"Oculto"

Tengen había tardado más de lo esperado en regresar. Habían pasado cinco días desde que había entrado en su segundo mes de gestación. Suspiró exhausto, le resultaba difícil tener que esconderse para cantarle a su bebé no nato y vomitar. Al notar al alfa más serio de lo habitual tras su regreso, percibió un aroma a tristeza y pérdida en él. Decidió mantenerse alejado, guardando en secreto la noticia de su embarazo hasta que pasaran los tres meses. No quería ilusionarse para luego sufrir por una posible pérdida. Para ocultar el olor a bebé, utilizó incienso y un perfume similar a sus feromonas con aroma a melocotón. Todo iba bien, prefería que el alfa pasara pocos días en casa.

Dejar a Suma con el dolor de su pérdida fue difícil. Le angustiaba que su amada mujercita sufriera. Agradecía la solidaridad de Makio y Hinatsuru, pero le preocupaba Suma. Por más que quiso seguir con ella, debía regresar a la casa que compartía con el omega. Apenas llegar, el olor a melocotón podía sentirse dulce y nítido. Suspiró cuando su lobo reaccionó al olor de su omega, eso le frustraba. Por mucho que quisiera que su lado animal reaccionase así con las chicas, le era imposible. El pulgoso, al parecer, se sentía más atraído por el omega que por sus betas. Eso comenzaba a complicarle la vida, en sus días junto a sus mujeres fue incapaz de poder tocarlas o ponerse duro, no había excitación, todo lo que rondaba en su cabeza era el rubio, su olor y cuerpo delicado, su lobo se había improntado y eso lo molestaba, había decidido mantener aquello oculto fingiendo que no pasaba, el estaba enamorado de sus betas y nada más.