se hayaba en la encimera, que incluso se encontraba casi vacía, Jeongin no pudo evitar pensar en que el alfa lo utilizaba en su largo y sedoso cabello, sus ojos se cerraron mientras frotaba su cabeza llena de espuma, imaginando al alfa desordenando su cabellera con sus largos dedos.
Terminando su larga ducha el omega termino envuelto en una bata negra, pasando la toalla por su cabello húmedo mientras observaba con duda los grandes y variados conjuntos de ropa de Hyunjin.
Jeongin no era fan de tocar lo que no es suyo, pero en ese caso, no tenía ropa ni tampoco una manera de contactar al alfa y obtener algo de su pertenencia, así que con los nervios a flor de piel se atrevió a tocar las pertenencias del alfa, buscando entre los grandes cajones debajo de los trajes, encontrando distintos conjuntos de sudadera y pantalones, e incluso ropa interior empaquetados.
Dejando caer la bata se apresuró en colocarse la ropa interior totalmente nueva, rebuscando entre las sudaderas más comunes según su perspectiva, termino con la boca formando una "o", mientras sus brazos extendían un largo y bonito buso color rosado frente suyo, su omega interior corriendo en círculos al ver algo tan cálido en medio de tantos tonos oscuros.
- Debería...- susurro indeciso, observando la puerta del armario con duda, asegurándose de que ninguna presencia aparte de la suya se halle en la habitación.
Con un pequeño brinco ya se encontraba frente al espejo de cuerpo a un lado de los trajes, observando su pálida piel desnuda no tardo en colocarse la prenda, su pecho oprimiendose en un chillido emocionado, se sentía tan tonto.
Tonto por que no podía evitar sentirse tan bonito.
Viendo cómo la prenda le llegaba hasta un poco debajo de su trasero, el rosa de la sudadera resaltando su blanquecina piel y claro, el fuerte tono carmesí de sus mejillas.
Entrelazando sus manos detrás de su espalda comenzó a mover tímidamente su pie, sintiendo las frías baldosas debajo de sus dedos, su omega moviendo el rabo con emoción al imaginar la reacción del mayor si pudiera verlo.
Riendo de sus propios pensamientos toco sus mejillas calientes, arrepintiendose de seguir haciendo el tonto.
Ya que al segundo de poder apreciar el fuerte aroma, la puerta del armario fue abierta en seco.
Bueno...la felicidad duró poco, ahora viene la vergüenza.
- ¡Salga!- Hyunjin arqueo una ceja observando desde el umbral de la puerta.
Su lengua no tardo en remojar sus labios al ver al omega caer con fuerza al suelo, tomando de la tela de aquella conocida sudadera y con un estirón tapándose toda la pierna desnuda.
Un pequeño ovillo rosa en el piso de su armario.
- ¡A-alfa me estoy vistiendo!- volvió a chillar el menor, casi lloriqueando de la vergüenza al notar que el alfa ni siquiera hacía el amago de moverse, en cambio, seguía observándolo con aquellos oscuros ojos con el típico destello divertido.
- La sudadera...- Jeongin se estremeció con la voz baja, temblando por la media sonrisa del alfa- tapaba hasta tus muslos, ¿por qué no puedo ver?.
Encogiéndose con vergüenza se quejó cuando el alfa no tardó en avanzar hacia él.
No entendía las contradicciones en su cabeza, él se hayaba tan avergonzado, capaz de enterrar la cabeza en el piso, pero su omega saltaba y rodaba de la felicidad al sentir al alfa tan cerca suyo.
Envolviendolo con su aroma, y mirándolo con admiración desde arriba.
Pasando saliva sus ojos captaron la vestimenta del alfa, pantalones de vestir negros, camiseta blanca y un sencillo saco con solapas brillantes, las mangas subidas hasta los codos, haciendo ver al alfa aún más atractivo.
- A-aún no termino- refunfuño, abrazando sus rodillas con fuerza cuando Hyunjin no tardo en agacharse a su altura.
Jeongin creyó que estallaría de la emoción al sentir las manos del alfa tomar sus mejillas, la sonrisa no tardo en crecer en su rostro, una tímida y avergonzada, queriendo reír a lo tonto al notar al alfa sonreír poquito, su abultado labio inferior siendo mordisqueado por sus dientes de una manera tan atractiva.
- Prometo salir, luego de que me permitas verte de pie, por favor- Jeongin quiso lloriquear, por que Hyunjin ya no necesitaba otra aprobación, su voz baja y pausada lo convenció a la primera.
Observando cómo lentamente el ceño del omega se fruncia, Hyunjin soltó una baja risa victorioso, pasando sus dedos por debajo del mentón del omega se inclinó hasta depositar un beso en la comisura de sus labios, disfrutando del temblor que se pudo apreciar en el cuerpo del menor, el calor de sus mejillas siéndole tan satisfactorio.
Levantándose retrocedió pequeños pasos hasta la puerta, escuchando a su omega quejarse por la falta de tacto.
- Vamos ángel, déjame verte- Hyunjin realmente sintió que el show comenzaba para él.
Sus ojos se nublaron con anticipación al notar al omega apretujar sus mejillas con vergüenza, su cuerpo se tensó con solo notar lo nervioso que se encontraba, le calentaba demasiado, notar tan fácilmente cómo su cuerpo temblaba y su piel enrojecia de pies a cabeza, siendo tan malditamente tierno y tan suyo a la vez.
- B-bien...
Haciendo puños sus manos el omega carraspeo, su cuerpo sintiéndose torpe ante la mirada expectante y oscura del alfa, dando todo el impulso que pudo comenzó a ponerse de pie, queriendo desaparecer al notar cómo el alfa se apoyaba en la pared, disfrutando tanto el momento.
- Y-ya, no es tanto- Jeongin trataba tanto de disimular su estado nervioso, movió el pie cómo si fuera lo más interesante mientras sus ojos escapaban de las del mayor.
Hyunjin no tardo en llevar el pulgar en sus labios, atrapandolo entre sus dientes mientras gozaba de la vista, gruñó de pura satisfacción al poder observar la piel pálida y suave del omega, sus muslos siendo el llamado de atención de sus colmillos.
Deseaba tanto llenarlo de marcas.
Sintiendo sus caninos picar exhaló encantado por la masita de nervios y temblores que tenía frente suyo.
- ¡Ya salga!- gimiendo de la impaciencia se abalanzó hacia el alfa tratando de empujarlo hacia afuera, su manos golpeando el hombro del mayor cuando este todavía trataba de reaccionar.
- Voy voy- carraspeando Hyunjin sintió la tristeza pesar en su corazón al darse cuenta que su pequeño momento visual había acabado.
Y puede que también le pesaba ahí abajo.
Observando con anhelo su armario no tardo en recibir un portazo en la cara de parte de un pequeño tomate Jeongin.
- Joder- susurró dejándose caer en su cama, sus brazos no tardaron en tomar una almohada y así abrazarlo contra su rostro, el aroma tan dulce y tentador de omega sacándole un gruñido de satisfacción.
Luego de los minutos más largos de su vida, la puerta del armario volvió a ser abierta, un Jeongin avergonzado pasando por esta.
Y lo más importante, la piel aún seguía expuesta.
- ¿Y los pantalones?- mordisqueando su labio inferior Jeongin evito mirar al mayor, subiendo un poco de la sudadera mostró los únicos shorts blancos que se adecuaron a su cuerpo.
- H-hacia calor- lo que fue satisfactorio, paso a ser una tortura para Hyunjin.
La boca se le hizo agua al notar lo bien que le sentaba aquel short, haciendo resaltar su piel y además, desapareciendo de su vista cuando la tela volvió a ser bajada y sólo quedaba un sonrojado Jeongin y la sudadera.
- ¿No quieres salir de aquí hoy?- decidió preguntar el alfa, acercándose al omega hasta que solo centímetros los alejaba.
- ¿S-si?- subiendo la mirada el corazón de Jeongin se aceleró con emoción al encontrar los ojos del alfa, este mirándolo con tranquilidad.
- Créeme ángel, que tú no serás el problema, pero odiaria pasarme la tarde destruyendo ojos.
- Alfa~- se quejó, ignorando cómo una sonrisa divertida se extendía por el rostro del alfa, su omega ronroneando cuando sus brazos no tardaron en rodear su cintura, sus manos se apoyaron en los hombros del mayor complacido cuando la nariz del alfa comenzó a frotarse contra su mejilla- no lo diga tan a la ligera, alfa, no haría eso.
Sus ojos se cerraron disfrutando la risa que soltó el alfa, la cálida respiración chocando en su rostro.
- ¿Por qué crees que no?, soy el jefe después de todo- Jeongin no sabe si era por el aroma del alfa, pero supuso que se había embelesado tanto que la confianza al soltar las siguientes palabras habrá sido por eso.
- Por qué yo digo que no, alfa.
Hyunjin se alejó algo sorprendido, encontrándose con la misma expresión al omega, su alfa atento a la reacción de este.
Por qué Jeongin decía...Hyunjin no tuvo que repetirlo dos veces.
Claro que desde hace un tiempo, Yang Jeongin también decidía, el omega podía decidir por el jefe.
Tensandose Jeongin se asustó por el silencio, eso estaba mal, había soltado las palabras equivocadas, ¿cierto?, claro que era cierto, cómo se atrevía a darse un lugar cómo para dar órdenes al mayor.
- D-digo...sólo digo que no debería hacerlo, es e-eso...lo que quise decir- susurro bajo, temblando cómo un tonto mientras bajaba la mirada.
- Por qué tú dices que no- avergonzado por la repetición de palabras, Jeongin trato de interrumpir, pero el alfa continuó hablando- bien, si ángel no quiere puedo hacer una excepción ahora.
Cómo loco, su corazón saltó emocionado por las palabras, volviendo a subir la mirada encontrándose con las oscuras y satisfechas del alfa, sus labios siendo mojados de una manera tan tentativa.
- Cómo tú eres mío, yo soy tuyo, y también puedes decidir por mí, ángel.
N/A: Que decir, lo siento un montón, no sabía que me iba a tardar tanto en recuperar el ritmo, resumiendo, me quedé sin teléfono y cuando lo recuperé se me había ido toda la inspiración, perdonen a esta pobre alma en pena, pero volví con todo, lo juro :(, espero aún sigan apoyando esto que yo estoy ready ahr, ¿cómo han estado?, lamento actualizar tan tarde po'
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