22
El aire en aquella habitación se volvió tensa, los policías y los guardias apuntándose con las armas mientras el oficial no se atrevía a hacer el amago de acercarse a Hyunjin y esposarlo, quien lo observaba sin expresión, con los ojos oscuros y casi burlones.
Removiendose en el sillón Hyunjin se puso de pie con tranquilidad.
Viendo a sus dos amigos imitarlo quiso bufar cuando los policías no tardaron en apuntarlos con sus armas.
- No sé muevan y las manos en donde las veamos- Minho parecía que recibió tremenda patada por su expresión, no tardando en reír bajo y sin gracia.
El oficial quien daba la orden de arresto se hizo paso en medio de los sillones acercándose a Hyunjin, quien veía el temor en su mirada al pasar entre Changbin y Minho quienes lo estaban por comer vivo con los ojos.
- Media vuelta y las manos arriba- Hyunjin no movió ni un pelo cuando el beta lo apunto con su arma haciéndole señas para que gire.
Observando detrás Hyunjin busco rastros de sus guardias, el hecho de que no haya ni uno en los pasillos solo le causó gracia, ni siquiera podía enfadarse a algo que estaba siendo tan absurdo.
Volviendo la mirada de nuevo al oficial sonrió ladino ante su mirada nerviosa.
- ¿Me oyó?, las manos..-
- Es divertido- murmuró interrumpiendo, notando cada uno de sus reacciones-. No logro entender el por qué está haciendo esto, pero no se le nota muy confiado, señor oficial.
- Ha cometido delitos imperdonables, no hay otra razón, si no colabora, pasará más tiempo de lo que cree tras las rejas.
- El próximo delito que cometa, será cuando lo degolle con mis propias manos- murmuró con tranquilidad, ignorando a los policías que se removieron en la habitación colocándose detrás suyo.
El arma en la mano del oficial tembló, viéndolo tensarse ante sus palabras.
- T-todo lo que diga podrá usarse en su contra.
- Hasta que punto llegue su traición consideraré cuantas extremidades te arrancaré.
Hyunjin estaba apestando de la furia, podía escapar con ayuda de Minho y Changbin, pero no sabía cómo estaban controlando a ese oficial, no sabía si alguien escuchaba su conversación e incluso si Seo Dawon se encontraba más cerca de lo que creía de Jeongin.
Jeongin...su precioso ángel.
Apretando los dientes con fuerza, fue el pensamiento exacto para ceder, observando al oficial de la manera más cruda que tenía, levantó lentamente los brazos, girando de la misma manera hasta dejar caer la mirada en uno de sus guardias quien aún se mantenía a la defensiva cerca de los policías.
Se aguanto las ganas de golpear al oficial cuando tomó sus brazos y lo coloco detrás de espalda con brusquedad, sus dedos temblorosos cerrando unas esposas alrededor de sus muñecas.
- Ustedes también deben acompañarnos- Hyunjin se giro cuando el oficial se lo indicó, colocándose a un lado suyo y tomando su brazo con firmeza.
Minho empujó con brusquedad a uno de los policías cuando intento tomar su brazo, observando irritado al beta apuntarlo rápidamente con su arma.
- Ellos no van a ninguna parte- Hyunjin volvió a acotar, sintiendo al oficial tensar su cuerpo alado suyo.
- Ellos son cómplices de todos sus delitos..-
- No van a ningún lado- Hyunjin giro hacia el alfa murmurando severamente-. No entiendes, ¿o en que idioma te lo hago saber?.
El alfa carraspeó, haciendo señas a sus hombres.
- Déjenlos ir, ya tenemos a Hwang.
Fue suficiente para alejarse de sus amigos.
- Andando.
Apenas avanzaron unos pasos a la puerta, Hyunjin tomo la oportunidad para cruzar miradas con Minho, apenas recibió su asentimiento estuvo aliviado de que entienda sus intensiones, viéndolo asentir hacia él con respeto mientras comenzaban a salir de aquel club.
Encontrando varias patrullas en espera Hyunjin tuvo que aguantarse sus gruñidos cuando la mano del oficial se colocó en su cabeza y lo obligó a entrar al asiento trasero de uno de los vehículos.
Observo por la ventana a Changbin y Minho salir del club con pasos rápidos, cruzando miradas no tardo en perderlos de vista cuando la patrulla avanzo por la autopista.
Sus ojos observaron cada cosa que lo rodeaba, los seguían dos camionetas de policías con las sirenas encendidas, y dos al frente, la patrulla que lo transportaba dividía el asiento trasero con el del frente con una ventanilla de hierro con barrotes gruesos que apenas dejaban espacio para observar a los oficiales.
Su mirada cayó en las calles, lo estaban llevando a la cárcel directamente, debía esperar a que la noche pase para comenzar un juicio, y mientras tanto, Hwang Hyunjin jefe de Khangpae, debía definitivamente permanecer detras de las rejas los más rápido posible.
Dejo escapar aire irritado, apoyándose en el respaldar y cerrando los ojos pensando en las posibilidades.
A Hyunjin le valía mierda ir a la cárcel, no tardaría en salir, pero sería en uno o dos días, y esas horas eran tiempo suficiente para que todo pase sin que él pudiera hacer nada, incluso en ese momento, la incertidumbre lo llenaba al no saber donde y que estaba haciendo Jeongin, si ya había llegado a la mansión, si sus guardias lo estaban protegiendo o incluso si ya estaba en manos de Seo Dawon.
Para Hyunjin, incluso él mismo era inseguro de la manera en que podía proteger a su ángel.
Y que no esté en ese momento para él, le estaba consumiendo.
Media hora después, Hyunjin sentía sus labios calientes y maltratados de tanto morderlos, Minho y Changbin ya debían haber llegado con su ángel, ya debían estar acompañándolo, cuidando y velando por él, matando a quien siquiera respire cerca suyo.
Hyunjin estaba seguro que se volvería loco a la espera de saber algo.
Su cuerpo se movía a rastras, entregando cada uno de sus anillos y cadenas, ya traía puesto el uniforme de la cárcel, ni siquiera sabía cómo podía contenerse para no matar a todos y correr hacia cualquier patrulla.
- Muévete- el guardia lo empujó con su tolete hacia las rejas que conducían a la celda, un guardia yendose metros suyo para dar las órdenes de abrir el portón.
Para Hyunjin eso era lo que odiaba de los policías.
La manera en que los golpeaba y empujaba como si fueran basura, y claro que él lo era, pero esos hombres no estaban lejos de aquella realidad también, y queriendo sobrepasarse con él en ese momento, le hervía la sangre, empujando y tocándolo.
Sumando que aquel era un policía diferente que el anterior, uno que lo miraba con altanería y sin parpadear, era un poco más alto que él, delgado y se veía joven, Hyunjin incluso pudo adivinar que no era tan inteligente por estar alzándose así ante él.
Y es por eso que cuando volvió a sentir que lo empujaba con su tolete de policía, sintió que quería descansar un poco de la humillación.
Girando de golpe no le dio tiempo al policía para procesar nada, rodeando su cuello con sus manos lo acercó a él con brusquedad y levantando la pierna estrelló su rodilla con fuerza contra su estómago.
Le complació sentir como se retorcía y lo escuchaba perder el aliento alado de su oído, el tolete cayendo cerca suyo, viendo de reojo al guardia cerca de la reja apuntarlo con su arma y lo escuchaba tratando de llamar la atención.
- Yo no haría eso- murmuró cuando lo vio tomar su transmisor en amago de llamar refuerzo-. Puedo hacer crujir su cuello en un movimiento.
Lo vio parar sus movimientos de golpe, volviendo su atención al beta con tranquilidad lo escucho quejarse adolorido.
Volvió a empujar de él con brusquedad haciéndolo estrellarse contra la pared, apretó el agarre en su cuello obteniendo un quejido rasposo, sus ojos temerosos y molestos encontrándose con los suyos.
- Maldito infeliz. No quieras pasarte de listo conmigo- susurro de la manera más tranquila, viendo sus pupilas dilatarse del miedo-. No vuelvas a tocarme o la próxima te estrangulare con estas cadenas y dejaré tu cabeza en un inodoro.
Ladeo la cabeza cuando el beta siguió guardando silencio mientras su cuerpo se sacudía.
- ¿Lo entiendes?.
- S-sí.
No le quiso prestar mas atención, alejando su cuerpo de la pared y volviendo a empujarlo con brusquedad escucho el fuerte choque de su cabeza contra la pared y lo dejó caer al suelo inconsciente.
Girando hacia el guardia a metros suyo volvió a caminar con tranquilidad viéndolo abrirle la reja con movimientos temblorosos, pasándolo espero impaciente a que lo guíe, siendo todo un caso cuando el beta lo único que hacía era mirarlo con la mayor desconfianza y dar pasos cautelosos.
Encontró también a otro guardia sentado en una silla con sus armas en mano, Hyunjin ya sabia por que no se había movido de su lugar incluso con los ruidos del beta quejándose hace unos segundos.
Era uno de sus hombres, quien sin importar la mirada de desaprobación del que lo transportaba, le ofreció una reverencia.
Sus ojos comenzaron a pasar en las primeras celdas de aquel pasillo.
Ah, Hyunjin había olvidado que también tenía enemigos ahí dentro.
Avanzo con tranquilidad, encontrándose con distintas caras y miradas, algunos lo acuchillaban con los ojos y otros evitaban su presencia en un rincón de su celda.
- Esta es su celda- Hyunjin observo impaciente al guardia abrir la reja con su manojo de llaves y hacerse un lado.
Entrando lentamente observo la reducida habitación, una cama con dos plazas, un pequeño inodoro y un mini ventanal alto y con barrotes gruesos, un alfa ya se hallaba en la cama de arriba quien en ese momento lo observaba con curiosidad y en silencio.
El guardia quien lo había seguido y era de los suyos no tardo en ingresar a la celda y con un pequeño asentimiento comenzó a retirarle las esposas.
Segundos después la reja ya estaba cerrada y los guardias fuera de su campo de visión.
Bufando froto sus muñecas acercándose a su cama, todo en su alrededor le irritaba, sumando la mirada de chusma de aquel alfa en la cama superior, con un solo vistazo ya había encontrado tatuajes en todo su cuerpo, tenía el cabello corto y oscuro y su rostro era todo menos feo.
Tirándose en la cama trato de ignorar su presencia, aparte del aroma de ese alfa no olía más, Hyunjin sabía que una vez ingresabas a la cárcel la cual en su caso era exclusivamente para alfas, era obligatorio consumir una pastilla de supresor. Solo que él se negó a consumirlo y parece ser que ese alfa también, y Hyunjin no supo como consiguió que no le den la pastilla considerando que él era un jefe temido y ese hombre un simple criminal.
Tratando de no distraerse observo detenidamente el colchón arriba suyo, preguntándose como había llegado hasta ahí, aveces ser arrestado podría considerarse fácil, peleas o disparos, la policía podía llegar hasta él de alguna u otra manera.
Pero no era tan fácil cuando Hyunjin los amenaza y también posee información valiosa. Por lo que, por más secretos que sepan las estaciones de policía, jamás alguien se atrevería a traicionarlo y perderlo todo en un chasquido de dedos.
Entonces ahí venía la posibilidad, de que aquellos oficiales habían conseguido información más preciada que el oro, y no justamente para amigarse con él, sino con el enemigo.
Y Hyunjin solo podía pensar en una razón en que Seo Dawon esté haciendo eso.
Venganza, por la muerte de la única mujer que ha amado.
A Hyunjin se le revolvía el estómago pensar en que manera errónea y tóxica se hubieran enamorado su madre y aquel hombre. Aveces incluso él, en ese algo que llevaba con su ángel, sentía que al menos lo que tenían ambos, no era tan equivocado por que Jeongin estaba ahí, dando luz y siendo siempre el lado bueno de todo lo malo que tiene Hwang Hyunjin.
Pero el amor cuando se trata de Hwang Jinah y Seo Dawon, para Hyunjin solo es algo sucio y desagradable.
- Oye, estas haciendo apestar aquí adentro- Hyunjin detuvo su mirada en el azabache quien había sacado su cabeza encima del colchón y lo miraba desde ahí.
Hyunjin solo se pudo cuestionar por que carajos le hablaba.
Lo ignoro volviendo la mirada al colchón, irritado al escucharlo reír burlón.
- ¿Eres mudo?, o tal vez tímido..- el chico se escucho pensativo.
Rodando los ojos Hyunjin intentó una vez más con todas sus fuerzas ignorarlo para no agarrarlo de la camisa y estirar de él hacia abajo para que se golpee contra el suelo.
Sí, tal vez lo haría, estaba demasiado estresado.
- Me voy por lo tímido. ¿Y cómo te llamas?, ¿por qué estás aquí?, te ves como alguien que choco a una persona accidentalmente, incluso pareces un idol, ¿eres un idol?, pude apreciar que te trataban muy bien, woah~, que envidia, supongo que saldrás más pronto que yo- Hyunjin sentía que sus oídos zumbaban por tanto parloteo, ese alfa hablaba hasta con el último aliento de su alma.
Volvió a observarlo irritado, esperando que con esa mirada de "Come excremento y a dormir", se intimide un poco como para callarse.
- Woah, ¿esa mirada le haces a tus fans?. Deben volverse locas, ¿alguna vez han entrado en celo alrededor tuyo?, si yo fuera un omega definitivamente lo haría. Por lo que aprecio eres raza pura, ahora incluso acotó a que podría entrar en celo siendo alfa, tu aroma es adictivo, ¿te incomodaría?, creo que sería lo más cercano a normal que encontrarás aquí. Tal vez deberías cuidarte, a algunos les gusta mucho las cosas sádicas, ya sabes, los fetiches y demás, hay un alfa de la celda 134, no te imaginas con que se excita, ¡con un jodido apretón de manos!, si él apretará esas manos que te traes, uff..-
- Lo que voy a terminar apretando yo será tu cuello hasta asfixiarte si no cierras tu jodida boca.
Hyunjin quiso ignorar ese algo que le dijo que el alfa parecía muy lejano a intimidado, mientras lo veía sonreír y grandes hoyuelos se apoderaban de sus mejillas.
- Oh, si hablas, ¿y cómo te llamas?, ya te lo había preguntado, es de mala educación ignorar a la gente..-
- Acabas de hacerlo conmigo- respondió irritado.
- Eso es por que sería muy absurdo asfixiarme considerando que tendrás más tiempo en la prisión y no conseguirás salir rápido de aquí, así que si piensas hacerlo eso significaría que no eres un hombre inteligente, y no te culpo oye. Pero, ¿es por que eres idol?, si estás acostumbrado a que hagan todo por ti, entonces puedo entender que no uses mucho la cabeza..- blah blah blah blah.
No pensaba callarse, y mucho menos deducir muchas cosas de su vida que no son, ¿cómo es que alguien más ya no estaba callando a ese chico?.
- No soy un idol- lo interrumpió derrotado, bueno, no era como si pudiera conciliar el sueño en una prisión y más con un alfa charlatán en la misma celda.
- ¿Qué qué queeé?. ¿Y de dónde tan bonito?, tu cabello me hace pensar en estrellas y escenarios, ¿entonces dices que no eres artista?..-
- Claro, hago arte con mis manos, no sabrías- ironizó, viendo la mueca pensativa del alfa.
- ¿Entonces eres pintor?. Claroo, por eso las manos delicadas, sabes, aquí hay talleres de toda clase, tal vez destacarías en las de arte, la mayoría son inútiles en esa sección, como yo, ¿podría ser tu primer retrato?. Tengo la fama de ser obediente y paciente.
- No pienso quedarme mucho.
- ¿Y cómo piensas salir?, oh eso depende de que te trajo aquí...¿Qué te trajo aquí?- Hyunjin ignoro la pregunta.
- ¿Cómo te llamas?.
- Oh, lo siento, soy un maleducado, aunque no creo que más que tú- ¿qué?.
- Solo pregunte tu maldito nombre.
- A perro, eres un impaciente, aquí no llegaras a ningún lado, mañana en el desayuno ya te quiero ver, te pelearás con cada prisionero que te encuentres, te aconsejó que uses tu voz de mando cuando quieren iniciar una pelea, a mí a veces me funciona, otras termino con alguna fractura, pero creo que soy un vampiro, ¡vuelven a su lugar solas!, entonces si no quieres terminar ensangrentado aprovecha ese linaje..-
- Ya no quiero saber tu nombre.
- Ya te dije que no seas impaciente.
Suspirando dramáticamente el alfa se removió y le extendió la mano desde arriba.
- Me llamo Choi Byungchan, un gusto, ¿y tú?.
Hyunjin miro con recelo su mano, viéndolo sacudirse hacia el animando para que lo tome.
Así que con un suspiro levanto el brazo y estrecho su mano con firmeza.
- Hwang Hyunjin.
- Woah, es tan suave- Hyunjin volvió a irritarse cuando los dedos de Byungchan comenzaron a acariciar los suyos con una expresión maravillada-. Están algo heladas pero son igual de suaves..-
Alejando la mano de golpe Hyunjin arqueo una ceja.
- ¿Seguro no eres tú el de fetiches raros?.
- ¡No!, ¿quieres verlo?, no estoy para nada excitado- Hyunjin rápidamente negó cuando el alfa hizo el amago de bajar.
- Ya, digamos que te creo.
- ¿Y que trajo aquí?, ¿enserió arrollaste a alguien?.
- Jamás dije eso- bufando Hyunjin giro en la cama para dar por finalizado esa conversación, mirando fijamente la pared a un lado suyo-. A dormir.
- Hey, ¿acabas de ignorarme?, yo aún no tengo sueño, suelo dormir muy tarde, ¿en la mañana estarás conmigo?, suelo estar solo cuando los prisioneros no se ponen muy pesados, no soy el más fuerte pero si intentan algo podrías usarme como escudo. Privilegio por que eres nuevo, es feo cuando los demás quieren sobre pasarse contigo, y tú te ves como una princesa que nunca ha hecho un rasguño en su vida...-
- Cállate.
Eso fue suficiente para que el silencio reine la habitación, Hyunjin percibiendo como Byungchan se movía arriba suyo seguro acomodándose.
En serio...¿una princesa que no había hecho ningún rasguño?.
Suspirando Hyunjin trato de alejar ese sentimiento ofendido y cerro los ojos intentando conciliar el sueño, sabía que sería casi inútil, en el silencio de esas cuatro paredes Hyunjin solo podía pensar en Jeongin, se supone que al día siguiente a la tarde podría recibir su primera visita, y el alfa estaba seguro que se volvería loco si Minho o Changbin no venían a darle buenas noticias.
Quiso quejarse frustrado, se volvía loco por querer saber el paradero de su ángel, o por que estaba haciendo, o si estaba herido o durmiendo como un bebé.
Hyunjin incendiaria el país si su ángel estaba herido...o peor...
- La verdad, woah~, tu voz de mando es sorprendente- los ojos de Hyunjin se abrieron de golpe, su corazón inestable por sus pensamientos mientras volvía a sentir al alfa removerse encima suyo-. Es esa voz la que debes usar mañana, enserió servirá, incluso hiciste que me calle por muchos segundos, yo creo que hasta eres un X-Men en potencia..-
¿Ese chico era inmune o qué?.
Sería una muy larga noche.
+
Jeongin apenas procesaba lo que estaba pasando, sus ojos no se apartaban de ambos alfas frente suyo, iban y venían de un lado para el otro soltando aquel desagradable aroma que como siempre, no se comparaba ni se acercaba al acogedor aroma de Hyunjin.
- ¿Estas seguro que ya lo tienen encerrado?- el omega no sabía cuantas veces había preguntado lo mismo, era el alfa más alto y desaliñado, apestaba a temor y ansiedad.
Y Jeongin ya suponía de quien temía.
Y parecía ser, que por esa misma razón, él se sentía tranquilo y podía pensar con más claridad.
- Ya te lo he repetido más de diez veces, el señor Seo ya me lo ha confirmado- el otro alfa era casi de la misma estatura, cabello algo largo y con varios aros en la cara, se veía mucho más seguro y más irritado.
Carraspeando Jeongin se animo a hablar.
- Y...¿qué piensan hacerme?, me han amarrado pero no me taparon los ojos- nunca había sonado tan seguro en su vida mientras lo alfas detenían su mirada en él despectivamente.
- Como no tardarás en morir, no es importante qué estés al tanto de tu alrededor.
Ah.
- Oh ya, umh pero chicos, no parecen muy experimentados, ¿los encargaron a ustedes por que su jefe subestima mis capacidades?- Jeongin supo que acertó cuando los alfa cambiaron su expresión a una irritada.
- Así es, mocoso, somos nuevos y definitivamente no hace falta nadie más que nosotros para tratar con algo tan inútil como tú.
Jeongin asintió girándose hacia el ventanal de vidrio en la habitación, era de madrugada, sabía que apenas habían pasado horas de haber sido raptado por que no había conciliado ningún sueño y sorpresivamente nadie lo mando a dormir.
¿Ellos eran muy tontos, o él demasiado fácil?.
Horas antes, mientras iban por la carretera a punto de llegar a la mansión, Jeongin y Bomin fueron asustados por dos camionetas chocando a cada lado de su vehículo, ni siquiera habían notado de dónde habían salido.
Y cuando se dieron cuenta otra camioneta se colocó frente suyo, obligando al conductor que los transportaba a frenar de golpe.
Y claro, como lo superaban en hombres, no tardaron en dejar inconsciente a los conductores, Jeongin aún siente su corazón oprimirse por lo mucho que Choi Bomin se resistió, matando y arrastrándose hacia cualquiera que se acerque a él.
Es por eso que Jeongin ni siquiera quería titubear antes ellos al recordar como lo tomaron del cuello y lo golpearon contra el pavimento.
Sus ojos viajaron en la puerta cuando está fue abierta, encontrando a un hombre de estatura mediana, delgado pero con hombros grandes y una mirada algo perdida y sin emoción, ni siquiera parpadeó cuando sus ojos se encontraron y Jeongin tuvo que admitir que sintió un escalofrío recorrerle, casi echando a perder cualquier indicio de confianza que había tomado.
Pero intento mantener la mirada en alto.
- Jefe- ambos alfas hicieron una gran reverencia hacia el hombre.
Ese debía ser Seo Dawon, era de ese alfa quien no dejaban de hablar minutos antes.
- Salgan- el corazón de Jeongin se acelero a la voz dura y rasposa.
Bien, si estaba perdiendo la confianza, y muy rápido.
Mordió su labio inferior inhalando para controlar su respiración y no hacer que su aroma se vuelva inestable. Observando como los alfas salían despavoridos antes la orden y a quien llamaron jefe comenzaba a pasearse con suma tranquilidad por la vieja y casi vacía habitación.
En un rincón, donde se hallaba una silla fue donde Seo Dawon se detuvo, tomando el mueble y volviendo hasta Jeongin. El omega se removió incómodo sintiendo las cuerdas en sus muñecas aferrarse en su piel, nervioso cuando dejó la silla a centímetros suyo y tomó asiento ahí.
Tembló incómodo cuando se apoyó en el respaldar de la silla y comenzó a repasarlo con su mirada oscura y sin ninguna emoción, y por más que Jeongin notaba algo extraño en sus facciones, no era capaz de sostener su mirada y ver que lo incomodaba.
- Por fin nos conocemos, Yang Jeongin- el omega no se inmutó por fuera, aunque por dentro su corazón iba a explotar demasiado acelerado-. Claro, empecé a saber de ti cuando te atreviste a matar a mi mujer.
La cabeza de Jeongin trabajo rápido, no era como si hubiera matado a muchas personas en su vida, solo a una, y Jeongin tenía ese recuerdo muy bien guardado en su mente.
No contesto, observando por el rabillo del ojo al alfa cruzarse de brazos.
- Sabes, no me agrado para nada lo que hiciste, atreverte a desafiar a Jinah y matándola, un asqueroso omega que ni siquiera pertenece a Khangpae. Me preguntaba, ¿cómo es que nadie fue a por ti?.
Jeongin se encogió cuando el alfa soltó una risa seca.
- Pero la respuesta es más o menos convincente. Me entere que eres el nuevo juguete de Hyunjin, claro, debías serlo, un omega con un desagradable aspecto a inocencia y que de seguro complaces más de lo que creo al mocoso de Hwang.
Dawon se inclinó hacia el omega, sonriendo falso y pequeño.
- Pero ya sabes, no eres mi juguete, y lo que no me sirve a mí, debe desaparecer para evitarme más molestias- Jeongin siguió guardando silencio, estaba aterrado, ese alfa apestaba a furia y superioridad, Jeongin no era el omega más fuerte, era vulnerable y fácil de hacer caer, al menos lejos de Hyunjin.
Volviendo a su posición inicial Dawon perdió su mirada en algún punto en el omega.
- Jinah era la mujer más especial de mi vida, hermosa e inalcanzable, le gustaba usar y desechar, era una profesional en engatusar y dejarte ir de la manera en que más te destruyas. Fue difícil para mí, enamorarla y que confíe en mí...cuando lo hizo, me sentía la basura más afortunada, me hablaba de sus más oscuros secretos, me incluía en sus planes y dios, follaba como la más puta- Jeongin se estremeció asqueado, no necesitaba aquellas especificaciones, no le importaba que aquel hombre esté emocional por una alfa con problemas mentales, incluso en ese momento no entendía el por qué ese alfa no pensaba en el daño que ella le causó a él.
Pero cierto, era un omega, y Seo Dawon estaba enamorado de una alfa y su ascenso en las jerarquías.
- ¿Lo ves?- Jeongin no quiso mirar-. Mira esto pequeña mierda- y al final termino cediendo.
Su rostro se contrajo en una mueca de asco y terror absoluto, observando la gran erección que en ese momento poseía el alfa.
- Es lo que causa Jinah en mí, mi amada mujer quien ya no respira en este mundo- Jeongin paso saliva, sintió que el oxígeno ya no llenaban sus pulmones cuando el alfa se levantó y estuvo a la altura de su pelvis y aquel horroroso bulto-. Entonces ya que debo deshacerme de quien me arrebató lo que más amo, también te haré sentir que ya no quieres seguir con tu vida, tal como yo me siento ahora.
El omega apretó los labios con fuerza, su respiración inestable y ruidosa siendo lo único que podía apreciarse en aquella habitación cuando el alfa comenzó a desabrochar sus pantalones.
Entro en pánico y se quejó cuando la mano de Dawon se posó en su cabello y estiro de él con brusquedad hasta encontrarse con sus ojos oscuros y burlones.
- Tú te encargarás de mi gran problema, como el omega obediente y útil que eres.
Jeongin trato de alejarse, terminando por sollozar cuando el agarre fue más fuerte y su cabeza protestó, quiso devolver todo lo que llevaba adentro cuando la mano del alfa amago es bajar sus prendas inferiores.
- U-ustedes..- a Jeongin ya no le importaba, el único plan que se le ocurría era hacer enfadar a aquel hombre, prefería mil veces los golpes a tener que ser obligado a algo tan desagradable y asqueroso-. La mayoría de alfas que dicen ser poderosos, solo son pequeños individuos inseguros en las capacidades que un omega pueda poseer, superando a su tonto ego y orgullo.
- ¿Qué mierda dices?- Jeongin ahogo un siseo de dolor cuando el alfa estiro con más fuerza su cabello, sintiendo las lágrimas resbalar al ver la mirada en sus ojos cambiar a una furiosa.
- Alfas como usted, dependen de abusar a un omega inocente para creerse superiores, cuando lo único que terminan siendo son basura tóxica y asquerosa, cuerpos con interiores podridos y desesperados de querer opacar todas las cosas increíbles que podemos lograr nosotros, los útiles omegas que tanto desprecia.
Jeongin lo consiguió, a pesar del terrible dolor que lleno su rostro al ser golpeado, no pudo estar más agradecido al solo haber recibido una bofetada y no las sucias intensiones del alfa.
Hasta el final, cuando el alfa lo golpeó en el estómago y cayó al suelo sobre sus brazos, la mayor razón del llanto de Jeongin fue de agradecimiento.
Y de lo mucho que ansiaba que Hyunjin esté bien.
+
Hyunjin caminaba a paso lento, lo irritado que estaba en ese momento ni siquiera se comparaba a la noche anterior, estaba listo para clavar sus palillos y quien solo respire a un metro suyo.
- Todos están comiéndote vivo, ¿estas seguro que estarás bien?- bueno, tal vez había un solo individuo a quien no iba a clavarle sus palillos.
- Cierra la boca- murmuró entre dientes, terminando por recibir la apestosa y pequeña porción de su sopa avanzo hacia las mesas de aquel comedor.
Era la hora del almuerzo, en el desayuno Hyunjin se las había arreglado para no ir al comedor con ayuda del guardia aliado, le irritaba la idea de estar rodeado de alfas hormonales.
Pero no sucedió lo mismo para el almuerzo, teniendo que tolerar las miradas inyectadas de sangre de los demás prisioneros y la manera en que lo estaban por comer vivo con cada paso que daba.
Busco con tranquilidad una mesa vacía, por un momento creyendo que todo el comedor estaba en su contra cuando ninguna estaba disponible, en cada una no faltaba una persona comiendo sola, y lo que menos quería hacer Hyunjin es compartir.
Las mesas estaban ubicadas en una fila en cada lado, tres mesas largas a la derecha y tres a la izquierda. Hyunjin no tuvo otra opción que ir a la mesa en el fondo del lado izquierdo, habían solo dos alfas sentados en ese lugar y quedabas disponibles cuatro sillas más.
Sin imutarse ante sus miradas falsamente intimidantes, se sentó en una esquina, arrojando su bandeja con desgana mientras veía a Byungchan acercarse a él repartiendo reverencias a lo tonto.
- Permiso dijo el educado- todos en la mesa miraron a Choi tomar asiento con aspecto nervioso a un lado de Hyunjin.
Bueno, todo el comedor mejor dicho.
Tanto silencio estaba asfixiando a Hyunjin.
Exhalando Hyunjin tomo un pedazo de carne casi cruda y se lo llevo a la boca obligándose a masticar casi asqueado, viendo de reojo a Byungchan tomar su cuchara y beber lentamente de su sopa como si estuviera caliente.
Cuando en realidad Antártida era más caliente que esa sopa.
Hyunjin siguió comiendo como si fuera lo más interesante mientras veía de reojo a un guardia caminar entre las mesas "vigilando", entre comillas por que ni dos minutos después y el guardia ya había desaparecido por la puerta de la cocina de seguro para robar de la parte buena de aquel horroroso almuerzo.
- Ugh, cuando el guardia se va, eso solo significa problemas- Byungchan susurro a un lado suyo.
Bueno, de que todo el comedor lo escuchaba, lo hacían, ya que el silencio reinaba y Byungchan no era el más silencioso.
- Ajá.
- Mira, aquel de allá es el "líder"- Hyunjin se obligó a prestarle atención, era eso o verlo humillarse y ser ignorado. Observo aburrido a su compañero mover los dedos simulando comillas-. Es quien tiene el récord de mayor peleas ganadas aquí dentro y claro, de usar muy bien a los alfas que son fáciles de controlar.
Hyunjin observo al alfa quien apuntaba Byungchan con disimulo, no fue difícil hallarlo sentado en la punta de la mesa del medio al lado derecho, tenía varios tatuajes sobresaliendo de sus brazos y tenía el cabello peinado hacia arriba como una tonta imitación de los peinados de mafiosos de la antigua generación de Khangpae.
Parpadeo aburrido al encontrar la mirada del alfa sobre él como ácido.
- Los demás en la mesa son sus "hombres"- volvió a simular comillas con los dedos-. Son los alfas más pesados del mundo, no te recomiendo acercarte.
Hyunjin giro hacia Byungchan, por un momento pasando sus ojos por los dos alfas que se sentaban en la misma mesa que él, ni siquiera comían, lo observaban detenidamente como si en cualquier momento fueran a saltar encima suyo.
Y Hyunjin sabia que bonito estaba, pero aguantar miradas de acosadores no es su cosa favorita.
Observo a Byungchan, se veía nervioso, era lo más obvio ya que tomaba de su sopa como si fuera un combo de McDonald's cuando en realidad tenía sabor de agua de mar con pipí.
- Déjame adivinar..- murmuró, recibiendo la mirada inestable de Byungchan.
Ni siquiera debía adivinar, era tan obvio.
- Uno de sus juguetes eres tú.
Dio directo en donde Byungchan no quería que llegue, captando sus ojos apagarse y una sonrisa avergonzada posarse en sus labios, y aunque Choi le de alguna respuesta, esta no pudo llegar gracias a una voz a metros suyo.
- Byung, ven aquí..- Hyunjin clavo los ojos en el alfa a metros suyo.
Si antes se apreciaban susurros, ahora era un silencio sepulcral, y Hyunjin sabía que no era por que llamaban a Byungchan y les causaba curiosidad. Sino por que lo llamaban cuando todos eran conscientes de que Choi estaba de su lado ahora y eso solo significaba entretenimiento.
Byungchan se tenso alado suyo, pero no tembló ni titubeó, amagando en ponerse de pie incluso si se veía siendo forzado y arrastrado.
Y Hyunjin no vino para distraerse de sus problemas.
Pero lo que más odiaba, era las manías de los alfas en jugar con alguien inocente.
Así que sin inmutarse, ofreció una sonrisa burlona al alfa con tatuajes, ante su mirada confundida y furiosa abrazo Byungchan por los hombros y volvió a sentarlo a un lado suyo e incluso más cerca mientras escuchaba el murmullo colectivo por su acción.
- Hyunjin..- el susurro sorprendido y alterado fue ignorado por aquel jefe que ya estaba estirándose mentalmente al ver a varios alfas ponerse de pie y alejarse de sus mesas.
Girando hacia Byungchan le sonrió con tranquilidad.
- Solo correrá un poco de sangre, no te preocupes. Eres mi amigo ahora.
Byungchan negó rápidamente cuando el grupo del líder se levantó y comenzaron a acercarse.
- ¿Estas loco?, ¡van a hacernos pedacitos!- Hyunjin parpadeo cuando Choi se puso rápidamente de pie y se puso a un lado suyo a varios pasos al frente.
Justo cuando el grupo ya estaba llegando cerca suyo observándolo preparados para arrancarle la cabeza.
Hyunjin observo a aquel líder abrirse pasó y colocarse a centímetros de Byungchan con los demás detrás suyo, Choi incluso tembló ahí parado solo por sus absurdas miradas inyectadas de sangre.
¿Cómo es que temblaba ante eso y no con su voz de mando?.
Que indignante.
- Por favor discúlpeme. Es nuevo aquí y aún no sabe donde debe no meterse.
Oh no, como osaba humillarlo así.
- Pero Byung, sabes que yo siempre debo darles la bienvenida a los nuevos- sonriendo casi espeluznante el alfa le hizo señas con la mano a Byungchan-. Apártate.
Hyunjin creyó que con eso iba a ceder, pero sorprendido vio a Byungchan tomar aire y juntar las manos implorante.
- ¡Perdónelo solo esta vez!.
Hyunjin vio al líder hacer señas a uno de sus alfas detrás suyo y con unos pasos ya había tomado y arrastrado a Byungchan hacia ellos manteniéndolo fuera del problema.
Suspirando Hwang se puso de pie comenzando a estirarse, ignorando a aquel líder que dio unos pasos cerca suyo mientras él tomaba su vaso de agua y bebía un gran trago.
- ¿Están de acuerdo de que el agua es lo uno delicioso de este almuerzo?- murmuró indignado, girando hacia el alfa frente suyo esperando respuestas.
- ¿Eres idiota?, tal vez retrasado, no importa chico nuevo, con una buena bienvenida vuelves a la normalidad- Hyunjin se encogió de hombros.
- ¿Y tú que eres?, ¿un idiota inadaptado de los 80?. Ese peinado es absurdamente ridículo- murmuró burlón, divertido a ver su expresión jodidamente ardida y escuchar murmullos sorprendidos y pequeñas risas.
Cuando soltó una risa reca el comedor volvió a quedarse en silencio.
- ¿Sabes quien mierda soy yo?- Hyunjin se encogió de hombros-. ¡Soy el antiguo jefe de Khangpae!, yo mando aquí y me respetan y harás que yo junto a todos mis hombres te matemos de un golpe, ¡maldito idiota!.
Nivel de cringe = Extremo (+100).
- Pfft- Hyunjin soltó una carcajada que lo habrá escuchado el país vecino.
Limpiándose las lágrimas imaginarias palmeo el hombro del alfa apreciando su aroma furioso y su mueca sumamente irritada.
Byungchan detrás de ellos estaba por llorar del terror ante la imprudencia de su compañero de celda.
- Tal vez eras el comediante de Khangpae- asintió convencido.
Girando volvió a tomar su vaso de agua y dio un gran trago.
Decidió por ir de una vez a la acción.
Inflando las mejillas llenas de agua, no titubeó y escupió con todas sus fuerzas, viendo el rostro del alfa frente suyo empaparse del líquido transparente mientras lo escuchaba jadear sorprendido y furioso.
Los murmullos fuertes volvieron mientras las risas empezaban y los gritos para animar la pelea se hicieron insistentes.
Cuando el alfa pasó sus manos por sus ojos y lo abrió furiosos Hyunjin le sonrió divertido.
- Maldito mentiroso- susurro solo para que el lo escuche.
Y aunque lo intento, ni siquiera con el movimiento desprevenido logro golpear a Hyunjin, levantando el brazo frente a su rostro cuando el alfa intento estrellar el puño en su cara.
Arqueando una ceja deslizó su mano por la muñeca ajena y con fuerza doblo su brazo hasta hacerlo gritar de dolor y retorcerse, acercándolo hacia él tomó su cuello y con un empujón lo hizo caer al suelo hasta hacerlo chocar contra la pared.
Girando hacia los demás hombres espero paciente cuando uno a uno comenzaron a ir por él furiosos, haciéndose de lado cuando el primero de nuevo intento ir por su rostro con su puño, tomándolo del cuello de la camisa cuando tropezó apunto de caer de bruces y jalando de el con fuerza hizo estrellar su cuerpo contra el que lo seguía escuchando sus quejidos en el suelo.
No le fue difícil apartarse cuando el siguiente intentó tomarlo de la camisa, volviendo a agarrar su brazo lo hizo girar empujando su rodilla hasta arrodillarlo, Hyunjin se complació al agarrar con firmeza su brazo y empujando con brusquedad su espalda oyó el crujir de sus huesos.
Se sorprendió cuando sintió un gran peso saltar encima suyo, lo tomó algo desprevenido, gruñendo cuando intento girar su cabeza con fuertes maldiciones. Sin intención de aguantarlo estiro su brazos hacia arriba y aferrando las manos en su camisa se agacho estirando del alfa con la fuerza suficiente hasta hacerlo caer frente suyo, y sin dejarlo pensar pateo su cabeza con fuerza hasta hacer su cuerpo girar en el suelo inconsciente.
Cuando otro intento acercarse no dudo en tomar su bandeja en la mesa, empujando a al alfa con su pierna lo hizo retroceder y luego con un fuerte impulso estrelló la bandeja contra su cabeza con un fuerte estruendo.
La respiración de Hyunjin estaba algo inestable cuando fue acabando con ellos uno a uno, terminando con una pequeña capa de sudor mientras finalizaba con la escena de más de la mitad del comedor tirado en el suelo y quejándose de dolor.
Los que quedaban en ese momento apestaban del miedo y se habían alejado al otro extremo de la sala.
Bufando arrojó la bandeja que aún tenía en manos y busco al supuesto líder que realmente fue la primera burla de ese grupo.
Pasando por encima de los alfas lo encontró cerca de la pared aferrándose a su brazo con bajos lloriqueos, y estirando con fuerza de su camisa lo obligó a ponerse de pie estrellando su cuerpo en la pared.
Y sin controlarse comenzó a golpear su rostro, una y otra vez hasta que sus nudillos se llenaron de la sangre ajena y el rostro frente suyo ya era irreconocible, con la nariz roja y casi inconsciente, gruñendo por el leve dolor físico que comenzaba a sentir.
- Espero aun estés consciente como para escucharme, por que no lo repetiré dos veces- murmuró lentamente, viendo como el alfa intentaba mantener los ojos abiertos inútilmente-. Si tú o alguno de tus perritos falderos vuelven a respirar cerca mío o de Choi, voy a colgarte en uno de los ventiladores y usaré tu cuerpo como saco de boxeo.
No espero respuesta, soltando su cuerpo hasta verlo caer inconsciente giro hacia Byungchan mientras limpiaba sus puños con su camiseta.
Ignoro a su compañero de celda quien tenía la boca tan abierta que un poco y llegaba al suelo, sus ojos mirándolo incrédulo y maravillado.
- Sí ya no tienes hambre te agradecería volver a la celda- murmuró pasando de su lado.
Ignoro a los alfas restantes que le hicieron una gran reverencia, y claro, también al guardia que lo miraba escondido detrás de la puerta de la cocina.
Todos eran demasiado patéticos a la hora de la verdad.
+
Hyunjin sentía la adrenalina en sus venas mientras era transportado por un guardia a la sala individual de visitas.
Venían por el por qué alguien venía a visitarlo, y Hyunjin estaba ansioso por noticias.
Pasando por distintas puertas Hyunjin vio a un guardia poner un código que no se le fue permitido ver y con un pequeño sonido la puerta se abrió y el guardia se hizo a un lado.
- Adelante, recluso.
Ingreso con cautela, era una habitación pequeña, realmente pequeña, de tonos celestes y grises, una silla en el centro y una pared de cristal en frente, dividiendo la habitación donde al otro lado se hallaba otra persona.
Y Hyunjin casi se mostró alterado cuando quien estaba detrás del cristal no era Changbin ni tampoco Minho.
Sino Seo Dawon.
Su expresión se endureció, quiso romper el vidrio y ahorcar a ese hombre quien le ofrecía una sonrisa burlona y se veía tan relajado.
Pero se contuvo, acercándose a la silla se dejó caer de golpe, tomando el teléfono con cable que se encontraba en una pequeña repisa contra el cristal lo acercó a su oído, al igual que él alfa frente suyo.
- Nos volvemos a ver, hijo- quiso gruñir ante el apodo, asqueroso y repugnante.
- Seo Dawon, lamento herirte pero no es ningún gusto volver a ver tu asqueroso rostro- el alfa le sonrió tranquilo.
Y a Hyunjin no le gusto, estaba demasiado tranquilo, ¿cómo podía visitarlo?, se preguntó que mierda estaba haciendo Minho o cualquiera de sus hombres por eso aquel alfa se encontraba frente suyo.
¿En serio no había tenido contacto con su ángel?.
No podía ser, por más que quisiera tener esperanzas, ese hombre era astuto y para nada estúpido, si no tenía a Jeongin en sus manos no tenía sentido que le esté sonriendo de esa manera tan altanera y burlona.
- Directo al grano- Hyunjin sintió el picar de su cuerpo al verlo sacar su teléfono del bolsillo de su pantalón.
Odiaba esa ansiedad, no temía nada más en que no fuera su ángel en peligro.
- Me he estado divirtiendo, ya sabes, con tu preciado juguetito- Hyunjin solo tuvo que aceptarlo.
Contrayendo su rostro a una expresión de furia no se contuvo, golpeando con fuerza el cristal incluso si está no cedió y sus nudillos maltratados protestaron.
- ¡Maldito hijo de puta!. Te juro que si le tocaste un solo pelo iré por ti y te exprimire hasta la última sangre- gruñó golpeando el cristal con furia, frustrado y demasiado irritado al recibir una mirada tan tranquila.
Y cuando el alfa apoyó el celular en el cristal Hyunjin apenas lo pudo asimilar.
- Renuncia tu puesto en Khangpae y déjame al mando a mí.
Hyunjin apenas fue conciente de su alrededor, al alma escapando de su cuerpo y palideciendo al ver la fotografía en la pantalla.
Su ángel...¿por qué su ángel?. Tirado en un suelo sucio, inconsciente y vulnerable, con una grande hematoma en su hermoso rostro que lograron detener el corazón de Hyunjin.
¿Siquiera Hyunjin tenia otra opción?.
¿Ya vieron la portada y el banner?, ES QUE AJSJDJF, están preciosos uwu💗
Espero les haya gustado el capitulo, tengan una linda noche y fin de semana <3
Mi varón 🤲
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