16
Mini maratón 1/2.
Cuando Hyunjin llegó a la mansión no le faltaron palabras a los guardias para apartarse de su camino. Corriendo tan acelerado que era una sorpresa no haberse dado contra el suelo con sus propios pies.
Su corazón se detuvo en el momento en que él lo hizo frente a su habitación.
No pudo importarle menos el cuerpo de Jinah en el suelo.
Observando casi con terror al menor apoyado hecho un ovillo contra la puerta del armario, su corazón acelerándose como loco al ver sus piernas desnudas y su camiseta blanca con rastros de lágrimas en ella. Los ojos del omega se encontraban en algún punto en el suelo.
- Jeongin..- casi perdió el aliento mientras se dejaba caer frente a su ángel, sus propias manos temblaban de la adrenalina al tomar el rostro pálido y lleno de lágrimas del omega-. Estoy aquí, mírame.
El omega ahora observaba algún punto en su torso, no le sorprendería al alfa si le dijera que había estado en shock mirando el cuerpo en todo momento.
- Ángel- llamó cuidadosamente, inclinándose busco sus ojos cuando comenzó a parpadear, su labio inferior temblando de la incertidumbre.
Limpiando cuidadosamente sus lágrimas el alfa se dejó sin refutar cuando las manos de Jeongin tomaron sus muñecas tembloroso. Apretó los labios demasiado preocupado cuando sintió sus dedos helados.
Su corazón encogiéndose cuando ni siquiera podía oír la respiración del menor con normalidad, su aroma apenas podía distinguirse.
Llevaba solo demasiadas horas.
¿Cómo Hyunjin arreglaría su corazón herido?.
- Por favor, mírame- suplico y aunque no era tan necesario subió la cabeza del menor hasta encontrar sus ojos cristalizados, su propio cuerpo tembló al ver cómo las lágrimas comenzaban a bajar y los labios del menor se apretaban-. Dime que sientes, ¿puedes respirar?, ¿quieres vomitar?. Hazlo encima de mí si quieres, por favor háblame, ángel.
Casi fue imperceptible, pero escucho el leve sollozo mudo que provino de su garganta. Ni siquiera podía soltar lo que tenía adentro.
Jeongin apenas podía sentir el aire entrar dentro de sus pulmones.
Hyunjin giro hacia la puerta, ahí cerca del marco de la puerta se hallaba Minho con expresión casi de pánico.
- Abre alguna puerta de huéspedes y luego busca un doctor- Minho giro automáticamente corriendo por el pasillo.
Volvió hacia el omega y apretó los labios alejando sus manos, su corazón se aceleró en busca de como reaccionar a esa situación, las manos de Jeongin se aferraban demasiado tensos en su muñeca.
- Voy a alzarte, y apoyarás tu rostro en mi cuello, no mires atrás‐ ni siquiera pregunto si lo había escuchado, preocupado cuando el menor sorbio su nariz con un pequeño espasmo mientras soltaba su brazo de golpe.
Inclinándose paso sus manos debajo de las rodillas del menor y detrás de sus hombros, abrazando al menor contra su pecho se puso de pie cautelosamente.
Exhalo cuando el menor apoyo su cabeza en su hombro escondiéndose como un pequeño animal asustado en su cuello.
Sin pensarlo más salió de la habitación cuidando no pisar el rastro de sangre y rápidamente se dirigió en la habitación junto a la escalera la cual era la única que se encontraba abierta.
Ingresando se acercó a la cama y dejó al menor encima suavemente hasta tenerlo sentado. Automáticamente la mano del menor se aferró a su muñeca.
De seguro desesperado por que no lo deje solo.
Colocándose de cuclillas frente suyo buscó su mirada, Hyunjin estaba apunto de entrar en pánico al notar como las lágrimas seguían bajando sin ningún indicio de sollozo, apenas podía apreciar que el cuerpo del omega se movía en lentas respiraciones.
Ni siquiera parecía capaz de respirar.
- Respira, por favor- apoyo sus manos en el rostro ajeno-. Inhala y exhala, por la boca si no te sientes capaz.
Hyunjin vio como Jeongin apretaba los labios, sus pequeños hoyuelos haciéndose notar dando entender que enserio se estaba esforzando, que estaba sufriendo. Su mano la cual se aferraba a su muñeca se acercó a su boca.
Y cuando Hyunjin pudo rozar su cabello con las yemas de sus dedos pudo ver los labios del menor abrirse.
Y fue como un golpe directo a su corazón, el omega apenas terminó de exhalar antes de romperse en sollozos.
Su cuerpo entero se tensó casi como piedra cuando el menor cayó encima suyo con lloriqueos que estaba seguro estaban quebrando cada parte de su corazón.
Perdiendo su mirada en algún punto en la pared mientras caía de culo al suelo y se quedaba mudo mientras Jeongin se aferraba a él, acomodándose como un bebé encima suyo, su rostro hundiéndose en su cuello mientras sollozaba desesperado, su cuerpo temblando violentamente y sus manos haciéndose puños en su camisa.
Y su aroma comenzó a ser amargo, triste y derrotado. Casi como un omega entrando en estado de depresión.
Estaba demasiado afectado y Hyunjin sintiéndose jodidamente culpable.
Bajando la mirada dejó de pensarlo mucho, abrazando su cuerpo, casi igual de tembloroso que el omega, atrayéndolo hacia él comenzó a frotar sus brazos de arriba a abajo dejándolo descargarse, soltando de su aroma y apoyando su frente en el hombro ajeno quedándose en silencio.
Los minutos pasaban y el llanto apenas cesaba, Hyunjin tensando su cuerpo cada que un espasmo sacudía al menor. Sus labios se encargaron de besar la piel caliente de su hombro y nuca descubierto.
Su cabeza no paraba de cuestionarle que había ocurrido antes de la llamada del menor.
¿Cuanto tiempo había estado su madre en la mansión?, ¿qué tanto hizo para que Jeongin termine con un arma en la mano?.
Se aliviaba demasiado al tener siempre armas en cada parte de la casa.
Dejando escapar un suspiro Hyunjin cerro los ojos, escuchando al menor comenzar a hipar, su cuerpo soltando pequeños espasmos y el llanto dejando de ser tan doloroso. El omega incluso dejó escapar aire de seguro demasiado derrotado para seguir llorando.
Cuando el cuerpo del menor dejó de estar tenso y su cabeza terminó sobre su hombro supo que ya estaba calmándose.
Solo eran pequeños hipidos.
- Ángel..-
- L-la mate- apretó los labios, a Hyunjin no le importaba su madre, e incluso Jeongin sabia que la mujer era merecedora de estar en el infierno si es que existía, pero no dejaba de ser un asesinato, y Jeongin el causante de eso-. A su m-madre yo..-
- No importa, no pienses en eso, no hiciste más que lo que yo te ordené y defenderte, fui yo, ¿bien?, no tenías ningún control de tu cuerpo y fui yo quien deseo que muera.
- H-hyung...-
- Use mi voz de mando, ángel, ¿no te parece injusto?. Solo golpeame hasta que creas que no es culpa tuya y acepta en voz alta que fui yo y nadie más que yo- Hyunjin no refutó cuando el menor lloriqueo contra su cuello, sollozando tan pequeño pero igual de doloroso.
- Y-yo nunca haría daño a hyung.
- Y yo haría el daño que fuera por ti, así que por eso te obligue a hacerlo, y tienes que aceptarlo.
- Era su madre- protestó, pero Hyunjin no pudo evitar querer bufar ante aquello, furioso y con lleno de amargura dentro suyo.
- Abusaba de mí en tantos sentidos que mi cuerpo entero estaba lleno de rencor hacia ella. Yo solo esperaba el momento para hacer que deje de respirar, lamento tanto haberte usado como arma.
Jeongin sintió de nuevo sus ojos llenarse de lágrimas, temblando al recordar que tan solo minutos antes también iba a ser producto de un crimen más de esa mujer.
- E-ella también estuvo a punto de hacerme...algo- Hyunjin se alejó un poco, buscando los ojos del menor al escucharlo quejarse a punto de estallar en llanto de nuevo-. Alfa...-
- ¿Hasta dónde llegó?- pregunto con rigidez. Alejando su mano del cuerpo del menor lo deslizó por sus piernas desnuda y heladas.
Jeongin suspiro casi sollozando por lo agradable y consolador que se sintió el tacto cálido del alfa en su piel. Era eso lo que necesitaba y lo que quería, solo a él.
- Toco demasiado, pero pude notar el arma de hyung antes de que fuera demasiado lejos- Hyunjin gruñó con desaprobación.
- En el momento en que puso un dedo encima tuyo ya fue demasiado lejos- murmuró agriamente-. Dime cada parte que toco.
Haciendo un puchero a la voz demandante Jeongin froto sus ojos algo hinchados y húmedos antes de deslizar su mano algo temblorosa por su piel antes de posarla sobre su pecho.
Y lentamente Hyunjin comenzó a sentir su sangre hervir, sus ojos bajando y oscureciéndose mientras observaba mudo como Jeongin comenzaba a deslizar su mano por cada parte de su cuerpo que Hwang Jinah se atrevió a tocar.
- Jeongin...- murmuró apunto de desesperarse cuando sus dedos fueron a parar en el interior de sus muslos.
- Y a-aquí- Hyunjin sintió su garganta picar por querer gruñir, golpear algo, era capaz de llamar a Minho y darle tremendo puñetazo solo para calmar su ira de querer matar a alguien.
- Llego hasta ahí..- murmuró inexpresivo.
Jeongin tembló de nuevo, pero esta vez no de la incertidumbre.
Sus ojos abriéndose un poco más cuando la mano del alfa se deslizó dentro de su camiseta. Pero incluso si la atención de su mano estaba en su piel, Hyunjin seguía mirándolo a él, a los ojos, asegurándose que el menor le permitía ir más haya.
Cuando Jeongin soltó aire tembloroso y relajado Hyunjin se permitió avanzar.
Levantando la camiseta un poco más arriba paso sus dedos por la piel del omega, acariciando en el mismo lugar que había apuntado el menor, sus ojos viajando por todo su abdomen pálido y suave.
Y con cuidado se inclinó hasta apoyar sus labios en medio su pecho, besando su piel mientras podía sentir los latidos del corazón de su ángel.
Sus labios bajaron hasta donde su posición le permitía, besando y dejando rastros de saliva por su piel, llenándolo de su aroma tanto como fuera posible mientras escuchaba al menor lloriquear y suspirar. Hyunjin se permitió disfrutar el hecho que el aroma del menor comenzó a ser más suave y dulce, volviendo hasta su rostro y dejando besos sonoros en sus mejillas hasta lograr que el menor vuelva comenzar a llorar de nuevo.
Pero esta vez del alivio y embelesado con la atención.
- Tengo una casa a unos kilómetros de aquí, nos mudaremos ahí, ¿bien?‐ Jeongin cerró los ojos cuando la mano del alfa pasó por el interior de sus muslos, encogiéndose tímido cuando acarició su piel hasta causarle pequeños cosquilleos.
Se sintió demasiado derrotado mientras asentía y podía sentir sus ojos irritados y cansados.
- S-sí.
- Bien- Hyunjin apoyo sus labios en la frente del menor por unos segundos, escuchando su tranquila respiración y como tiernamente comenzaba a soltar sonidos de satisfacción.
No le faltó mucho para que caiga dormido.
Y Hyunjin solo pudo observarlo sin parpadear, no supo cómo logró que el menor vuelva a soltar su encantador aroma con naturalidad, ni que deje de temblar y llorar. Pero se alivio de haberlo logrado, de todos modos, si Jeongin solo lo necesitaba a él para poder descansar, estaría encantado de correr todo el país solo para satisfacerlo.
Unos minutos después que el menor se encuentre dormitando Hyunjin escucho pasos subiendo las escaleras, para que segundos después Minho aparezca en su campo de visión.
Prudentemente se quedó en el último escalón sin acercarse en el espacio de su jefe y el menor.
Ambos se observaron en silencio antes de que el mayor apunte hacia abajo.
- El doctor está preparado para atenderlo, si aún lo deseas- observando al menor no tuvo de otra más que negar.
- Será después. En cambio ordena que preparen la casa cerca del lago, lo necesito para esta noche- Minho asintió dando una leve reverencia.
Antes de que vuelva a bajar Hyunjin observo a Jeongin decidido.
‐ Y reúne a todos los guardias que se encontraban abajo, sin excepción Minho.
+
Hyunjin comenzó a meter las balas en las recámaras de su arma, ignorando irritado los aromas asustados e inestables de los guardias demasiado aterrados para decir nada.
Girando hacia ellos se prometió apurarse.
Después de todo aunque Kim Seungmin se encuentre ahora con su ángel, no podía arriesgarse a dejarlo solo tanto tiempo estando dormido.
- Bien, bien, bien- suspirando se alejo de Minho y Changbin a un lado suyo y se acercó a ellos. Eran cerca de 50 hombres, más de la mitad betas, y el otro por ciento alfas-. Ha pasado un tiempo desde que ascendí como jefe.
Estaban ubicados en una sola fila recta, uno alado del otro, frente a la entrada de la mansión.
Y 15 de ellos que se encontraban ubicados hacia la derecha, eran los que se encargaban de vigilar la mansión a cada costado de la entrada a la casa.
- Y es tan divertido..- río secamente, rascando la puente de su nariz-. Qué ninguno de ustedes se atrevieron a titubear para traicionarme.
Riendo de nuevo se acercó a su guardia, Hong Baekyung, era el que se situaba a un lado de la puerta, se supone que era de gran confianza para él como para su madre, por eso tenía la posición más cercana a la mansión.
- Habrán pensado, la señora Jinah tiene más control de Khangpae que este mocoso..- sonrió levemente, ignorando como más de la mitad se tensó, los veía incluso sudar como unos malditos luego de haber disfrutado escuchar como su ángel lloraba e incluso los disparos.
Giro hacia Baekyung.
Él también temblaba, sus ojos mirando con incertidumbre cualquier punto lejos de él.
- Tal vez no fui tan duro como ella para torturarlos cada que cometían un error- encogiéndose de hombros le sacó el seguro a su arma, escuchando el jadeo colectivo-. Algunos de ustedes prefirieron la tortura y las decisiones de Jinah sobre mí. Y se quienes fueron.
Levantando su arma apunto al alfa Hong frente suyo, su sonrisa creciendo al escucharlo jadear y soltar un lloriqueo a punto de echarse a suplicar.
- Tú...- disparo sin vacilar, justo en su frente ignorando como caía el suelo de golpe.
Girando la dirección de su arma volvió a disparar al guardia que se encontraba a un lado.
Y al siguiente, y los cuatro más que seguían.
Para ese momento los guardias sobrantes ya habían retrocedido varios pasos con un sordo rumor, los escuchaba jadear mientras volvía a meter balas en las recámaras de su arma.
- Diría que tienen suerte, por que mi omega la mató antes que ella pudiera cumplir su objetivo- los guardias se pusieron pálidos, claro, cualquier trato que hayan realizado con Hwang Jinah para dejarla entrar ya no era válido.
Acercándose al guardia más cercano paso de largo los cuerpos en el suelo, con brusquedad lo tomó del cuello y apunto su cabeza con rabia.
- Todos ustedes lo escucharon, pudieron escuchar a mi omega llorar y sabían de las intenciones de esa perra.
Volvió a disparar, arrojando el cuerpo inerte lejos mientras reía secamente y sin gracia.
- Ustedes se buscaron llegar a un trato con esa mujer, ¿y ahora dónde está sus recompensas?- se giro hacia los demás, abriendo los brazos-. ¡¿Donde carajos está?!.
Sonrió de lado cínico cuando nadie contento, como supuso.
- Sus recompensas están ardiendo en el maldito infierno como ella.
Apunto a un guardia que ya estaba en el suelo suplicando en voz baja.
Volvió a apretar el gatillo, y mató a 4 más después de él, ignorando como se arrodillaban y suplicaba casi gritando.
- Consideraré enterrarlos a todos junto a su amada jefa.
Sonrió falsamente amigable y giro hacia Minho y Changbin.
- Deshaganse del resto y busquen donde tirarlos- murmuró dirigiéndose hacia el portón de la mansión.
Dando unos cuantos pasos volvió a girarse observando cada uno de los rostros.
Señalo al que lloraba y temblaba en el suelo, era algo bajito pero complexión grande.
- Déjenlo vivir a él- observando con desdén a los demás se volvió hacia el portón.
Necesitaba a alguien quien esparza la información de lo que acaba de pasar, por que Khangpae debe informarse desde ya.
Que el jefe tenga un omega no solo es una debilidad.
+
Hyunjin suspiro menos tenso cuando bajo del auto, observando la nueva casa en la cual en ese momento se encontraba su ángel. Esta vez no se trataba de una reja, si no una alta muralla de muchos metros, y en el centro una alta puerta de metal con cerradura eléctrica.
Agradeció haber sido él junto a Minho y Changbin quienes habían pensado en el código. Bueno, y ahora también lo sabía Kim Seungmin, acercándose al aparato con números colocó con atención cada número.
11 - 20 - 25
Era el día en que sus dos amigos y él nacieron.
Entrando cerro la reja incluso si esta se cerraba automáticamente. Girando se encontró con el inmenso patio, esa mansión era más grande que la anterior, y tenía más seguridad, solo que a Hyunjin anteriormente le valía sus dos huevos la seguridad y le gustaba mucho más la soledad de la anterior casa en medio de un pequeño bosque.
Pero ahora era demasiado perfecto con la presencia de Yang Jeongin.
Desde la reja hasta la puerta había un camino de piso vinílico, luego todo era patio de pasto verde y corto, perfectamente limpio gracias a que nunca dejo de pagar a los empleados para que lo mantengan en buen estado. En el lado derecho se alzaba un fuente de forma rectangular y con unos 10 metros de largo, con una estatua en el centro que en ese momento en la boca de una especie de pez caía agua hacia abajo y así se repetía magnéticamente.
Al otro lado se hallaba un pequeño quincho mucho más equipado que el anterior, llevaba una larga mesa con decorados de flores naturales, la cual claramente se cambiaba cada cierto tiempo por el personal, traía parrilla eléctrica y un ventilador en el techo, y en un extremo cerca de las pequeñas escaleras un juego de sofá con una mesa de cristal.
La casa poseía tres pisos y un ático en forma de triangulo, de un color blanco y rayas gris en algunas columnas, en cada extremo había un gran espacio que conducía al patio trasero la cual también era inmenso pero no poseía nada más que varios árboles con frutas y arbusto con flores.
Caminando hasta la puerta Hyunjin ingreso tranquilo, dio un leve asentimiento nada más encontrar a un beta del personal.
- Buenas noches, señor Hwang- dejando sus zapatos algo sucios se colocó las pantuflas limpias y en buen estado que se hallaban en una pequeña repisa contra la pared-. Sus invitados se encuentran en la habitación del segundo piso.
- Bien, ordena que preparen la cena y también hagan desaparecer estos zapatos.
- Claro, señor- cuando el beta dio una reverencia Hyunjin lo dejo retirarse.
Observo el pequeño vestíbulo, el piso era de moquette con un tono gris, era de todo lo que estaba hecho esa habitación, en un extremo se hallaba una mesa fina y rectangular apoyado contra la pared con decorados de materiales caros, como oro y plata, encima pegado a la pared un espejo rectangular. A un lado las escaleras, y más alado bajando dos peldaños era el extenso salón pero con piso de madera, un juego de sofá, una televisión grande colgado en la pared, alfombra y mesa de cristal.
Más allá del salón era el comedor, pero no era como si hubiera entrado alguna vez. Al lado izquierdo también se haya un salón de juegos, y tampoco se había interesado en observar, solo había venido un par de veces para ver como le iba al personal y si no faltaba nada de valor.
Hyunjin comenzó a subir las escaleras, eran diez escalones y daba una media vuelta hacia la izquierda y volvía a subir unas cuantas más hasta llegar al segundo piso, luego debía dar otra media vuelta para subir al tercero pero era en ese piso donde encontraba su ángel.
Eran tres puertas a la derecha y tres a la izquierda, había uno más en el centro el final del pasillo, pero Hyunjin sabía que se trataba de un baño. Así que se guió por el olfato y se acercó a la habitación que más fuerte olía a su ángel y a Kim Seungmin.
No golpeo por miedo a que Jeongin aún duerma.
Así que entrando metió primero los ojos y como espero su ángel dormía plácidamente en la cama casi como lo dejo al haberlo trasladado desde la mansión. A un lado se encontraba una mesita de luz y un sofá gris sin posa brazos donde en ese momento se hallaba sentado Seungmin observando su teléfono en silencio.
Sacudió la mano cuando el omega hizo el amago de levantarse para seguro hacerle una reverencia. Caminando cautelosamente por la habitación se sentó en la cama cerca de Jeongin quien ahora traía unos pantalones sueltos y medias calientes, y sin poder evitarlo apartó el cabello de su rostro comenzando a acariciar su piel.
- ¿No ha despertado hasta ahora?- preguntó en voz baja.
No se sorprendió cuando el omega negó. Hyunjin podía estar seguro que para Jeongin era mucho más difícil aguantar las situaciones traumáticas o conflictivas sin agotarse física o mentalmente, al ser un omega demasiado sensible, casi como un niño, era demasiado posible que Jeongin jamás haya experimentado algún maltrato físico o verbal hasta hace unas semanas.
- Si desea puedo irme ya, creo que Jeongin ya estará tranquilo con tenerlo a usted- girando hacia el omega asintió levemente.
- Puedes cenar algo antes de irte, llama a Christopher o alguien de confianza, ya es tarde- el omega asintió automáticamente.
Esta vez sí le ofreció una reverencia al ponerse de pie y como él, salió en total silencio de la habitación.
Suspirando Hyunjin se levantó de la cama dando una última mirada al menor y comenzó a retirarse las prendas incómodas, dejando su saco del traje en el sofá y su arma sobre la mesita de luz.
Frotando su rostro se dirigió en el baño de la habitación y lavó su rostro con agua fría, no creía que sea prudente darse una ducha y ocasionar ruido si quería que Jeongin descanse. Salió del cuarto de baño luego de secar su rostro y se acercó a la cama.
Con cuidado se tumbo alado del omega, queriendo descansar un rato antes de tener que levantar al menor para cenar. Atrayendo el cuerpo de Jeongin lo abrazo contra su pecho satisfecho cuando lo abrazo instintivamente acomodándose encima suyo.
Cerrando los ojos se permitió finalmente relajar sus músculos tensos, apretando los dientes al querer gruñir de lo cansado que se sentía cada parte de su cuerpo, no había hecho nada más que estar tenso y malhumorado, y ahora con el aroma y la comodidad de la cama, podía sentirse por fin relajado luego de un extenso y horrible día.
Debía ser ya cerca de las diez de la noche.
Y sin poder evitarlo, Hyunjin sintió que perdía la noción del tiempo y cayó profundamente dormido.
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Jeongin no se inmutó al hecho de que no estaba en la conocida habitación de la mansión, de hecho estaba tan aliviado de que el alfa no lo había dejado en alguna habitación de esa casa. En cambio podía notar un nuevo aroma agradable a lavanda, muy seguro del producto para lavar las sábanas, y el color blanco y entre grises del techo.
No le molestaba, estaba ya hace muchos minutos despierto pero se sentía tan tranquilo al tener a Hyunjin a su lado abrazandolo con firmeza de la cintura y él teniendo la comodidad de su torso.
Era por el mayor principalmente que ignoró estar en una habitación desconocida, si Hyunjin no se encontraba con él era muy seguro que habría entrado en pánico.
Y en ese momento se encontraba jugando con la cadena fina del mayor, enredandolo en su dedo mientras esperaba paciente que el alfa se despierte, ya que tampoco tenía ganas de dormir más.
Jeongin apretó los labios tímidamente cuando entre sueños Hyunjin atrajo su cuerpo y lo apretujo como un oso de peluche. Sonriendo cuando se acomodó contra su cuello frotando su rostro en su piel y exhalando algo fuerte.
Y luego de nuevo silencio.
Con cuidado y delicadeza Jeongin comenzó a jugar con el cabello del alfa, acariciando su cabeza de vez en cuando apartando el cabello del rostro del mayor, sus ojos pudiendo observar mejor la habitación, una mesita de luz, un sofá, un ventana la cual reflejaba la luz del día levemente entre orillas de la cortina y un armario alto de madera a un lado de la puerta.
Esta la observo fijamente, se preguntó con curiosidad en donde estaban. Recuerda haber escuchado al mayor decirle que se mudarían, un poco antes de quedarse dormido demasiado exhausto; ¿entonces esa era la nueva casa?.
Se veía mucho menos extravagante, pero quien sabía cómo sería el exterior de esa habitación.
Jeongin salió de sus pensamientos cuando un fuerte sonido lo alertó, sintiendo su corazón detenerse por el repentino ruido en tanto silencio, y también cuando el cuerpo del alfa se tensó entre sueños.
No pudo evitar fruncir el ceño, queriendo bufar por quien sea que estaba llamando al mayor y despertándolo de su sueño.
Hyunjin ni siquiera se apartó de él, metiendo la mano a ciegas en su bolsillo sacó su teléfono, Jeongin observando en silencio como se alejaba levemente de su pecho y acercaba la pantalla a su rostro.
Seo Changbin.
Jeongin hizo un puchero, ya le había caído bien ese alfa.
Carraspeando Hyunjin se giro hacia el menor luego de cortar de golpe, sus ojos algo hinchados y somnolientos topándose con los brillantes y expectantes del omega.
Se alejó algo brusco, sorprendido al verlo tan despierto, girando completamente hacia el omega se apoyó sobre su codo.
- ¿Cómo es que ya estás despierto?- Jeongin se encogió levemente ante la voz ronca y baja, entrelazando sus propias manos tímidamente.
Y aunque quiso darle una respuesta coherente no pudo hacerlo.
- No sé.
Hyunjin arqueo una ceja mientras Jeongin enrojecía y parpadeaba torpe.
Asintiendo soltó una pequeña risa inclinándose hacia su rostro, dejando un beso en la frente del menor se incorporó en la cama, en el mismo momento que el teléfono volvió a sonar.
- Diga- bufo con el teléfono en su oído.
- Buenos días, Cenicienta. Necesito que me des órdenes sobre muchas cosas.
- Es bello durmiente, idiota- rodó los ojos comenzando a estirar sus extremidades tratando de despertarse mejor.
Se relajó cuando sintió los tímidos brazos del omega rodear su torso, sus piernas haciendo lo mismo en su cadera y sintiendo su rostro contra su espalda. Dejo caer su mano encima de la del menor dejando suaves caricias.
- Lo que sea, ya dime que hago con Jinah, el guardia asustadizo que dejaste vivir, la casa, tu abuela histérica, el revuelo en Khangpae sobre la muerte de la antigua jefa, los omegas del tráfico que trajimos de vuelta, el alfa que también estaba detrás del tráfico que hallamos pistas, los socios de tu madre que pensaban matarte, Minho malhumorado por enterrar tantos cuerpos y no poder visitar a sus gatos...-
- Llama en un mes- y colgó.
Que lindo día.
- ¿Donde estamos, alfa?- Hyunjin se apoyó suavemente sobre el menor atrayendo sus suaves manos hacia sus labios dejando pequeños besos.
- En nuestro nuevo hogar- el omega sonrió complacido a la atención, satisfecho mientras asentía.
- Me gusta, sonó lindo.
Tomando aire Hyunjin se decidió en ponerse de pie, tomando aún la mano del menor estiro suavemente de él.
- Ven, te mostraré un poco e iremos a desayunar- Jeongin se puso de pie.
Comenzo a estirarse al sentir sus músculos tensos, rascó su cabello mientras seguía al alfa frotando sus ojos.
Al salir de la habitación los recibió un pasillo muy iluminado gracias a las luces y un ventanal en el pared de cada lado del pasillo. A metros de ellos Jeongin se sorprendió a notar una escalera que llevaba al piso de arriba y otra al de abajo.
- ¿E-en qué piso estamos?
- Segundo piso- murmuró divertido mientras observaba la expresión sorprendida del menor.
Con suavidad entrelazo sus dedos guiándolo hacia las escaleras.
- ¿Quieres que te muestre el piso de arriba o prefieres bajar a desayunar?.
- Si hyung no tiene hambre, quiero ver que hay arriba, aún es temprano- asintiendo Hyunjin señalo hacia las habitaciones del pasillo.
- Todas son habitaciones con cama, muebles necesarios y un baño, e incluso la puerta de allá es un baño pero digamos que público- Jeongin asintió lentamente.
Siguió al mayor cuando lo guió a las escaleras que conducían al piso de arriba, subiendo y dando media vuelta piso unos escalones más antes de encontrarse con un inmenso piso, había tres puertas a la derecha, un pasillo largo con un ventanal en forma de arco y al lado derecho un gran salón con pared de vidrio y una puerta del mismo material deslizante.
Se podía apreciar muy bien desde donde se encontraba los sofás puff de color gris y negro, tres las cuales se hallaban frente a un mueble con televisor y varios aparatos como consolas y quien sabía que más eran, a un costado el salón equipaba máquinas de ejercicio, caminadora, toallas blancas, radio, máquinas extrañas que Jeongin consideraba era para ejercicio de brazos y piernas, cuerdas e incluso una pelota.
- Bien, creo que podrías usar este salón para tus juegos, son divertidos y se vuelven adictivos así que probablemente tienes que poner horarios- Jeongin ladeo la cabeza, no convencido en pasar horas jugando un video juego.
- Dejare que hyung me enseñe un poco después- se limitó a murmurar satisfecho.
Hyunjin señaló la tres puertas.
- Baño, mini salón de aperitivos y cuarto vacío- asintiendo Jeongin soltó una pequeña risa por las habitaciones innecesarias, no se atrevería a decirlo por miedo a ofender pero él probablemente use dos habitaciones de todo ese lugar.
El omega siguió al mayor tranquilo cuando este lo guió hasta el centro del pasillo.
Observando con duda al alfa cuando señaló hacia arriba.
- Y ahí, es el ático- sonriendo Hyunjin se estiró hasta alcanzar el hilo junto al botón transparente que ayudaba a estirar las escaleras.
Jeongin abrió la boca sorprendido mientras retrocedía y una larga escalera caía frente suyo.
- Woah- se apresuró a éstas soltando al alfa emocionado.
Hyunjin parpadeo comenzando a mirar cualquier otra parte y no al tentativo trasero del menor mientras subía las escaleras.
Cuando fue su turno de subir se encontró al omega sobre la cama de suelo observando afuera desde el ventanal detrás de la cabecera.
- ¡Eso es un enorme patio!- riendo Jeongin se alejó de la ventana.
Observo todo el ático, tenía una forma de triángulo y era todo de color madera con el techo algo bajo, en el lado derecho se hallaba un largo mueble para ropa y un canasto para ropa sucia. Al otro extremo se encontraban pequeños baúles de madera y un pequeño perchero para abrigos, y dos cajas cerradas, y en el centro mismo una cómoda cama de piso.
- ¿Eso para que es?- Jeongin se apresuró a la pequeña puertita en la pared que podría tener fácilmente la medida para poder meter su cabeza, abriendolo miro el interior sorprendido cuando se encontró un largo tuvo hasta abajo dónde una pequeña luz provenía.
- Tiras tu ropa sucia ahí y aparece en un canasto en el cuarto de limpieza del personal.
Se alejó sorprendido, observando al mayor mientras ente se encogía de hombros, observando todo el ático sonrió en grande volviendo a correr hacia la cama.
- ¿Puede ser esta nuestra habitación?- pidió girando en la cama.
Termino sentado sobre esta extendiéndo las dos palmas de su manos juntas hacia el mayor en forma suplicante.
- Claro, ángel- riendo emocionado Jeongin observo a Hyunjin acercarse hacia él-. Así nadie podrá escucharnos cuando estemos en la intimidad.
Dejándose caer en la cama Hyunjin espero indicio de timidez del menor, pero se encontró con su mirada pensativa.
- No lo creo, hyung, ¡el personal pensará que hay ratas en el ático!- comenzando a reír Hyunjin se tiró con cuidado sobre el menor mientras este caía sobre las suaves almohadas entusiasta al tener al mayor encima suyo.
- No creo que ratas, tal vez conejos- sugirió besando las mejillas del menor repetidas veces mientras lo escuchaba quejarse.
- ¡Hyung!, eso ya es vergonzoso- bufando Jeongin se dejó satisfecho riendo levemente cuando la mano del mayor se deslizó dentro de su camiseta, acariciando su abdomen tan suave que sintió pequeños cosquilleos.
- Dime ángel, ¿cómo te sientes?, si hay algo que te molesta, algo físico o que ronda en tu mente, quiero que me digas- Jeongin no dijo nada por unos segundos, encontrándose con la mirada del alfa tomo su rostro con suavidad apartando los mechones rubios tímidamente.
- Lo que pasó ayer no ronda por mi mente, alfa, y me siento bien por que usted esta conmigo- admitió, sintiendo su corazón acelerarse por lo precioso que se veía el alfa tan cerca suyo y poder apreciar sus labios rojos y gruesos.
- Entonces estás bien- Hyunjin se trató de convencer a sí mismo.
- Pero alfa...- prestándole atención vio al omega tragar nervioso-. Hay algo de la cual estoy curioso.
- Dime.
Jeongin estaba apunto de decirle, cambiar un poco la situación y no decirle la versión real al alfa.
Pero no podía mentirle.
Era totalmente innecesario mientras sabía que mentirle molestaría más al alfa que la versión sincera y cruda.
- El día de mi celo, m-me tomó totalmente desprevenido- Hyunjin escucho con atención, sin refutar a la actitud nerviosa del menor-. Y entre en celo cuando estaba en casa, y pues...creo que mi aroma fue muy fuerte- murmuró, apretando los labios al notar como los ojos de Hyunjin iban cambiando, e incluso podía adivinar que el alfa ya sabía adonde iba la conversación.
- Sigue.
- Bien, pues mi p-padre respondió mal ante eso, y él vino a mi habitación..- Hyunjin se tensó alejándose de golpe, abriendo los ojos mientras Jeongin se encogía algo asustado.
- Jeongin- Hyunjin suspiro tratando de relajarse cuando el menor se aferró a su rostro volviendo a acercarlo al suyo.
- N-no te alejes de mí así, duele- observando los ojos tristes del omega Hyunjin se golpeó mentalmente.
Suavemente apoyo su frente sobre el menor, relajándose cuando su pulgar acarició su rostro tiernamente.
- Lo siento, lo siento, ángel. Solo sigue.
- Mi padre también tocó partes de mí que no debía. P-pero no llego a ese punto, ¿bien?- Hyunjin apretó los dientes para no alterarse, no podía y no debía frente a su ángel, incluso si su alfa ya estaba temblando de la ira por matar al papá de su ángel-. Y-yo no estoy sucio.
- Eso ni siquiera pasará, ángel, la gente que te toca sin tu consentimiento, solo esa gente es sucia y repugnante. Ángel es puro y precioso, ni yo ni nadie es merecedor de tenerte- Jeongin parpadeo al sentir de nuevo las lágrimas volver a amontenarse en sus ojos.
- Gracias, e-enserio gracias. A mí me gusta alfa, y creo que usted es tan merecedor de tenerme por el simple hecho de que siempre me trata bonito- Hyunjin sonrió suavemente, observando como de nuevo el omega parecía apunto de llorar por simples palabras bonitas, ni siquiera se comparaban con lo que realmente era Jeongin en ese mundo.
Pero estaba encantado con decírselo siempre con tal de recibir esa reacción.
- Si ángel lo dice.
Tomando la mano del omega beso sus nudillos con delicadeza.
- Vamos, termina de contarme y pregunta, luego hablamos de esto- Jeongin asintió tomándose unos segundos antes de seguir.
- La cosa es que hyung, sin querer le solté esto a Changbin hyung y...-
- Espera, ¿Changbin sabía de esto antes que yo?- Jeongin frunció el ceño cuando el alfa tenso la mandíbula de seguro planeando como matar a Seo Changbin.
- Hyung no le mencionará nada de esto a Changbin, yo le suplique que no te diga por qué prefería hacerlo yo.
- ¿Cómo que le suplicaste?.
- ¡Hyung!, ya sabe de lo que hablo- chasqueando la lengua Hyunjin asintió de mala gana.
- Bien, no le digo nada- asintiendo más tranquilo Jeongin observo alguna parte del techo.
- Entonces, como le decía, el se exaltó mucho de que mi padre halla reaccionado así, y me dijo que no es normal.
- ¿Cómo que no es normal?- el omega asintió mirando al mayor quien se encontraba confundido.
- Dijo que el lazo sanguíneo no permite que un padre tenga deseos sexuales hacia su hijo, sin importar la etapa de celo.
Jeongin tembló levemente por sus pensamientos, su mano la cual era sostenida por el mayor dio un ligero apretón.
- ¿A qué quieres llegar, ángel?.
Y ante la mirada expectante del alfa soltó lo que tanto lo tenía pensativo desde el día anterior.
- Creo que Yang Jinho, al final no es mi padre biológico.
La cosa es que, me encanta como voy desarrollando esto 😈
Espero les haya gustado este capítulo, como vieron en un mini maratón de dos, así que espero les haya agradado la idea <3.
Linda noche si es que solo leen este cap antes de mimir AJSJ <3.
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