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36

Cuando Hyunjin se fue Jeongin no tardo en acatar la orden y llamar a Byungchan, quien para su alivio se encontraba cerca comprando en el centro, le divirtió y enterneció escucharlo chillar que se había encontrado todas las prendas de invierno que él había querido.

Yendo junto a la señora Kim preparando jugo de naranja en una jarra se sentó en la butaca frente a la encimera de la cocina, con Kkami siguiéndole el paso.

- Byungchan hyung estará aquí pronto- avisó, mientras la veía licuar las naranjas con agua y azúcar.

Cuando la mayor lo volvió a apagar le contestó.

- Ese niño parlanchin. Es tan agradable, las conversaciones con él no se detienen- la mayor negó divertida mientras Jeongin reía.

- Lo sé, es igual a Jisung hyung, solo que él es más del tipo desvergonzado.

- ¿Y qué quieren comer?- la mayor pregunto pareciendo animada.

- Oh, creo que veremos películas para pasar la tarde, palomitas estaría bien- la mayor asintió conforme.

Jeongin apoyó la cabeza sobre su mano mientras observaba entretenido a la mayor buscar algo en la alacena.

- ¿No le cansa estar de aquí para allá todo el tiempo?, hyung podría darle unas vacaciones si lo necesita.

- Hyunjin me ve fruncir el ceño y ya me quiere mandar a Dubai- ironizó la mayor-. No lo necesito, no soy muy aventurera, me gusta lo civilizado y tranquilo, además Hyunjin lleva tanto tiempo comiendo lo que le preparo y sé que no tendrá paciencia con nuevos cocineros.

Jeongin volvió a reír por lo exagerado de sus palabras, aunque el omega sabía que no era tanta exageración que digamos.

Haesook soltó un suspiro desanimada cuando cerró las alacenas con las manos vacías.

- Creo que iré a comprar las palomitas, olvidé incluirlos en la compra del mes- Jeongin negó tímidamente.

- Podemos comer algo dulce igual. No le veo problema- la mayor no se vio convencida pero no pudo acotar más cuando con un grito animado y alegre Byungchan ingreso a la cocina.

- ¡Llegue familia!- Jeongin soltó una risita cuando Byungchan dejo un beso en su mejilla y luego en la mejilla de la mayor totalmente animado.

- Ha llegado rápido- Byungchan colocó la mano sobre su pecho.

- Jeonginnie es más importante que un día de compras- Byungchan alterno la mirada entre ambos-. ¿Y que hacemos en la cocina?.

- Estaba preparando la merienda- Haesook suspiro mientras pasaba el trapo por la encimera algo mojada por agua y jugo de naranja-. Pero no hay palomitas, pero debe haber pasteles.

- Mucho dulce- Byungchan arrugó la nariz para luego abrir los ojos brillante-. Puedo ir a comprar, después de todo ya tengo auto- Jeongin sonrió cuando el alfa movió el cabello presumiendo.

- ¿Estás seguro?, ya se está haciendo tarde- Byungchan observo por la ventana con vista al patio.

- Aún no atardece, solo son palomitas- Haesook se retiro su delantal y lo dejo caer en el colgador a un costado de la alacena.

- Iré contigo, no quiero que me traigas cualquier maíz de colores- Byungchan rió sabiendo que era capas.

Volteando hacia el omega Haesook palmo su hombros.

- Te quedaras un momento solo, Jeonginnie- el omega negó tranquilo.

- No estaré solo, tengo a Kkami- aclaró, recibiendo un ladrido del cachorro sentado a su lado en el suelo.

Ambos salieron con rapidez para según ellos tardar menos. Jeongin se puso de pie y se dirigió al salón con Kkami siguiéndole el paso, le causaba tanta gracia. En el camino se encontró con un beta del personal, este era quien merodeaba en el salón la mayoría del tiempo limpiando y sacudiendo.

Dejándose caer en el sofá se retiro sus chanclas y subió las piernas en el mueble. De nuevo su corazón se encogió de ternura cuando Kkami subió al sofá de un salto y con otro ya estuvo en sus piernas apoyando las patitas en sus muslos.

Acariciando su pelaje Jeongin se estiro un poco y tomó su teléfono del bolsillo de su pantalón, la cual aún era pijama por la falta de ganas para cambiarse de ropa. Buscando entre sus contactos se animo a llamar a Seungmin, quien cada vez que hablaban se ponía parlotear su telenovela con Christopher y a él le entretenía de alguna forma.

- ¿Aló?- su voz contestó después de algunos tonos.

- Hola, ¿cómo estás?, ¿qué hacías?.

- Estaba a punto de ducharme. Hace un rato vine de pasar la tarde en el parque y termine cayéndome en una fuente- gimoteó avergonzado contra la línea. Jeongin comenzó a reír.

- Y déjame adivinar...Christopher salto a lo super héroe y te ayudo a salir- un suspiro pesado se escucho en la línea.

- Exactamente. Se termino mojando toda la ropa, y yo estaba entre regañarlo, admirar su cuerpo mojado o meter la cabeza en la fuente y ahogarme por la vergüenza- Jeongin se volvió a reír.

- No seas dramático, en realidad, fue una buena escena para un drama. Espero le hayan grabado- Seungmin se rió avergonzado al otro lado de la línea.

- En realidad alguien lo hizo. Pero hyung me notó tan avergonzado que fue a zancadas a esa niña para arrebatarle el teléfono, casi me mié del miedo- a Jeongin le pareció buena idea haber llamado a Seungmin. Por que se encontró riendo de nuevo y más fuerte.

- Eso si es vergonzoso- decidió contestar-. Y lindo de algún modo, mucho más en la parte...-

Su voz murió en el silencio cuando en un parpadeó la luz de la casa se apagó. El leve susto lo hizo tensarse para luego parpadear confundido, era un mal momento para que halla un corte de luz, considerando que ya estaba atardeciendo.

- ¿Jeongin?- carraspeando Jeongin acaricio el pelaje de Kkami cuando su cuerpo se comenzó a sacudir en un rasposo gruñido.

- Lo siento, se ha ido la luz y me sorprendió.

- ¿En serio?, ¿en Seúl puede haber cortes?- Jeongin soltó una risa burlona.

- A veces, sí. Voy a cortar, intentaré encontrar al personal y conseguir velas- Seungmin soltó un sonido de compresión.

- Okay, me llamas luego- soltando un último adiós Jeongin alejó su teléfono y corto la llamada.

De forma cautelosa bajo las piernas mientras prendía la linterna de su teléfono. Sosteniendo a Kkami con firmeza se puso de pie y apuntó su camino.

- Tranquilo bebé. Solo es un corte- susurró, y es que Kkami seguía sacudiéndose con el cuerpo tenso y pequeños gruñidos.

Intentó avanzar hacia el comedor, sin embargo un barullo afuera lo hizo voltear hacia la puerta extrañado, y comenzando a ladear la cabeza su corazón se acelero alerta cuando el barullo se convirtió en gritos hasta hacerlo tensarse y Kkami gruñir con más insistencia.

Y cuando creyó que no podía asustarse más la puerta se abrió de un estruendo logrando chocar contra la pared y hacerlo saltar aterrado terminando por dejar caer su teléfono al suelo. Eso simplemente despertó el instinto de supervivencia del pequeño cachorro que comenzó a ladrar sin compasión al beta que resultó ser un guardia.

Jeongin retrocedió pequeños pasos asustado al ver el rostro aterrado del hombre, y lo que lo hizo congelarse fue la sangre que corría por sus brazos y manchaba su ropa.

- ¡D-debes irte!, ¡corre..!-

Jeongin soltó un grito de horror cuando un cuchillo atravesó el cuerpo del guardia en la altura de su estómago, su cuerpo palideció y sus ojos se abrieron en grande y sorprendidos. Jeongin tembló de pies a cabeza mientras lo veía caer y una nueva silueta aparecía detrás del cuerpo inerte, y se comenzó a escuchar con más fuerza, los gritos y la pelea fuera de esas cuatro paredes.

Y subiendo la mirada Jeongin se encontró con una sonrisa torcida y amarga logrando que su cuerpo reaccione con miedo. Volviendo a retroceder unos pasos mientras escuchaba al personal salir corriendo del comedor y gritar alertando algo de lo que él sabía ya era consciente.

Y aunque quiso huir, hacer algo, defenderse y ayudar. Todo su cuerpo se paralizó del miedo al ver a hombres totalmente encapuchados entrar en fila y comenzar una masacre, sus ojos se abrieron en grande al verlos acuchillar a los inocentes betas, comenzando a escuchar sus gritos de dolor, los ladridos de Kkami y viéndolos caer con sangre.

Sangre, tanta y tanta sangre.

Y al volver a subir la mirada,el primer alfa que había ingresado se acercaba a él, con aquella sonrisa aún torcida y una escalofriante rapidez que lo desconcertó y lo hizo reaccionar de nuevo, intentando retroceder mientras un sollozo lleno de terror abandonada sus labios.

Sin intentar mirar atrás corrió hacia el comedor. Aterrado, tan aterrado y cegado del miedo que su intento de huida ya tenía toda las de salir mal.

+

Cuando un lazo se forma, uno no solo puede sentir las emociones de su pareja. Va más allá, donde puedes sentir el cansancio, las enfermedades y el dolor físico en carne propia. Un lazo va más allá de las emociones interiores, donde también el dolor físico entra a la jugada.

En ese momento Hyunjin corría, corría tan rápido que no sería de sorprender que termine cayendo de cara y partiéndose el rostro por no medir sus impulsos.

Pero no se iba a detener, tuvo que correr por el maldito tráfico a la mitad del camino, donde claramente él no iba a esperar a que algo peor le sucediera a su ángel. Corría igual que un animal furioso, un toro tal vez, por cada sensación helada de miedo y dolor de su ángel sus pisadas se volvían más rápidas y certeras, se deslizaba entre la gente a penas rozándolos.

Y como siempre Minho lo seguía detrás.

Cuando la carretera comenzó a ser altas copas de árboles supo que estaba cerca, solo debía llegar a ese extremo que lo llevaba a entrar a su casa. Sus manos se aferraban con tanta fuerza a su arma mientras intentaba respirar y seguir, y era una lucha cuando Jeongin se encontraba tan alterado.

Estaba pasando algo, lo sabía. Estaban torturando a Jeongin de alguna manera y eso lo estaba matando.

Hyunjin corrió un poco más, los mechones de su cabello ya se pegaban a su frente a causa del sudor y el cierre de su campera caía hasta debajo de su ombligo. Y cuando estuvo a tan solo unos metros de llegar sucedió.

El dolor que recorrió se corazón lo hizo vacilar en su carrera y llevar la mano en su pecho, su garganta se seco al punto en que no pudo respirar. Y lo que lo llevó a caer al suelo fue la conocida punzada de algo atravesando sus costillas hasta hacerlo gemir del dolor.

Por la carrera tan rápida que llevaba fue una caída bastante dolorosa, rodó por la carretera y se detuvo con un alarido de dolor y la falta de aire, por inercia sus brazos se abrazaron a su estómago con dolor mientras intentaba respirar.

Minho a los segundos había aparecido en su campo de visión pero se le fue imposible responder cuando lo sacudió y le gritó algo.

Ahí estaba ese dolor físico, que no se le era hecho a su cuerpo pero causaba el mismo dolor, el ardor y la sensación viva de haber sido atravesado por un cuchillo.

Cuando en realidad era Jeongin quien fue herido.

Giró por el cemento sosteniendo su estómago, fue una tortura intentar ponerse de rodilla mientras jadeaba del cansancio, su garganta ardía seco y rasposo. Sintió el sudor recorrer su piel mientras intentaba ponerse de pie con una mano apoyada en el suelo.

Lo desesperó sentir a Jeongin sufrir, estaba gritando, sollozando, le había pasado algo y él aún no llegaba hasta aquel extremo.

Cuando pudo estar de rodillas e intento ponerse de pie algo le detuvo en su lugar.

Subiendo la mirada hasta la esquina escucho desde su lugar motores de autos. Él, casi en medio de la carretera se veía un blanco fácil para arrollar, él y Minho.

Sin embargo no se movió cuando observo las grandes furgonetas salir de la cuadra de su propiedad, todos eran de color negro y las ventanas se encontraban polarizados, haciéndole imposible ver nada más que el reflejo del atardecer contra los vidrios relucientes.

Eran tres, el primero pasó a su lado a gran velocidad.

Pero el segundo lo sintió como una cámara lenta. La ventana fue bajando y cuando sus ojos buscaron a la persona detrás del cristal no tardo en hallar esa mirada.

Nadie necesitaba confirmarle que ese hombre con cicatriz cruzando sus labios se trataba del famoso Riki.

Y cuando encontró burla y malicia en su mirada los ojos de Hyunjin se oscurecieron.

De por si, ya era confirmado. Había un demonio igual de cruel que él jefe, y cuando ambos cruzaron miradas se desató algo grande, por que uno intentaba vengar a su familia y el otro, simplemente no toleró el hecho de que alguien hubiera tocado lo que era suyo.

Y es que Riki no solo lastimó a Jeongin de forma física. Sino también dejo una grieta que para Hyunjin le iba a costar la vida, por que nadie, absolutamente nadie, ni Riki, o si fuera el caso Seungmin, ni siquiera Minho. Nadie se salvaba de él si se trataba de haber hecho sufrir a Jeongin, cuando simplemente se metían con su omega.

Sin muchas explicaciones, sencillamente todos tienen una cuenta regresiva hasta el día de su muerte en el mismo momento que intentan hacer daño al omega del jefe.

Al ángel que le estaba ofreciendo todas las ganas de vivir.

Simplemente era usar la cabeza en ese juego.

Hyunjin se puso de pie ignorando la punzada en su costado. Trotó como pudo hasta la esquina, dejo ir los autos detrás suyo, la mirada rasgada y burlona que se le fue ofrecida, para eso habría tiempo después.

Todo a su tiempo.

Cuando llego frente a su mansión volvió al escenario de la sangre. Su mente se fue nublando en una tormenta de odio mientras iba avanzando, la penumbra podía verse reflejado en sus ojos al hallar a cada uno de sus hombres muertos en el suelo, todos asesinados de forma cruel, lenta. Había marcas de cortadas en sus rostros y cuerpos.

No balas, no armas. Solo cuchillos.

El portón estaba abierto y mientras iba avanzando y el atardecer seguía bajando y la oscuridad lo rodeaba Hyunjin confirmaba que allí tampoco había electricidad, y ese ya era una señal, señal de que no sólo Riki era un experto en el equipo.

Ingresó a la casa con pasos firmes, el nudo crecía en su garganta mientras iba avanzando y solo hallaba sangre y más cuerpo de sus guardias, del personal.

Por favor que su abuela esté bien.

Por favor que Byungchan esté bien.

Corrió hasta el patio trasero, apenas salió escuchó los sollozos. Volteando hacia su izquierda lo vio ahí, aferrándose a su estómago y envuelto en sangre mientras las lágrimas mojaban sus mejillas.

Jeongin.

Corrió hasta el cayendo de rodillas al suelo, ignorando el dolor de sus rodillas y dejando caer su arma a un lado. Tomó el rostro del menor con los dedos temblorosos, Jeongin si lo observo, en medio de las lágrimas y el llanto el omega lo observo dolido y angustiado.

El dolor se siguió acentuando en su pecho mientras Jeongin abría la boca intentado hablar.

- Estoy aquí, respira, ángel- Hyunjin maldijo por lo bajo cuando Jeongin solo sollozo más, bajando la mirada la desesperación aumento al caer en cuenta que la sangre en su cuerpo sólo iba manchando más y más hasta llegar al suelo-. Mierda, mierda, mierda.

- Los médicos ya vienen para acá- Hyunjin volvió hacia Minho y apretó los dientes ni un poco más tranquilo.

Volteando hacia el omega maldijo por lo bajo, retirándose su campera y haciéndolo un ovillo apartó las manos de Jeongin y presionó la prenda contra su estómago, justo cerca de las costillas como lo había sentido, su corazón se acelero desesperado cuando la sangre fue manchando sus propias manos.

Y era peor por que Jeongin se encontraba alterado y no dejaba de sollozar y moverse abriendo más la herida.

- Jeongin, no te muevas, por favor. Ya pasó, ya no están- intentó convencer.

Pero Jeongin solo siguió llorando sin control. el nudo en su garganta fue creciendo mientras veía a su ángel temblar y retorcerse por el dolor y el llanto.

- E-él...- Hyunjin se quedó expectante ante el susurro sin aliento-. Él l-lo...-

- No te fuerces, por favor, precioso. Hazlo por mí, intenta calmarte- Jeongin negó frenéticamente, sus labios se apretaron en una fina línea mientras temblaba conteniendo el llanto.

Hyunjin perdía la esperanza con el pasar de los minutos y Jeongin no calmaba el llanto, se encontraba bastante alterado, e incluso no parecía ser consciente de la herida que ardía como fuego en su piel. Sólo lloraba e intentaba decir algo que el alfa no lograba comprender.

Hyunjin escucho pasos a un lado suyo, barullo y órdenes. Pero él se obligó prestar atención al omega cuando sus manos se aferraron a su camiseta.

- H-hyung...él lo...- los paramedicos intentaron apartarlo mientras Hyunjin no podía decidirse entre prestar atención al omega o dejar que lo atiendan de una vez.

Pero las manos de Jeongin parecían aferrarse a su ropa como si de eso dependiera su vida, parecía incluso estar usando todas sus últimas fuerzas.

No, no parecía, era sus últimos segundos consciente. Hyunjin lo vio parpadear intentando resistir, y él dolor le asfixio el pecho como si alguien le estuvieran apretando la circulación.

Y mientras los médicos lo empujaban a un lado para detener el sangrado de Jeongin las manos de este cayeron el suelo y lo último que Hyunjin recibió fue una mirada cargada de dolor, sus orbes brillando por las lágrimas mientras se deslizaba por la pared perdiendo el conocimiento y cerrando los ojos.

Hyunjin observo sin respirar a Jeongin se cargado como un saco sin vida, manchado de sangre. Y esta vez no era sangre de algún idiota que se quiso aprovechar de él, no era sangre de Changbin la vez que lo lavo a él. Era su sangre propia, lo habían herido, habían herido a su ángel sin siquiera él poder hacer algo para impedirlo.

Pero incluso con aquella herida en su cuerpo, el alfa supo que había un dolor más profundo que una cortada. Y al voltear a mirar su alrededor encontró cuál era esa herida.

Poniéndose de pie mecánicamente se acercó a pasos lentos, la respiración se agolpó en su pecho, sus manos cayeron a un lado de su cuerpo, no supo bien que expresión puso mientras se balanceaba hasta unos metros en el patio donde un camino de sangre lo guiaba.

Se detuvo frente al bulto, comenzando a arrodillarse lentamente Hyunjin entendió el dolor en el corazón de su omega, entendió la desesperación y el llanto sin control.

Su cuerpo palideció y sus manos se sintieron heladas mientras pasaba saliva.

Con cuidado y sin pensarlo comenzó a pasar la mano en el pequeño cuerpo inerte de Kkami.

Manchado de sangre seca y también aún húmeda, la herida abierta en su cuello logrando ser difícil reconocer su rostro. Pero era él, un Kkami muerto y sin vida.

Una toalla blanca cayó en sus manos, no necesitó mirar atrás para saber que era Minho. Extendiendo la tela con las manos temblorosas envolvió a Kkami en silencio, lentamente y con cuidado, tomando su pequeño y liviano cuerpo lo abrazó contra su pecho mientras se ponía de pie.

Con ayuda de Minho cabó con hoyo un poco profundo en un extremo del patio, detrás de algunos arbustos. Dejando caer al pequeño Kkami dentro observo sin parpadear el bulto con colores blancos y rojos ser cubierto con tierra y polvo de apoco.

Minho dejo caer la pala y se colocó de cuclillas a un lado de su jefe.

Lo observo por varios minutos, Minho sabía, ya había cosas que Hyunjin estaba maquinando, odio generándose en su ser, sus ojos sin vida y opacos no te daban ni siquiera una idea de que estaba pensando, tal vez planeando incendiar el país o como ayudaría emocionalmente a su omega.

O todo junto, o tal vez ninguna de esas opciones.

Tal vez solo estaba con la mirada perdida sin saber como reaccionar.

Pero Hyunjin nunca se permitía ser emocional justo en ese momento.

- ¿Hasta que punto crees que llega la estabilidad de un omega?. Uno como Jeongin- escuchó la pregunta. Sin embargo era una respuesta difícil.

- No mucho, pero si hay rencor y lo sobre esfuerzas un poco no puede resultar tan mal- Hyunjin asintió y se puso de pie.

- Bien.

Fue lo único que dijo, Minho tampoco necesito más, ya luego Hyunjin le hablaría de sus pensamientos, que muy seguro eran ideas brillantes.

+

Hyunjin tuvo que lidiar con muchas cosas, una de esas era el llanto frenético de Byungchan, y el llanto silencioso de su abuela. Choi literalmente se colgaba a él apoyado a su hombro y le pedía perdón a gritos.

El jefe no iba a negarlo, sabía que no era culpa de Byungchan, pero le causaba conflicto saber que dejaron solo a Jeongin. Pero habría sido peor, muy seguro ellos también habían acabado muertos. Hyunjin estaba seguro que Jeongin no era el blanco para ese ataque, eran todos menos él.

Jeongin debía ser el último, cuando se lo arrebate todo irá por su omega. Estaba seguro.

- Ya Byungchan, sabes que no sirve de nada darle espacio al arrepentimiento. Lo hecho, hecho esta- el mayor no se calmó ni un poco mientras hipaba y se encogía un poco más contra su cuerpo.

Palmando su espalda Hyunjin soltó un pesado suspiro al observar a su abuela jugar con sus dedos sentada en el sofá, lloraba tan despacio que le preocupada que lo esté reteniendo. Después de todo además de que Jeongin salio herido, el cachorro que ella siempre alimentaba había muerto y le afectaba de sobre manera.

Sin sorprenderse Hyunjin escucho la puerta principal abrirse en un estruendo. Seungmin llegaba con expresión de espanto y realmente pálido, el sudor corría por su piel y el cabello se encontraba tan desordenado que el alfa supo que su apariencia era lo último que miró al venir hasta ahí.

Apenas lo vio se acercó apresurado.

- ¿Donde está?, ¿e-esta bien, cierto?, ¿perdió mucha sangre?, puedo dar mi sangre, ¡¿no se murió, cierto?!- Hyunjin tomó aire mientras Seungmin comenzaba a sollozar como un bebé en medio de la sala de estar.

Ahora era Byungchan, Seungmin y su abuela llorando y buscando consuelo cuando lo único que él quería era darse una ducha y encerrarse con su omega a pensar.

- No necesita sangre, esta estable pero muy anestesiado por la cirugía. Si estuviera muerto no estaría yo aquí de pie.

Apartando a Byungchan el alfa ignoro su llanto intensificándose, ya iba entendiendo que lo hacían por pura desesperación. Se dirigió a las escaleras con pasos cansados comenzando a subirlas a la par que Christopher ingresaba detrás del omega. Podía sentirse tranquilo que al menos la electricidad había vuelto pero no era de mucha emoción al cruzarse con las manchas de sangre seca en el suelo.

- Preguntas a Minho. No suban hasta que yo lo ordene- murmuró perdiéndose en el piso de arriba.

Llegó hasta el segundo piso y avanzó hasta plantarse frente a la última puerta de huéspedes donde se encontraba Jeongin. Era un claro procedimiento internar a un omega involucrado ya en asuntos ilegales en un lugar más privado, y la mejor opción del lugar sería su propia casa.

Y Hyunjin tenía sus contactos privados y más confiables cuando había ese tipos de problemas. Así que Jeongin fue tratado de la mejor forma y la más profesional y lo instalaron en el cuarto de huéspedes, era para mejor accesibilidad por cada chequeo que tendría para tratar la herida ya cocida y vendada.

Dudó en entrar, observó la puerta por casi un minuto pero cuando estaba convencido su mirada bajo a sus manos llenos de sangre seca, su ropa estaba en el mismo estado.

Apretando los labios volteó y volvió hasta las escaleras, subió hasta el tercer piso e ingresó al baño al final del pasillo. Se despojo de su ropa y lo arrojó a la basura sin pensarlo, tardo más de lo pensado lavar su cuerpo y dejarlo con un buen olor gracias a la tina, hubiera usado las duchas del segundo piso pero terminaría siendo una carrera subir al ático, buscar su ropa y bajar de nuevo hasta el piso inferior.

Se colocó una sudadera y pantalones cómodos. Había pasado apenas una hora de que había terminado la cirugía del omega así que era probable que despierte en unas horas más.

Volvió a bajar al segundo piso y esta vez si se armo de valor para ingresar al cuarto de su omega.

Él había visto muchas veces a personas tumbadas en camas y conectados a esos aparatos típicos de un hospital, aliados, amigos, guardias e incluso familia.

Pero que esta vez resulte ser Jeongin que se encontraba postrado en la cama lo descolocó. Con el monitor que media sus signos vitales a un lado de la cama y conectado a su dedo índice, no llevaba un respirador ya que en ese caso no era tan necesario.

Se acercó a pasos lentos, como si algún pequeño ruido lograría despertar al omega de su profundo sueño.

Deteniéndose a un lado de la cama observó en silencio su rostro pálido, sus labios algo resecos y el cabello blanco ya con raíces negras, su rostro aniñado se encontraba en tanta calma que por un momento eso logró relajarlo.

Tomó la mesita negra frente al sofá y lo acerco a la cama, se dispuso a tomar asiento y cruzarse de brazos listo para admirar a su ángel y comenzar a pensar lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

Todo se complicaba, y para mal. Y Hyunjin no hablaba de él, nunca se trataba de él, sino de Jeongin, siempre era Jeongin. Hyunjin no se consideraba un hombre de hierro, y difenivitamente era algo que Jeongin y él eran conscientes en esos días. Sin embargo estaba seguro que su habilidad de ignorar las emociones era muy buena.

Pero Jeongin no era así, podía ser fuerte y capas, pero era muy propenso a guiarse por lo emocional y lo vulnerable.

Ahora, ¿cómo actuaría cuando despierte?, ¿se pondría a llorar o estaría en shock?. Definitivamente si el omega entraba en un estado de negación Hyunjin acabaría en un desastre de ansiedad y sin saber que pie mover primero al caminar. Para él hacer movimientos para consolar al omega era como tomar sus decisiones para avanzar con su día a día.

De algo si ya estaba seguro, los pensamientos que estaban vagando por su mente ya no tenían punto de retorno, iba a hacerlo, solo había de idear un plan perfecto, conciso y sin errores.

Había mucho que hacer.

Por qué para él comenzaba la jugada.

Y su primera movida tenía como primeras consecuencias la estabilidad de Jeongin.

Por qué sí, incluiría a Jeongin en su primer movimiento.

Y no precisamente para lanzarse al enemigo y matar a más de la mitad de una vez como ellos lo habían hecho. Sino un plan más culto y sin ganancia fija, apuntaba por mucho más a la venganza.

No una venganza de su parte, esa sería la venganza de Jeongin.

Claro que el omega aun no era consciente de eso, pero eran simples detalles. Hyunjin se encargaría, pero Jeongin sería el disfrute, quien lo presencié todo, esa movida sería por y para su omega, nadie más.

+

Hyunjin se mordía el pulgar con nervios mientras observaba de forma cautelosa al médico revisar a un Jeongin consciente y silencioso. Había despertado finalmente muy temprano esa mañana. El médico pasaba su linterna por sus ojos y lo hacía dar bocanadas suaves mientras escuchaba los latidos de su corazón.

Pudo respirar cuando por fin se alejó de su espacio personal y se retiro el instrumento del oído.

- Todo parece ir bien, no hay sangrado en la herida y él no se encuentra incapaz en ninguna parte del cuerpo- Hyunjin asintió a medida que hablaba.

Al mismo tiempo observaba de reojo al omega, Jeongin miraba al doctor en silencio y no se mostraba expresivo en ninguna forma y tampoco lo miraba, sus emociones estaban tan estables y sin ápice de mostrar indicios de algo que por un momento Hyunjin se quiso hacer pipí del temor de no saber que cruzaba por mente.

- La anestesia aún se encuentra trabajando en su sistema por lo que será algo lento en contestar o lograr comprender las cosas- Hyunjin volvió a prestar atención al médico y asintió a sus últimas palabras de advertencia y consejos.

Lo despidió en la puerta donde un guardia lo esperaba para acompañarlo a la salida. Cerrando la puerta detrás suyo volteó de forma automática hacia el omega. Nunca creyó estar tan nervioso y preocupado a la vez cuando está vez si se encontró con sus ojos expectantes y opacos.

Deslizándose por la habitación se sentó de forma cautelosa a su lado, Jeongin se encontraba semi acostado apoyado contra las almohadas y mientras iba avanzando lo siguió en todo momento con la mirada.

- Hola- saludo, sintiéndose algo estúpido y aun más nervioso-. ¿Cómo te sientes?, ¿quieres beber agua?.

Jeongin lo observo tan solo unos segundos más antes de apartar la mirada y observar sus manos por otros largos segundos. Y luego de forma lenta y con una mueca se movió en la cama intentando irse más lejos de él.

- Jeongin- llamó, preocupado al verlo tensarse tal vez por el dolor que se estaba haciendo presente en su abdomen.

Lo tomó del brazo cuando este lo ignoró y se siguió moviendo. Y cuando levantó la mirada ambos se miraron sin parpadear, Hyunjin no pudo concentrarse mucho a lo que estaba pasando cuando el omega ladeo lentamente la cabeza en un gesto tierno.

Es por eso que apenas pudo reaccionar cuando volvió a impulsarse y hacerse una vez mas a un lado.

Se enderezó dispuesto a tomarlo e inmovilizar al omega de una vez, si necesitaba atarlo a la cama y evitar que mueva un solo dedo lo haría.

Sin embargo Jeongin se quedó quieto de una vez, lo observo en silencio cuando dejó caer las manos a su regazo y lo miró con un reflejo tranquilo y calmado.

Y con suavidad palmó a su lado, y al bajar la mirada Hyunjin pudo comprender.

Le había hecho espacio a él.

Relajándo sus hombros Hyunjin negó mientras una pequeña sonrisa se instalaba en sus labios.

- No debiste forzarte de esa manera, estaba bien sentado- murmuró, sin embargo no desaprovechó el momento y menos cuando el omega se tomó unos segundos de dolor para hacerlo sentir cómodo.

Deslizándose se acomodo contra la cabecera a su lado y le ofreció una leve sonrisa al menor quien lo observaba atento. Y sin decir nada Jeongin le dio la espalda para luego caer sobre su torso, Hyunjin se dejó sin rechistar cuando tomó sus manos y lo hizo envolver su cuerpo en un gesto protector.

Y fue él quien terminó sus intenciones y comenzó a frotar con todo el cuidado del mundo su abdomen sobre la tela, disfrutando escuchar a Jeongin soltar un largo y calmado suspiro mientras se relajaba encima suyo, su cabello le acariciaba el mentón mientras observaba las manos contrarias reposar sobre sus brazos en silencio.

- ¿Seguro que no quieres agua?- Jeongin negó con la cabeza-. ¿No tienes ganas de hablar?.

Silencio.

Y a Hyunjin le tomo un momento comprender que era un claro "Hable usted y yo escucho".

- Probablemente comenzaras a ser más consciente de lo que ocurrió cuando la anestesia deje de hacer su efecto- Jeongin lo escucho atentamente-. Cuando eso pase, puedes decirme que es lo que realmente sientes al respecto...que sentiste en ese momento, puedes decirlo y necesito que lo hagas también.

A Jeongin le tomo varios segundos en asentir lentamente, Hyunjin estuvo satisfecho con eso. Dejó que el silencio reine entre los dos y espero paciente a que el omega hable finalmente y diga cualquier cosa incoherente que delate emociones, por que hasta el momento Jeongin se mantenía neutro y silencioso.

Hyunjin no sabe cuanto paso, pero maldijo cuando fue despertando y cayó en cuenta que se había dormido. Sus brazos aún sostenían el cuerpo del menor, sin embargo este ahora también estaba dormitando, su cabeza se encontraba apoyado sobre su hombro y sus brazos se abrazaban al suyo acostado de lado en donde no estaba la herida.

La típica posición de cucharita.

Apoyándose en su codo Hyunjin dejó que la cabeza del omega se deslice hasta caer en su brazo y así poder observar su rostro. Un suspiro profundo y derrotado abandono su nariz al ver sus ojos rojos e hinchados, el rostro sonrojado y las lágrimas secas en su piel le indicaba que no había pasado mucho de que se había dormido llorando.

Entonces ya había pasado el efecto de la anestesia.

Palpando el bolsillo de sus pantalones retiro su teléfono y observo la hora, 12:43pm. Volviendo a guardarlo se dispuso a ponerse de pie, ya estaba por pasar la hora del almuerzo y Jeongin aun no había digerido nada. Acomodando al menor se dirigió a la puerta y lo abrió dispuesto a salir de prisa.

Sin embargo casi causó un estruendo al chocar con un carrito justo frente a la puerta. Bajando la mirada halló una bandeja llena de comida, todos líquidos, yogurt de distintos sabores, paquetes pequeños de gelatina y una botella de agua saborizada.

Bueno, le ahorraron el trabajo.

Tomando la bandeja volvió hasta la cama y lo dejo sobre la mesita de luz.

Ahora venía el trabajo más duro y devastador: Levantar a Jeongin y hacer que coma sin que se eche a llorar o tenga un ataque de recuerdos por lo sucedido.

Volteando con cuidado al omega se tomó unos segundos para apreciarlo dormir. Hyunjin no quería despertarlo después que hubiera dormido llorando, de seguro tan cansado y dolido. Sin embargo que no halla comido nada desde el día anterior tampoco era reconfortante.

Así que con suaves toques comenzó mover el hombro del omega para levantarlo. Al principio parecía una piedra que no cedería, lo movió unas diez veces y este siguió sin siquiera parpadear, pero apenas lo llamo un par de veces Jeongin comenzó a despertar.

Le ofreció una sonrisa de boca cerrada mientras Jeongin fruncia el ceño adormilado y se frotaba los ojos.

- Es hora de almorzar, ángel- Jeongin volteó a mirar la comida y frunció aun más el ceño, hasta el punto de querer hacer reír a Hyunjin.

No era la comida más rica y satisfactoria, consumir mucho líquido a veces no era atractivo. Pero Hyunjin no iba a permitir que esa tierna mueca de disconformidad haga que le ofrezca al omega algo que le pueda caer mal a su cuerpo aun débil y recién recuperándose.

- Vamos, no sabe feo- Jeongin apenas cambio su expresión.

Negando divertido Hyunjin ayudo al menor incorporarse, sosteniendo su cuerpo acomodó las almohadas de forma recta y encimada para así poder apoyar al omega contra este finalmente semi acostado.

Clavando la pequeña pajita en el envase de yogurt se lo extendió al omega.

Jeongin comenzó a beberlo en silencio, no retiro el envase de su boca hasta que estuvo vacía y Hyunjin le extendió otra. Bebía con la mirada puesta en la punta de sus pies y se perdía en sus pensamientos, aveces Hyunjin sentía su corazón encogerse y de la nada las sensaciones desaparecían.

Y cuando Jeongin fue por el cuarto y último yogurt la sensación de dolor volvió, pero esta vez para quedarse. Y Hyunjin observó en silencio a Jeongin beber de su yogurt mientras comenzaba a llorar, las lágrimas bajaban por sus mejillas y los sollozos se ahogaban cada que el omega daba un sorbo a su bebida y luego volvía al llanto.

Cuando le extendió la gelatina Jeongin no tardo en negar mientras hipaba. Hyunjin sintió el sabor amargo instalarse en su boca, era un completo calvario sentir el corazón de su omega tan lastimado, saber que probablemente su llanto no se detendría por mucho tiempo y el dolor de aquella herida seguiría ardiendo, no física, sino emocional.

- Y-yo intente matarlo- Hyunjin se sorprendió al escuchar la voz, Jeongin finalmente hablaba.

- ¿A quien?- el omega sorbió su nariz y se encogió antes de hablar.

- A ese hombre...que l-le hizo daño a Kkami, yo un m-momento no pude pensarlo y me aterró la idea de que le haga daño...así que intente apuñalarlo antes de que lo toque- Hyunjin apretó los labios mientras Jeongin volvía a sollozar-. E-es por eso que me apuñaló también a mí...p-pero hyung él l-lo hizo primero, él lo hizo sufrir...no soy un monstruo por intentar impedirlo.

Hyunjin dejó caer la gelatina de nuevo en la bandeja. Volviendo hacia el omega se inclinó lo suficiente para que Jeongin solo envuelva su cuello y lo abrace intensificando su llanto, su mano acaricio de arriba a bajo su espalda indicándole que estaba ahí, que no lo juzgaba, Hyunjin más que nadie no lo hacía.

- Tu reacción solo demuestra que eres más humano de lo que crees...no un monstruo, jamás serias uno, ángel- Hyunjin suspiró mientras escuchaba a Jeongin desahogarse contra su oído, su cuerpo temblaba contra el suyo.

Jeongin cerró los ojos con cansancio, sus manos se hicieron puños en la sudadera del mayor mientras comenzaba a calmarse.

- E-entonces...¿no esta mal que odie tanto a ese hombre al punto de querer que le pase algo malo?- Hyunjin incluso la pregunta se le hizo inocente y pequeño.

- Es lo mínimo, ángel.

+

Tres días, habían pasado tres días desde el ataque. Jeongin podría decir que estuvo solo la mayoría del tiempo y que lloraba sin consuelo hasta el último aliento.

Pero era mentir. Literalmente Hyunjin lo bañaba, vestía, cambiaba sus vendas, limpiaba sus lágrimas, lo escuchaba llorar, lo alzaba al caminar y hasta le llego a cepillar los dientes. Jeongin hasta por un momento había olvidado como hablar por que todo lo que necesitaba el alfa ya estaba enterado antes de que lo diga.

Ese día, mientras Hyunjin buscaba el almuerzo se animo a moverse por sí solo.

Poniéndose de pie con toda la suavidad posible se tomó un momento para estabilizarse, tres días de estar en cama lo había dejado débil y vulnerable, y Jeongin recuerda muy bien escuchar al doctor decir que debía moverse cuanto antes una vez se sienta mejor para no perder el ritmo de su rutina.

Y era lo único que Hyunjin no había obedecido del médico, como si el alfa supiera más que el mismo profesional.

Acomodando su suéter dejo una pequeña caricia a su herida, como si le dijera "compórtate bien hasta que termine de bajar las escaleras". Y es que había momentos en que la herida comenzaba a arder como nunca hasta sacarle pequeñas lágrimas, y no era bonito por que mientras él lloraba Hyunjin entraba pánico y amenazaba con matar al médico si no calmaba su dolor en segundos.

A Jeongin hasta le daba pena ver las piernas del beta temblar cada que entraba a la habitación.

Jeongin llegó hasta las escaleras, estaba en el segundo piso así que Hyunjin no podía alterarse tanto. Bajando escalon por el escalon Jeongin se sostenía con toda la paciencia de mundo. Cuando llegó al vestíbulo pudo respirar un poco.

Sin embargo no pudo avanzar al notar el cambio de escenario en el vestíbulo, el moquette anteriormente de un color gris ahora fue remplazado por solo el piso de madera, limpio y pulcro, y al bajar los peldaños la alfombra del salón también había desaparecido dejando todo con el reluciente color madera.

Avanzando con algo de tensión se detuvo frente al sofá y tomó asiento. Sus ojos repasaron su alrededor como si estuviera viendo algo grabado, incluso podía anticipar las luces apagarse y a ese hombre de sonrisa torcida ingresar a la casa con un cuchillo, al personal correr y ser asesinados a sangre fría mientras lo suplicaban huir y él solo los admiraba congelado del pánico y el terror.

Incluso podía verse a si mismo corriendo con Kkami en brazos.

Kkami...

- ¿Jeongin?- el omega subió la mirada, un leve escalofrío recorrió su cuerpo por la sorpresa de ser interrumpido con la penumbra de sus pensamientos.

Hyunjin lo mirada entre una mezcla de regaño y preocupación.

- Oh...hyung ya no sentía mi espalda- carraspeó y aclaró-. Así que me permití moverme un poco.

- Bajaste las escaleras solo- lloriqueó aterrado mientras se dejaba caer a lado del omega.

- Sí, y estoy entero, ¿lo ve?- Hyunjin entre cerro los ojos mientras Jeongin soltaba una risa inocente, con cuidado se apoyó en el respaldo y movió los pies-. ¿Hoy volveré a almorzar puré?, ya no es divertido- se quejó.

Hyunjin se relajó ante la pregunta y negó suavemente.

- No, hoy ya comerás normal- respondió, evitando alarmarse cuando el omega alzó los brazos en una pose de festejo-. Aunque pensaba llevártelo a la habitación, pero ya que estas aquí.

Jeongin se acomodo emocionado en el sofá, Hyunjin le colocó una mesa de madera alta justo frente suyo y encima una bandeja de comida, finalmente comida, arroz, carne y salsa. Su boca se hizo agua mientras esperaba impaciente a Hyunjin romper sus palillos y entregárselo.

Bueno, fue como olvidar que Hyunjin estaba ahí. Devoró toda la comida como si hubiera pasado años de no haber comido normal, incluso se termino manchando la ropa para después ser limpiado por Hyunjin. Hasta en un momento vergonzoso el alfa se preocupaba por él.

Y ahora tomaba su jugo mientras entre cerraba los ojos hacia Hyunjin quien reía por su comportamiento. El personal se estaba encargando de llevar la mesa y bandeja vacía, personal que Jeongin nunca había visto en su vida, probablemente recién contratados.

La tarde paso relativamente rápido. Hyunjin se encargo de volver a lavar su cuerpo y en ese momento se estaba encargando de su cabello la cual no había sido atendido hace cuatro días. Jeongin se sentaba en el suelo y apoyaba la cabeza en el borde de la tina y Hyunjin se sentaba sobre este, ambos concentrados en sus cosas.

El omega observo el techo, estaba resultando difícil, desde hace tres días, llegaba un momento en la noche, la misma hora en que solía ponerse a jugar con Kkami, y se ponía a llorar hasta que el dolor de la herida y la cabeza no lo dejaba seguir. Aveces a Hyunjin le tocaba darle pastillas para hacerlo dormir, y otras lo dejaba sacarlo todo hasta que él solo caiga dormido.

Sus manos temblaron sobre su regazo y mordió su labio inferior reteniendo el nuevo sollozo, no era como si él se obligará a llorar, simplemente llegaba de repente y no lo dejaba retenerlo, no le dejaba refutar, simplemente en segundos ya se estaba ahogando en sus lágrimas.

- Ángel, ¿quieres ver una película?- Jeongin parpadeó con los ojos húmedos, subiendo un poco la mirada encontró a Hyunjin aún concentrado en lavar su cabello lleno de shampoo.

- ¿P-película?.

- Así es- no tenía muchos ánimos, pero Hyunjin parecía querer distraerlo y él apreciaría ese detalle.

- Claro.

Cuando Hyunjin terminó de frotar su cabello con la toalla y lo peino ya casi plenamente seco se permitió colocarse la ropa por si solo. Solo una camiseta holgada y shorts negros después de la ropa interior. Dejo que Hyunjin desinfecte la herida y lo moje con alcohol para limpiarlo para después finalmente poner un parche, ya la venda no era necesario.

Ambos bajaron en completo silencio, en realidad la casa a excepción de los guardias estaba completamente vacía ya que era domingo y el personal se retiraba luego del almuerzo, y la abuela Kim tenía el día libre.

Jeongin se dejó caer en el sofá mientras veía al mayor prender la televisión. Él no entendía mucho de aquella tecnología pero de lo que sí estaba consciente era de que para ver Netflix debía solo apretar unos botones con el control remoto y podrían buscar su película.

Pero Hyunjin solo lo prendió y prosiguió a conectar y pequeño USB detrás de la televisión. Cuando la pantalla se iluminó con los archivos de la memoria Hyunjin tomó el control remoto y se dejó caer a su lado, estiro de Jeongin hasta colocarlo en medio de sus pierda y apoyar su espalda contra su torso.

- ¿Ya vio la película?- preguntó Jeongin viendo al alfa entrar en la única carpeta con una fecha como nombre.

- No- Jeongin volteó la cabeza hacia el alfa y lo encontró aún concentrado en la televisión.

- ¿Es de terror?- preguntó dudoso, Hyunjin volteó a mirarlo y le ofreció una sonrisa ladeada.

- Sí.

Jeongin volvió la mirada y pasó saliva, no, definitivamente no era su género favorito y tampoco con los cambios de humor que traía se creía capas de tolerar su corazón asustarse por una película de terror. Movió los dedos ansioso al ver a Hyunjin reproducir sin rodeos el único video de la carpeta.

- H-hyung...no creo que sea buena idea- su voz salió algo entre cortada, y es que no deseaba acabar con el entusiasmo de Hyunjin pero no estaba seguro de poder con una hora de terror.

Jeongin se relajó cuando la mano del alfa comenzó a dejar pequeñas caricias a su cabeza, rasco un poco hasta hacerlo estremecer con sueño, ni siquiera intentó quejarse cuando la película comenzó a reproducirse.

El video iniciaba en una habitación, oscura y silenciosa, era grabado desde una perspectiva que parecía ser un documental. Jeongin observó nervioso a un hombre sentado en una silla en el centro, amarrado de pies a cabeza y con la cabeza hacia el frente probablemente inconsciente.

Su cuerpo se estremeció cuando sintió la respiración de Hyunjin chocar contra su oído.

- Es basado en hecho reales- eso no era lo que Hyunjin le diría a un omega asustado.

Pero Jeongin tenía el nudo de nervios es su garganta que no lo permitió quejarse. El video avanzó, parecía haberse adelantado por que de pronto frente al hombre en la silla se hallaba otro de pie de espaldas a la cámara, Jeongin intentó mirar a cualquier lugar por que no le parecía que iban a alimentar y acariciar al secuestrado, había un ambiente tétrico y silencioso que ya le colocó los bellos de punta.

Y no tardo en tensarse cuando el hombre en la silla comenzó a romper en llanto. Sus labios se apretaron sin entender, no era un comienzo normal, tampoco era lo que esperaba de Hyunjin para distraerlo. Se vio obligado a tomar asiento al ver al hombre de pie señalar algo detrás suyo y en segundos le habían acercado una mesa llena de herramientas, el hombre de pie quien cargaba con una capucha negra se volteó hacia la mesa aún espalda a la cámara y comenzó a tantear entre las herramientas sin saber cual escoger, mientras frente suyo el hombre aún sollozaba y se removió desesperado en un intento de huida.

- Hyung...- llamó nervioso cuando la cámara fue alzaba por alguien y con pasos firmes se acercó al hombre amarrado, le enfocó el cuerpo saltar tembloroso mientras su cabello negro caía desordenado y húmedo del sudor. Jeongin apretó sus manos al ver la sangre seca en su cuello y oreja. Volteó a ver a Hyunjin y estiro de su manga-. N-no quiero verlo...por favor...-

Hyunjin no pareció ni un poco alterado, ni un destello de misericordia cruzó por su mirada mientras volvía a señalar la televisión.

- Mira, ángel- mordiendo su labio inferior Jeongin volvió la mirada mientras abrazaba su estómago con los nervios a flor de piel. Sus ojos se movían inquietos por toda la habitación queriendo que finalmente lleguen a ese momento que lo iba a asustar, necesitaba recibir el susto de una vez y así lograr que Hyunjin quite la película.

Se vio obligado a no cubrir sus ojos cuando el hombre de pie finalmente escogió un martillo, ¡un martillo!. Jeongin estaba tan tenso que era imposible que Hyunjin no lo note. El hombre de capucha se volteó hacia el otro quien seguía sollozando y sin tacto lo tomó del cabello hasta hacerlo levantar la cabeza con un gemido del dolor.

Y antes de que el rostro del hombre sea golpeado por el martillo Jeongin lo vio.

Ese rostro...ese hombre él lo conocía.

Era el mismo que lo había apuñalado.

Como iba a olvidar ese rostro que le había ofrecido una mirada furiosa al haber saltado sobre él, o la satisfacción cuando le clavo el cuchillo, o la sonrisa cuando tomó a Kkami y lo mató sin mostrarse ni un poco afectado a sus alaridos de dolor y cuando lo vio retorcerse sufriendo, o cuando se rió al ver a Kkami llorar y quedarse quieto y sin vida.

Los ojos se le llenaron de lágrimas mientras veía a otro hombre aleatorio volver a levantar al beta en el suelo, el martillo había dado justo en la mejilla y su rostro ya se veía deformado por la sangre y su mejilla hinchada por el golpe, ni siquiera pudo cerrar la boca la cual dejaba caer sangre sin filtro. Jeongin no parpadeó al ver al otro volver a levantar el martillo.

Y aunque salto en su lugar y su estómago se revolvió no cerró los ojos al verlo golpear la rodilla de aquel hombre hasta escuchar su hueso romperse y al beta gritar con horror,  sus sollozos le sacaron un escalofrío pero Jeongin no podía sentir culpa, no podía pensar que era demasiado o que no quería verlo.

Él solo pensaba que estaba siendo muy poco, que ese hombre se merecía más.

Hyunjin observo al omega, vio su rostro ya pálido y el sudor recorrer su piel tal vez por el susto y los nervios, el temblor en sus labios delataba cuanto se estaba conteniendo para no sollozar por las imágenes que estaba presenciando.

Pero su ángel no apartaba la mirada.

Como esperó, Jeongin tenía suficiente rencor para tolerar aquella tortura.

Hyunjin observaba por momentos la televisión y luego de nuevo a Jeongin. Y se sorprendió incluso cuando el omega lo aguanto hasta el final, con los 16 minutos de tortura que duraba el video Jeongin lo vio sin parpadear, escucho sin ninguna queja al hombre gritar y ser apuñalado una y otra vez, escucho los sonidos del cuchillo rompiendo la carne sin compasión y la sangre caer como cascada alrededor de su cuerpo.

Se contuvo hasta el último aliento de fuerza.

Y cuando el video finalizó Jeongin descendió la mirada con los ojos bien abiertos y las manos temblorosas. Inclinándose hasta el menor Hyunjin deslizó su mano por su mentón y lo obligó a mirarlo, su rostro se sentía caliente, casi como fiebre, y con cuidado Hyunjin fue retirando el sudor de su piel mientras sonreía levemente.

- ¿Sabes que es lo mejor cuando inicias una jugada?- preguntó, y no espero que lo sepa, solo esperaba que asimile la pregunta y espere una respuesta-. Cuando haces la jugada es aburrido, pero al momento en que das la primera movida deja de ser monótono, cuando inicias de forma tan satisfactoria sólo quieres más- Jeongin parpadeó al sentir el pulgar del mayor acariciar su mejilla, la sonrisa que le ofreció hizo a su corazón acelerarse ilusionado-. Te use en mi primera movida, ángel...pero no puedes decir que fue desagradable, ¿no?. Lo hice por y para ti, incluso si no hubieras deseado esto, no hay vuelta atrás por que la venganza está hecha.

Hyunjin levantó el mentón del omega y rozó sus narices con un leve cosquilleo observando al menor temblar aún vulnerable, sin saber como reaccionar a su insinuación luego de todo lo que presenció, luego de no sentir más que desagrado a aquel beta ser torturado de aquella forma.

- Ya que lastimaron a mi ángel...yo les devolveré el golpe a mi manera y mucho peor...estoy tan arrepentido de haber permitido que te lastimen así- el omega observo de forma automática la lengua del alfa remojar sus labios.

Sus sentidos parecían dejar de trabajar para su alrededor y solo se enfocaban en Hyunjin, en su aroma terriblemente embriagante y su voz baja y ronca endulzado sus oídos, sus manos fueron a caer sobre su regazo y sus ojos se movían sobre las del alfa hasta sus labios. Hyunjin pasó lentamente el pulgar sobre el labio inferior del omega, todo su piel se encontraba tan caliente por los nervios que le satisfacía en cierto punto.

- ¿Qué crees que debería hacer después?- Jeongin subió la mirada cuando Hyunjin le ofreció una sonrisa torcida y entretenida-. Tal vez Jeonginnie puede hacer un plan y darme órdenes. Yo puedo obedecerte a ti si me pides matarlos a todos de una vez.

Jeongin paso saliva al sentir que los nervios calentaban su piel. Su rostro se inclinó más cerca del alfa, como un imán, intentando de alguna forma que Hyunjin le de la atención que su cuerpo estaba pidiendo. Su respiración se sentía afectada pero al mayor no pareció importarle, y juró sentir que su cuerpo reaccionaba al sentir los dedos del alfa enterrarse en el cabello de su nuca y estirar de forma juguetona.

- Respondeme, ángel- Jeongin dejo escapar un suspiro casi afligido mientras pasaba saliva buscando su voz.

- D-después...puedo responderle después- Hyunjin sonrió entretenido, tan satisfecho al ver que el omega parecía olvidar rápido lo que acaba de ver simplemente para concentrarse en él, en la pequeña insinuación que le ofreció que pareció hacerle efecto tan bien-. Alfa puede...mm, p-puede...-

Hyunjin soltó una pequeña risa antes de soltar al omega y deslizar sus manos sobre la tela de su camiseta. Jeongin respiró hondo y tembloroso al sentir el pulgar del alfa rozar de forma tortuosa sobre su pezón y bajar hasta su cadera, su piel cosquilleo en el mismo instante en que Hyunjin deslizó la mano dentro de su prenda.

- Ángel esta deseando tantas cosas sucias, pero actúa tan tierno- Jeongin mordió su labio inferior avergonzado y tembloroso cuando Hyunjin se inclinó a su cuello y comenzó a besar su piel, debajo de su oreja y a un costado de su mentón.

Y lo que finalmente le saco un gemido ahogado fue sentir sus dientes morder la marca de forma juguetona, no le hizo daño, al contrario la acción pareció mandar descargas justo a ese punto que comenzaba a mojarse por el embriagante aroma y los besos húmedos. Sus manos se sostuvieron en el hombro del mayor cuando el alfa comenzó a arrimarse encima suyo, colándose en medio de sus piernas y subiendo las manos por su cintura hasta su pecho, donde las caricias parecieron arder como fuego placentero.

- Hyung...- Hyunjin dejó reposar el cuerpo del omega sobre el sofá, su mano tomó la del omega en su hombro y lo acaricio con suavidad antes de llevarlo a sus labios, ambos observándose fijamente con la respiración algo inestable y sus aromas mezclándose de forma embriagante.

- Sí duele puedo parar- Jeongin se estremeció al sentir el dedo del alfa pasar sobre el parche en su abdomen, y realmente dolía, pero al ser rozado con los dedos del alfa de esa manera se convertía en un dolor placentero, cosquilleante.

- N-no...esta bien- Hyunjin sonrió, esperaba esa respuesta.

Dejando caer la mano del menor tomó la camiseta del omega y lo estiro hasta la altura de sus labios.

- Muerde- Jeongin obedeció al instante, observando con las mejillas sonrojadas a Hyunjin inclinarse hasta su torso, su piel caliente fue abrazado por la lengua del alfa pasando en medio de su pecho y lamiendo alrededor de su pezón hasta que sus labios se cerraron sobre este robándole un jadeo sin aliento.

Y cuando la mano del alfa se deslizó dentro de su ropa interior Jeongin se permitió disfrutarlo. Esa noche estalló de placer luego de tantos días de tormento y se permitió olvidar que disfrutó ver a un hombre ser torturado y que probablemente seguía en un gran peligro en esos momentos.

Esa noche Jeongin soñó a un Hyunjin pequeño jugando con muñecas junto a su madre omega.

Fue el único feliz antes de más pesadillas, pero que hubiera sido la primera vez le confirmaba que Hyunjin tal vez si estaba esforzándose en sanar, o incluso lo hacía de forma inconsciente cuando estaba con Jeongin.

No importaba que lo depare el futuro. Mientras Hyunjin siga sanando Jeongin estaría satisfecho.

Yo se que esperaban detalles, no me lo nieguen puercxs 😘

Je, no puedo esperar que les haya gustado por que probablemente la sufrieron, pero si. Espero estén bien ASKSDNDN😭

Tengan un lindo día o una buena noche <3.

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