33
Ese día era especial, más que especial, era histórico. Bueno, al menos así lo pensaba Jeongin.
Esa vez si tendría una cita con su alfa. Una real, una romántica, una sin terminar en la cama inconsciente por una herida, que aunque se oye atroz, fue un momento especial en la vida del omega.
O una sin acabar en la cama y hechos un lío de gemidos. Sí, Jeongin se encargaría que no lleguen a eso, al menos ese día.
Aunque el omega ya había vuelto a su momento de crisis de no saber que utilizar. Esta vez Hyunjin no fue tan mala persona y le aclaro que cualquier vestuario se adecuaría al lugar en el que irían. Con eso Jeongin pudo elegir su vestuario y tomarse el tiempo de respirar antes de que el alfa lo recoja.
Así que ahí se encontraba de nuevo, observándose en el espejo grande del gimnasio, sin embargo en esa ocasión nadie lo acompañaba, solo era él y sus nervios mientras se observaba el cuerpo completo una y otra vez.
Se dijo que no volvería a repetir el pánico de la última vez, estar horas buscando un conjunto lo había abatido y también le había hecho entender lo rápido que podía jugarle los nervios. No por nada se había arrojado detrás del sofá cuando Hyunjin llegó.
Así que ese dia traía unos shorts azul marino con una camisa del mismo color, la camisa totalmente abrochado hasta el cuello y cayendo fuera de sus pantalones quitándole el aspecto aburrido, unas medias negras un poco más arriba de los tobillos y zapatos con plataforma un poco alta.
Peinando una vez más su cabello blanco se sintió satisfecho. Este caía lacio y había adoptado un color casi plateado.
Alzando sus puños frente al espejo se dio fuerza a sí mismo, y la realidad era que para él ya no era tan difícil merodear al rededor de Hyunjin, al menos no mientras el alfa no lo moleste con comentarios sexuales o melosos.
Todavía recuerda sus primeros encuentros. Jeongin ahora sentía leve vergüenza al recordarse a sí mismo a punto de enterrar su cabeza en el suelo por el simple respirar de Hyunjin cerca suyo.
Bueno, seguía siendo así. Pero la diferencia ahora era que no era el único que se quedaba sin aliento cuando se veía con Hyunjin.
Bajando las escaleras con saltos contentos no se preocupo por despedirse de la señora Kim, ya que era domingo y era su dia libre, y Kkami se encontraba con el personal a sus cuidados.
Saliendo de la casa bajó los pequeños escalones y se dejó caer en el penúltimo aferrando su teléfono contra su pecho, esperaría ahí al mayor ya que no era recomendable estar con la compañía de los guardias.
Hyunjin no había estado en la casa en todo el día. Habría sido un día difícil si el alfa no le hubiera llamado horas antes aclarando la cita para esa noche. Se había ido desde la mañana muy temprano y bueno, Jeongin no iba a negar que se puso a llorar apenas despertó y no lo encontró a su lado.
Lo reconfortó sentir el cosquilleo en su marca y su cuerpo calentarse agradablemente. Fue la primera vez que recibió consuelo departe del alfa a través del lazo. Y minutos después que pudo calmar su llanto una llamada entrante de parte de Hyunjin lo animó a seguir con su día.
Sabía que el alfa haría eso. Hyunjin más que nadie sabía que si era decisión del omega, nunca volvería a trabajar, y él no podía permitirse eso si no quería levantar sospechas con el omega en camino del jefe. Así que el alfa tomó la decisión de separarse de Jeongin en silencio para no pasar por el proceso del llanto.
Mala decisión, pero no tan mal resultado.
Varios minutos transcurrieron antes de que el característico sonido del código del portón siendo manejado se haga escuchar. Colocándose de pie de un salto Jeongin deslizó su teléfono dentro del bolsillo de sus shorts y luego entrelazó sus manos observando con los ojos brillantes a Hyunjin ingresar a la casa.
Como esperaba, fue como ver a un modelo de revista ir hacia él. Vestía una camiseta negra con piedritas en forma de estrellas decorando el centro, la prenda dentro de sus pantalones, unos jeans negros ajustados y con el cinto negro bien abrochado a su cadera.
Y su parte favorita, el cabello azabache tan lacio y suave cayendo a sus costados suelto y brillante.
Cuando el alfa le ofreció una sonrisa suave y cautelosa supo que esperaba a que vaya a él y comience su tarea de regañarlo y llorar por haberlo debajo. Pero por más que ese había sido su plan Jeongin no lo puso en marcha.
Por qué ese día tenían una cita, y ni en la otra vida iría con los ojos rojos y vulnerable.
Así que caminando hasta el alfa casi con pequeños saltos se lanzo sobre él, rodeando su cuello y apoyando su cabeza en su hombro con un suspiro aliviado. Y cuando su nariz olisqueó el fuerte y embriagador aroma quiso llorar, relajándose contra su cuerpo y cerrando los ojos al recibir los brazos de Hyunjin envolviendo su cintura cálidamente.
Era absurdamente difícil, sobre todo no llorar. Tuvo al alfa merodeando a su al rededor todo los días, y con un solo día de distancia sintió que podía enfermar de depresión. Se quedaba pensando, en sus besos, en su rostro, en su aroma, en su mirada y sus manos tocándolo todo el tiempo.
Eso siempre se había sentido bien, y dejar de sentir al alfa solo por horas lo devastaba.
Pero había lo bueno en toda esa horrible parte. Y es que la sensación que lo envolvía al volver a tener a Hyunjin cerca suyo era satisfactorio, el dolor de cabeza, el lloriqueo de su omega y la forma en que su corazón se estrujaba de dolor desaparecía.
- Me alegra que haya sido puntual, alfa- Jeongin se alejó lo suficiente para encontrarse con la mirada del mayor.
Deslizó sus manos por su nuca y se aferró a su suave cabello, todo su piel cosquilleando al sentir las manos del alfa estrujarlo más cerca y sus dedos comenzando a acariciar su cadera sobre la ropa.
- Te extrañe- el calor rápidamente subió por sus mejillas. Sonriendo con timidez y alivio.
Era impresionante, en cualquier circunstancia del pasado Jeongin nunca lo había notado. Pero ahora era como un panorama tan obvio, los ojos del alfa lo observaban brillantes, con atención, con cariño. Y su corazón acelerado zumbando contra su oído lo hacía sentir tan satisfecho y dichoso.
- Yo también extrañe a hyung- entre cerro los ojos segundos después-. Fue inteligente al planear esto, fue su salvación.
Hyunjin sonrió aliviado, encogiéndose de hombros e inclinándose para crear leves roces con sus narices, su piel cosquilleando al instante.
- Lo pensé toda la mañana, creo que te lo debo después de todo- ladeando la cabeza Jeongin pensó con curiosidad, ¿se lo debía?.
Hyunjin entendió que no sabia de que hablaba, así que se apresuró en aclararlo.
- Por la última vez, no fue una cita real, y por hoy. Te lo debo, ángel- comprendiendo Jeongin negó tranquilamente.
- Por lo de hoy, solo olvídelo, no estoy enojado.
- Sé que no lo estas, y es más razón para compensarte- los ojos del omega brillaron ilusionados.
- ¿Y a donde iremos?- el alfa suspiró encogiéndose de hombros.
- Secreto, necesito vendarte los ojos otra vez- frunciendo el ceño Jeongin negó inconforme.
- No quiero, de seguro solo estaremos en Seúl de nuevo, quiero ver.
- Esta vez si iremos lejos, lo juro.
- Mentiroso- sonriendo divertido Hyunjin levantó la mano a un lado de su rostro.
- Te lo juro. Iremos más lejos esta vez y quiero que sea sorpresa- Jeongin optó por quedarse en silencio varios segundos intentando encontrar opciones.
Pero no pudo ir contra los deseos del alfa, después de todo solo necesitaba no volver a dormirse y tal vez sería consciente de donde irían, estaba más que seguro que sería a una playa, y no le disgustaba nada la idea.
Soltando un suspiro derrotado terminó cediendo.
- Bien, esta bien- el alfa le sonrió satisfecho antes de deslizar la mano por su brazo hasta sus dedos y entrelazarlos.
Se dejó arrastrar con todo el ánimo, no tardaron en subir al auto y apenas terminó de abrochar su cinturón el alfa se giro hacia él con la suave tela negra para vendar sus ojos en manos.
Algo divertido con la idea Jeongin se inclinó hacia el alfa y cerro los ojos cuando Hyunjin subió la tela frente a su rostro, dejando que envuelva sus ojos y los ate detrás de su cabeza con una presión moderada. Sintió las suaves palmas del mayor tomar sus mejillas una vez la venda quedó, sus manos se apretaron con anticipación sobre sus piernas al sentir el cálido aliento del alfa mezclarse con el suyo.
Como esperó los labios de Hyunjin presionaron contra los suyos por breves segundos. A pesar de los nervios por traer la vista totalmente cubierta, sus labios se abrieron levemente y se permitió disfrutar la presión y el roce, el calor intensificándose en sus mejillas cuando los dientes del alfa estiraron de su labio inferior, lo suficiente suave para hacerlo desear más.
Hyunjin dio un apretón a sus mejillas antes de dejarlo ir.
- Estas tan bonito hoy, ángel- apoyándose en el respaldo Jeongin remojo sus labios mientras contenía una sonrisa.
- Me decidí por algo más cómodo, estoy aliviado que le guste.
Hyunjin observo la camisa abrochada hasta su cuello, deseaba poder desabrochar el primer botón y dejar a la vista la marca en la bonita piel del omega. Pero con esos detalles el menor se veía cómodo e incluso con aires de inocencia. Así que solo se abstuvo de disfrutar eso y en cambio tomo la mano del omega y entrelazó sus dedos.
Arrancando el auto se aseguro de ver por el retrovisor a sus guardias colocarse detrás suyo en sus respectivos vehículos y avanzando hasta la carretera redujo levemente la velocidad hasta que una de las camionetas estuvieron frente suyo.
Sería un viaje largo, esa vez no había mentido. Y no sabia en que manera persuadiría al omega para que duerma y no se eche a perder todos sus planes.
Tenía la ventaja de que el omega no había dormido en todo el día luego de haber despertado y de haber llorado, además de eso ya abrió los ojos desde muy temprano, estuvo todo el día débil y vulnerable. Y no, no fue lindo para Hyunjin escuchar al omega lloriquear y llamarlo todo el día, fueron varias veces en que intento ir con el impulso y subir en su auto para volver hasta él.
Pero tenía demasiado trabajo, habían socios que estaban creando problemas y trabajos que no estaban siendo bien hechos y Hyunjin debía encargarse. Pero nada ni nadie lo detuvo para ir a una cita con su ángel.
Y en realidad, también tenia un trabajo por hacer a donde irían. Así que era matar dos pájaros de un tiro: hacer su trabajo y no separarse de su ángel y además tener una cita juntos.
No iba desaprovechar la oportunidad cuando su trabajo tomaría días fuera de casa y ese tiempo era suficiente para que todo pase en su ausencia. Y una de esas cosas era que Jeongin pueda decaer peor que la vez en que había ido a Ulsan, y definitivamente él no se arriesgaría a eso.
Observando de reojo al omega lo encontró mordisqueando su labio inferior, su cabeza inclinada hacia abajo mientras sus dos manos jugaban con los dedos del alfa, retirando sus anillos y volviendo a ponerlos con distracción.
Evito emitir una risa, pero el nudo enternecido y las ganas de reír ya habían hecho subir la cabeza al omega.
- ¿Qué ocurre?- pudo soltar una pequeña risa al escucharlo, las manos del omega haciendo presión en sus dedos-. ¿Se está riendo de mí, alfa?.
- No es así- Jeongin ladeó la cabeza antes de soltar un quejido.
- En serio se está riendo de mí- el alfa aferró su mano sobre la del omega antes de que la aparte.
- Ángel se veía tierno estando en silencio- murmuró una vez más observando de reojo al omega y encontrarlo con los labios fruncidos.
- Estaba literalmente con una actitud perdida, ¿por qué me vería tierno?- volviendo a reír Hyunjin se encogió de hombros.
- Por eso mismo, te veías perdido y distraído- negando lentamente Jeongin volvió a su tarea de jugar con los dedos del alfa, girando sus anillos con distracción mientras sus oídos captaban el barullo de la ciudad a través de la ventana.
- ¿Cuanto tardaremos en llegar?- Hyunjin busco un plan rápido en su mente, era su oportunidad de distraer al omega.
- Tardaremos mucho, deberías dormir de nuevo- Jeongin rápidamente negó.
- No lo necesito, en serio quiero saber a donde iremos.
- ¿No te gusta las sorpresas?.
- La última vez que me dormí por que usted me lo pidió termine apareciendo en el piso 90 de un hotel- Jeongin hizo una mueca-. Las sorpresas de alfa son horribles.
- ¡Esta vez no será horrible!- se defendió volviendo a reír-. Quiero sorprenderte en serio, me ayudarías si te esfuerzas a dormir un poco.
Jeongin se tomó un momento para pensarlo, no era como si no confiara en el alfa, en realidad era lo último. Simplemente su idea era descubrir por sí mismo el destino de ambos, pero si el alfa estaba tan empeñado en hacerlo dormir podría ser por que en serio deseaba sorprenderlo.
- Estoy muy curioso, no creo poder dormir ahora- Hyunjin sonrió satisfecho.
- Te ayudare. Voy a apartar la mano por un momento- Jeongin no refutó cuando el alfa lo aparto al instante.
Captó a los segundos a Hyunjin presionar algún botón del auto y luego la ventana comenzar a cerrarse a su lado, volvió a escucharlo presionar un botón y con lentitud una suave y fría brisa comenzó a llenar el auto, principalmente chocando contra su rostro.
- Es aire acondicionado- el omega asintió entendiendo-. A un lado de tu asiento hay una palanca, estirálo y sin soltarlo empuja hacia atrás el respaldo, puedes acomodarlo como más cómodo te parezca.
Jeongin obedeció, la palanca cedió con algo de presión y empujando se sorprendió cuando el respaldo siguió retrocediendo hasta caer sobre el asiento trasero.
- Es como una cama- murmuró sorprendido, Hyunjin solo soltando un sonido afirmativo.
- Así es, ahora recuestate- volviendo a obedecer Jeongin se dejó caer sobre el cómodo respaldo, sus piernas subiéndose en el asiento y girando se abrazo a si mismo haciéndose un ovillo.
- Entonces, ¿debo intentar dormir?- divertido Hyunjin asintió incluso si el omega no lo veía.
Con suavidad dejo caer la mano sobre la pierna desnuda del omega, acariciando con lentitud y suavidad mientras apreciaba el corazón del omega acelerarse lentamente. Y segundos después comenzó a soltar su aroma, llenando el auto de su esencia y envolviendo al omega hasta escucharlo suspirar y relajarse bajo su tacto.
- E-eso es trampa- riendo entre dientes Hyunjin dio una leve presión a su pierna.
- Duerme, ángel.
Jeongin no pudo resistirse, el aire frío acariciando su piel se sentía tan bien, y el aroma tan fuerte y dominante del alfa lo hizo marearse y relajar sus extremidades, dejándose llevar por las lentas caricias en su piel y el silencio absoluto a su alrededor.
Hyunjin no pudo estar más satisfecho cuando las emociones inestables del omega se detuvieron, la tranquilidad que lo envolvió lo ayudo a conducir el resto del camino con la actitud más relajada.
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Jeongin intentó parpadear, sin embargo la venda aún rodeando sus ojos lo hizo cerrarlos y fruncir el ceño. Ya no estaba recostado en el respaldo del auto, de eso estaba seguro.
Lo primero que intento fue escuchar algo, y realmente comenzó a ponerse nervioso cuando no escuchó ningún sonido, ni un movimiento o algún indicio de a donde se encontraba.
Sin embargo cuando intento moverse una mano tomando la suya lo detuvo, no le tomo nada caer en cuenta de que se trataba de la mano de Hyunjin, comenzando a relajarse y dejándose envolver con el agradable aroma del alfa. Se apoyó en el cómodo respaldo e intento no retirar su venda mientras disfrutaba el pulgar del alfa acariciando el dorso de su mano.
- Despertaste más tarde de lo que creí- la voz del alfa terminó por tranquilizarlo.
Estirándose se apoyó en su hombro con un suspiro aliviado, estaba sentado a un lado suyo. Cuando la mano libre del alfa comenzó a acariciar su rostro se permitió unos segundos para disfrutar la cercanía y despertarse por completo.
- ¿Donde estamos?- murmuró, con un susurro algo débil.
- Mhm, puedes quitarte la venda ya- Jeongin se enderezó apenas lo escuchó.
Sin soltar la mano del alfa llevó la otra a su rostro y se retiro con cuidado la suave tela, se tomó un momento para frotar sus ojos cuando la luz lo cegó luego de tanta oscuridad. Parpadeando lo primero que volteó a ver fue a Hyunjin, relajándose al encontrarse con su mirada tranquila y expectante, una leve sonrisa curvando sus labios.
- Hola- sonrió levemente ante su saludo.
- Hola- volteó a mirar su alrededor.
Más asientos, ventanas y un pasillo totalmente vacío a excepción de un carrito lleno de comida a un lado del alfa.
Y cuando volteó a su izquierda no tardo en exaltarse, un mareo repentino lo hizo ir hacia atrás, sus brazos se aferraron al alfa mientras soltaba un chillido.
- H-hyung...- Hyunjin soltó una pequeña risa mientras Jeongin intentaba alejarse lo más posible de la ventana.
- ¿Le tienes miedo a las alturas?- Jeongin abrió la boca sorprendido.
- ¡Estamos en un avión!- volteó hacia el alfa, sin embargo este le sonrió tan tranquilo que hasta lo hizo querer golpearlo.
- Lo estamos- Jeongin volvió a observar la ventana, el nudo de emociones acentuados en su garganta al apreciar la altura en que se encontraban.
Un avión, ¡un avión!. Estaban en un avión en marcha, él, Yang Jeongin estaba en un avión volando por los aires con probabilidades altas de muerte o un infarto tal vez.
- ¡Le dije que sus sorpresas eran horribles!- chilló, sin embargo no tardo en cubrir su boca avergonzado.
Estirándose en su asiento echo una mirada detrás de ellos, pero nadie más que Hyunjin y él se encontraba en la cabina. Pudo observar con más atención, la cortina que dividía a la otra cabina era gruesa y de color dorado, la cabina era absurdamente espaciosa, con los asientos restantes a cada un metro de ellos, y al lado derecho los asientos eran con camas, una mesa frente a los asientos con alcohol sobre este.
Observando frente suyo no dejo de sorprenderse a encontrar dos pantallas contra la pared del avión. Al volver la mirada hacia el alfa este lo observaba paciente a que diga algo.
- N-no tengo pasaporte- fue lo primero que se ocurrió decir, el alfa le sonrió.
No dijo nada cuando el alfa soltó su mano y lo aparto con suavidad del medio de ellos, en donde el posa manos se trataba de un espacioso cajón cerrado, y estirando de la tapa corrediza reveló dos pasaportes verdes con la insignia del pais estampado contra la tapa.
- ¿Seguro?.
Tomando uno de ellos Jeongin lo abrió con cautela, y no tenía el por qué pero de igual manera terminó sorprendiéndose al encontrarse a si mismo como propietario de ese documento, la foto que se incluyo en el pasaporte era el mismo que estaba en su identificación.
Subiendo la mirada Jeongin negó lentamente anonado.
- Hyung esta loco- Hyunjin rió sin mostrarse afectado.
- Lo estoy, ¿cierto?- dejando el pasaporte en su lugar Jeongin hizo una profunda inhalación mientras iba siendo consciente de que eso era real.
- Y...¿a d-donde estamos yendo?.
Jeongin frunció el ceño cuando el alfa se encogió de hombros con una expresión culpable.
- ¿Sorpresa?- sin poder evitarlo golpeó su hombro sin mucha fuerza mientras negaba.
- ¡Dígame ya!- exigió sin ser realmente convincente.
- Por favor, ángel. Solo espera un poco más- soltando un pequeño gruñido Jeongin entre cerro los ojos.
- ¿Qué iba a hacer si me daba miedo las alturas?- Hyunjin parpadeó y pensó unos segundos, y al final sonrió inocente.
- Culpable- levantó las manos y Jeongin solo pudo negar con un largo suspiro.
- ¿Por qué vamos tan lejos?, no era necesario eso para disfrutar de una cita, alfa- Hyunjin se encogió de hombros.
- Me gusta lo extravagante- Jeongin entendió que el alfa no le diría mucho.
Observando receloso al alfa no pudo hacer mucho cuando este se mostró tranquilo y relajado. Volteando hacia el carrito sus ojos se iluminaron al ver la deliciosa comida que se posaba sobre el metal.
Cuando Hyunjin noto su atención en la comida no tardo en darle de comer. Jeongin pudo descubrir que aun les quedaba cuatro horas de vuelo, y él por más que pensaba no podía crearse una idea de a donde estaban yendo, y aunque insistió unas diez veces Hyunjin lo distraía con palabras o besándolo.
A veces no se quejaba, la verdad.
También resultaba que a parte de ellos habían guardias en las cabinas de atrás, no le sorprendió considerando que no sería apropiado que Hyunjin llegue solo a su destino cuando se trataba de un hombre muy deseado, debajo de la tierra principalmente.
El resto del vuelo Hyunjin no le permitió seguir mirando por la ventana, cuando bajaron del avión apenas pudo mantener los ojos abiertos a la cantidad de viento que lo cegaron. Observo su alrededor, estaban en una gran pista, sin embargo no parecía ser de un aeropuerto, más bien solo estaban rodeados de un gran campo con una pista de cemento en el centro, a lo lejos pudiendo apreciar altos edificios.
Presto atención a Hyunjin cuando este estiro de él.
- Vamos, ángel- Jeongin apenas pudo prestar atención a los guardias siguiéndolos mientras observaba al mayor curioso.
- ¿Ya me dirá a donde estamos?.
- Eres muy impaciente, ángel.
- ¡Estuve esperando cuatro horas por una respuesta!- reclamó, recibiendo una nueva sonrisa inocente.
- Por eso, que impaciente.
Bufando Jeongin notó tres camionetas esperando por ellos en el extremo de la pista. Apenas llegaron a ellos Hyunjin le abrió la puerta trasera, ingresando y siendo seguido por el alfa, un hombre ya se encontraba dentro en el asiento del conductor.
Y cuando se volteó y les ofreció un asentimiento de respeto Jeongin ladeó la cabeza con curiosidad, las facciones de ese hombre era de todo menos asiáticos. Tenía el cabello castaño y alborotado, los ojos de un color irreal y brillante miel y una barba corta decorando su mentón, se veía de unos 30 años si se guiaba con la apariencia.
- Bienvenido al país, señor Hwang- sin embargo su coreano era totalmente fluido.
Jeongin volteó hacia Hyunjin esperando alguna respuesta, pero este no lo miro, en cambio ofreciéndole una leve sonrisa al beta.
- A pasado un tiempo, Acel. Ya sabes a donde ir- el beta asintió para el alfa, volteando hacia el frente encendió el auto.
Por mientras Jeongin entre cerraba los ojos hacia el alfa, sospechado que realmente se encontraban más lejos de lo que creía de su país.
Y el alfa volvió a ofrecerle su mueca favorita, una sonrisa inocente.
- Te va a gustar, ángel- le murmuró convencido.
Jeongin no veía nada de malo en ese viaje, tampoco con estar conociendo nuevos aires, era algo que nunca en vida, realmente nunca se creyó que haría, había salido del país en un abrir y cerrar los ojos y la curiosidad realmente lo estaba matado.
Lo único que lo consumía es que el alfa no le diga de una vez por todas en donde estaban.
Jeongin se pego a la ventana cuando finalmente entraron a la carretera, su boca abriéndose en una gran O al poder apreciar las calles rusticas frente a sus ojos, su mirada paseando por los puestos de comida y las personas extranjeras caminando por la acera con parsimonia.
El color naranja opacaba las calles, y las hojas secas se deslizaban con las personas.
El día estaba especialmente agradable, con el sol cálido dando luz a las calles tan preciosas y el viento cálido moviendo su cabello. Cruzaron por calles anchas y realmente largas, cada tanto llegando a un extremo de una cuadra y girando a direcciones totalmente transitadas.
- Hyung, realmente no puedo descifrar en donde estamos- murmuró volteando hacia el alfa.
Hyunjin suspiro aliviado con terminar con su tortura, sin responder al omega cuando el auto aminoró la velocidad y se estacionó junto al alto y lujoso hotel situado justo frente a la carretera. Acel fue el primero en bajar y abrirles la puerta.
Jeongin bajo detrás del alfa, observo la calle abajo mientras entrelazaba la mano con el alfa y se pegaba a su espalda, las personas pasaban frente a ellos prestándoles especial atención, y el omega no estaba seguro si se trataba por la presencia de Hyunjin o el grupo de guardias que los rodearon en segundos.
- Tranquilo, ángel. Si te pones nervioso no será una linda bienvenida- Jeongin asintió algo torpe ante el susurro del alfa.
Acel los condució al interior del edificio, Jeongin ni siquiera tuvo tiempo de mirarla hacia afuera. Sus ojos se ampliaron ante la gran recepción, el color blanco y crema era lo que resaltaba en la estancia, en lo alto del techo se hallaba un gran candelabro de cristal que dejó al omega con la boca abierta.
Siendo arrastrado por Hyunjin ambos se detuvieron a centímetros del mostrador dejando a Acel a cargo de hablar con la recepcionista. Jeongin observo a metros suyo a un grupo de hombres con trajes sentados en grandes y cómodos muebles, también llevaban guardias a sus espaldas mientras entablaban una conversación animada.
No pudo apreciarlos mejor cuando Hyunjin volvió a estirar de él.
Cuando los guardias terminaron de subir y ambos estuvieron en el ascensor Jeongin observo con curiosidad a Acel ofrecerles una reverencia sin subir con ellos. Hyunjin sacudiendo la mano antes de que las puertas se cierren.
Decidió no preguntar, lo haría cuando finalmente estén a solas y el alfa le diga donde estaban.
Llegaron al quinto piso, el pasillo era de color crema, con la pared de un tapiz suave y claro. Las puertas se encontraban marcadas con los números correspondientes, y llegando al centro del pasillo Hyunjin se detuvo frente a la habitación 56.
Dos guardias se posicionaron a cada lado de la puerta, y los restantes avanzaron hasta las habitaciones siguientes. Jeongin espero paciente a que el alfa abra la puerta y lo deje pasar primero.
Avanzo con toda la curiosidad presente, pasando las manos por las paredes del corto pasillo del vestíbulo, un gran espejo colgaba en la pared del lado derecho, un pequeño mueble de varias repisas cerca de la puerta donde Hyunjin dejó caer la tarjeta de la habitación. Jeongin ingreso en el salón, dos puertas con un ventanal alto se alzaba frente a ellos donde se podía apreciar un balcón al otro lado, el suelo de color café era adornado por una alfombra en el centro, cuatro sofás grandes y cómodos rodeaban una mesita en el centro.
A ambos lados se situaban altas puertas de color crema. Sin embargo las manos de Hyunjin posándose en su cintura no lo dejaron avanzar a mirar más.
- Te mostraré en donde estamos- Jeongin se estremeció ante el susurro tan cerca de su oído.
Asintiendo con suavidad avanzó cuando el alfa lo empujó hacia el frente, ambos pasaron entre los sofás hasta llegar a las puertas del balcón, abriendo con cautela Jeongin avanzó hacia afuera. Una mesita blanca se hallaba a la derecha del balcón, con dos sillas en forma redonda a cada lado contra la baranda, y sobre el metal un camino de hojas verdes rodeando los barrotes negros.
Jeongin observo hacia abajo el panorama, los autos pasando debajo de ellos y las copas de los árboles llenas de hojas entre naranjas y rojas ofreciéndole una vista colorida y bonita.
Y al voltear hacia la derecha su mirada fue ascendiendo mientras sus ojos se abrían sorprendidos, más que sorprendido la impresión lo hizo llevar las manos a su boca estupefacto. Juro sentir su corazón detenerse por la impresión.
París.
Francia.
Estaba a solo metros de la conocida y famoso Torre Eiffel.
Jeongin se preguntó como aquella alta y brillante torre pasó desapercibido por su mirada hasta ese momento. Sin embargo no pudo pensarlo mucho cuando el alfa se inclinó hacia él y le ofreció una suave y cariñosa sonrisa.
- Que mejor lugar para la primera cita, que traerte a la ciudad del amor- Jeongin sintió sus mejillas comenzar a enrojecer.
Por eso tanto silencio, tanta espera, tantos lujos y la mirada brillante del alfa. ¡Era París!, Jeongin volvió a observar la torre a la lejanía y luego a Hyunjin, y luego a la torre y de nuevo a Hyunjin.
Comenzando a sonreír Jeongin ahogo un chillido mientras dejaba caer su cabeza contra el pecho del alfa, no pudiendo evitar emocionarse con la sola risa del alfa mientras sus brazos lo rodeaban. Los suyos rápidamente se aferraron a su cuello y levantando la cabeza no pudo borrar la sonrisa tímida y tonta mientras recibía una mirada brillante del alfa.
- ¿Valió la pena la espera?- Jeongin hasta soltó una risa por la absurda pregunta.
- Hyung, ¡Estamos en Francia!- Hyunjin asintió mientras admiraba los ojos del omega cerrarse por la sonrisa contenta, su aroma tan dulce intensificándose mientras su risa los envolvía-. Lo valió completamente, incluso esto superó mis expectativas...es que, woah, ¡Francia!.
Soltando una pequeña risa Hyunjin no pudo apartar la mirada de la mueca tan contenta del omega. Y decir que estaba satisfecho era poco, era lo que quería conseguir, quería que el resultado sea esa sonrisa, escucharlo reír.
Jeongin suspiró intentando calmarse, siendo poco a poco consciente de la mirada brillante del alfa, las infinitas emociones acentúandose en su pecho, entendiendo que era lo que tanto llevaba esperando.
Riendo enternecido deslizó las manos por su rostro y acariciando sus mejillas se estiro para dejar un pequeño beso en sus labios.
- Gracias, hyung siempre logra que cree recuerdos bonitos. Estoy muy agradecido que haya hecho esto por mí- Hyunjin asintió satisfecho, sus manos presionaron su cintura en un gesto cariñoso.
- Mientras te guste es suficiente para mí- Jeongin ladeó la cabeza con timidez-. Hay mucho que hacer aquí, ángel. Será una cita que se dividirá en cuatro días, ¿te gusta la idea?.
- Hyung ni siquiera debería preguntarlo- suspirando Jeongin volteó la cabeza volviendo a observar la torre, era una vista casi irreal.
Ambos entraron luego de minutos en que Jeongin quiso observar la ciudad. Hyunjin le mostró su habitación, la cual consistía en una cama matrimonial, un juego de sofá a un lado con una televisión sobre un mueble apoyado contra la pared. Las puertas a la izquierda del salón conducían a la cocina, un comedor con una mesa familiar y varios cuencos de frutas y aperitivos en el centro.
A la izquierda otra puerta blanca la cual se trataba del baño, una bañera con bordes de color marfil, un espejo grande y el lavamanos con una larga encimera con los productos correspondientes sobre este, debajo sus respectivos cajones, colgado en la pared dos batas blancas.
- ¿Qué hora es en este momento?- Jeongin pregunto al mayor cuando ambos estuvieron en la habitación.
- Son las cinco de la tarde, en dos horas va a oscurecer- Jeongin observo a Hyunjin guardar su teléfono en el bolsillo de su jeans antes de girarse hacia él-. Bien, ahora bajaré un rato para atender unos asuntos, también conseguiré ropa, solo me llevara unos minutos. Espérame aquí, ¿bien?.
Jeongin se encogió de hombros.
- No es como si fuera a pasearme en un hotel extranjero sin saber nada del idioma y probablemente terminando perdiéndome- Hyunjin negó levemente divertido acercándose hasta él.
- Te lo mostraré yo, solo espérame- Jeongin asintió dejando que el alfa deje un beso en sus labios y observándolo salir de la habitación con pasos apresurados.
Observando a su alrededor dejó escapar aire casi de forma dramática. Estaba en París, en un hotel, solo Hyunjin y él.
Si se ponía a pensar con detenimiento, absolutamente nunca creyó haber llegado a ese momento. Poniéndose a pensar en su yo del pasado, donde vivía sus días haciendo fotocopias y vendiendo productos en un supermercado, si le hubieran dicho: Hey Jeongin, en tres meses estarás en París con un alfa mafioso teniendo tu primera cita. Se hubiera reído como un tonto y hubiera buscado un centro médico para esa persona que haya soltado tal locura.
Pero en ese momento era real y a la vez no. Estaba ahí, a punto de comer alguna cena extravagante de Francia y usar la tina de un hotel extranjero. Nunca habían sido sus metas pero no se quejaba por nada, mucho menos con la parte de estar acompañado de Hyunjin.
La mejor parte siempre sería Hwang Hyunjin.
Con un largo suspiro contento Jeongin se dispuso a ir al baño y preparar agua en la bañera. Tomando la bata de baño colgado en la pared lo dejo en el borde de la tina junto a los potes nuevos y dorados de shampoo.
Se alivio de que sea un bañera común, la tina del hotel en Corea poseía más botones que un control remoto, y ni la mitad Jeongin logró entenderlo, así que en cada baño tuvo que pedirle a Hyunjin ayuda.
Cuando el agua tibia llegó hasta una altura prudente apagó el grifo. Cerrando la puerta por seguridad se retiro cómodamente de su ropa, dejándolo todo en el cesto junto al lavamanos. Y con movimientos cuidadosos se adentro a la bañera y se deslizó por el borde con un suspiro aliviado.
Flexionando sus rodillas observo las gotas de agua deslizarse por su piel al dejarlo al descubierto, sus dedos creando palabras en sus rodillas y observando el agua volver a deslizarse.
No quiso jugar mucho y tardar tanto, por que si a Hyunjin se le ocurría venir y lo encontraba desnudo no lo llevaría a ver la ciudad como prometió. Así que con la rapidez moderada se lavo el cuerpo y el cabello, terminando por secar un poco de su cuerpo con una toalla blanca antes de colocarse la bata.
Secando su cabello con la toalla lo dejo descansar en su cuello y tomó su teléfono dentro del bolsillo de su shorts. Sin embargo no tenía el WiFi del hotel, él sabía que la contraseña estaba en algún lugar de la habitación, pero tenía pereza de buscarlo así que solo se dedico a pasear por la habitación.
La tele era absurdamente grande, con canales que Jeongin no logró entender ni una palabra pero se entretuvo con un dibujo animado, era gracioso escuchar las voces de los niños en otro idioma.
Jeongin estaba seguro que se vio un capitulo completo de un dibujo animado cuando Hyunjin ingreso a la habitación de nuevo. Venía apresurado y tenso, lo supo cuando casi echo la puerta de la habitación al ingresar. Sin embargo apenas lo vio se mostró relajado mientras soltaba un profundo suspiro.
- ¿Alguien venía persiguiéndolo?- Hyunjin negó rápidamente.
- No, solo me tarde mucho- encogiéndose de hombros el omega descendió la mirada hasta la mano del alfa, la cual cargaba varias bolsas de compras con las marcas correspondientes en el centro-. Es la ropa, es bueno que ya te hayas duchado.
- Me di una ducha y vi un capitulo entero de Miraculous pero usted no volvía- Hyunjin ladeó la cabeza.
- ¿Mira qué?.
- No me haga repetirlo, me costo 30 minutos pronunciarlo- sacudiendo la cabeza Hyunjin se acercó y dejó caer las bolsas en la mesa.
- Vístete con lo que quieras. Voy a ducharme y podremos salir de aquí.
Jeongin obedeció mientras Hyunjin se retiraba de la habitación hacia el baño. Abriendo las bolsas con curiosidad se encontró muchas prendas holgadas y de seda, la mayoría de colores café o negro. Tomo una camisa verde oscuro con los botones cocidos hasta el pecho y abierto en el cuello, ropa interior, unos vaqueros azules y zapatos completamente nuevos de color azul.
Vistiéndose en cuestión de minutos ya se encontraba listo y esperando. Hyunjin tardo más de lo normal en elegir la ropa para él, Jeongin no se quejaba mucho, era adictivo ver la espalda desnuda flexionándose y dejando caer gotas de agua por su piel mientras Hyunjin se quejaba de no poder decidir.
- ¿Quieres quedarte la primera noche aquí?- Jeongin parpadeó ante la pregunta, Hyunjin ni siquiera se volteó mientras se colocaba la ropa interior.
- ¿Qué?.
- Sí me sigues mirando de esa forma nos quedaremos- apretando los labios Jeongin se encogió avergonzado, Hyunjin volteando a verlo mientras se colocaba su camiseta, la leve sonrisa maliciosa haciendo acalorar su rostro.
- Solo apresúrese- se quejó volteando hacia la televisión aun prendida dejando a Hyunjin colocarse su pantalón entre risas.
Ambos salieron del hotel casi diez minutos después donde Hyunjin volvió a cambiarse tres veces de camisa, al final decidiéndose por una sudadera blanca sencilla, sí, realmente hizo un drama por nada; junto a unos pantalones café holgados y zapatos blancos.
Jeongin lo seguía casi saltando, ambos iban con guardias, sin embargo ellos iban algo alejados para disimular. Irían a lo primordial, ver de cerca la Torre Eiffel, ya estaba anocheciendo, las calles se reflejaban de tonos naranjas y amarillos mientras el sol se escondía detrás de los edificios.
Hyunjin iba mirando a los lados, a Jeongin le daba gracia a cierto punto, cruzaban las calles y lo tomaba de la mano como si fuera su hijo, y al llegar a la otra calle lo mantenía detrás como si alguien fuera a saltar y causarle daño.
Cruzaron por el costado de un gran museo, realmente grande, y subiendo por el costados en las escaleras caminaron algo lento ya que Jeongin se tomaba el tiempo de observar los alrededores. Su boca no dejaba de abrirse cada vez que cruzaban una cuadra y la Torre se hacia cada vez más grande.
Bajaron las escaleras del frente del museo, estas estaban llenas de grupo de personas sentadas en los escalones charlando y riendo. En realidad las calles estaban realmente atestadas, con familias sacándose fotos o amigos observando lo mismo que el omega: la Torre.
Jeongin se aferró a la mano del alfa cuando volvieron a cruzar las calles, y por fin estuvieron ahí, totalmente dentro del campo de marte, campo la cual la torre se situaba en el extremo de este, alzándose alto y poderoso.
Y cuando sólo avanzaron unos pasos y la oscuridad cayó por completo las luces de la torre se prendieron como un golpe cegador. Los ojos de Jeongin se iluminaron al contraste de las luces amarillas mientras sus ojos se movían hipnotizados en el espectáculo frente a él. El sonido de los flashes y las risas ilusionadas logró sacarle una sonrisa a él también.
Las dos únicas veces que había venido Hyunjin a París, tampoco pudo apartar la mirada de aquel monumento que se alzaba frente a ellos.
Sin embargo ahora, incluso con el espectáculo de esa noche, él solo podía perderse en los ojos brillantes de su ángel, en su tierna sonrisa y las mil estrellas que se reflejaban en su mirada. Incluso si quiso buscar que aquella mirada brillante lo observe a él, dejó el tiempo necesario al menor para terminar de embelezarse con las luces.
Después de todo mientras Jeongin disfrutaba un espectáculo de luces, él tenía un mejor monumento frente suyo, y mucho más hermoso y brillante.
- Es muy...irreal- Jeongin soltó una pequeña risa parpadeando al sentir sus ojos ya algo cansados por tanta luz-. Es hermoso, alfa.
Volteando hacia el mayor Jeongin soltó otra risa al encontrar su mirada puesta en él con la cabeza ladeada y los ojos brillantes, apenas cayendo en cuenta de su corazón acelerado golpeando su pecho.
- Hyung, el espectáculo está en frente- Hyunjin sonrió de lado sin embargo ni siquiera se volteó hacia la torre.
Jeongin mordió su labio inferior conteniendo una sonrisa cuando la mano del alfa estiro de él y sin soltarlo rodeó su cintura. Subió la mirada con timidez, se le fue imposible no quedarse embobado, por un momento realmente había creído que aquella muestra de luces era lo más bello que había visto hasta ahora.
Pero al tener a Hyunjin sonriéndole de esa forma, pegándose a su cuerpo y mirándolo con los ojos tan brillantes y vivos, ¡se sonrojaba con solo apreciarlo a él!. Su cabello tan negro como la noche recogido en una coleta con mechones rebeldes cayendo por su frente.
- Yo creo que tú eres más hermoso- Jeongin ya esperaba un comentario así, pero de igual manera rió tímido y atontado-. Más hermoso e irreal.
- Es vergonzoso si me lo dice así- Hyunjin se inclinó más cerca mientras su sonrisa crecía, ladeando la cabeza con demencia.
- ¿Así como?- el omega paso saliva, sus ojos observando con el corazón acelerado el rostro del alfa ser iluminado por luces amarillas, los reflejos creando una constelación en su piel y sus labios rojos viéndose tan brillantes cerca suyo.
- T-tan cerca, viéndose tan precioso y mirándome de esa forma- la sonrisa de Hyunjin solo crecía, su pecho llenándose de alegría al escuchar a su omega, al ver su tierno rostro enrojecer con la timidez que lo caracterizaba.
- Y según tú, ¿cómo te estoy mirando?- Jeongin tuvo la respuesta inmediata.
Sin embargo busco una vez más aquella sensación en los ojos del alfa, perdiéndose una vez más en lo brillante de sus orbes. Paso saliva una vez más mientras descendía la mirada con timidez y buscaba calmar su corazón latiendo como loco.
- Con amor, me mira con tanto cariño que me pone nervioso- Hyunjin mordió su labio inferior, pero no pudo contener su sonrisa, apretando el cuerpo del omega más cerca suyo y soltando un suave risa emocionada.
- Debe ser por que te amo, ángel. Te amo con locura, y creo que soy lo suficientemente obvio, ¿cierto?.
Pero a Jeongin no le importo, no importo el hecho de si en el fondo ya lo sabía o si nunca fue realmente consciente. Por que ahora aquellas palabras estaban saliendo de los labios de Hyunjin, por que cuando subió la mirada y encontró al alfa sonriendo y sintió el corazón latirle con fuerza fue como un golpe de realidad.
Fue un momento en que creyó no haber respirado, no se movió ni dijo nada, quiso disfrutarlo y guardarlo en su mente, necesitó tomarse el tiempo. Se encogió y tembló de la emoción, de querer chillar, del deseo de golpear al alfa por sentirse tan avergonzado y vulnerable y a la vez querer besarlo hasta por lo menos quedarse sin aire.
Sin embargo no hizo ninguna de esas cosas, simplemente comenzó a reír, pero no mal entiendan, fue una risa tan emocionada que fue un milagro no haber sollozado a la vez. Hyunjin apenas pudo sostener al menor cuando se lanzó encima suyo y comenzó a saltar contra su cuerpo, tal vez de la emoción contenida, o de las ganas de querer chillar y llorar.
Hyunjin también rió con él, importandole poco las personas que pasaban a su lado y los miraban sorprendidos. Se aferró al cuerpo del omega como siempre le gustaba hacer, complacido al sentir sus emociones, queriendo llorar con solo saber cuan emocionado estaba el omega y lo bien que parecía corresponderle sus sentimientos.
Y cuando el omega volvió a alejarse y tomó su rostro entre sus manos Hyunjin se derritió al encontrar la sonrisa tierna e iluminada en sus labios, el sonrojo siendo su mayor delator a sus emociones.
- Vuelva a decirlo, una vez más- Hyunjin remojo sus labios sintiéndose absurdamente tímido.
- Te amo, ángel- Jeongin lo hizo volver a reír cuando esta vez soltó un chillido y su cabeza cayó en su pecho, su rostro se froto casi como un pequeño gato contra su ropa mientras las risas sacudían su cuerpo-. ¿Qué es tan gracioso?- sin embargo el también reía.
- H-hyung...hyung es tan tonto- Hyunjin ladeó la cabeza con una suave sonrisa esperando paciente a que Jeongin vuelva a mirarlo.
Y cuando lo hizo tuvo que contenerse para no reír al encontrar sus ojos cristalizados y su sonrisa tan contenta, incluso así se le hacia la imagen más hermosa, más dulce.
- Y tierno...es tan tierno- Hyunjin solo se encogió de hombros, y aunque creyó que no se vería como él normalmente, no pudo contener su sonrisa cuando Jeongin acotó-. Yo también lo amo, yo también amo a hyung con locura.
Probablemente fueron el mayor espectáculo en París que aquella Torre que se intentaba lucir con su mayor esplendor, y ellos dos sin esforzarse llamaron la atención de más personas de lo que hubieran querido.
Pero apenas lo notaron, y en su primera cita Jeongin juro haber sonreído más que en toda su vida.
+
Jeongin terminó de apartar los muebles antes de dejar caerse sobre la alfombra del salón, dos copas de vidrio se situaban en la mesita de cristal frente suyo.
Ya habían vuelto al hotel, casi cuatro horas después. Habían cenado hotdogs en un puesto en la calle la cual hicieron el pedido con ayuda de Acel, quien mágicamente había aparecido junto a los guardias hora después.
Y ahora Jeongin estaba teniendo su primera vez para algo más.
- Será la primera vez que probaras alcohol, ¿cierto?- Hyunjin preguntó mientras dejaba caer la hielera con vino sobre la mesita.
- Así es- contestó, y debía admitir que estaba ligeramente nervioso.
Era conocedor del comportamiento que podía adquirir con el alcohol en el sistema, si llegaba a no ser tolerable y se terminaba avergonzado cabaría él mismo su tumba.
- Probaras solo un sorbo, y si a los minutos no te sientes bien lo dejaremos por hoy- Jeongin asintió palmando a su lado para que Hyunjin se siente de una vez.
El alfa se encargo de abrir la botella y servir el vino en una altura considerable en la copa. Apenas Jeongin lo tomo entre sus manos se lo quedo observando con cautela, como si en un futuro terminaría siendo su enemigo, o si ya lo fuera actualmente.
Hyunjin volteó hacia él consciente de sus pensamientos, tenía una expresión relajada y esperaba paciente a que el omega dé indicios de tomarlo.
- ¿Y si lo bebo todo de un sorbo?- Hyunjin soltó una pequeña risa a la pregunta inocente.
- No es recomendable- Hyunjin recibió una mirada dudosa del omega.
- ¿Puedo hacerlo?- cuando Jeongin habló en serio el alfa carraspeó más serio.
- Será muy fuerte, ángel. Ya que es tu primera vez, deberías ir a un ritmo más lento- pero el omega no pareció convencido mientras volvía a mirar el líquido rojo con cautela.
- Ya que es mi primera vez, quiero tomarlo de esa manera- Hyunjin lo pensó unos segundos, el mayor peligro sería que él omega lo vomite de una vez, y la verdad era preocupante, pero Jeongin se veía tan decidido y él no era fuerte para negarselo.
- Como quieras, apenas te sientas mal toma mi mano y te guiare al baño- eso solo puso más nervioso a Jeongin.
Pero asintiendo lentamente acercó la copa a sus labios, olía bien, a cerezas y algo maduro y fuerte. Lo acaricio contra sus labios dudoso, pasaron segundos mientras intentaba armarse de valor y tomarlo de un sorbo.
Sin embargo al voltear y encontrar la mirada expectante del mayor se acobardó.
- Puede...¿n-no mirarme?- Hyunjin parpadeó antes de soltar un risa sorprendida.
- ¿Por qué no te miraría?.
- ¡Me pone nervioso!- volviendo a reír Hyunjin asintió lentamente.
Volteando la mirada hacia el comedor con la puerta abierta colocó la mano al costado de sus ojos tapando cualquier fuente de visión hacia el omega. Jeongin a su lado sonrió levemente a la acción tan obediente, y volviendo su vista a la copa dio un gran suspiro y calmándose volvió a acercarlo a sus labios.
Y cerrando los ojos mando hacia atrás la cabeza y dejo pasar todo el líquido rojo por su garganta.
Dejando caer la copa en la mesa fue suficiente señal a Hyunjin para mirarlo. Volteando hacia el omega lo observo expectante mientras este fruncía el ceño y luego chasqueaba los labios saboreando el líquido como juzgándolo.
Y cuando volteó hacia él y sus ojos se iluminaron Hyunjin pudo soltar el aire retenido comenzando a reír.
- Te gustó- afirmó, recibiendo una sonrisa ilusionada.
- ¡Es muy dulce!- Hyunjin negó divertido.
- Es lo que aparenta, puede dejarte en el suelo con unas copas- Hyunjin le extendió el suyo-. Toma este también, luego vas a digerirlo por unos minutos.
Jeongin aceptó la copa sin quejas, esta vez ante la atenta y sorprendida mirada del alfa le dio el gran sorbo y dejo pasar el dulce líquido por su garganta. Soltando un sonido de satisfacción y dejando caer la copa en la mesa.
Hyunjin se contuvo por no reír de ternura al verlo relamer sus labios como un niño pequeño tomando un inocente vaso de jugo.
Jeongin ni siquiera volteó a verlo, simplemente dejo caer su cabeza sobre su hombro y soltó una suave risa.
- Hoy fue un hermoso día, alfa. Estoy realmente feliz- Hyunjin sonrió pequeño y con esa tonta timidez.
Deslizando su mano por las piernas cruzadas del omega tomó su mano y entrelazó sus dedos, satisfecho cuando recibió un suave apretón como respuesta.
- Lo sé, ángel. Yo también estoy feliz- el omega solo soltó un murmuró satisfecho.
Se sumergieron en un extenso silencio. Hyunjin sonriendo con ternura cuando Jeongin comenzó a rascar su cabeza contra su hombro con pequeños ronroneos, su aroma tan dulce y embriagante rodeándolo.
Y al pasar los minutos Hyunjin juró que el omega estaba durmiendo.
- ¿Ángel?- parpadeó algo sorprendido cuando Jeongin se enderezó de golpe.
Y cuando volteó hacia él sus ojos se encontraban entre cerrados y sus mejillas tan sonrojadas como sus orejas. Y cuando pasó unos segundos y el omega terminó de analizarlo Hyunjin apreció sus ojos abrirse sorprendidos, como si acaba de hacer un gran descubrimiento.
- ¡Oye!- ¿oye?, ¡¿Oye?!. Hyunjin quiso soltar una carcajada al notar el tono informal, manteniéndose en silencio mientras observaba a Jeongin inclinarse con una pequeña y tonta risa-. Te pareces mucho a mi novio.
Y luego soltó una risa traviesa mientras golpeaba su hombro con una fuerza que casi sacó una mueca a Hyunjin. Comenzó a negar divertido cuando lo vio sonreír tan juguetón, o ese no era Jeongin, o ese era una personalidad oculta del omega que estaba saliendo a la luz en ese momento.
- ¿Lo hago?- Jeongin acepto frenéticamente, y luego sus mejillas se pusieron más rojas como si fuera posible.
Y luego se inclinó y con un movimiento de dedos lo incitó a acercarse, obedeciendo Hyunjin se inclinó y ladeó la cabeza expectante cuando Jeongin se dirigió hasta su oído, actuando como si fuera a contarle algún secreto del triángulo de las bermudas.
Hyunjin evito retorcerse al sentir su piel cosquillear gracias al aliento del omega contra su oído.
- Pero tú eres más guapo- y con eso Jeongin se echo para atrás riendo y llevando el dedo índice a sus labios advirtiéndole de que era secreto.
Mordiendo su labio inferior Hyunjin asintió siguiéndole el juego.
- Ya veo, pero no creo que a tu novio le agrade saber que estas coqueteando con otro- el omega borro su sonrisa mientras hacía un mohin.
- ¡No hay que decirle!- asintiendo con tranquilidad Jeongin volvió a sonreír- Pero oye, ¡te pareces mucho!- Hyunjin entre cerro los ojos.
- Es así- el omega asintió.
- Solo que él es rubio- Jeongin extendió su mano hasta comenzar a dejar caricias a su cabeza con cariño-. Pero tu color es más sexy- y luego sus ojos se abrieron en grandes-. ¡Pero no le digas, shhht!.
Hyunjin soltó una risa ahogada cuando el dedo del omega se estampó contra sus labios, y una sonrisa tonta bailo en su rostro.
Jeongin se arrastro hasta él y luego rodeó su brazo con firmeza, su aliento dulce y con un toque de alcohol choco contra su mejilla. Y al girar a mirarlo sus ojos brillaban somnolientos y traviesos, su rostro tan sonrojado que lo hacía ver tierno.
- ¿Y cómo te llamas, guapop?- Hyunjin sonrió ante la palabra juguetona.
- Mi nombre...- el omega asintió expectante-. Me llamo Sam.
- Oh, ¡sexy!- Hyunjin apretó los labios casi hiperventilando, no podía reírse en la cara del omega pero se le era imposible cuando actuaba tan tierno.
La cabeza de Jeongin cayó en su hombro con torpeza, su cabeza inclinándose hacia abajo con pequeños tambaleos. Hyunjin lo dejo tomarse unos segundos mientras acariciaba su espalda y disfrutaba el aroma embriagante y suave.
Luego de casi dos minutos Jeongin carraspeó bajito.
- Hyung...- Hyunjin ladeo la cabeza intentando encontrar su mirada, ese si era Jeongin, un Jeongin débil y vulnerable.
- ¿Ángel?- Jeongin soltó un pequeño quejido.
- N-no...no me s-siento...-
Ese día viajaron a Francia, tuvieron su primera cita y Jeongin bebió alcohol por primera vez.
Oh, y también fue la primera vez que vomito sobre Hyunjin en plena sala de estar, justo después de hacer el ridículo.
¡Pero no todo fue malo!. Por qué también fue el día en que Hyunjin admitió amar a Jeongin y Jeongin admitió amarlo a él.
Jeongin definitivamente amaba al hombre que lo baño y limpio sin quejas luego de minutos de haberlo vomitado encima hasta las arcadas.
Je, un cap de puro Hyunin, ¡por que todos lo pidieron!. (Nadie lo pidio:)).
Espero les haya gustado AJDJFJ, y estén teniendo un bonito sábado 💗
Buenas noches y buen día a la hora en que lean esto <3.
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