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15

Hyunjin se encontraba recargado sobre su auto, esperando paciente a Jeongin parlotear sin parar junto a su amigo Kim Seungmin dentro del jardín de la residencia Bang. Había venido a buscarlo luego de haber matado a Song Kangho algo ansioso al saber que el menor había salido sin su presencia de la mansión.

Luego de haber escuchado las palabras del alfa en aquel edificio abandonado se encontraba alerta, nervioso hasta con la sola presencia de su ángel lejos de él, y eso que solo había pasado tres horas de haberse enterado de las intensiones de sus socios.

Socio que ni siquiera sabía su identidad.

Y ahora se encontraba a la espera de que Jeongin se ponga al día con su amigo. Jeongin no había notado su presencia aún, el alfa había decidido despedir al guardia que lo había traído y esperar para ser él quien regrese con su ángel, de seguro el omega esperaba que al salir se encontraría con todos menos con Hyunjin.

Y mientras esperaba observaba a Jeongin desde lejos, reír y tapar su rostro con sus dedos largos y delicados cada que se sentía tímido, su piel lechosa y suave luciendo gracias al agradable clima soleado y cálido, llevaba puesto un suéter blanco con cuello alto y unos pantalones del mismo color y flojos, Hyunjin sentía su corazón acelerarse cada que el menor reía y sus labios totalmente rosados resaltaban gracias a su piel y su vestimenta blanca.

Cada que trataba de convencerse de que no podía ser, Yang Jeongin volvía a lucir como un precioso ángel.

Cada que Jeongin le hablaba, sentía su voz demasiado encantador, cada que lo mirada podía observar sus orbes brillantes como las estrellas, y cada que Yang Jeongin simplemente existía, Hyunjin podía observar un destello de luz en su podrida vida.

Y Hyunjin estaba comenzando a temer, dudar, ¿por qué Jeongin lo miraba a él?, no tenías que ser inteligente para saber que Hwang Hyunjin, no era precisamente el alfa a quien mirarías con interés, ni siquiera por su dinero.

Ningún omega quería un alfa jefe de una pandilla de mafiosos quien asesinó a ya más de 10mil personas y además de eso, tiene complejo posesivo tirando al lado animal.

Finalizando que era seguro que tenía sus días contados para quien sea su futuro asesino.

Por qué Hyunjin conocía bastante bien el destino de esa vida.

Morir en cuanto menos te los esperes, de la manera más inimaginable y en manos de quien menos creas.

Y Hyunjin desde que había visto a Yang Jeongin, deseaba con todo su ser que ese día aún esté lejos, deseaba pasar tanto tiempo que pueda con su ángel y poder despedirse luego de estar cien por ciento seguro de que Yang Jeongin vivirá el resto de sus días en paz.

Hwang Hyunjin se aseguraría de eso, con o sin él.

El alfa relajo su postura defensiva cuando observo a su ángel despedirse de Kim Seungmin y caminar con tranquilid por el pasillo pequeño del jardín hasta la reja.

Fue cuestión de segundos para que sus ojos se miraran el uno al otro y las del omega brillen de la sorpresa y la ilusión mientras sonreía brillantemente.

Hyunjin se sintió incómodo por tantas emociones que lo asaltaron cuando vio al menor saltar felizmente hacia él y dejar que su cuerpo choque contra el suyo.

Estaba bastante perdido, Hyunjin lo sabía.

Sus brazos envolvieron la cintura del menor, sintiendo sus manos tímidas apoyarse a su torso quedando así ambos al sustento de su auto. El menor soltó una risita cuando los labios del alfa se apoyaron en su frente y podían sentir perfectamente como sus aromas se mezclaban en su presencia.

- Hola, ¿qué hace aquí, alfa?- pregunto con curiosidad, no pudiendo evitar sentirse contento cuando las manos de Hyunjin apartaron mechones de sus ojos con cariño.

- Mhm, pues cierto omega se me escapó de la mansión, y vine a buscarlo- sonriendo inocentemente Jeongin recibió una mirada acusatoria.

- He salido luego de mucho tiempo y solo, y fue agradable hyung, Seungmin me habló mucho de su nueva vida y me entretuve.

- Eso está bien, ángel, pero deseo que me avises a donde vas cuando sales, si prefieres solo le dices a quien te traiga y ellos me van a informar- Jeongin asintió sin preocupaciones, no pudiendo refutar a la demanda del alfa.

- ¡Si, señor!- Hyunjin trato de espabilar mientras el omega dejaba un pequeño beso en sus labios y se alejaba riendo.

Hyunjin hizo un amago de sonrisa mientras Jeongin apuntaba el auto.

- ¿Me deja entrar al auto ya?.

Arqueando una ceja Hyunjin se alejó del auto.

- ¿Los niños no deberían ir atrás?- Jeongin enrojeció cruzándose de brazos, quejándose cuando el alfa soltó una risa por su posición.

- ¡No soy un niño!, tengo 20 años alfa- infló su pecho con orgullo mientras Hyunjin asentía.

- Oh, claro claro, lo había olvidado adulto Yang- abriendo la puerta del copiloto Hyunjin señalo hacia adentro-. Adelante.

Observando al alfa acusatorio y con los ojos entre cerrados Jeongin se acercó al auto y entró colocándose cómodo en el asiento.

Espero que el alfa cierre la puerta pero este no lo hizo, rodeándolo con la atenta mirada del omega.

Su corazón saltó mientras se encogía cerca del asiento cuando el alfa se inclinó hacia él. Sin embargo en vez de ir a su rostro como pensó el alfa se inclinó hasta el cinturón de seguridad y lo estiró hasta abrocharlo alrededor de su cuerpo.

- El cinturón, adulto Yang.

- L-lo iba a hacer cuando subiera- se quejó enrojeciendo de la vergüenza ante la mueca burlona del alfa mientras se alejaba de él y cerraba la puerta ignorándolo.

Bufo hacia él indignado observándolo rodear el auto delante suyo.

- Alfa tonto.

El camino hasta la mansión fue tranquilo, Jeongin notaba el agradable aroma a jabón de coco mezclado con la esencia natural del alfa indicando que antes de ir por él se había dado una ducha, sus ojos observaban entusiastas los árboles cada vez más cerca de la mansión.

‐ ¿Quieres ir a casa o deseas que te deje en algún otro lugar?- girando hacia el alfa Jeongin ladeo la cabeza.

- ¿Por qué, debe ir a otro lugar, hyung?.

- Así es- Hyunjin se apresuró a hablar cuando un pequeño puchero comenzó a instalarse en el rostro del omega-. Es un asunto importante, ángel, si deseas podríamos regresar y te quedas una noche con tu amigo.

- ¿Pasarás la noche afuera?- volvió a preguntar y apoyo la cabeza en el respaldar del asiento desanimado.

Era tonto al saber que el alfa era una persona ocupada.

- Esta bien, alfa, solo vamos a casa creo que se le hará tarde para ir a trabajar.

- Puedo volver y dejarte, ¿quieres ir?- Hyunjin volvió a insistir.

En ese momento, deseaba aún más que Jeongin pase la noche con Kim Seungmin que solo en su habitación en una enorme mansión. Ya sabía que en esos momento, no era muy seguro dejar a su ángel tanto tiempo solo con lo triste y sensible que se ponía.

Y Hyunjin había pensando mucho, Yang Jeongin había estado prácticamente solo desde los 10 años, con la personalidad y actitud de su padre era demasiado obvio que Jeongin no había desarrollado un apego al mayor por el miedo de ver la realidad de sus intensiones. Y luego de 9 años el omega recibía de golpe la presencia de Hyunjin, recibía atención, cariño, amigos, amor e incluso atención sexual.

Entonces era demasiado evidente el apego emocional que estaba desarrollando Jeongin hacia Hwang Hyunjin.

El alfa ni siquiera dudaba un segundo que esa sea la explicación de tan terrible reacción al tenerlo dos días lejos suyo, considerando lo sensible que se encontraba días antes por algún recuerdo del bastardo de su padre.

Otro tema que era tarea pendiente.

Hyunjin había pensado demasiado, entre lo correcto e incorrecto, era demasiado probable que su yo de antes no dudaría en ir al camino fácil, matar a Yang Jinho, como tanto deseaba hacerlo. Pero parecía ser que ese camino comenzaba a ser el incorrecto para Jeongin.

Y Hyunjin desde hace ya bastante comenzaba a hacer decisiones dependiendo de la seguridad de su ángel.

- Seungmin muy seguro querrá pasar tiempo con Chris hyung, déjame en la mansión, está bien- Hyunjin no estaba del todo convencido, pero obedeció.

Dejando a Jeongin en la puerta de su hogar aceptó los brazos del omega cuando lo rodearon.

- Por favor, cuídese alfa.

Sonriendo sus manos dieron pequeñas caricias a la espalda del omega, inclinándose y besando su sien.

- Cena algo rico y llámame sin dudar si necesitas algo, nos veremos en unas horas, ángel.

Jeongin solo pudo parpadear al recibir un beso y al darse cuenta el mayor ya se encontraba dentro del auto saliendo de la mansión en cuestión de segundos.

Suspirando el omega observo el cielo aún de un agradable azul claro y sintiendo el suave viento acariciando su rostro. Giro y se adentró a la mansión, se acercó sin dudar al comedor, no deseaba ir a la habitación solitaria y silenciosa en ese momento.

- Buenas tardes- saludo amable a una de las mucamas, quienes como siempre lo observaban sorprendidas y le dedicaban una gran reverencia.

Jeongin no era tan tonto como para saber que esas betas esperaban algún día recibir indiferencia de su parte al ser el omega favorito de Hyunjin.

- Buenos días, joven Yang, ¿se le ofrece algo?.

- No no, solo quisiera saber dónde esta la señora Kim.

- Oh, ella no se encuentra en este momento en la mansión, pero puedes encontrar su número de teléfono en la puerta del comedor si la necesita urgente- negando con las manos Jeongin sonrió tranquilo.

- No es nada urgente, muchas gracias- volviendo a hacer una reverencia se despidió tranquilo de las mucamas.

Aún más ansioso al no saber que hacer Jeongin se dejó caer en el mueble del salón sacando su teléfono, buscando en sus contactos, tenía ya varios guardados, a Seungmin, Minho, Changbin, su hyung Christopher y claramente a Hyunjin.

No estaba seguro muy bien a quien llamar sin resultar que molestaba.

Y pasando los minutos y sin saber muy bien por que comenzó una llamada telefónica.

Con Seo Changbin.

No sabía muy bien el por qué lo hizo, considerando que el amor que ese alfa le tenía era la medida de un grano de mostaza.

- Diga- en el tercer pitido y la voz áspera y malhumorada del alfa lo contestó, de seguro muy conciente de que era él quien estaba molestándolo.

- H-hola..- carraspeó acomodándose como un tonto en el cómodo sofá-. Perdone que lo m-moleste Changbin hyung...-

- ¿Qué, estás en algún problema niño?, ¿o que quieres?- tragando saliva Jeongin se auto golpeo mentalmente cuestionándose el por que no llamo a su hyung Minho.

- ¿Está o-ocupado?- susurro, rezando por que lo haya escuchado.

- Sí, ¿algo más?- apretando los labios demasiado avergonzado Jeongin se incorporó.

- ¿Haciendo qué?- pregunto cauteloso, no sabía si precisamente el ruido que escuchaba al otro lado de la línea se consideraba estar ocupado.

- ¿Puedo saber que mierda te importa?.

Jeongin no sabía si era o demasiado tonto, o demasiado valiente, tal vez era muy obvio que la primera opción.

- ¡Hyung está en una fiesta!, e-eso no es estar ocupado- bufo poniéndo una mano en su cadera.

Escucho la risa seca e incrédula al otro lado.

- Mira mocoso, dime que mierda necesitas o la próxima que te vea te ahorcó por meterte en mi ocupada y preciosa vida.

- ¡Quiero que venga en la mansión por que estoy aburrido!- lloriqueo contra el teléfono.

- ¡¿Y crees que soy tu maldito juguete de atracción o que carajos?!.

- ¡Si no viene en media hora lo acuso con Hyunjin hyung!- y colgó.

Le colgó la llamada en la cara.

Le colgó la llamada en la cara y lo amenazó.

Le colgó la llamada en la cara y lo amenazó, a Seo Changbin.

Jeongin llevo las manos en su boca demasiado sorprendido de si mismo para hacer otra cosa.

- O-oh, Yang Jeongin eres tonto, demasiado tonto- golpeó su boca duro reprendiéndose.

Con terror corrió hacia las escaleras considerando esconderse en cuarto de baño por una semana.

- Podría matarme más rápido en un espacio cerrado- trato de razonar estúpidamente.

Corriendo de nuevo hacia el comedor como la cocina el único método de escondite pero no tardo en detenerse en seco frente a la puerta.

- Ahí dentro hay muchos cuchillos- lloriqueo corriendo hacia la puerta principal.

Se detuvo en seco al notar en que dirección estaba yendo sus pensamientos.

- N-no, hay que razonar Jeongin- asintiendo tomo una gran bocanada de aire.

Seo Changbin no podía hacerle nada, era más que obvio que ese alfa sabía quien era su jefe y por ende de quien se trata Yang Jeongin, podía ser un omega cualquiera pero resultaba ser íntimo de Hwang Hyunjin, entonces Seo no podía hacer nada, además que lo había acusado con el jefe.

Mordiendo sus uñas se paseó por el salón dando vueltas, no había una mejor opción que esperar paciente a su hyung y tratar de explicarle con la tranquilidad más dulce y apacible que era un niño tonto y egoísta que solo quería quitar el aburrimiento que hace solo 5 minutos tenía.

Cuando pasaban los minutos y Jeongin solo podía ser capaz de mirar la hora en su teléfono fue que se pudo tranquilizarse mejor.

- Parece ser que no vendrá- murmuró para si mismo, observando que efectivamente ya estaba por pasar 40 minutos de la llamada y ninguna señal del alfa.

Deteniendo sus movimientos el omega no pudo evitar cruzar los brazos enfuruñado mientras bufaba.

Ese alfa en serio...¿no tenía ni siquiera miedo de su amenaza?.

- Ja, un hyung rebelde que va a fiestas y no responde a mi amena...AAAAAAAHH~

Jeongin sintió que el alma se le iba del cuerpo cuando la puerta fue abierta con brusquedad y Seo Changbin aparecía en su campo de visión.

- E-espere hyung...- chillo cuando en grandes zancadas el alfa se apresuró a él con expresión de darle una tremenda patada.

Encogiéndose Jeongin cerro los ojos con fuerza colocando sus manos delante suyo como defensa esperando cualquier impacto contra su cuerpo.

Pero lo único que sintió fue el temblor de sus manos al sentir una bolsa chocar contra ellos.

Abriendo lentamente los ojos sintió su corazón acelerado cuando pudo observar una bolsa de papel de madera extendido frente suyo, aspirando como un pequeño animal cauteloso pudo apreciar el aroma papas fritas y hamburguesa.

- Un delfín se quedó idiota a tu lado- sus mejillas ardieron de la vergüenza a la burla del mayor por su grito.

Tomando la bolsa entre sus manos se encogió tímido.

- Por qué...-

Se calló abruptamente cuando el alfa lo señaló con seriedad, pudiendo observar por fin la vestimenta formal y oscura de Seo Changbin, trayendo encima unos pantalones de vestir ajustados y una camiseta negra pegada que dejaba marcado su cuerpo trabajado.

- Te compré un maldito combo de cajita feliz, trae juguetitos para mocosos como tú así que vuelves a llamarme y volveré y te estrellare el celular contra tu pequeña cabecita.

Jeongin no sabía por qué, pero eso le causó gracia, soltando una pequeña risa.

Solo que no tardo en borrar la sonrisa a los ojos irritados del mayor.

- G-gracias, enserio hyung.

Apretando los labios Jeongin se sintió divertido cuando el alfa le gruñó antes de girar.

- Me voy- Jeongin sabia que volvía a su fiesta, podía oler el leve aliento a alcohol que desprendía.

Pero de nuevo volvió a comportarse infantilmente.

- E-espera hyung- apresurándose a alcanzarlo tuvo que detenerse a tropezones cuando el mayor giro bruscamente hacia él y lo hizo retroceder varios pasos.

- ¿Qué?.

- Comamos juntos, u-una forma de agradecerle.

- ¿Qué rayos piensas de mí para creer que me quedaré?- gruñendo del fastidio el alfa volvió a girar apresurándose a la puerta.

- ¡Por f-favor!, hyung no quiero comer solo- hizo un pequeño puchero abrazando su bolsa contra él mientra el alfa se tensaba girando lentamente, tratando de ser convincente.

Minutos después ya estaban en el patio trasero de la mansión sentados en las sillas de madera frente a la mesa del quincho.

- Tome hyung- Changbin no tuvo siquiera tiempo de rechazarlo cuando recibió una hamburguesa frente suyo y la mitad de las papas del omega.

- Lo traje para ti- bufo apoyándose en el respaldar de la silla.

- Pero hyung enserio me juzgó, trae dos hamburguesas, no podré comerlos todo yo solo.

Soltando una pequeña risa Jeongin termino de sacar el vaso de cola de la bolsa junto a la pequeña bolsita con un juguete de un teléfono amarillo con ojitos y una sonrisa de un chillón color rosa, riendo cuando apretó el botón del medio y una infantil canción movida comenzó a sonar.

- ¿No es graciosa?- divertido lo acerco al rostro del alfa riendo cuando este se tapó la oreja quejándose del insistente canto infantil.

- Es horrible.

Dejando el pequeño juguete en la mesa Jeongin dio su burla como satisfecha. Tomando de su paquete de papitas comenzó a comerlo mientras observaba en silencio como Seo Changbin alzaba las piernas en la mesa en una posición desinteresada y comía de su hamburguesa.

‐ ¿No le caigo bien?- Jeongin se ánimo a preguntar, sin titubear.

Changbin giro casi al instante, observo sin ninguna expresión como el menor comía su papitas de la manera más extraña, metiendo uno a uno a su boca y masticando hacia el lado derecho.

‐ Nadie me cae bien- decidió contestar apartando la mirada.

- ¿Por qué siento que quien menos le cae soy yo?- Jeongin murmuró divertido metiendo otra papita en la boca.

- Si fueras el que peor me cae no estarías comiendo un jodido combo de comida chatarra- rodando los ojos Changbin dio otro bocado de su hamburguesa.

Jeongin no entendía que era ese sentimiento que le causaba tanta diversión el malhumor de Seo Changbin.

- ¿Entonces soy el que mejor le cae entre todas las personas que odia?.

- No, ese es Hyunjin, disculpa que te ilusione- murmuró sarcástico.

- Oh, que mal- encogiéndose de hombros Jeongin comenzó a comer de su hamburguesa.

Masticando con tranquilidad observo a lo lejos el escenario en medio del patio, sin mesas o armas como la última vez.

- Y dime, ¿cuándo fue la última vez que viste a tu padre?- Jeongin se exaltó por la pregunta, girando hacia el alfa carraspeó al ver su mueca burlona.

- Casi tres semanas, creo, ¿por qué?.

- Bueno, la última vez que lo vi pasamos un rato agradable, me hizo reír mucho- murmuró Changbin riendo secamente al recordar los gritos de ese señor.

- ¿A-agradable?- Jeongin ladeo la cabeza, ¿luego de sacarlo como bolsa de papas de su casa pasaron un momento agradable?.

- Así es, ¿viste cómo quedó, cierto?- pregunto Changbin interesado.

Jeongin hizo una mueca, lo único que recordaba de la última vez que lo vio fue su voz y cuerpo encima suyo y dentro de su mente, enfermándolo con recordar como se comportó con su propio hijo estando en celo.

- No lo sé, la última vez que lo vi estaba algo acelerado ya que había entrado en celo, m-me había asustado un poco así que no recuerdo.

- Carajo, ¿enserio pudo levantarse luego de quedar tan chueco?- sorprendido Changbin negó la cabeza.

- ¿C-chueco?.

- ¡Sí!, es que Minho y yo..-

Jeongin parpadeo cuando Changbin se quedó en silencio de golpe, algo ansioso al notar su mirada oscurecerse.

- ¿Cómo dijiste?- Jeongin espero ansioso a la mirada interrogante de Changbin-. ¿Algo acelerado en tu celo?.

- S-sí, ¿por qué?.

- ¿Cómo es acelerado?, ¿qué hizo?- Jeongin tembló levemente al notar el tono de voz del alfa, no dejaba espacio para respuestas secas y vacías.

- N-nada, reaccionó mal a mi celo..-

- ¿Cómo?.

- Me tocó y quiso ir más allá. P-pero mi amigo llegó justo a tiempo- trato de aclarar, no sabía precisamente por qué trataba de minimizar la reacción de su padre, posiblemente sea por lo enfermo que se sentía volver a hablar del tema.

Changbin se tensó bajando las piernas de la mesa, el omega pudo ver perfectamente como su cada centímetro de sus bíceps se tensaban mientras sus brazos se apoyaban en el respaldar de la silla del omega y la mesa. Inclinándose hacia el omega frunció el ceño mientras Jeongin se encogía temeroso.

- Dime que Hyunjin lo sabe- apretando los labios el omega quiso lloriquear al sentir que la respuesta "no", no era bienvenida por Seo Changbin.

- ¿P-por qué hyung debería saberlo?.

- Puta madre Jeongin, por que lo que me acabas de contar no es ni cerca de normal, un padre no puede tener deseos sexuales hacia su hijo, el lazo sanguíneo no lo permite. ¿Hyunjin lo sabe, si o no?.

Jeongin pasó saliva desconcertado con la información.

- N-no.

Changbin maldijo por lo bajo alejándose finalmente del espacio personal del menor. Jeongin no tardo en reaccionar cuando Changbin prendió su teléfono notando sus intensiones.

- ¡No!- sin ser capaz de arrebatarle el móvil solo colocó su mano encima de la pantalla impidiendo que siga mandejándolo.

- Voy a llamar a Hyunjin...-

- No hyung, p-por favor, déjeme hacerlo a mí, si se lo dice de golpe él no dudará ir a matar a mi padre justo ahora.

- ¿Y?.

- P-pero...- Changbin bufo incrédulo.

- Deja de ser tan idiota, joder, si me dices que no quieres que lo mate por que es tu padre te pateare el trasero.

Jeongin pensó que Seo Changbin extrañamente y en definitiva, le caía bien.

- Solo dejámelo a mí, aún hay cosas que debo preguntar a mi padre.

- Oh sí, y por mientras yo viviré con el miedo de Hyunjin se enteré que yo estoy al tanto de que un pedófilo enfermo casi abusó de ti en estado vulnerable, y cuando lo haga me mate de forma lenta y dolorosa, perfecto.

- Hyung, por favor, el no lo sabrá, esta conversación jamás la tuvimos.

- ¿Y cómo piensas decírselo?.

- No lo sé, le diré que te hice la pregunta de una posibilidad de atracción con lazos sanguíneos, y que tu respuesta me dejó con duda. ¿Ve?, perfecto plan- asintiendo para sí mismo Jeongin ignoro la mueca irritada de alfa.

- Perfecto, espero entonces que a Hyunjin le falte un tornillo para que te crea en ese momento.

Sonriendo nervioso Jeongin se permitió relajarse un poco.

- Ya, déjeme disfrutar de mi comida- se quejó volviendo a dar una mordida a su hamburguesa que lo dejo a medias, ignorando el bufido del alfa a su lado.

- ¿Ya me puedo ir?.

- Nop.

+

Jeongin terminó de vestirse luego de una larga ducha, colocándose ropa cómoda peinó su cabello luego de haberlo secado, entretenido al mirarse en el espejo del armario y notando su cabello azabache ondularse levemente.

Saliendo de la habitación bajo las escaleras tranquilo buscando con la mirada algún indicio de un alma en la mansión, entrando en las distintas habitaciones que encontraba, su última opción fue el comedor, pero nada.

Temeroso salió afuera solo para asegurarse que nada andaba mal.

Se alivio al notar que efectivamente todos los guardias se encontraban ahí. Se preguntó si la señora Kim ya estaba en camino.

Cerrando la puerta se giro dispuesto a ir por su cena calentita en la mesa del comedor.

Más se detuvo en seco cuando percibió un aroma de golpe, aspirando se estremeció casi instantáneamente por el aroma.

Olía a alfa, había un alfa en la mansión.

Se quedó totalmente congelado, no supo que hacer, el aroma estaba ahí, pero no veía nada ni tampoco escuchaba algo raro, sumando que poco antes había entrado en casi todas las habitaciones de la mansión.

Sintió su cuerpo comenzar a enfriarse, sudar frio demostrando lo nervioso que comenzó a ponerse.

No le agradaba ese aroma, era demasiado, imponente, no había olido un aroma así desde que conoció a...

Desde que conoció a Hyunjin.

Parpadeando giro con rapidez hacia la puerta decidido en ir corriendo hacia los guardias por más terror que sintiese de ellos.

Pero cualquier plan se fue arruinado al escuchar una voz detrás suyo.

- Yang Jeongin- el omega se tensó, su cuerpo tembló ante la voz divertida y demandante-. Al fin nos conocemos, lindo omega.

Soltando aire Jeongin giro, tembló ante la persona metros suyo, a un lado de la puerta del comedor.

Una mujer, una alfa.

Los ojos se abrieron un poco más, sorprendido y casi incrédulo con lo que veía.

Era un familiar de Hyunjin, era obvio, los labios gruesos, los ojos grandes y un poco más rasgados de lo normal eran lo que le estaba sacando el aire, su mirada era cómo la del alfa, oscura y dura, con maldad y crueldad, casi pareciendo ojos felinos, cabello azabache hasta la cintura y su cuerpo podría ser perfectamente hecho a la semejanza de una muñeca, luciéndolo con un leggins de cuero negro y un crop top del mismo color con las mangas caídas revelando los pálidos hombros y una atractiva clavícula.

Pero claro que había algo diferente, la crueldad y la diversión en la mirada de esa mujer no era nada acogedora y satisfactoria como los ojos oscuros y brillantes de Hwang Hyunjin.

- Te estas tomando tiempo de analizarme, ya veo- Jeongin sintió como su corazón saltaba cuando la mujer se comenzó a acercar a él con tranquilidad.

Retrocediendo torpemente apretó sus manos.

- ¡N-no se acerque!- Jeongin casi creyó que era hora de correr cuando la alfa siguió avanzando. Sin embargo a un metro de él se detuvo.

El omega no podía creerlo, ni tampoco entender la presencia de esa alfa en la mansión, ¿había pasado de los guardias o fueron ellos quienes la dejaron entrar?. Y dios el parecido, Jeongin vio las posibilidades, una hermana, una tía o la madre del alfa.

Solo que las dos últimas eran casi imposibles. Esa alfa tenía cara de tener unos 25 años.

- ¿Quién es usted?- pregunto torpemente, su corazón amenazando con explorar del nerviosismo y el terror, esa mujer ni siquiera se inmutaba, sus ojos oscuros repasaban sin delicadeza su cuerpo con un brillo divertido y para nada inocente-. ¿C-cómo pudo entrar?.

- Oh cariño, lamento los modales- Jeongin no tardo en retroceder de golpe casi gimiendo cuando la alfa se acercó bruscamente.

El aire abandonó su cuerpo cuando la alfa se detuvo a nada de distancia, se alzaba frente suyo con varios centímetros de más sumando los tacones altos, y con una reluciente y atractiva sonrisa burlona.

Su cuerpo se tensó, quedándose congelado cuando la mujer tomó su rostro y besó sus dos mejillas.

Quemo, el tacto ardió, de nuevo quiso llorar al sentir que acaba de traicionar a su alfa, a volver a ensuciarse sin hacer nada al respecto.

- Llámame Jinah, dulzura- Jeongin sintió su labio inferior temblar cuando la alfa no se alejó ni un centímetro.

Y tuvo suficiente cuando comenzó a notar el aroma más fuerte e inestable, los dedos de la mujer dejando unas pequeñas caricias a su mejilla que lo hicieron gemir como si lo estuvieran abofeteando.

De golpe se alejó, saliendo del espacio reducido entre la puerta y esa mujer, avanzando hasta el otro extremo de la habitación sintió que el aire entraba a sus pulmones, apoyando una mano en su pecho en la altura de su corazón.

- N-no se quien es usted, si no se va gritare y llamaré a los guardias- Jeongin no sabía si podría hacerlo, tal vez subestimaba demasiado la actitud tranquila de esa alfa, quien al ser raza pura con un susurro ya lo tendría calladito.

- Oh cierto, los guardias, esos muchachos- la mujer negó como si estuviera hablando de unos niños rebeldes-. No me permitieron entrar.

Jeongin se tensó cuando la mujer volvió la mirada hacia él, sonriendo de una manera tranquila pero escalofriante.

- ¿Puedes creerlo, dulzura?. No dejaron entrar a la propia madre del jefe.

Su madre. No dejaba de sorprenderlo, incluso con el parecido, esa mujer parecía más bien la hermana mayor.

Pero era su madre.

- ¿M-madre?- la mujer asintió frenéticamente con un brillo divertido en los ojos.

- Ya que mi amado hijo no se encontraba hoy, fue una gran idea pasar a saludarte, ya hacia tiempo que quería ver el rostro que causaba semejante escándalo en mi organización.

- Y-ya no es de usted- se atrevió a decir, pero al contrario de lo que pensaba conseguir, que se enfade, la mujer solo acentuó su sonrisa, sus ojos oscureciéndose de una forma nada agradable.

- ¿No?- Jeongin volvió a gemir, retrocediendo hasta chocar contra la pared del salón cuando la mujer volvió a avanzar hacia él.

- ¡N-no vuelva a avanzar!, enserio gritaré si da otro paso.

- No lo harás- Jinah acortó la distancia tranquilamente, demasiado encantada al ver cómo el omega se encogíaa contra la pared temblando.

Jinah estaba aguantando, conteniéndose, admirando la hermosa obra de arte que tenía frente suyo. Era la dulzura personificada, temblando tan satisfactoriamente, sus mejillas lechosas enrojecidas y su atractivo cuerpo encogiéndose cada que daba un paso hacia él, la manera en que bajaba la mirada y temblaba por su presencia le encantaba, era lo que buscaba, lo que la volvía loca.

Y su aroma, Jinah aspiraba con fuerza en cada inhalación solo para llenarse y embriagarse con el aroma tan dulce y sumiso, tierno y sensual, le encantaba tanto que podía chillar en ese momento y tomar al omega a su gusto.

- Sabes...Hyunjin se ha estado portando mal estas últimas semanas- Jeongin tembló notablemente aterrado cuando la alfa volvió a estar frente suyo, deslizando sus largos dedos por su mejilla y bajando por su cuello.

Jeongin temió, por que Hyunjin no regresaría esa noche y estaba muy seguro que esa alfa lo sabía.

- Estaba pensando en castigarlo- Jeongin observo tenso como la mano de la mayor se posó sobre su pecho, acariciando sobre su camiseta sin tacto.

- H-hyung no es débil- murmuró tembloroso, aterrado al escuchar a Jinah soltar sonidos de desaprobación.

- Vamos dulzura, puedes ser un poco más inteligente- Jeongin no parpadeo cuando la alfa se inclinó hacia su rostro, recibiendo un leve aliento mentolado y a tabaco, sus ojos vivos del deseo sobre los suyos.

Casi sintió que iba a caer cuando la mano de la mayor se posó en su nuca, sus piernas temblaron al ver sus intensiones.

- Puedo verlo en tus ojos...- susurro tan despacio que estuvo seguro que fue una suerte haberla escuchado sobre el ruido inestable de los latidos de su corazón-. Puedes ser más inteligente, ese rostro inocente es todo lo contrario, los omegas como tú, usan más la cabecita.

Sonriendo mucho más Jinah paso su pulgar sobre los rosados labios.

- Y no sólo la cabecita- Jeongin sintió su garganta cerrarse, sus ojos humedeciéndose cuando la mano libre de la mayor se deslizó por su cadera‐. El cuerpo, estoy segura que en la cama, satisfaces cualquier deseo de un alfa.

Cuando las primeras lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas sintió que no podría aguantarlo, sintiendo el tacto de los dedos fríos de la mayor envolver su cintura, y los dedos en su nuca haciendo presión.

- ¿Hyunjin no es débil?. Claro, no lo era, pero ahora tiene esto- haciendo un sonido de reproche Jeongin sollozo casi mudamente, negándose a hacer ruido mientras las manos de Jinah se adentraba bajo su camiseta-. Y ahora tú estás a mi merced, y él daría la vida por que no te sucediera nada.

- ¿Q-qué está diciendo?- se atrevió a balbucear, queriendo desesperadamente hacer desaparecer la expresión entretenida y cruel de la mayor.

- Qué creo que deberías elegir entre la vida de mi lindo hijito, o su muerte.

Lo decía tan natural, Jeongin no quería creerle, tal vez estaba jugando con él, tal vez esa mujer ni siquiera tenía más control de los negocios y socios de Hyunjin, incluso el alfa podía acabar con ella en cuestión de un segundo.

Pero...

¿Y si no?, ¿y si esa mujer solo hacia un movimiento y acababa con la vida de su alfa?, si cometía un error Jeongin no sabría como enmendarlo, si algo le pasaba a Hyunjin no podría soportarlo, que sentido tendría, ¿su vida sin Hyunjin?, era como una broma, si el alfa ya no estaba, ni siquiera podría llamarlo vida.

- ¿Q-que es lo que quiere?.

Y el omega tembló con más insistencia. No le gustó la mirada de la mayor, no le gustó su aroma llenarlo y lo posesivo de sus feromonas.

- Tu cuerpo, solo está noche, y en la mañana nadie notará que algo ocurrió.

Jeongin desde un principio lo supo, eso es lo que sus ojos buscaban desesperadamente en él, ¿qué más buscaría en un débil y sumiso omega?. Siempre buscaban eso de él apenas lo veían, era incluso un milagro para él que en ese momento seguía siendo virgen.

Pero no pudo evitar negar con la cabeza, casi desesperado, no deseaba, no quería emitir ni hacer cualquier muestra de placer hacia otra persona que era no fuera Hyunjin, solo a su alfa, a nadie más.

- Sí dulzura, solo eso, vamos, luego yo no volveré a acercarme a Hyunjin y todos felices.

Y aunque Jeongin negaba, muy en el fondo, estaba siendo convencido.

- No, n-no puedo...no soy su omega, y-yo solo quiero que Hyunjin...-

- Que yo vea, no encuentro ninguna marca en tu cuello.

- Una mordida en mi piel no cambiaría a quien le pertenezco- era la primera respuesta que no le había gustado a Jinah.

Lo noto en sus ojos, en su sonrisa que fue remplazado por una mueca irritada, y en la presión en su cadera, casi llegando a sacarle un quejido de dolor por la fuerte presión.

- Vamos, no quiero obligarte dulzura.

- Ya lo estás haciendo, amenazandome con la vida de mi alfa y obligándome a darte algo en contra de mi voluntad sigue siendo abuso, y si sigue así será abuso sexual- Jinah parpadeo, ¿por qué ese omega le escupía las palabras mientras seguía temblando?.

Jeongin por un momento, sintió como la valentía que había encontrado en alguna parte de su ser se desvanecía, todo cuando la mayor comenzó a reír, casi pareciendo maravillada.

- ¿Ves lo que te digo?, eres solo un rostro inocente, pero por dentro incluso podría decir que ya piensas matarme- río mucho más entretenida.

Jeongin soltó un quejido cuando la mano de Jinah estiro de los mechones de su nuca, alzando su rostro con fuerza y atrayéndolo hacia el suyo hasta poder sentir como sus labios rozaban con los suyos.

Con fuerza apretó los labios por primera vez usando las manos tratando de alejar el cuerpo de la alfa, tentado a llorar por lo débil que se encontraba con tanto temblor en su cuerpo.

- Solo bastará con una llamada para que Hyunjin caiga- Jeongin se tensó, sintiendo sus ojos humedecerse.

- ¿P-por qué hace esto?.

- ¿Crees que está es la primera vez que te veo?. Llevo deseándote varias semanas, ya había sentido tu aroma y la necesidad de tomar a tan precioso omega- Jeongin ni siquiera pudo cuestionarse cuando fue visto por esa alfa.

- Por favor, c-cualquier cosa, pero por favor no esto..- comenzó a sollozar, para ese momento sabía que los alfas de afuera ya los habían escuchado, de seguro ya habían percibido el aroma de la mayor.

Pero no hacían nada.

- No deseo más.

No, Jeongin no se arriesgaría.

- ¿C-cómo se que no me está mintiendo?, ¿cómo puedo saber que hyung en realidad está totalmente tranquilo y fuera de peligro?- y de nuevo la sonrisa divertida.

Su corazón se aceleró cuando la mayor alejó la mano que se apretaba en su nuca y sacaba su teléfono, temeroso de haber preguntado lo incorrecto la vio manejar el teléfono hasta girarlo hacia él y notar que había comenzado una llamada telefónica con un número no registrado.

- Hola, jefa- tal cual el número, la voz era desconocida, solo podía sentir su sangre hervir del terror por una nueva presencia en ese asunto.

- Cariño, dime que hace mi hijo.

- Oh, está aquí conmigo, todo va bien- Jeongin paso saliva.

Estaba bien, eso no confirmaba nada, podían esta actuando.

- ¿Puedes pasarme con él?- el corazón de Jeongin se detuvo, escuchando como el sonido de su respiración se aceleraba notablemente inestable.

- ¿Que quieres Jinah?, estoy ocupado- y solo bastó con escuchar la voz malhumorada del mayor para que sienta que todo a su alrededor se detenía.

Cuando hizo el amago de gritar con fuerza, alertar al mayor, deseando que se mantenga a salvo y pueda respirar mejor, no pudo hacerlo.

Quejándose con un sollozo ahogado cuando la mano de la mayor se estampó contra su boca y gracias a la fuerza su cabeza chocó contra la pared, sintió sus ojos nublarse a causa de las lágrimas y el dolor mientras podía notar la mirada inexpresiva de Jinah.

- Dios mujer, si estás ocupada en tu mierda no llames a preguntar por mí, joder que asco...-

Fue lo último que escuchó del alfa antes que la alfa cortará de golpe, buscando aire ignoró como guardaba de nuevo su teléfono y sonreía con tranquilidad.

- ¿Satisfecho?, tengo a varios de mis hombres a su alrededor que con una llamada le darán infinitos disparos a su cuerpo.

Jeongin se quedó sin opciones, dejando su cuerpo vulnerable ante la mayor, comenzó a sollozar con lo que se avecinaba.

- Oh cariño, no llores tan pronto.

Pero Jeongin la ignoró mientras comenzaba a ser arrastrado hacia el pasillo, llevando una mano en la altura de su corazón lo sintió doler, incluso sollozando mas fuerte por lo vulnerable que se sentía ante aquella situación.

Cuando subieron hasta el pasillo Jeongin se encargaba de limpiar sus mejillas incluso si las lágrimas seguían bajando, temblando con pequeños espasmos cuando la mayor lo condució sin titubear a la habitación que compartía con el alfa.

Jeongin sabía que técnicamente la mayor lo estaba arrastrando, pero él no deseaba llegar a la puerta, no deseaba encerrarse dentro de esas cuatros paredes y enterarse de todo lo que Hwang Jinah pensaba hacerle.

Pero por más que lo evito fue empujado al interior de la habitación bruscamente al tratar resistirse.

- ¿P-por qué aquí?- gimió con desaprobación, prefería morir ya en vez de hacer cosas asquerosas que no quería y no debía en la misma zona de confort de su alfa.

Dios Hyunjin, el omega no sabía cómo pasaría de esto cuando se vuelva a encontrar en el alfa, sería evidente, la ansiedad lo estaba consumiendo mientras su mente le repetía que Hyunjin se daría cuenta apenas viera su rostro sucio y lleno de repulsión.

Hyunjin tal vez lo iba a aborrecer en unas horas.

El omega dejó escapar un sollozo casi doloroso cuando fue arrojado en la cama sin delicadeza, retrocediendo casi automáticamente hasta la cabecera mientras la mayor subía en la cama.

- Es más caliente, con el aroma de Hyunjinnie con nosotros- Jeongin quiso vomitar.

No, solo era caliente cuando era el aroma de Hyunjin y el suyo.

Y en eso momento solo era repulsivo y enfermo.

Jeongin se exaltó temblando cuando la mayor arrojo su teléfono en la mesita de luz y sin dejarlo refutar lo tomo de lo tobillos estirando de él hasta tenerlo totalmente tendido en la cama.

El aire comenzaba al faltarle cuando los sollozos no se detenían y los espasmos sacudían su cuerpo.

- Mentiría si dijera que tu llanto no suena tan bonito en mis oídos- la escucho reír, y sus ojos nublosos fueron a parar en el techo negándose a observar los ojos oscuros y escalofriantes de la mayor.

Trago el nudo en su garganta cuando la mayor levanto su camiseta con brusquedad hasta dejar al descubierto su pecho, el frío aire le causo un escalofrío horrible que lo hizo encogerse, no podía ni siquiera pensar en complacer un poco a la alfa para que no se enfade y termine retractándose.

Estaba demasiado desesperado y vulnerable para eso.

- Mierda, ángel estas tan precioso como lo imaginé- Jeongin sabia que era lo único que podía aportar en esa situación.

- N-no me llame ángel- murmuró en seco.

Incluso si su voz titubeó sabía que la alfa había notado que hablaba en serio.

- No sea grosero, dulzura- no dijo nada, así estaba mejor.

Llevando su brazo contra su rostro tapó su boca con su muñeca aguantando los sollozos cuando sintió los labios de la alfa comenzó a besar su piel, justo en medio de su pecho.

Era inútil, incluso si no quería verse tan vulnerable y débil los temblores en su cuerpo no podían ocultarse.

Así que volvió a ocasionar ruido, sollozando de nuevo cuando los labios de la mujer descendieron en rastros de saliva y con brusquedad sus manos se deslizaban hacia sus pantalones, adentrándose cerca de sus glúteos y bajando las prendas en el proceso.

Girando la cabeza busco aire al sentir los besos húmedos comenzar ir en lugares mas privados.

Enserio sucedería, su cuerpo no podía responder ante aquello, solo quemaba, solo podía sentir los insistentes temblores y las inminentes ganas de apartar a la mayor de una patada y gritar a todo pulmón.

Pero si solo movía un dedo Hwang Jinah no tendría problemas en agarrar su teléfono y de paso hacer todo mucho más a la fuerza y sin sentido para Jeongin.

No tendría sentido si al final perdía a Hyunjin.

Las lágrimas que aún seguía bajando por su rostro ya no hacían su visión tan borrosa, observando totalmente congelado y sin reacción algún punto en la pared detrás de la mesita de luz.

Dejándose completamente cuando ya ni siquiera podía sentir que traía pantalones.

Pero fue ahí cuando lo vio.

Apenas luciéndose con el brillo del metal gracias a la lámpara de luz que era la única que se encontraba encendida.

Un arma.

Su sangre hirvió de la adrenalina, sintiendo su corazón bombear sangre con una velocidad que podría considerarse fácilmente un pre infarto.

Observo con velocidad todas sus posibilidades, en la mesita a un lado del teléfono de la mayor se encontraba el suyo, si lograba deshacerse del teléfono de Hwang Jinah en tiempo récord, no tendría oportunidad de realizar ninguna llamada.

No importaba que ocurría después.

Girando la cabeza totalmente tenso observo sin expresion a la mayor totalmente enfocada y entretenida con tratar de jalar su ropa interior hacia abajo.

Y no lo pensó más.

- Tu ropa interior no piensa ceder...-

Las palabras murieron en la boca de la alfa cuando Jeongin se movió bruscamente y con fuerza levantó la pierna pateandola fuera de la cama hasta caer al suelo lejos suyo.

Con velocidad temblorosa y aterrada Jeongin tomo el arma detrás de la mesita y el teléfono sobre esta.

Y cuando Jinah pudo reaccionar Jeongin ya le había quitado el seguro del arma apuntándola con el brazo tembloroso.

- No te muevas.

Su voz fue torpe, pero firme, viéndola tensarse mientras se arrodillaba cautelosamente.

Sin dejarla pensar Jeongin arrojo el teléfono con todas su fuerzas contra la pared a un lado de la puerta dando un respingo al igual que la mayor cuando el aparato se estrello y callo en pedazos contra el suelo.

Con temblores agarro esta vez su teléfono y volvió a apuntar de golpe a la mayor, levantándose de la cama casi sintiendo sus piernas flaquear sintió su camiseta tapar un poco de su muslos agradecido de aún traer la ropa interior.

Alejándose rápidamente se colocó cerca de la puerta del armario aún apuntando a la mayor mientras está giraba lentamente su mirada hacia el omega.

Jeongin juró sentir su mirada helar sus sentidos, lo miraba furiosa, estaba seguro que en cualquier oportunidad se lanzaría encima suyo y lo mataría.

- N-no te muevas o disparo.

La alfa por fin soltó una risa incrédula, causando un temblor aterrado al omega.

- En serio lograste enojarme, dulzura.

Ignorándola Jeongin prendió su teléfono temiendo dejarlo caer con la cantidad de temblores que sacudía su mano.

Entrando en su registros de llamada observaba casi como un loco de reojo a la mayor.

Y como supo, la mujer no tardo en notar sus intensiones.

Y sin pensarlo dos veces disparo.

Solo pudo jadear casi en pánico cuando la mayor gruñó furiosa retrocediendo en el suelo, la bala había dado a unos metros de ella frente al escritorio.

- ¡No te muevas!.

Apretando el número uno en el teclado con fuerza, dejo escapar un casi sollozo llevando el teléfono contra su oído con las manos temblorosas.

Sentía que no tardaría en ceder, en desmayarse como idiota con solo tener la mirada de la mayor encima suyo como fuego ardiente, estaba furiosa e inexpresiva, como una fiera apunto de cazar a su presa rebelde.

Dos tonos y la llamada fue descolgada.

Quiso gritar, sollozar y suplicarle al mayor ayuda, suplicar por que le diga que estaba bien, obligarlo a venir por él o moriría en unos minutos.

Pero Jeongin no sería estúpido, por una vez en la vida no.

¿Hola?- la voz tranquila del alfa fue suficiente, su cuerpo tembló violentamente del alivio y el nudo creciente en su garganta se obligó a tragarla.

Carraspeó casi sin aliento, rezando por hacerlo bien.

- H-hola, ¿con quién se encuentra, alfa?- su voz fue torpe, pero fue buena, lo hizo bien, su omega lo sabía.

- Con unos socios, ¿necesitas algo?- Jeongin se alivio, Hyunjin no lo llamaba ángel, incluso él sabía que era peligroso dar referencias del omega.

- Quiero decirle algo importante, ¿podría salir donde se encuentre a solas?- murmuró más seguro, apretando con fuerza el arma en su mano al notar como la alfa lo escudriñaba con la mirada de seguro al tanto de sus intensiones.

Jeongin espero ansioso mientras escuchaba al otro lado de la línea al alfa dar disculpas y moverse, apreciando el ruido de puertas cerrándose.

- Listo, ángel.

- ¿Y-ya está solo?- se permitió debilitarse, sintiendo el sollozo ahogado al final de la pregunta.

- Sí, ángel, ¿que ocurre?, tu voz...-

Interrumpió al mayor con sus sollozos, sintiendo sus nudillos volverse blancos con la fuerza que apretaba el arma en dirección a la mayor.

- P-por favor, necesito que corra, sin que nadie lo detenga, por favor ven a mí- suplico casi desesperado.

- Ángel...- Jeongin escucho el tono, la manera en que lo llamaba con advertencia cada vez que el tema era serio y necesitaba información-. No hagas que me vuelva loco no estando cerca tuyo.

- ¡P-por favor!- se desesperó aún más, dios creía que en cualquier momento aquella alfa metros suyos saltaría sobre él, iba a hacer algo por que nunca todo salía bien-. L-los hombres que están con usted lo quieren matar, por favor salga de ahí.

- ¿Cómo lo sabes?- Jeongin sollozo una vez más, demasiado superado.

- ¡¿Estás saliendo de ahí?!.

- ¡Joder!, estoy por salir, dime como lo sabes ángel o mataré al primero que se me cruce.

- S-su madre...- dejando escapar un gemido lastimero retuvo su llanto-. Ella está aquí.

Apenas escucho el sonido de la puerta de un auto ser cerrado Jeongin se permitió escuchar la respiración acelerada del alfa.

- Dime que estás bien, ¿te tocó?, puta madre, la mataré, juro que te tocó un pelo la partire en pedazos- Jeongin ya ni siquiera se cuestiono aquellas palabras, mudo al escuchar al alfa gruñir y maldecir contra la línea-. ¿Donde está ella?.

- Y-yo..- y de nuevo las lágrimas-. L-lo siento hyung, la estoy apuntando con un arma, e-es que no había otra opción, y h-hyung tengo miedo- sollozo más fuerte, escuchando a Hyunjin gritar segundos después a quien sea que acelere el auto.

- Dispárala- su respiración se atascó, observando con terror los ojos fríos de la alfa metros suyo-. Ángel dispara ahora, sin titubear, cualquier parte de su cuerpo.

- P-pero...-

- ¡Jeongin!- el tono desesperado y furioso del alfa logró hacerlo enderezarse de golpe, congelando sus sollozos apuntó con decisión hacia la mayor incluso si su brazo temblaba levemente.

Y Jinah no tardo en reaccionar.

- Baja el arma- quiso hacer caso instantáneamente, pero no pudo.

Fue como una tortura, su cabeza martillo y un gemido lastimero escapó de sus labios  cuando tuvo intensión de obedecer, era su omega, regañando su cuerpo con desaprobación por obedecer a otro alfa, fuertes y casi inaguantables punzadas esparciéndose por todo su cuerpo como si se hubiera arrojado de un quinto piso.

Puso el dedo en el gatillo incluso si la mayor le gruñó poniéndose de pie.

- ¡Baja el arma!- pero no le causo nada, no iba a obedecer aquella voz débil y odiosa que no se comparaba a su alfa.

Y cuando la alfa avanzo unos pasos Jeongin escucho la voz de Hyunjin.

- ¡Dispara ahora!.

Y solo bastó con ejercer fuerza en el gatillo.

El disparo casi lastimó sus sentidos, observando sin poder respirar el abdomen descubierto de la alfa comenzar a llenarse con rapidez de sangre, mucha sangre.

Y al levantar la mirada Hwang Jinah lo observaba con los ojos bien abierto, fríos y casi pareciendo sorprendidos.

Y avanzó un paso, y luego dos.

Y cuando se apegó a la puerta del armario eso bastó para verla caer frente suyo como peso muerto, la sangre comenzando a surgir debajo de ella como charco.

Y Jeongin también cayó al suelo, congelado, sin poder respirar.

Había matado a alguien.

Esta semana me la he pasado riendo mientras leía algunos capítulos de Melifluo, no hay uno solo donde alguien no comente "In the Mafia: rin ding ding ding", dios es tan random.

Espero hayan disfrutado el capítulo 🧍‍♀️.

Buen día a todos <3.

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