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14

Hyunjin deslizaba su dedo sobre la boca de su vaso de whisky, ignorando a todos sus socios parlotear y tratar de arreglar cuentas que el alfa sabía y sus ideas eran tan malas que si no estuviera él, Khangpae probablemente ya no existiera.

Sus ojos observando detenidamente el líquido cobrizo en el vaso, su mente divagandose en todo y a la vez en nada, llegaba en un punto y luego encontraba mucho más.

Pero su mente no paraba de repetirle una y otra vez.

Yang Jeongin, Yang Jeongin, Yang Jeongin.

Se sentía frustrado, ansioso, deseoso de estar en ese momento con su ángel, le estaba jodiendo mucho esas reuniones donde pasaba horas o incluso días lejos suyo, cómo en ese momento, ya pasaron dos días desde que fue a Ulsan y exactamente cuatro desde que había enseñado a su ángel a disparar.

Le había dolido la cabeza quemándose pensando en que hacer para no ir a esa reunión luego de que el omega se encontraba más sensible y callado días atrás.

Pero era una reunión importante y Hyunjin estaba muy enfocado en que sus socios no quieran dañar la imagen de su ángel por faltar en reuniones.

- ¿Qué opina, jefe?, la idea de volver al negocio- Hyunjin tomó su vaso y le dio un gran trago.

No sabe cuántas veces habían hablado de ese tema, y aunque Hyunjin dio un rotundo no, parece ser que no fue duro, por que esos jodidos descerebrados no dejaban de meter el tema en cada reunión.

Trata de personas o tráfico humano.

Hyunjin sabía que de la única cosa que se arrepentía su madre al darle el puesto de jefe es perder aquel miserable negocio, pero el alfa no era alguien completamente inhumano, había pasado tres meses liderando el tráfico ilegal de omegas y mujeres betas. El alfa vio tantas cosas que no deseo ver, dejo pasar cosas que no debieron pasar, calló cuando debió gritar y acepto lo que no debió haber sucedido desde un principio.

Y hubo un momento que ya no pudo aguantar, el momento en que las cosas comenzaron a salirse mucho de control y las personas a quienes hacía daño le gritaron monstruo, Hyunjin ya era un monstruo con solo 20 años, y Hyunjin siguió haciendo las cosas mal hasta tan solo dos meses, cuando se sintió tan ido y lejano a si mismo que incluso creyó que ya no podía sentir emociones.

Y entonces acabo con el negocio y obtuvo muchas burlas y demasiados enemigos, perdida de dinero, socios y el puesto de Khangpae de la cima descendió varios escalones.

Pero a Hyunjin no le importó, y si no fuera por la furia de su madre probablemente Khangpae ya estuviera destruido y acabado.

Agrandó y afianzó los negocios de venta de drogas, venta ilegal de armas, inmigración ilegal, robos, la falsificación ilegal de moneda, y mucho más.

Y estaban en la cima de nuevo.

- Jodidos cerdos- dejando caer su vaso en la pequeña mesa de cristal ignoró los saltos de sustos de las ratas de sus socios, demasiado asqueado con sus expresiones falsamente inocentes e indignados.

- Pero jefe..-

- Laven bien sus podridos oídos por que no lo repetiré otra vez- levantándose tomó su saco de su traje-. No volveremos al negocio ni aunque Khangpae termine enterrado en una tumba en el olvido.

Llevando hacia atrás su cabello bufo aspirando su propio aliento a alcohol, sus ganas de vomitar creciendo a ver las expresiones afectadas y aterradas de los mayores.

- La única manera de volver a esa mierda, es que yo termine muerto. Suerte con ello.

Hyunjin salió de aquella habitación sintiéndose asfixiado, ignorando la presencia de Minho y Changbin que comenzaron a seguirlo, caminó rápidamente por el corto pasillo hacia la salida VIP, agradecido por no tener que salir por el tumulto de gente de aquella discoteca.

Apresurándose por el bote de basura de aquel callejón comenzó a devolver todo el whisky que se la pasó bebiendo en toda la reunión.

No estuvo satisfecho hasta que sintió que le faltaba respiración y su estómago quemara del vacío.

- Joder, que maldito asco.

Alejándose del bote se acercó a la pared del cerrado callejón y se dejó caer en el suelo mugriento ignorando que posiblemente su traje terminaría en la basura.

Cerro los ojos al notar que su visión hacia sus dos guardias era demasiado borrosa. Siempre era así cada que venía a esa ciudad, sus socios en ese lugar eran más testarudos, sin pelo en la lengua y con la mente demasiado podrida, les era difícil aceptar sus demandas y eso a Hyunjin lo ponía todo más difícil.

Lo único que deseaba era matarlos a todos.

- Deberías haber controlado tu sed, estás que desapareces de la palidez- Minho chasqueo la lengua, observando como Changbin se inclinaba hacia su jefe y comenzaba a desabrochar los botones de su manga y doblarlos.

- ¿Qué mierda dijeron otra vez?- Changbin gruñó irritado por el estado del menor-. Si comenzaron con la misma cagada deberías haberlos matado de una vez.

- Que facilidad, ¿por qué no lo haces tú?- Hyunjin susurro apenas mientras se relajaba con el aire frío de esa madrugada.

- Ya, mejor cállate por que tu aliento apesta.

Hyunjin ni siquiera pudo reír, escuchando una camioneta estacionarse en la salida del callejón, sabía que se trataba de sus hombres cuando Changbin lo ayudó a levantarse.

- Quiero ir con mi ángel ahora.

Changbin soltó una risa seca al murmuró demandante del menor.

- Claro, y llegarás a darle un beso con aliento a cagada de vaca, no jodas Hwang, iremos al hotel.

Hyunjin gruñó con desgana, dejándose caer en el asiento de la camioneta ignorando las reverencias de sus guardias, no les entendía tampoco, bajaban entre 20 solo para darle una reverencia de respeto y luego como zoológico se adentraba de nuevo a los vehículos.

El alfa no sabía cuánto tiempo pasó pero cuando bajó de la camioneta su cuerpo protestó del cansancio y la tensión, se adentró al lujoso y enorme hotel y se dirigió en el ascensor mientras sacaba su tarjeta de su habitación del bolsillo trasero y esperaba impaciente junto a Minho y Changbin.

Subieron a su piso correspondiente y buscando su habitación no le dio ninguna otra mirada a sus mayores y se encerró en ella.

- Qué día de mierda.

El alfa se quejó minutos después, se había cepillado sus dientes como nunca y en ese momento se encontraba en la ducha dejando que el agua caliente golpee como cascada en su cuerpo, su frente apoyándose en las baldosas de la pared demasiado exhausto incluso para sostenerse.

Hyunjin juraba que esa reunión fue el más cansado y frustrante de todos.

Cerrando los ojos el alfa se permitió pensar en su ángel, preguntándose si el omega estaba durmiendo bien o si incluso podía dormir en una habitación tan grande y sola.

Penso en lo bonito que estaría Jeongin durmiendo en ese momento, tal vez abrazando una almohada y con una pijama suelta y oscura haciendo resaltar su piel pálida y bonita, con los labios levemente abiertos y su rostro un poco hinchado, su cabello azabache algo alborotado y cayendo sobre su frente y tapando un poco su nuca, y su aroma extremadamente dulce gracias a la tranquilidad y el placer de estar durmiendo.

Sus ojos se abrieron, sintiendo las gotas de agua deslizarse dentro de sus ojos mientras su corazón sin darse cuenta se encontraba acelerado totalmente enloquecido con la tierna imagen que recreó de su precioso ángel.

- Agh- se quejó apresurándose en terminar su ducha.

Sus días sin Yang Jeongin eran horribles.

+

Hyunjin no durmió nada, confirmó cuando se levantó gracias a la alarma que solo pudo rendirse completamente al cansancio por 35 minutos.

Y fue horrible por que en lo único que su mente podía pensar es en su ángel y en que podría estar haciendo o como se podría estar sintiendo, o en cuanto lo extrañaba o en que tal vez le había pasado algo o que su omega tal vez lo necesitaba.

Y se sintió terriblemente frustrado de que Jeongin aún no le pertenecía completamente, por que aún no lo había marcado y se sentía tan inútil al no sentir si su ángel se estaba sintiendo bien o no.

- Hwang pareces un fantasma, y tus ojeras me asustan- Hyunjin no sabía si Minho trataba de ayudar o no.

Pero lo ignoro, dejándose caer en el asiento del avión solo deseaba que llegaran rápido, agradecido de ir en un vuelo ya que en ese transporte tardaría menos de una hora en llegar.

Hyunjin tampoco consiguió dormir en el avión.

Pero al llegar al aeropuerto y dejar que sus guardias lo redeen se sintió mucho más ansioso, entrando a la camioneta junto a Minho y Changbin que los esperaba afuera del establecimiento froto su rostro caliente y cansado.

- Conduzca rápido.

- Si señor.

Hyunjin cerró los ojos durante todo el camino, con dolor de cabeza con tal solo aspirar los aromas de sus amigos en el mismo espacio, quería patearlos fuera del auto pero ni siquiera tenía las ganas para eso, quedándose en reposo durante el viaje hasta su hogar.

Su dulce hogar donde lo esperaba su precioso ángel.

Hyunjin ya no espero más cuando estuvo delante de su mansión, entrando con rapidez ignoró a cada uno de sus sirvientes apresurándose hacia pasillo, su corazón demasiado acelerado con la sola idea de ver a su omega, de confirmar que estaba bien, de abrazarlo y besar sus labios y poder sentir su piel.

Sin embargo cuando estaba apunto de subir las escaleras una mano tomó su muñeca y estiro de él.

Y Hyunjin no pudo evitarlo, sintiendo como fuego ardiente la molestia subir desde la punta de sus pies hasta arriba, girándose con brusquedad soltó un gruñido irritado mientras se soltaba del agarre.

Pero no tardo en arrepentirse, parpadeando con la respiración algo agitada encontrando a su abuela frente suyo, esta la miraba algo sorprendida y para nada contesta.

- A-abuela- carraspeó cuando su voz salió algo ronca y forzosa.

- No subas cómo si fueras a apresar a ese niño- Hyunjin trato de relajarse.

Inhalando y exhalando lentamente supo que eso no ayudó en nada, no cuando su olfato pudo percibir claramente el aroma amargo y devastador a tristeza y melancolía, su corazón se encogió y sus manos se apretaron en puños casi desesperado.

- Ha estado así desde que te fuiste, solo una hora después- Hyunjin se tragó las ganas de gruñirle a la mayor, de escupir con furia del por que no hicieron nada para hacérselo saber-. Le hemos llevado comida pero creo que ni siquiera lo ha recibido.

- ¿P-por qué..-

- Él no quiso, solo te avisaba para que seas cuidadoso.

Hyunjin estiro hacia atrás su cabello afligido.

- Hyunjin, fui a verlo hoy y ha hecho un nido.

El alfa ya no espero más explicaciones, subiendo los escalones de dos en dos corrió hacia su habitación donde el aroma se hacía cada ves más fuerte y devastador, golpeándolo casi como una cachetada.

Y abrió la puerta con las manos temblorosas.

Si afuera se sentía un infierno, adentro era un lío de aromas y feromonas. Hyunjin sintió su corazón detenerse al encontrar a su ángel en medio de su cama hecho un pequeño ovillo en el centro de un gran nido de ropa suya, muchas camisas y camisetas que era lo que normalmente el alfa utilizaba. Observo con atención cómo el cuerpo del menor subía y bajaba en una respiración muy lenta.

Hyunjin se acercó titubeando, demasiado sensible al notar sólo el alborotado cabello azabache del menor mientras su rostro se escondía dentro de una camisa suya, como lo había imaginado, Jeongin traía una gran camiseta negra que también le pertenecía al alfa, tapandolo hasta los muslos y dejando sus piernas expuestas, su piel más pálida de lo normal se veía tan suave y delicado.

El alfa sabía que no podía solo subirse a la cama y ya, eso afectaría totalmente al omega.

Los omegas eras posesivos y fieles a sus nidos, lo formaban para crearse un espacio para si mismos cuando necesitaban a su alfa o solo se sentían tristes y con ganas de estar solos, con cualquier almohada o prenda vieja, normalmente si se encuentran en cinta o en un deseo amoroso con un alfa, las prendas siempre pertenecerían a este con el aclamado aroma del alfa. Y para ellos era totalmente estricto y necesario que quien desee entrar a su nido, debían pedirle permiso con anterioridad.

Y quien destruya el nido de un omega, posiblemente cause un gran sentimiento de depresión a este.

Tomándose unos segundos Hyunjin se atrevió a hablar.

- Ángel...- llamo suavemente, pasando saliva al notar como el cuerpo del menor se tensaba.

Hyunjin nunca había estado tan nervioso en su vida.

- Precioso, deseo estar contigo, tocarte- bajo la cabeza con respeto cuando noto al menor sacar los ojos detrás de la camisa, escuchando como el menor sorbía tiernamente la nariz-. ¿Puedo entrar, dulce omega?.

Hyunjin pudo apreciarlo demasiado rápido, al aroma dulce que comenzó a envolverlo, aspiró con ganas, sintiendo que todo el cansancio y dolor de cabeza se desvanecía, disfrutando del dulce e inexplicable aroma a caramelo y sándalo, cálido y amaderado, sutilmente sensual y acogedor.

- P-por favor- los ojos del alfa se oscurecieron, esa voz, era demasiado dulce y baja, le enloqueció los sentidos y su alfa ya se estaba volviendo loco-. Entra, alfa.

Levantando la mirada Hyunjin se acercó a la cama, sus ojos brillando complacidos al encontrarse los ojos cristalinos y algo hinchados de su omega, lo observaba en silencio y con timidez, no era cien por ciento Jeongin, sabía que su omega lo estaba dominando gran parte.

Si fuera Jeongin probablemente ahora estuviese llorando y gritándole "Alfa tonto".

Hyunjin gruñó cuando tomó el cuerpo del omega entre sus brazos y lo escucho gemir a gusto, bien, era mucho más razonamiento animal que humano, por que el omega no tardo en frotar su rostro en la piel de su cuello mientras el alfa se acomodaba en el nido, dejando escapar aire de alivio cuando Jeongin se subió encima suyo a gusto.

- Lindo omega, ¿qué te ocurrió?- el alfa cerró los ojos cuando los labios torpes y ansiosos del omega comenzaron a besar su rostro.

Y lo escuchaba, su ángel lloriqueaba bajito cada que tocaba su piel, tal vez ansioso y desesperado en sentirlo más.

Y Hyunjin sintió a su alfa desesperarse por eso, no estaba ayudando a su omega. Así que con firmeza giró su cuerpo dejando caer el cuerpo del menor sobre las sábanas y gran parte de su ropa, acercando su rostro en el cuello cálido y exquisito de Jeongin.

Lo escucho susurrar su nombre bajito con desespero.

Hyunjin beso su piel, sus labios apretando y lamiendo en la fuente de aroma del omega, sintiendo las manos de este aferrarse a su espalda y recorrerlo hacia abajo. Y vaya que Hyunjin también lo necesitaba, tensándose y temblando en cada suave y tierno toque el menor, sus manos tomando las del omega entre las suyas y apoyándolos a cada lado de su cabeza.

Y luego escucho el bajo llanto, y luego un sollozo.

Y cuando se alejó encontró los ojos del omega menos dilatados, su rostro totalmente sonrojado y su tierna nariz de un tono rojo.

Era su ángel, llorando con alivio y desesperación.

- H-hyung- los ojos de Hyunjin bajaron afligidos, acercándose para besar cada gota que bajaba por el rostro del menor.

- Dulce ángel, estoy aquí- froto su nariz sobre sus mojadas mejillas, sintiendo cada parte del omega con ternura.

Hyunjin sintió el cuerpo debajo suyo más frágil, preocupado apoyo la frente sobre el pecho del omega sintiendo las manos de Jeongin deslizarse entre las hebras de su cabello mientras seguía llorando.

- ¿Estás tan lastimado, ángel?- el omega no respondió, quejándose mientras estiraba de algunos mechones del alfa.

Hyunjin entendió, estirándose hasta estar frente a los ojos del menor dejó caer sus labios sobre los suyos, sin abrirlos ni moverlos, tampoco cerró los ojos, viendo de cerca los ojos rojos y brillantes del omega, varias lágrimas adornándolos dejándolo cristalizados.

Se alejó unos centímetros solo para recibir un quejido de parte de Jeongin.

Pero su llanto se había detenido.

Volviendo acercarse presionó de nuevos sus labios esta vez con un pequeño sonidito de satisfacción, mientras las lágrimas de Jeongin bajaban en silencio.

Y cuando decidió alejarse un poco Hyunjin se dejó envolver por un nuevo sollozo del menor.

Quería ser mimado.

- También extrañé tus labios, ángel- el corazón de Jeongin sintió que podía descansar, aunque sus lágrimas no se detenían siguió aceptando los pequeños y suaves besos que el alfa le ofrecía.

- T-te quiero, y te extrañé mucho, m-mucho- Hyunjin tembló ante la confesión, sus manos pasaron a acariciar los suaves muslos del menor mientras sentía sus mejillas calentarse.

- Sentía que estaba muriendo lejos de ti, así que creo que yo te extrañé mucho más- decidió contestar, acariciando su nariz contra el omega con ternura mientras este se quejaba.

- N-no, yo más- los ojos de Hyunjin se sintieron caídos, nublados y picando con el llanto retenido.

Estaba siendo golpeado por mucha ternura del omega y eso no le daban otras ganas más que de besarlo.

Y así lo hizo, deslizando su mano sobre la nuca del menor lo atrajo hacia el recibiendo sus labios, lo besó casi frenético, gruñendo y suspirando contra los labios del omega cuando este le correspondió y sus lenguas tuvieron contacto, disfrutando del sabor de sus suaves belfos y adentrarse a su cavidad ansioso y complacido. Sus labios atrapando de la inferior del menor estiro de su carne, besándolo una y otra vez hasta que el omega se río contra su boca y tuvo que detenerse a disfrutarlo como se debe.

Jeongin frotó sus ojos, no podía creer que había estado despierto más de 48 horas y en un pestañear de ojos ya se estaba quedando dormido.

- Alfa, acuéstate- Hyunjin obedeció sin ninguna queja.

Los brazos del mayor se aferraron a Jeongin cuando este se dejó caer encima suyo, su rostro enterrándose en su cuello mientras comenzaba a ronronear.

- N-no he dormido mucho, tengo sueño, alfa- el mayor cerro los ojos, acariciando la piel de la espalda del menor dentro de la camiseta.

Notando que el menor llevaba solo su ropa interior deseo tanto quitarse su pantalón, pero no incomodaría al menor solo por una tonta prenda.

- Yo tampoco he dormido mucho, ángel, descansa.

Jeongin exhalo por fin estando con tranquilidad, disfrutando del embriagante y protector aroma del alfa y sus brazos sosteniéndolo.

+

Los dedos de Hyunjin acariciaban lentamente el rostro del menor, sintiendo su piel cálida bajo sus yemas, sus ojos atentos a sus rosados labios y repasando cada imperfección bonita de su rostro, notando las pequeñas y oscuras ojeras debajo de sus ojos, su dedo acariciando sobre ellos con suavidad.

Su brazo derecho posiblemente ya no lo sentía al tener el cuerpo del omega encima por tanto tiempo, no había podido ni siquiera levantarse a sacarse su traje al tener el brazo de Jeongin abrazándolo con firmeza y sus piernas enredados con el suyo, al menos agradeció traer su teléfono consigo.

Hyunjin retiró con lentitud los mechones azabache que tapaban un poco de los ojos del menor, sonriendo sin poder evitarlo por lo tierno que se veía profundamente dormido.

Habían dormido más de trece horas, siendo en ese momento las nueve de la noche, Hyunjin no podía evitar sorprenderse cuando ya había despertado hace casi 20 minutos y su ángel seguía en la misma posición y apenas soltando pequeños ronroneos entre sueño.

Decidiendo dejar el cálido espacio junto al menor dejó un pequeño beso en su frente y comenzó a retirar su brazo lentamente, no pudiendo evitar morder su labio inferior a sentir su brazo cosquillear adormecido.

Levantándose de la cama comenzó a mover el brazo mientras veía al menor abrazar una gran cantidad de prendas suyas contra su pecho con un quejido.

Frotando su rostro se dirigió a su armario, mirando sus estantes dejo caer los brazos al notar todas las repisas totalmente vacías.

- En serio..- soltó una pequeña risa enternecido por lo extremista que llegó a ser el menor.

Solo bastaba con su camiseta para llevar su aroma.

No pudo evitar imaginar al menor ir y venir llevando sus prendas a la cama y hacer con concentración y los ojos llorosos su anhelado nido.

Soltando una pequeña risa carraspeó buscando en sus cajones agradecido de encontrar su ropa interior en el mismo lugar.

Tomando uno rojo y una toalla limpia se adentró a su cuarto de baño tomando una pequeña ducha evito lavar su cabello, ya lo había hecho el día anterior y tardaba un poco en secarse.

Cuando salió y tuvo su ropa interior puesta se colocó una bata para así no asustar al menor si se le ocurría despertar. Se dirigió a su cama notando a Jeongin hecho un ovillo con el rostro oculto bajo camisetas, confirmó que esa era su posición favorita cuando estaba solo.

Buscando con temor entre el tumulto de ropa estiro unos pantalones deportivos negros y una camiseta del mismo color.

Buscando en las repisas altas tomó una gorra del mismo color de sus prendas y echando el cabello hacia atrás se lo colocó.

Bien, era hora de conseguir comida para su ángel.

Salió de la habitación luego de asegurarse que Jeongin aún dormía, bajando las escaleras rascó su panza mientras entraba al comedor y encontraba a su abuela cenando.

- Buenas noches- murmuró como saludo, la mayor levantó la mirada.

- Buenas noches, ¿durmieron bien?- el alfa tomo asiento frente a la mayor asintiendo lentamente.

- Así es, Jeongin aún duerme- la mujer asintió lentamente.

- Eso está bien, probablemente sea por que no durmió en dos días- Hyunjin suspiro dejando caer su cabeza en el respaldo de silla.

- ¿Tienes una idea del por qué sea eso, Sook?- pregunto jugando con las servilletas dentro de un recipiente de vidrio, recibiendo varios segundos de silencio.

- No lo sé, dímelo tú, ¿qué pasó antes que te fueras?- Hyunjin pensó, no era estúpido, sabía que se trataba de la reacción del menor al llamarlo bebé.

Pero no podía encontrar algún problema con eso, pensaba en si incluso había alguien más en la vida del omega que este no le hubiera contado, pero no podía ser así, no cuando el se encargó de saber hasta que hora nació Jeongin antes de acercarse a él.

Y no podía ser más obvio que el culpable de todo apuntaba a su padre.

Ese jodido alfa que aún quemaba su cuerpo por matarlo, no podía dejar ir el enojo al recordar su mirada furiosa aquel día que siguió a Jeongin a su hogar y el mayor llevaba su sudadera en sus manos, sus ojos dilatados y llenos de ira al mirar a su ángel le confirmaban que en ese padre no había ninguna buena intensión.

Tal vez, había algo malo en ese apodo por culpa de Yang Jinho.

- Parece ser que algo personal lo estuvo atormentando estos días, ¿estaría bien que yo me encargue de ese problema?- pregunto a la mayor, esperando que su abuela le diga si era correcto o no hacer las cosas a espaldas de Jeongin.

- Ese niño es el omega que está comenzando a enamorarte y entrar a tu vida, pero Hyunjin, sus problemas personales siguen siendo de él, más que apoyo y tus brazos, Jeonginnie no necesita otra cosa al menos que él pida lo contrario.

Hyunjin asintió rendido, estaba bien ahora, Jeongin vivía con él bajo su techo, después de todo el señor Yang era como un grano de arena insignificante si intentaba algo más contra su ángel.

Esperaría paciente a que Jeongin se anime a contarle sus inquietudes.

Luego de ordenar que le preparen una gran cena para su ángel el alfa se quedó conversando con la mayor un rato más aprovechando para cenar él abajo y así no molestarse en llevar un carrito lleno al subir a su habitación, terminando por traer consigo sólo la bandeja con la cena del menor.

Era traerlo él o venir acompañado con Shin Yuna.

Y sin mentir esa omega era la persona de quien Hyunjin más temía, la única a decir verdad, le asustaba que un día de esos reaccione mal con las insinuaciones de la rubia ahora que ya tenía a su ángel.

Hyunjin ingresó a la habitación con algo de dificultad para abrir la puerta, con cuidado dejando la bandeja sobre su mesita de luz luego de haber bajado sus soportes para simular una pequeña mesa.

Girando hacia su cama suspiro con tristeza al tener que despertar a su ángel, lo hacía sentirse culpable al reafirmar que Jeongin realmente se encontraba cansado por llevar más de 13 horas durmiendo.

Pero también llevaba más de 48 horas sin comer.

Así que con cuidado se subió a la cama, cuidando de no dejar caer ninguna de las prendas del descuidado nido se colocó encima del menor con precaución de no aplastarlo.

- Ángel- susurró bajito, algo tonto si estaba pretendiendo despertarlo.

Con suavidad estiro de la camisa que Jeongin aferraba contra su rostro, bajándolo hasta poder apreciar sus sonrojadas mejillas.

- Jeonginnie- picando la cálida piel de su mejilla sonrió suavemente al notar sus parpados temblar.

Inclinándose apoyo sus labios en su sien, dejando pequeños besos hasta su frente y luego sus mejillas.

- Levántate, por favor ángel- protesto al no lograr que habrá sus ojos.

Frotando su rostro por su cabello azabache soplo juguetón contra el oído del omega, riendo cuando este se encogió rápidamente con un quejido torpe.

- Vamos ángel- pidió con ahínco, volviendo a esparcir besos por el rostro del omega con más volumen y fuerza.

Soltó una pequeña risa aliviado y enternecido cuando los ojos del omega por fin comenzaron a abrirse lentamente y con algo de dificultad, Hyunjin ladeando la cabeza con ternura a la linda semejanza de su ángel con un tierno zorro del desierto.

Hyunjin comenzó a retirar el cabello de la frente del menor, casi como caricias mientras veía al menor volver a parpadear para luego cerrar los ojos relajado, sabía que ya estaba despertando, así que lo dejo recuperarse de la soñoliencia mientras lo observaba pasar torpemente los dedos por sus ojos.

- Buenas noches ángel- saludo cuando por fin pudo encontrarse con sus ojos brillantes y despiertos, aceptando la mano del omega tomar la suya y entrelazar sus dedos.

- Buenas noches, alfa- los ojos de Hyunjin brillaron, observando atontado a su ángel acercar su mano a sus labios y dejar un pequeño beso en sus nudillos, de nuevo aferrándose a su brazo con firmeza.

El alfa sonrió, inclinándose dejo un suave beso en la frente del menor escuchándolo ronronear. No entendía como habían llegado a ese punto, Hyunjin no se imaginaba en una situación alado de su omega tan tierno, sin besar su piel o solamente tocarlo, de disfrutar de su dulce y adictivo aroma tan cerca y gozar con el pensamiento que era él el único en disfrutar y tener a Yang Jeongin tan cercanamente.

- Te traje la cena, ángel ven- Jeongin se aseguro de moverse un poco para que el alfa pueda pasar su brazo por su espalda y atraerlo a su cuerpo, sentándose en la cómoda cama volvió a frotar sus ojos demasiado complacido al notar todas las prendas a su alrededor con el embriagante aroma de su alfa.

Pero su tranquilidad no duró mucho cuando el mayor comenzó a tirar algunas prendas lejos para hacer espacio.

- N-no- se quejó casi lloriqueando tomando la mano del alfa lo abrazó contra su pecho.

Dejándose caer en la cama a un lado del omega Hyunjin observo fijamente al menor recibiendo una mirada suplicante y brillante.

- Ya estoy aquí, ángel, así que ya no es necesario, ¿cierto?- murmuró lentamente, sus dedos acariciando con ternura debajo del mentón del omega comenzando a soltar de su aroma.

Complacido cuando a los segundo los ojos de Jeongin se nublaron mientras se inclinaba hacia su toque.

Acercándose dejo un pequeño y sonoro beso en su mejilla antes de volver a su trabajo de apartar su ropa, tratando de ignorar al menor quien volvió a estirar una sudadera suya hacia él.

Girando hacia la mesita de luz tomó la bandeja con varios platillos de ramen y kimchi y un tibio vaso de jugo natural, colocándolo frente al menor suspiro satisfecho obviando que Jeongin ya se había colocado la sudadera que había tomado anteriormente.

- ¿Usted por qué no come?- Jeongin no tardo en reclamar mientras tomaba sus palillos de la bandeja y los acomodaba entre sus dedos.

- Estoy despierto hace casi una hora, ya he cenado abajo- Jeongin comenzó a comer luego de un asentimiento satisfecho.

Hyunjin disfrutó ver los pequeños ojos del omega brillar en cada saboreó que le daba a sus fideos, escuchando sus tiernos y graciosos sonidos de satisfacción mientras él se encargaba de apartar de vez en cuando los mechones azabaches que caían por sus ojos.

Cuando Jeongin comenzó a tomar el delicioso jugo de manzana Hyunjin volvió a colocar la bandeja en la mesita de luz, ya luego se encargaría de llevarlo cuando arregle toda la habitación.

Espero paciente al menor disfrutar de su jugo mientras sorbía de su popote, la cual Hyunjin acertó en traer al saber que el menor era un poco flojo cuando se trataba de tomar las bebidas por el mismo. Abrazando el cuerpo del menor más cerca al tener su cabeza apoyada en su hombro.

- ¿Estás satisfecho, ángel?- el omega murmuró una pequeña afirmación relajado mientras colocaba el vaso sobre la mesita de luz.

- Lo estoy, gracias alfa- murmuró volviendo a esconderse en el cuello del mayor aspirando de su aroma.

En realidad era imposible no estar oliendo al alfa en cada parte de su cuerpo en ese momento, toda la habitación estaba llena del aroma y las feromonas embriagantes y territoriales del alfa.

Y al omega no podía evitar encantarle tanto.

- ¿Quieres dormir de nuevo o prefieres hablar?- Hyunjin observo con tranquilidad la mano del omega apoyarse en la palma de su mano, acariciando su piel con sus dedos juguetonamente.

- Alfa, estoy más despierto que nunca- con una pequeña risa Hyunjin estuvo de acuerdo con el omega.

- Bien, entonces ángel me puedes decir, ¿cómo te sentiste estos días?- Hyunjin no se retractó incluso si su ángel se quejó bajito contra su pecho-. Estoy al tanto que no comiste por dos días, y cuando vengo te encuentro profundamente triste y con un nido, ¿puedes contarme?.

Jeongin no pudo hablar, sin palabras ante la situación mientras se apoyaba en el cómodo torso del alfa.

- Puedes decirme si hice algo mal..-

- ¡No!- Hyunjin abrió un poco los ojos sorprendido, relajando su cuerpo cuando los brazos de Jeongin se abrazaron a él-. A-alfa es el mejor alfa del mundo y me trata hermosamente, nunca hace nada mal, nunca.

- Jeongin..- llamó suavemente deslizando su mano dentro de las prendas superiores del menor, dejó pequeñas y suaves caricias a su cintura sintiendo el cuerpo apoyado al suyo relajarse.

- Por favor, alfa prometo dejar de hacer las cosas mal.

Hyunjin apretó los labios ante la voz afligida y dulcemente suplicante del menor, soltó un pequeño sonido con disentimiento casi creyendo estar escuchando mal.

- Jeongin, no vuelvas a decir esas cosas, ángel siempre es bueno y perfecto, precioso cada que respiras, si crees que haces las cosas mal solo es por que yo no estoy viendo bien tus sentimientos afligidos y desconsolados.

El alfa no objetó cuando Jeongin se alejó un poco para girar hacia él, ofreciéndole un pequeño puchero y los ojos llorosos, con cautela y suavidad tomó sus mejillas acariciando su piel con sus pulgares.

- Por favor, cuando sientas que puedes confiar plenamente en mí, cuéntame todo lo que tienes dentro, ángel, y ordename que quieres que haga por ti cuando lo eches todo, si quieres que mate a todo el país por ti, lo haré, si solo necesitas que te reciba en mis brazos aquí estaré, pero no lo guardes por mucho tiempo, ángel puedes enfermar si lo haces.

Jeongin cerró los ojos, quejándose por las extremas ganas de llorar que lo asaltaban.

- A-alfa va a tener asco de mí.

Hyunjin respiro lentamente buscando no alterarse, sintiéndose casi herido por lo lastimado que se encontraba su ángel para soltar esas palabras, pero lo estaba diciendo, estaba titubeante en decírselo, y Hyunjin cada vez estaba más loco por aliviar el pobre corazón de Jeongin.

Jeongin jadeo casi sin aliento cuando una mano del alfa se deslizó por su nuca atrayendo su cuerpo hasta caer encima del mayor, abriendo los ojos cuando los dedos de Hyunjin se aferraron a su cintura dentro de sus prendas y subieron con lentos movimientos por toda su columna acariciando su piel tibia y suave.

Las mejillas del omega ardieron mientras sus ojos se pusieron llorosos.

Encontrándose con los oscuros y firmes ojos del alfa, mirándolo con el brillo en sus ojos que hacia que su cuerpo se vuelva vulnerable.

- Precioso, ¿crees que algún día te vería y tocaría completamente y sentiría asco?- Jeongin mordió su labio inferior al sentir las manos tibias del alfa volver a descender hasta aferrarse en su cadera, observando la admiración reflejada en sus ojos-. ¿De esto?.

Apoyando su mentón en el torso del alfa sintió las pequeñas y casi imperceptible lágrimas bajar por sus ojos rendido ante la manera en que el alfa lo hablaba.

- H-hyung aveces mi corazón duele mucho, por que hay cosas que del pasado, que ahora me están mostrando la realidad que no veía en ese momento, y siento que c-como omega estoy sucio- Hyunjin sintió su corazón encogerse cuando su ángel frotó sus ojos mientras las lágrimas comenzaban a bajar con más rapidez y el llanto se intensificaba.

- ¿Alguien hace que ángel se sienta así?.

Hyunjin necesitaba confirmarlo, incluso si estaba siendo exigente y desconsiderado, su alfa clamaba como una loco la respuesta del omega, solo necesitaba confirmarlo, que le confirme sus sospechas.

Y cómo espero, su sangre hirvió cuando el menor asintió lentamente con pequeños hipidos, pasando sus pulgares por las mojadas mejillas con tranquilidad fingida esperando que su ángel se tranquilice y deje de llorar, sin mencionar otra sola palabra mientras se estiraba y sus labios besaban su pequeña nariz y los calientes y salados labios.

Frotando su mejilla contra la del menor unos minutos después lo escucho suspirar bajito contra su oído mucho más tranquilo.

- ¿Puedes decirme quién es, omega?.

Cerrando los ojos con cansancio Jeongin sintió sus ojos hinchados y algo ardientes, sorbiendo su nariz con sosiego.

- Siempre es papá quien hace mi corazón doler.

+

El alfa jugaba con el tambor de su revólver, balanceándolo hacia afuera y volviendo a meterlo totalmente vacío, sentado en una silla en el centro de aquel edificio totalmente abandonado y a medias en construcción.

Extendiéndole su arma a Minho acomodo su traje escuchando las jadeos de dolor a unos metros suyos.

Sus hombres atajaban a su víctima con firmeza, ya que este no paraba de removerse y agitarse con la respiración inestable gracias a la bolsa que le encodía el rostro, sus manos atadas frente suyo llenas de sangre y cortadas.

Poniéndose de pie se acercó al hombre con estado lamentable y con brusquedad arrebato la bolsa de su rostro dejándolo caer lejos.

- ¡SEÑOR...- Hyunjin ni siquiera lo dejo terminar, con fuerza pateando su rostro viéndolo caer hacia atrás escupiendo y probablemente ahogándose en su sangre.

Bufando por la fuerza que utilizó Hyunjin peinó su cabello hacia atrás, estirando de la liga en su muñeca ató sus mechones largos mientras escuchaba los lloriqueos adoloridos del alfa en el suelo.

- Me estás frustrando- advirtió volviendo hacia Minho y tomando su arma.

Sus guardias volvieron a sentar al alfa torpemente, viéndolo balancearse con la sangre cayendo de su boca y la cabeza hacia adelante. Escuchando como dolorosamente el hombre casi inconsciente comenzaba a reír, seco y escupiendo todo lo que llevaba dentro con sangre y más sangre.

El hombre frente suyo era Song Kangho, un miembro de la organización de Ulsan quien fue descubierto por uno de sus guardias traicionándolo.

Sabia que no se quedarían quietos, pero viendo que se trataba de un socio callado y sumiso, no creyó que sería el primero en ir contra las reglas y desafiarlo. Fue visto unos días antes entrando en un establecimiento no perteneciente a Khangpae en las calles cerradas y opacas de Ulsan, con unos hombres insignificantes en su protección, quienes claro ya estaban muertos, fueron los que le confesaron que Kangho estaba armando su propio negocio de prostitución ilegal.

Y Hyunjin solo necesitaba saber quién más estaba detrás de eso, un hombre con el cerebro como una nuez no podría hacerlo solo.

Agachándose a la altura del alfa observo sin remordimiento su apariencia lamentable y la manera en que le sonreía con los dientes manchados de sangre.

- ¿En qué estarás pensando?- Hyunjin susurro, sonriendo levemente-..¡Ah!, supongo que debes creer que podrás aguantar hasta que me canse y solo te maté.

Asintió firmemente riendo cuando la sonrisa de Kangho tembló, su respiración cortándose mientras tosía.

- Yah dime, ¿qué pensabas conseguir con todo esto?, ¿estabas probándome?.

El alfa gruño torpemente, mientras hilos de sangre caían de su boca.

- N-no lo hice con e-ese propósito, ¡p-por que te tendría miedo!- rugió maldiciendo por lo bajo por el dolor de sus extremidades al haberse exaltado.

Hyunjin asintió falsamente interesado.

- Eso es interesante, entonces dime que pensabas conseguir, quiero saberlo.

El alfa soltó un bajo bufido, asintiendo.

- Dinero, ¿qué más?...e-el dinero es vida, los omegas solo valen dinero, la satisfacción de intercambiarlos por fajos de billetes.

Hyunjin presiono su lengua en el interior de su mejilla, escuchando al alfa comenzar a reír y escupir más sangre mientras asentía frenéticamente.

- Claro que es e-eso, ya hay omegas siendo usados cómo se debe en varias partes del mundo gracias a mí, y tú, miserable mocoso apenas te has dado cuenta.

Siguió riendo, y Hyunjin solo asintió, sintiendo su garganta picar, sus dedos picaban y su sangre quemaba, tenía ganas de estrangular a ese hombre, pisar su rostro y escucharlo gritar, solo que no podía permitirse hacer eso, no podía permitirse mostrar que le había afectado.

- Entonces esto es perfecto- Hyunjin abrió el tambor de su revólver y con parsimonia sacó dos balas de sus bolsillo ante la atenta y muda mirada del alfa.

Metiendo uno alado del otro en los cartuchos lo cerró comenzando a girar el tambor.

- Una persona podrida y codiciosa por el dinero podría ser capaz de aguantar una tortura- afirmó tranquilo, dejando de girar el tambor, escuchando cómo el alfa frente suyo comenzaba a respirar agitadamente-. Cada disparo en una posibilidad de morir, desde el primero hasta el final, una verdadera tortura.

Riendo Hyunjin levanto el arma y apoyo el frío cañón en el sien del alfa.

- Empecemos, ¿cierto?, será divertido- soltó una pequeña risa mientras el alfa comenzaba a jadear encogiéndose-. Sólo son cinco cartuchos y dos balas.

Hyunjin sintió sus ojos oscurecerse cuando el alfa cerró los ojos con fuerza, esa escoria enserio no estaba cediendo.

Sin titubear sacó el seguro y apretó el gatillo.

Una risa seca escapó de sus labios cuando el alfa saltó aterrado con un jadeo casi chillido mientras el arma hacia el pequeño "click", de que el cartucho estaba vacío.

- Una posibilidad menos de vivir, si tienes suerte te quedan dos- el alfa asintió animado, volviendo a colocar el arma cerca de la cabeza de Kangho.

Sonriendo secamente por el temblor frenético de su cuerpo Hyunjin disfruto su respiración entrecortada, incluso pareciendo que se estaba asfixiando.

- Sabes...tengo curiosidad, de quien más pueda estar detrás de esto, ¿enserio morirás protegiendo a tu socio quien tiene más posibilidades de vivir que tú?- pregunto rascando lentamente su arma sobre el cabello grasiento y seco del mayor.

El alfa no hablo, encogiéndose con pequeños lamentos mientras apretaba los ojos.

Hyunjin hizo una mueca irritado, enserio no hablaría, colocando su dedo índice en el gatillo presiono suavemente observando al alfa lloriquear por lo bajo, sacudiendo su cuerpo del terror.

Pero antes de que diera presión del todo el alfa se exaltó hacia atrás cayendo al suelo removiéndose desesperado.

- ¡Hablaré hablaré!, ¡p-por favor!- bajando el arma Hyunjin sonrió levemente irónico.

Los guardias volvieron a empujarlo hasta enderezarse de rodillas, viendo las lágrimas de cocodrilo caer por sus mejillas y camuflarse sobre la sangre.

- Y-yo no sé su nombre- chasqueando la lengua volvió a colocar el arma frente al alfa escuchándolo llorar mientras se encogía con las manos frente a su rostro- ¡E-enserio no lo sé!.

- ¿Quieres dejar de mover esa maldita lengua para soltar mierda?- apretó el gatillo con fuerza ignorando al alfa gritar tapando su rostro con sus manos atadas mientras sollozaba.

Hyunjin gruñó ya irritado con la situación.

- El próximo disparo es un cartucho vacío o una bala.

Volvió a acercar el arma escuchando al alfa sollozar con la garganta rasposa.

- ¡Él sólo dijo que pronto tendrá a tu omega para darlo a venta!- escupió desesperado.

Hyunjin sintió su cuerpo tensarse, girando la cabeza observo a Minho parado alado de los guardias con la misma expresión desconcertada.

Su cuerpo tembló comenzando a sentir la ira creciente dentro suyo, tomando del cuello al mayor apretó con fuerza el cañón del arma contra su sien recibiendo quejidos y suplicas.

- ¿Qué omega?- pregunto con la voz ronca y dura, sintiendo su mano hacer más presión en su cuello.

- ¡N-no lo sé...- Hyunjin apretó el gatillo, gruñendo estrelló el cuerpo del alfa contra el suelo cuando de nuevo fue un cartucho vacío.

- ¡¿Qué omega?!- grito presionando el cañón de su revólver contra la mejilla del alfa sintiendo su propio brazo temblar por la fuera que ejercía.

- ¡E-es el omega por quien mató al jefe Bang!- Hyunjin gruñó rígido.

Colocando su dedo índice en el gatillo recibió una última mirada mirada inyectada de sangre de Song Kangho.

- T-todos ya saben del omega con aspecto de ángel, jefe.

Hyunjin apretó el gatillo, tensando su mandíbula apretó los dientes con fuerza hasta sentirlos rechinar mientras observaba la sangre cubrir todo el rostro deformado del inerte cuerpo. Se levantó de golpe arrojando el arma al suelo mientras aceptaba el pañuelo que Minho le extendió.

Girando comenzó a caminar hacia la salida limpiando con brusquedad la sangre en su rostro.

- ¿Qué quieres que haga, jefe?- arrojando el pañuelo al suelo sintió a Minho colocarse a su lado.

- Busca a los omegas que vendió y traelos de vuelta a Corea, los quiero a todos.

Hyunjin subió a su carro cerrando la puerta con un estruendo, prendiendo el motor acelero con fuerza escuchando el rechinar de las llantas quemar sobre el suelo.

Él se encargaría personalmente de quien elegía ir contra su regla y tocar a su ángel.

Para Hyunjin era demasiado fácil hacer correr sangre por Yang Jeongin.

:D.

¿Qué tal?, ¿todo bonito?, espero tengan un lindo día uwu.

Y recuerden, 🌠SKZ COMEBACK OT8🌠.

Amén.

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