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Hyunjin esperaba algún indicio, un movimiento, gritos e incluso súplicas, pero nada, Jeongin lo seguía observando totalmente mudo, las vacías lágrimas se deslizaba por sus mejillas y sus ojos lo observaban fijamente.
- ¿Ángel?, no te dio un paro, ¿cierto?- murmuró lentamente, su mano fue a parar con duda en el pecho del menor, en la altura de su corazón, Hyunjin se puso aún más ansioso cuando lo sintió golpear su mano con fuerza, demasiado acelerado.
Dudó en seguir hablando, pero creyó que el menor necesitaba más que un "Soy el jefe".
- Llevo al mando desde hace un año, cuando me presenté cómo alfa, pocos saben que hay un nuevo jefe, anteriormente era mi madre, pero al enterarse de mi jerarquía, pasé a serlo yo, ¿lo sabes, cierto?- se atrevió a dar una pausa, sus manos tomándo las del omega sintiendolos temblar, dando suaves caricias con su pulgar- sabes cuán dominante soy.
Espero paciente, observandolo parpadear y removerse, estaba incómodo, con cautela salió de entre sus piernas, estirando de él para que tome asiento en la cama, su alfa teniendo las orejas en alto cuando con lentitud Jeongin aparto sus manos y se limpió el rostro.
- N-no...- se inclinó un poco a la voz ronca y baja, viendo al menor negar- n-no puede ser cierto, p-por que o si no yo...por que estoy aquí, n-no debería ser así.
- ¿A qué te refieres?- pasando saliva Jeongin volvió a negar.
- N-no puedo estar en la cama de el jefe, n-no, debe estar bromeando, alfa, e-esto no puede...-
- ¿Te sorprende que el jefe ponga la mira en ti?- murmuró, sabiendo que estaba en lo cierto al notar al omega temblar, con incertidumbre- ángel, algunas veces, cuando conoces a alguien, sin importar la circunstancia, es tan claro que de alguna manera eso debió pasar.
- P-pero...- busco las palabras, algo que lo ayude a entender, pero su mente o estaba demasiado bloqueado o eran demasiadas preguntas que no sabía cuál soltarla primero- ¿por qué yo?, alfa pudo haber encontrado a su alguien en un mejor sitio.
- ¿Eso en qué interfiere en qué yo sea el jefe?- Jeongin lloriqueo casi molesto, no, el problema no era que Hyunjin era el jefe, era él quien no entendía su posición en ese momento.
- Seré el punto débil, no tengo nada que ofrecer, n-no debo estar aquí, no debo interferir en un mundo demasiado distinto al mío- Hyunjin parpadeo demasiado dudoso en que decir o hacer, observando con su alfa incontento al ver al omega levantarse de la cama torpemente.
- Jeongin- lo observó dar una reverencia, su mente recordándole lo que dijo su abuela, él estaba intentando irse y Hyunjin ya estaba temblando de las ganas de detenerlo.
- L-le agradezco toda la ayuda, por desviar la mirada de su mundo y concentrarse en el mío, p-pero sabe alfa, que este no es mi lugar.
La visión de Hyunjin se volvió borrosa, apretando sus dientes con fuerza evitando moverse, evitando querer detenerlo, gruñir y dejar que su alfa obligue al omega a quedarse, sus manos se aferraron inestable en las sabanas observando en silencio cómo el menor se dirigía hacia la puerta, temblando y dando pasos torpes.
Jeongin evitó aspirar, el aroma del alfa era fuerte, tristeza y molestia, al alfa no le había agradado su respuesta.
Y ni siquiera a su omega, quien lloriqueaba desesperado, no queriendo salir de la habitación, no queriendo volver a su vida monótona y encontrarse a su padre quien para ese momento, debía estar pensando en que manera matarlo.
Pero Jeongin debía, él podía seguir, no había nada que lo detuviera.
- Dijiste...- los pasos del omega se detuvieron, tensandose temeroso a la voz ronca y fría del mayor, girandose temblo ante la mirada oscura de Hyunjin- dijiste que conocerías a mis demonios, sólo haz conocido a uno y estás retrocediendo.
- E-eso no es...- Jeongin retrocedió, busco un buen argumento, algo que haga entender al mayor que no temía de su demonio, temía de lo que pudiera pasar si lo aceptaba.
- Dijiste que te arriesgarías, aceptaste que eres mío y prometiste no huir- las respiración de Jeongin se aceleró, apegándose a la puerta cuando el alfa lo observo con frialdad, molesto, decepcionado, y Jeongin sintió culpa, por que era cierto y ahora él estaba dejando sus promesas atrás, pero no podía dejar que aquello se extendiera, no cuando no sabía cuán diferentes eran hasta hace un momento.
- N-no pertenezco aquí, p-por favor- gimio asustado, viendo al mayor bajar de la cama y acercarse, su mirada descendió hasta el suelo, temblando cuando la presencia del alfa lo acorraló, sus manos colocándose en la puerta.
- Aceptaste que sea yo quien te cuide- sus piernas temblaron, estaba seguro que iba a caer, se quejó asustado ante la voz, sus uñas clavandose en la puerta sin saber que hacer- ¿y aún así quieres irte?.
Dejándo que las lágrimas mojen sus mejillas negó, buscando aire, peleando con su omega para no someterse al alfa.
- Q-quiero irme, alfa...-
- No- ni siquiera pudo sollozar, no se atrevió a emitir sonido, abriendo los ojos en grande se dejó caer, no podía negarse, no cuando esa voz causó estragos en su cuerpo, su omega gimio bajito, demasiado culpable e inútil por hacer enfadar al alfa.
Ahí, cuando el omega acabo de rodillas frente suyo Hyunjin reaccionó, retrocediendo varios pasos con los ojos bien abiertos, Jeongin temblaba, sus hombros sacudiendose y respirando inestable, sus oídos captando el llanto de su omega, apretando sus manos en puños no supo que hacer, no quería acercarse, no quiso alzarse la voz ni obligarlo, él solo...
Él solo quería un ángel que calme sus demonios.
- Jeongin, lo siento, n-no quise...- titubeando se inclinó tratando de tocar al menor, fracasando cuando este soltó un quejido asustando, no se movió pero estaba asustado y eso sólo lo hizo sentirse miserable.
Se dejó caer frente al menor, apoyando sus manos en el suelo bajo la cabeza.
- No quise hacerlo, por favor, ángel, perdóname- Jeongin hipo, cerrando los ojos busco valor, ignorando a su omega, él debía tomar una decisión.
- S-solo, solo quiero irme- levantando la cabeza Hyunjin se quedó sin palabras, su corazón encogiéndose al encontrarse con la mirada del menor.
Sus ojos sólo brillaban por las lágrimas.
No dijo ni una palabra, dejándolo ir silenciosamente, quedándose totalmente quieto mientras veía al menor ponerse de pie y correr fuera de la habitación, sus ojos perdiéndose en algún punto en la pared.
De nuevo, sus demonios volvían a aparecer atormentando su cabeza.
+
Jeongin observo la gran reja frente suyo, se preguntó cómo podría salir de ahí, sumando que todos los guardias a su alrededor lo estaban mirando, estaba por romperse a llorar, queriendo volver y refugiarse detrás del mayor cómo lo había hecho cuando entraron.
Cuando creía que todo estaba perdido y debía volver antes de que alguno de eso guardias de un paso, fue cuando las rejas comenzaron a abrirse, sintiendo un escalofrío cuando avanzo fuera del patio y estas comenzaron a cerrarse de nuevo.
Cuando se dio la oportunidad de dar un paso y perderse en la oscuridad, una mano se posó en su hombro.
Con fuerza gritó alejándose varios pasos, tan rápido que terminó tropezandose y cayendo al suelo en seco.
Gimio adolorido mientras sus ojos enfocaban a dos personas frente suyo, apreciando cómo uno de ellos daba un golpe en la nuca del más bajo.
Al instante reconoció a uno de los hombres que lo habían a acompañado hasta ahí, Jeongin recordó su nombre cómo Changbin.
- Idiota, ¿quieres matarlo del susto?, ya te jodiste si Hwang lo escuchó- el más alto, quien Jeongin pudo apreciar mejor su cabello castaño y sus ojos oscuros, fue quien se acercó extendiéndole una mano.
No quiso agarrarlo, observándo al alfa con temor y duda.
- Tenemos órdenes del jefe de regresarte a casa a salvo.
El jefe.
Jeongin pasó saliva con pesar, tomando tembloroso la mano que aún se le era extendida y apenas estuvo de pie se encogió a la mirada analítica del alfa más bajo.
- Qué miras, idiota, trae la camioneta- el omega se encogió al escuchar a Changbin gruñir exasperado.
Apenas el portón comenzó a cerrarse Jeongin dejo de escuchar sus pisadas.
- Llevamos a tu padre de regreso- informó Minho, observando al omega encogerse en temblores- estará algo...cansado, por lo que es muy probable que tarde muchas horas en despertar- asintiendo Jeongin se balanceo sobre su eje distraídamente.
De regreso a casa Jeongin sentía cómo su corazón se encogía, su omega lloriqueando por haber dejado al alfa en un estado lamentable.
Cuando llego a su hogar y el auto se perdía en las oscuras calles se permitió llorar un poquito, asegurándose de que su padre se encontraba en su cama terminó él en el suyo.
Rodeado de sábanas y almohadas se refugió con un pequeño sollozo.
Había hecho un nido y deseaba quedarse ahí hasta posiblemente morir.
+
Jeongin soltó un nuevo quejido, gimiendo del dolor, su estómago dolía demasiado, y no ayudaba que su omega no paraba de lloriquear, pidiendo por el alfa.
Sintiendo las lágrimas deslizarse por sus mejillas se escondió la más posible entre sus piernas, haciéndose un ovillo pequeño en su descuidado nido.
Sus manos extrañamente congeladas se aferraron a una pequeña almohada, soltó otro bajo lloriqueo, sintiéndose enfermo y con un nudo en la garganta que amenazaba con vomitarlo, había pasado sólo una noche, eso el suponía, se había despertado y las molestas luces del amanecer le indicaban que un nuevo día estaba comenzando, había escuchado en un momento de silencio pequeños quejidos en la habitación de su padre, pero termino suponiendo que fue su imaginación porque minutos después todo se volvió silencio.
Gimiendo una vez más del dolor se preguntó cuanto dudaría eso, no se atrevía a ir en busca de algún medicamento, además de su falta de dinero, dejar su nido lograba que su omega se deprimiera mucho más.
Al parecer, su fatal día recién estaba comenzando.
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La respiración del omega comenzó a acelerarse, algo andaba mal.
Sin abrir los ojos trató de moverse, sintiendo su cuerpo arder del calor y un fuerte dolor físico, pero un peso encima suyo se lo impidió.
Desesperado trató de sacar lo que sea que le esté asfixiando en ese momento, gimiendo con dolor cuando su cuerpo respondió de mala manera.
Entonces lo sintió.
No era algo, era un alguien.
Abriendo los ojos las cuales pesaban cómo nunca solo noto la oscuridad de su cuarto, volvió a quejarse al querer moverse y el peso impidiendoselo.
Comenzó a sollozar desesperado, sintiendo a la persona encima suyo aspirar su aroma, frotarse sobre su cuello, alguien lo estaba tocando, alguien había arruinado su nido y se había metido en su zona de confort, y lo estaba tocando cómo se le antojaba.
- B-basta...- Jeongin no supo si emitió sonido, apenas fue un susurro lastimero, sintiéndose demasiado dormido y cansado para hacer más, sus manos negándose a moverse.
Su llanto aumentó al sentir una mano irrumpir su piel debajo de la camisa, gimiendo cómo si el tacto quemará cómo ácido, y es que realmente así se sentía.
- Deja de moverte, bebé, tu alfa te hará sentir bien- su cuerpo se congeló, sintiendo las lágrimas deslizarse sin parar por su mejilla.
Solto un fuerte quejido, comenzando a removerse cómo sea, incluso si sintió que su cuerpo respondió mal, comenzó a gritar, gritos desgarradores y rotos por tener la garganta demasiado seca, pero eso no importaba, no debía dejar que pasara.
- B-basta, no no n-no..- suplicó con su último aliento, gimiendo y empujando al cuerpo encima suyo con los brazos temblorosos e inestables.
Pero no fue por su fuerza que este cedió, fue un estruendo y luego su padre cayó encima suyo, al igual que pequeños vidrios que se deslizaron por su cuello.
Subiendo la mirada respiro inestable, con el corazón en la garganta observando a Seungmin con el resto de una botella de vidrio en su mano y los ojos bien abiertos totalmente aterrado.
- Y-yo solo, me p-preocupe por que no llegaste en la t-tienda y...-
- Sácame de aquí.
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Seungmin se mordía las uñas del pánico, observando a su pequeño amigo llorar y quejarse sobre su cama.
- N-no entiendo, duele t-tanto.
Con un suspiro intranquilo Seungmin señaló lo obvio.
- Estas en celo, Jeonginnie.
Deteniendo sus movimientos Jeongin abrio los ojos en grande, el entendimiento dándole una cachetada, por eso su padre lo había tocado, era su tercer celo desde que se presentó cómo omega, en el primero, su padre había estado inconsciente en un casino y no pudo estar con él, el segundo Jeongin fue precavido y se escondió en la casa de Seungmin.
Pero ese día...le toco totalmente desprevenido.
Entonces su padre sólo lo había tocado por esa razón, ¿cierto?.
- P-pero igual, p-por qué duele tanto- gimió molesto, comenzando a lloriquear de nuevo.
Seungmin trató de acercarse para calmar al menor, pero fracaso cuando este sollozo y le tiro una almohada con pequeños e inocentes insultos.
- ¡I-idiota!, te m-mataré si entras aquí- ah, había olvidado cuán territoriales se ponían los omegas cuando formaban su nido.
Y Jeongin no le había permitido acercarse, y si lo hacía probablemente recibiría unos buenos rasguños.
- L-lo siento, dime por favor, que necesitas- volviendo a gemir el menor pensó, mientras se retorcía en la cama por el dolor en su abdomen.
- Alivia el dolor- exaltado Seungmin se abrazo con incertidumbre.
- ¿Y-yo?- observando al mayor con rabia comenzó a sollozar de nuevo, demasiado sensible para lidiar con su compañero de trabajo.
- ¡El dolor de estómago!, quiero algún medicamento, idiota- chillo con molestia, Seungmin se preguntó por qué ese celo estaba siendo tan difícil, tres meses antes el menor solo dormía o se frotaba en la cama mimoso.
- B-bien bien, deja busco en la cocina- con pasos cautelosos Seungmin salio de la habitación, viendo al menor frotarse en las almohadas con bajos quejidos.
Bajando las escaleras Seungmin se aseguró de que su madre aún dormía en su habitación, aliviado al verla cómo peso muerto en su cama, ingresando en la cocina busco entre los cajones encontrando demasiados medicamentos pero ningún supresor para aliviar el dolor, sólo para disminuir el fuerte aroma.
Buscando sobre la frigorífico se estiro hasta alcanzar una tira de pastillas casi vacía, leyendo las instrucciones se alivió al encontrar las pastillas para disminuir el dolor.
- Listo- girando dispuesto al volver con el menor no se le fue posible.
Grito asustado dejando caer el medicamento, retrocediendo hasta chocar contra el frigorífico, su corazón amenazando con salir de su boca al encontrar a un alfa totalmente vestido de negro apoyado en el marco de la puerta, sabía que era un alfa, su aroma lo delataba.
- Es muy difícil contactarte, Kim Seungmin- su cuerpo temblo al notar su teléfono en la mano del alfa, la pantalla prendida y desde su posición notando un registro de llamadas en la notificación, aunque no podía apreciar bien que decía.
- ¿Q-quien eres?- sus manos se aferraron en la puerta del frigorífico, apretando los labios temeroso cuando el alfa se acercó.
Pero no fue hasta él, dejó descansar su teléfono en la mesada y luego volvió a observarlo.
Su respiración se aceleró al notar al alfa aspirar con exageración, casi queriendo percibir algo.
Si notaba a Jeongin, estaba acabado.
- ¿Lo tienes aquí, cierto?- negando frenéticamente Seungmin se encogió en su lugar.
- No sé, n-no sé de qué habla- gimio bajito, bajando la cabeza cuando el alfa se acercó y se detuvo a solo pocos centímetros.
- Lo preguntaré más directo, Yang Jeongin, ¿está aquí, cierto omega?- quejándose el omega se rindió a la voz serena del alfa.
- A-arriba, p-por favor, no le haga n-nada- Seungmin volvió a subir la mirada, encontrándose con la oscura y tranquila del alfa, y al contrario de lo que creyó que haría, subir en busca del menor, este solo saco un teléfono del bolsillo de su pantalón y comenzó a manejarlo.
Con confusión y desconcierto observo cómo se llevaba el aparato a su oreja y volvía a observarlo fijamente.
- Está aquí- Seungmin solo escucho susurros, un pequeño barullo al otro lado de la línea- mierda Changbin, avisa al jefe si no quieres morir- el omega se tensó a la voz irritada del alfa, observando intimado la mueca molesta, sus fracciones totalmente preciosos frunciendoce- dile que esta en celo y a salvo, esperaré sus órdenes.
Y luego sólo cortó, Seungmin se tensó cuando la atención del alfa volvió a posarse en él, y luego abajo, sus ojos observando cada acción del desconocido en su casa, viendo cómo se inclinaba y tomaba la tira de pastillas y se lo extendía.
- Termina de llevárselo, estaré aquí abajo- las mejillas de Seungmin ardieron cuando el dedo índice del alfa fue a parar en sus labios- ninguna palabra de esto a Yang Jeongin, ¿bien, omega?.
- S-sí- exhalando con temor camino con pasos apresurados cuando el alfa salió de su camino, subiendo con rapidez las escaleras mientras trataba de tranquilizar su corazón inestable.
- ¿Por qué tardaste tanto?- pasando saliva Seungmin trato de recuperar el aliento escuchando al menor quejarse, dejando la tira de pastilla en la mesita de luz noto su mano temblar.
- S-sólo, no lo encontraba- carraspeo tomando el vaso vacío de su escritorio y fue en el cuarto de baño de su habitación, cargandolo de agua mientras observaba su rostro rojo y sus ojos demasiado asustados.
Había un alfa debajo, no lo conocía y había ingresado a su casa incluso si le coloco seguro a la puerta, y además conocía a su pequeño amigo, y sin dudar no tenía apariencia de ser un alfa con buenas intenciones.
Y de tan asustado que estaba no se atrevía en ayudar a su amigo a escapar.
Finalizo dejando el vaso en la mesita y alejándose observo nervioso a Jeongin tragar la pastilla acompañado con el agua.
- ¿Dormirás?- no es cómo si el menor iba a poder hacer algo estando en tan sensible estado, pero que duerma lo hacía sentir cómo si se quedará a solas con el alfa que quien sabe que está haciendo en el piso inferior.
- Sí, estoy demasiado cansado y necesito aliviar el dolor físico- Jeongin murmuró con un puchero, ignorando la actitud nerviosa del mayor se hizo ovillo en su nido, abrazando su estómago- g-gracias por la ayuda, Minnie.
- No es nada- suspirando algo tembloroso Seungmin se balanceo sobre su eje, amenazando con gritar al ver al menor cerrar los ojos tan pacíficamente mientras el moría del miedo.
Con el pasar de los minutos la respiración del menor se volvió más tranquila y baja, pequeños suspiros escapando de sus labios.
Mordiendo su labio inferior Seungmin giró hacia la puerta, observándolo con temor, acercándose apoyo con temor la oreja sólo para comprobar que el alfa no se estaba paseando por el piso de arriba, pero nada, sólo silencio.
Abriendo la puerta con la mayor cautela posible salio de la habitación, observando a cada extremo del corto pasillo notó las únicas dos puertas faltantes totalmente cerradas, acercándose a las escaleras comenzó a bajar cada escalón con pisadas temblorosas, inclinándose tratando de ver algo en la cocina pero desde ahí solo se veía el frigorífico, bajando los últimos peldaños se pegó totalmente a la pared deslizándose hacia la puerta.
Y cuando entro en la cocina con al cuerpo tiritando y las manos congeladas se quedó mudo a lo que encontró.
Sentado en la mesada y moviendo las piernas mientras tomaba de una cajita de jugo de manzana, se hayaba el alfa desconocido.
¿Había abierto su frigorífico?.
- Yang Jeongin, ¿duerme?- al escuchar la pregunta automáticamente asintio, la pesada mirada del alfa posandose sobre él, con una pizca de diversión en sus ojos sacudió la cajita- espero no te moleste, tenía sed.
Le molestaba demasiado, pero sólo por que el comportamiento del alfa era tan extraño.
- N-no- cautelosamente se acerco a la mesa y tomó asiento en una silla, jugando con sus dedos observo el suelo nervioso- p-puedo saber, ¿qué quieren de Jeongin?- temeroso de haber metido la pata Seungmin sintio sus manos temblar, escuchando al alfa suspirar y absorber del popote.
- Absolutamente nada- confundido Seungmin se atrevió a seguir hablando.
- E-entonces, ¿no está en peligro?- pregunto esperanzado.
- Lo está, en cualquier momento alguien puede entrar por la puerta y matarlo- Seungmin subió la cabeza automáticamente aterrado, temblando a la media sonrisa tranquila del alfa.
- ¿Q-qué?- el desconocido se encogió de hombros.
- Sólo un desquiciado lo haría, claro- tomando del popote el alfa se apoyó en la pared- sólo un desquiciado querrá meterse con el jefe.
- ¿El jefe?- el omega apretó sus labios preguntándose si había dado la pregunta equivocada, el alfa solo lo observaba en silencio.
- Sí, el jefe, es él quien quiere a Yang Jeongin- volvió a responderlo, el alfa dejó descansar la cajita a un lado suyo.
- ¿Jeongin lo sabe?, ¿s-sabe que ustedes lo buscan?- el alfa pareció pensarlo y al final negó.
- No sabe que lo buscamos, pero ya conoce al jefe, y eso es suficiente para que esté en peligro- mirando sus manos Seungmin proceso la confusa información, había un jefe, un alfa extraño y un amigo que estaba en peligro.
Y él estaba al tanto de todo.
- ¿C-cómo se llama?- se atrevió a preguntar, subiendo la mirada paso saliva al notar cómo los oscuros ojos lo observaban con diversión.
- ¿Por qué?, ¿qué harás con mi nombre?- su corazón casi estalló de los nervios, no, Seungmin no quería problemas.
- N-no no no, y-yo sólo, q-queria saberlo...- se excusó pobremente, y es que enserio sólo había soltado la pregunta por curiosidad.
El omega se encogió en la silla al escuchar la suave y divertida risa del alfa.
- ¿Eres tan asustadizo siempre?, ah, no quiero saber cómo te comportarías frente al jefe.
Seungmin sólo quería llorar avergonzado en ese momento.
- Lee Minho, ese es mi nombre.
Sólo asintió, queriendo olvidar todo el tema anterior y que ese alfa sólo desaparezca de su casa, que Jeongin le explique que era lo que ocurría y si sabía del peligro en el que estaba.
- Fui a la casa de Yang Jeongin, su padre estaba inconsciente en una habitación, ¿sabes de eso?- tensandose Seungmin temblo al recordar en la situación que había encontrado a su compañero.
Remojando sus labios el omega asintió.
- Jeongin, é-el trabaja conmigo en una tienda, hoy no llego, me preocupé y fui a verlo a su casa, él no tiene teléfono, así que preferí ir, al llegar a su casa no tarde en notar que estaba en celo, s-su aroma era fuerte, iba a regresarme pero lo escuché gritar y al entrar para saber que ocurría...su padre estaba encima suyo, y y-yo sólo lo golpeé- se encogió de hombros, suspirando tratando de que el temblor abandone su cuerpo.
- Entiendo, hiciste bien- su omega bajo la orejas satisfecho, nunca recibía halagos de un alfa, y cuando lo hacía era tan satisfactorio.
La pequeña melodía de una llamada entrante resonó en la habitación, los ojos de Seungmin observaron atento al alfa tomar su teléfono y descolgar la llamada.
- Dime...¿seguro?...ya ya, que no sea impaciente- bajando de la mesada Minho se acercó al temeroso omega extendiéndole el teléfono.
- ¿P-por qué yo?.
- El jefe quiere hablar contigo- Seungmin estaba perdido, tomando el teléfono con los dedos temblando se lo llevó al oído dudoso.
- ¿H-hola?- el omega mordió sus uñas al escuchar la respiración tranquila en la otra línea.
- Hola, Kim Seungmin- el omega no emitió sonido, dejando que siga hablando- yendo al tema, ¿debes estar confundido, cierto?- Seungmin sólo asintió, cómo si el hombre en la línea pudiera verlo- recuerdas ayer, cuando Jeongin y tú estaban por cerrar la tienda, había un alfa ahí.
Seungmin no tardo en recordar, cómo olvidar al alfa tan intimidante que se aferraba a su pequeño amigo.
- E-el alfa alto- susurro, creyendo que debía dar una respuesta.
- Sí, bien, ese soy yo- el omega observo a Minho volver a acercarse a su frigorífico y sacar otra cajita de jugo, ah, sus favoritas y él se las iba a acabar.
Pero trato de no distraerse, recordando que estaba hablando con el alfa que acompañó a Jeongin la noche anterior, y que en ese momento decía ser el jefe.
- N-no entiendo, que relación tiene con Jeongin- escuchando un bajo suspiro Seungmin no obtuvo respuesta después de muchos segundos.
- ¿Te consideras inteligente, Kim Seungmin?- sintiéndose observado por el alfa Minho, el omega solo pudo susurrar una afirmación- bien, entonces supongo que habrás tenido clases de esto, háblame de Khangpae, dime que sabes de ellos.
Tensandose Seungmin se preguntó a dónde quería llegar ese alfa, sus uñas maltratadas rascaron su rodilla nervioso, decidió que solo hablaría.
- Es una mafia muy peligrosa, uh, p-por Hongdae, dicen que el jefe, es en realidad una alfa, y qué es alguien sumamente egoísta y posesiva- trato de recordar, ladeando la cabeza- hay una sola regla en Khangpae, p-pero no la recuerdo, creo que era algo de no tocar lo que les perteneces.
- Cuando el jefe marca algo cómo su propiedad, no debes tocarlo, al menos que quieras morir- Seungmin asintió, era eso, una regla demasiado original y extraña- bien, Kim Seungmin, eres muy inteligente- de nuevo recibiendo halagos, las mejillas del omega se sintieron calientes de la vergüenza.
- ¿A qué llegamos con esto?- se atrevió a preguntar, observando el suelo mientras escuchaba al alfa al otro lado moverse, cómo si estuviera arrojando cosas.
- Un gusto, soy Hwang Hyunjin, jefe de Khangpae y quien marcó a Jeongin cómo su propiedad, y tú serás quien me ayude a obtener a mi ángel de vuelta.
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Jeongin ronroneo mientras se acomodaba mejor sobre el cuerpo a su lado, su rostro restregandose en el cuello del alfa, aspirando tan vívidamente su aroma, su omega gimio a gusto al sentir suaves y pequeñas caricias en su cintura, sus manos se aferraron a la camiseta del mayor, quejándose al sentir cómo este trataba de alejarlo.
Volvió a ronronear al restregar su rostro contra la piel del alfa, escuchando su pequeña risa, y las suaves caricias que iban subiendo por su abdomen, pero nuevamente intento alejarlo.
Cuando volvió a quejarse y creyó que el alfa se iba a quedar escucho la pequeña risa junto a la voz ronca.
- Ángel.
Y reaccionó, incorporándose en la cama de golpe, sus ojos buscando desesperando algún rastro del alfa.
Pero nada, solo era él y su descuidado nido.
Y al girar hacia la puerta Seungmin lo observaba con el ceño fruncido y su guitarra en la mano.
- Estaba apunto de tirarme encima de ti, te empuje muchas veces con la guitarra y no reaccionabas.
Y con un pequeño puchero basto para que Jeongin se eche a llorar, chillando con molestia mientras comenzaba a arrojar las almohadas hacia cualquier sitio de la habitación.
Su sueño, había rozado el cielo y de golpe su amigo lo hacía tocar tierra.
- E-eh, ¿por qué lloras?- Seungmin observo confundido a Jeongin sollozar y desordenar su cabello con un puchero realmente...tierno, demasiado tierno.
- ¡S-seungmin eres un tonto!- y de su amigo nunca recibía halagos.
Rascando su nuca dejó con cautela la guitarra en su lugar escuchando el llanto del menor, lo vio de reojo agarrar una almohada y abrazarlo contra su pecho mientras se acomodaba entre las sábanas.
- Debía traerte algo de comer, estas con el estómago vacío, Innie- Jeongin lloriqueo mientras negaba.
- N-no tengo hambre, mi estómago aún duele- gimió cerrando los ojos sintiéndolo húmedos y algo irritados.
- ¿Aún duele?- soltando un pequeño gemido de afirmación Jeongin escucho a Seungmin removerse en la habitación- ¿en qué parte duele?.
Siendo lo más precavido posible, Seungmin se acercó mientras veía al menor buscar con la mano para señalar el lugar, presionando apenas con el dedo índice debajo de su ombligo.
- Aquí, más que dolor, es una incomodidad- observando el lugar donde señalaba el menor Seungmin pensó.
- Apenas van horas desde que haz entrado en calor, tus feromonas aunque son fuertes, no llegan a producir molestia, tal vez...tu omega sólo está preparándose para anidarse, y el dolor no viene precisamente de ahí- explico cómo creía que era, observando a Jeongin lloriquear negando.
- P-pero ni siquiera tengo con quien anidarme, y seguirá doliendo y es molesto- gimió con tristeza, sobando su piel mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
- Innie, tal vez...tu omega ya tiene al alfa con quien quiere aparearse, sólo que tú no te das cuenta y sufres la peor parte- se atrevió a decir el mayor, esperando que con eso su amigo le confiese algo de aquel alfa que dice haber marcado al menor.
Jeongin guardo silencio, trato tanto de evitarlo pero con el sueño y ahora su amigo mencionandolo, su mente no tardo en recordarle al alfa, de nuevo comenzando a sollozar, queriendo tanto de su aroma y escucharlo llamarlo tan bonito, él enserio se sentía tan hermoso cuando Hwang Hyunjin lo llamaba "ángel", se sentía tan bonito para el alfa, y ayer él sólo huyó.
Y Jeongin se arrepentía.
Por qué Hwang Hyunjin había confiado en él y lo habia acogido tan amablemente y él sólo pudo pensar en la diferencia de mundos y en lo posiblemente fatal que sería involucrarse con alguien tan peligroso, pero Hyunjin había pedido por él, le había dicho que sus demonios lo asustarían.
Cuando no es así y sólo es Hyunjin quien teme de ellos.
- Estas sensible de nuevo- murmuró Seungmin, observando cómo su amigo se hacía un ovillo mientras sollozaba, el aroma tan dulce pasando a ser amargo de la tristeza, y eso puso triste a Seungmin, quien siempre había sido fiel al acogedor aroma de su compañero.
Recordó la conversación con el alfa horas antes, Seungmin debía ayudarlo, se sentía obligado y más aún con el estado de su único amigo, y se preguntó si ese era el momento para dar el primer paso.
- S-si necesitas algo, cualquier cosa, que tú creas que te ayudará en este momento, pídemelo, puedo dártelo- ofreció, esperanzado al escuchar el llanto del menor disminuir, sus ojos mostrándose cuando giro hacia él y las pequeñas lagrimas mojaban sus pestañas.
- ¿Cualquier c-cosa?- Seungmin asintió entusiasta, inclinándose hacia el menor cuando lo vio murmurar indeciso.
Y cuando creyó que este hablaría, Jeongin sólo volvió a negar.
- No p-podrías.
Suspirando con frustración Seungmin sólo lo soltó.
- El alfa en la tienda, ¿lo quieres a él?- Jeongin observo al mayor confundido, con el corazón latiendo frenéticamente.
- ¿C-cómo?...-
- ¿Lo quieres, cierto?, dime y puedo lograr algo- lloriqueando Jeongin apoyo la cabeza en una almohada.
- Lo quiero tanto, pero lastime a hyung, y é-el ya no me querrá a mí.
- Esperame, sólo un momento- Jeongin ni siquiera pudo asentir, observando con un pequeño puchero a su amigo salir de la habitación.
Bajando las escaleras Seungmin busco al alfa Lee en la cocina, hayandolo casi dormido en la silla apoyado en la mesa.
- Alfa- susurro bajo, temiendo que esté dormido y molestarlo.
- Te escucho- aún con los ojos cerrados Minho murmuro, carraspeando Seungmin se acercó un poco.
- Uh, logré que Jeongin me diga algo y tal vez...podría hablar con el alfa- cuando los ojos de Lee se abrieron Seungmin temió por su vida- e-el jefe, quiero decir con el jefe.
Pero el alfa lo ignoró, tomando su teléfono.
- Perfecto, Kim Seungmin.
+
La puerta volvió a abrirse, Jeongin observando con un pequeño puchero a Seungmin acercarse a la cama, una pequeña sonrisa nerviosa decorando su rostro.
- Y-yo pude, hablar con Hwang Hyunjin- apenas fue un susurro nervioso, que Jeongin cómo su omega captaron, logrando que de golpe tome asiento, ignorando el estirón en su abdomen mientras su corazón se removió ilusionado.
- ¿Mi alfa?- gimió esperanzado.
Seungmin se sorprendió por lo rápido que el aroma del menor pasó a ser tan dulce, las feromonas mareandolo un poco, su omega curioso a los ojos brillantes y sonrientes del menor.
- S-sí- asintiendo le extendió su teléfono.
Jeongin sintió sus hombros caer, observando el aparato con confusión, tomándolo solo encontró un número telefónico cómo llamada en curso.
- ¿Qué es?- señalando su teléfono Seungmin se acercó a la puerta.
- Habla con él- y salió, dejando a un confundido y ansioso Jeongin.
Observando el teléfono, noto que ya iba un minuto de llamada, acercando el aparato a su oído temblo ansioso, su omega lloriqueando con esperanza.
- ¿H-hola?- Jeongin espero impaciente, escuchando una lenta respiración salir de la línea.
- ¿Tú también me marcaste cómo tu propiedad, ángel?.
Enserio era Hyunjin, era su alfa, Jeongin soltó un suspiro aliviado, demasiado satisfecho, sintiendo sus ojos humedecerse mientras se dejaba caer sobre las almohadas, soltando un bajo gemido complacido.
- Alfa- llamo bajito, escuchando un pequeño gruñido, tan inocente pero que causó un entremecimiento a su cuerpo, su omega ronroneando.
- Dijiste, mi alfa, entonces, ¿aún puedo decir cuán irremediablemente mío eres?- cerrando los ojos Jeongin lloriqueo, asintiendo cómo si el alfa pudiera verlo.
- Sí alfa aún me desea, puedo ser suyo de todas las maneras posibles- Jeongin volvió a escuchar un gruñido, cómo un jadeo sorprendido a sus palabras.
- Estas en celo, omega- tomándose unos segundos Hyunjin continuó hablando- cuando pasé los días, ¿podrás seguir diciendo lo mismo?.
Jeongin se sintió presionado, jugando con los botones la pijama que había conseguido en la casa del alfa.
- No lo sé- admitió, remojando sus labios- y usted, cuando pase los días, ¿volverá a buscarme?.
- No me rendire hasta obtenerte, en unos días, me tendrás en frente de ti- su corazón se aceleró ilusionado, soltando un ronroneo satisfecho.
- Lo siento, hyung, por no arriesgarme, por retroceder.
- ¿Lo sientes?, ángel, está bien, iba a pasar, eres demasiado para mi mundo, ¿no es así?- la voz tranquila del alfa solo lo entristeció más, comenzando a soltar pequeñas lágrimas.
- N-no, sólo no quería estorbar en su mundo, eres el jefe, y yo una piedra en el camino.
- Jeongin- el menor se quejó, bajito y lastimero, comprendiendo que había hecho enojar al alfa de nuevo.
- Lo siento- susurro, escuchándolo suspirar.
- No lo sientas, solo...no digas eso, es lo contrario, ángel, se que estás confundido, pero no creas que en algún momento serás una molestia para mí, soy yo quien sigo buscándote, por que de alguna forma, siento que realmente te necesito, mejor culpame a mí, por seguir siendo egoísta y buscarte cuando tú ya elegiste tu camino.
- Pero m-me equivoqué, ahora sólo quiero estar a su lado.
- Ahora estás en celo- repitió Hyunjin, su voz volviéndose baja- cómo sea que pase, no trates de huir de nuevo, por favor, por que de todas maneras me tendrás frente de ti en donde sea que estés.
- Está bien- acepto sus ojos abriéndose para observar el techo- alfa...
- Dime, ángel.
- Me arrepiento de haber dejado la sudadera- escucho una suave risa, su omega demasiado complacido mientras se frotaba contra las sábanas.
- ¿Por qué?, ¿tienes frío, ángel?.
- Necesito su aroma- corrigió, escuchando a Hyunjin suspirar.
- Aún pasaron horas, cuando comiences a sentir el calor más fuerte y tu omega necesite algo en mente para poder satisfacerse, debes pensar sólo en mí- su cuerpo temblo, gimiendo a la voz demandante, ni siquiera era necesario que lo diga, su omega sólo llama por él.
- S-sí- escucho un nuevo gruñido, Hyunjin estaba satisfecho por la respuesta.
- Te prometo, ángel, que con la mente fría podré ser yo quien toque tu cuerpo y te haga gritar con razón- los ojos de Jeongin se nublaron, gimió con frustración, removiendose al sentir se entrada contraerse tan tortuoso.
- E-está haciendo qué me caliente...apropósito.
Cerro los ojos al escuchar la risa algo ronca y baja del alfa.
- Mi teléfono tiene mucha batería, ángel.
+
Jeongin escuchaba atento la pelea de Seungmin con su madre, la alfa, Kim Sanha, sabía sobre su presencia en la casa, sólo que era demasiado floja para ir por él estando en celo, Sanha era una alfa de la cual sentir pena, cero fuerza física, solo una voz de mando gastada que sólo lo usaba en Seungmin.
- ¡Ni siquiera notarías su presencia si no fuera por que hurgaste en mi habitación!- Jeongin miró el suelo, era cierto, la alfa le había gritado sobre su presencia inútil en su casa, y Jeongin se había asustado cuando quiso obligarlo a salir de la habitación, gracias a que Seungmin llegó más rápido pudo sentirse más tranquilo.
- ¡Dame el maldito dinero y me iré!- Jeongin sabía, la mayoría de las veces que la alfa iba a buscar a Seungmin y lo molestaba, pedía dinero para dejarlo en paz y de seguro con el dinero comprar cualquier tipo de droga o bebida alcohólica.
Habían pasado cuatro días, Jeongin se sentía más relajado, al final, la llamada con el mayor no se extendió ya que este tenía cosas que hacer, Jeongin aún recuerda cómo comenzó a llorar vergonzosamente con fuerza no queriendo dejar ir a Hyunjin.
Ese día su celo acababa, y Jeongin escuchaba a su omega lloriquear esperando la presencia del alfa.
Jeongin reaccionó cuando la puerta de la habitación fue abierta, observando a Seungmin entrar con una expresión cansada y avergonzada.
- Lo siento...-
- Ni lo menciones, Minnie, está bien- el mayor sonrío levemente, tomando asiento alado de Jeongin, el nido había desaparecido y desde la mañana podían conversar tranquilamente- hace unos días, ¿cómo pudo hablar con Hyunjin?- el menor no se contuvo, preguntando lo que rondaba por su cabeza desde la mañana.
Riendo nerviosamente Seungmin se encogió de hombros.
- Cuando baje a buscarte la pastilla, encontré a un alfa en la cocina, y digamos que me intimidó un poco hasta lograr que le diga que estabas aquí, lo normal- Jeongin parpadeo sorprendido, preguntándose si era el tal Changbin o el castaño más amigable, ¿tal vez otro guardia?.
- L-lo siento, si te asustó, uh, yo también estaba muy asustado y huí, pero volvió a buscarme.
- ¿Y no tienes miedo?- Jeongin asintio poquito, con algo de duda.
- P-pero no de hyung, es en lo que puedo involucrarme, ¿lo sabes verdad?, esto es más complicado de lo que creí.
Seungmin asintió jugando con sus dedos, soltando un pequeña risa para aligerar el ambiente.
- El jefe, el alfa no dejaba de llamarlo así- sonriendo Jeongin asintió.
- Es demasiado respetado, un alfa de raza pura- la boca del mayor se abrió sorprendido, girando hacia Jeongin notando su expresión nerviosa.
- A-ahora que lo pienso, realmente parecía uno, pero es raro pensar en cómo se interesó en ti.
- También quiero saberlo.
El día se pasó rápido, Jeongin ayudando al mayor a ordenar su habitación y limpiando parte de la casa, aveces hablando de lo ocurrido y Jeongin mencionando algunas cosas del alfa para informar a Seungmin.
Y en ese momento se encontraban comiendo una caja de pizza, observando la televisión mientras Jeongin trataba de buscar una solución por sus tres días de ausencia en el instituto, y también con un colérico padre.
Seungmin dio un vistazo a su teléfono, notando una nueva llamada entrante de un número desconocido, que estaba muy seguro de que se trataba de esos alfas, pero no sabía muy bien cómo responder.
Pero se dijo que si lo seguía evitando no sería muy agradable su encuentro.
Así que cuando una nueva llamada volvió a hacer vibrar su teléfono se acomodó mejor en el sofá.
- ¿Hola?- Jeongin al instante le presto atención, notando a su amigo hablar por teléfono.
- De nuevo siendo inteligente, una llamada más ignorada y aparecía frente a tu puerta- mordiendo su dedo índice con nervios Seungmin decidio ignorarlo.
- ¿N-necesita algo?- escucho un suspiro largo.
- El jefe quiere ver a Yang Jeongin- con temor giro hacia el menor, notando su mirada expectante y nerviosa.
Apartando el teléfono de su oreja tapó el parlante para que no puedan escucharlo.
- D-dice que el jefe quiere verte- Jeongin restrego su mano en su regazo, no pudiendo evitar el aleteo de su corazón y la ilusión de ver al mayor.
Solto un bajo quejido apoyando sus manos en sus mejillas, avergonzado al notar la mirada divertida de Seungmin.
- ¿Eso es un sí, cierto?.
- No puedo evitarlo- contesto con la voz casi ahogada, queriendo chillar de la emoción y nervios, enserio lo iba a ver.
Volviendo a acercar el teléfono contra su oído Seungmin se aseguró de que la llamada siga en curso para hablar.
- ¿Donde quiere verlo y cuando?.
- Ahora, abre la puerta- Seungmin sintio su corazón detenerse por un momento, el pitido de la llamada siendo colgada desconsertandolo.
- ¿Que dijo, Minnie?- carraspeando el mayor se levantó del sillón, observando la vestimenta del menor cuando este lo siguió.
Llevaba unos pantalones sueltos y una sudadera ancha, ambos siendo un conjunto gris, su cabello azabache desordenado y las mejillas rojas.
Tan desaliñado y viéndose tan hermoso.
- Toma- sacándose sus zapatillas obligó a un confundido Jeongin a ponérselos, tomando su muñeca lo arrastró hasta la entrada y girando hacia el menor suspiró- Suerte.
Y abrió la puerta, cómo lo dijo el alfa se hayaba ahí con una camiseta negra y jeans del mismo color, un aire tan desinteresado que no creerías que estuviera en la mafia.
- ¿A-ahora?- Jeongin observo su vestimenta al instante negando ante la mirada tranquila del alfa- estoy muy desarreglado y...-
- Créeme, Hyunjin solo tendrá cabeza para querer comerte cuando te vea, ¿nos vamos?- girando Minho apunto la camioneta mientras Jeongin volvía a dudar presionado.
Quejándose camino a rastras hasta la camioneta, subiéndose al asiento trasero cuando el alfa se lo abrió.
Jeongin trataba de calmar a su omega mientras los minutos seguían pasando, siéndole tan eterno el camino hasta la casa del alfa, mientras el omega arreglaba su cabello mirándose por el espejo retrovisor, quejándose cuando aveces Minho lo miraba con diversión.
Al llegar y ver cómo las rejas se abrían Jeongin creia que su corazón estallaría de los nervios, avergonzado cuando sus feromonas comenzaron a llenar la camioneta en segundos.
- Si Hyunjin sabe cómo estás esparciendo tu aroma, se volverá loco, debo quemar esta ropa- su rostro enrojecio mientras tapaba sus mejillas.
- L-lo siento tanto- escucho al alfa suspirar mientras estacionaba el vehículo.
- Bien, sabes el camino, todos tienen las órdenes de dejarte pasar, ve sin miedo- un pequeño puchero apareció en los labios del omega, observando a los guardias merodeando afuera.
- ¿Solo?- asintiendo Minho giro hacia él.
- Así es, no tienes que temer, la mayoría de aquí son betas.
Con un último suspiro tembloroso Jeongin bajo de la camioneta, caminando con timidez hasta la puerta mientras evitaba mirar a los guardias, al llegar no supo si tocarla o solo abrirla.
Así que solo lo hizo, o terminaría carcomiendo su mente.
Abrió la puerta ingresando de nuevo en la mansión, notando que todo estaba cómo la última vez que vino, el suave aroma a vela aromática se podía apreciar en el gran salón. Con pasos tímidos se encaminó hacia el pasillo, su cuerpo tensandose cada que encontraba a una mucama y le daba repetidas reverencias, comenzando a subir las escaleras se pregunto si estaba yendo hacia el lugar correcto.
Pero supo que sí, cuando llegó al final del escalón y justo en ese momento encontró al mayor saliendo de su habitación, metros suyo.
Su corazón se paralizó al igual que su cuerpo, comenzando a acelerarse con fuerza cuando Hyunjin también notó su presencia y pudo jurar que sus oscuros ojos brillaron a la distancia, su rostro enrojecio al notar los jeans que cubrían las piernas del alfa, una camisa que dejaba varios botones sueltos y se podía apreciar su torso, y su cabello azabache revuelto algo largo, llegando a tapar su nuca.
Y no pudo evitar tapar sus mejillas con vergüenza, queriendo llorar a su vestimenta la cual era más una pijama.
Pero Hyunjin pareció no notar eso, el omega exhalando con emoción cuando el alfa comenzó a acercarse, sus manos se entrelazaron detrás de su espalda con timidez, no pudiendo apartar los ojos del mayor, sus ojos brillando con intensidad al notar la media sonrisa complacido del alfa.
Pero cuando solo centímetros los separaba y el alfa no aminoraba la velocidad fue cuando Jeongin entendió, solo pudiendo jadear sorprendido cuando el mayor llego hasta él y tomo su rostro casi eufórico.
Y luego sólo sus labios se estrellaron contra los suyos.
Hyunjin lo estaba besando.
N/A: Opd, lo siento, me emocioné demasiado en este capítulo, 7k
palabras AJDJFJ, en fin, la hipótesis.
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