Aragorn iba pensando en el encuentro que tendría con el rey y si decíamos que estaba tranquilo estaríamos mintiendo, el hombre iba demasiado asustado, hasta sudando estaba el pobre y más lo hizo una vez entro a la gran sala de reuniones. Solo se encontraban él y el rey no había nadie más dentro de aquella sala y al juzgar por la cara que tenia Thranduil, Aragorn logro ponerse mucho más nervioso

Thranduil era un elfo bastante serio y tenia muchísimo carácter. Su mirada naturalmente era bastante seria pero ahora estaba siendo un poco más de lo normal, tanto así que Aragorn realmente sintió miedo

Saco valor de donde realmente no sabia y se acercó al rey, lo saludo con una reverencia, con muchísimo respeto, tal y como se supone que se saludara a un rey

-Alasse’ aurë, aran (Buenos días, rey)

-Alasse' aurë Aragorn

Thranduil igualmente hizo una reverencia ante el humano ya que también el era príncipe

-me alegra muchísimo verte aquí, me demuestra que eres un hombre de valor y que lo que realmente quieres con mi hijo es algo real

-si me permite la palabra mi señor

-adelante, me encantaría escucharte

Aragorn asintió y como el rey tomo asiento en la gran mesa el lo imito para comenzar a hablar

-Rey Thranduil, con Legolas lo que quiero es algo realmente serio. Lo amo desde mucho antes de darme cuenta, incluso desde mucho antes de que los dos sintiéramos lo mismo. Legolas es el ser más hermoso, bueno, gentil...y todos los derivados de bondad, gentileza y buen corazón que existan, yo me enamore de Legolas por esa razón, porque sé que él es bueno, es un ser maravilloso y no quiero perderlo nunca. Deseo, desde lo más profundo de mi corazón, amarlo y respetarlo por sobre todas las cosas, formar nuestra propia familia y estar junto a él. Hasta donde mi condición me lo permita, si usted me da el permiso de tener una relación con Legolas yo le juro demostrarle siempre mi amor por el, lo cuidare, tratare de ser el humano perfecto para Legolas y hacer que usted se sienta orgulloso de la decisión de su hijo

-Aragorn no tienes que demostrarme nada, yo sé que eres un buen hombre, sé de que eres capaz, sé de lo que estas hecho y sobre todo, conozco tu corazón y sé que lo único que hay dentro de él es la bondad, la justicia, lealtad....Aragorn, no tienes que cambiar tu manera de ser, ni tratar de ser alguien que no eres solo para que yo te acepte. Te conozco desde que eras un niño y sé lo que eres Aragorn y creeme cuando te digo que me siento sumamente orgulloso de la decisión de mi hijo. Siempre quise que se enamorara de alguien que fuera un ejemplo para todos, que tuviera un gran corazón y sobre todo que le demostrara que realmente lo amaba. Siempre he querido que mis hijos tengan lo mejor, y Legolas escogió muy bien Aragorn porque tu sin duda alguna eres lo mejor que Legolas tiene

Aragorn comenzó a llorar de la felicidad, las palabras que el rey le había dicho eran sin duda alguna lo mejor que había escuchado en su vida, Thranduil tomo a Aragorn de las manos y se levantaron de la gran mesa

-yo los apoyo Aragorn si mi hijo es feliz contigo yo no tengo porque o ponerme a eso. Aún estoy un poco confundido, es la primera vez en tantos años que vivo algo así pero me siento muy feliz de que mi hijo te haya elegido, de que se hayan elegido el uno al otro. Hacen un gran equipo y sé que el día que les toque gobernar, van a ser los reyes más justos que hayamos tenido, le darán la seguridad al pueblo de que estarán bien y eso Aragorn es lo que verdaderamente me importa.

-aparecio muchísimo sus palabras majestad, no sabe lo feliz que me hace escuchar todo esto y le prometo que no le voy a fallar, Legolas estará bien a mi lado y en el momento que me toque gobernar, el reino también lo estará

Thranduil sonrió y beso la frente del joven príncipe para luego darle y un cálido y fuerte abrazo

-bienvenido a la familia Aragorn

-le prometo que Legolas a mi lado jamás va a sufrir, le demostrare mi amor hasta el día en que de mí último suspiro y daré mi vida por el

-séque lo harás Aragorn, de eso no me queda ninguna duda

Aragorn salio de aquella sala de reuniones con la sonrisa más grande que haya tenido en la vida, iba directo a donde estaba su amor pero se desvió al escuchar su dulce voz flotando en el viento. Siguió la hermosa y melodiosa voz de su elfo hasta que llegó al jardín y ahí lo vio, estaba despaldas a Aragorn contemplando el paisaje y cantando una hermosa canción

Aragorn se acercó lo más en silencio que pudo a él y lo abrazo por la cintura dejando un beso en su mejilla

-me sorprendiste amor, estaba algo distraído

-lo sé, estabas muy concentrado en la canción. Deberías cantarme Legolas, tienes una voz tan hermosa

Legolas se volteo quedando frente a él y envolvió sus brazos alrededor del cuello de su amado

-te prometo que algún día lo haré mi cielo - beso castamente los labios de su novio - ¿como te fue con mi padre?

-bien, mejor de lo que pensaba, me dijo tantas cosas

-espero que no hayan sido malas

-no meleth, al contrario. Estoy muy feliz, tu papá confiá mucho en mi y debo seguir trabajando para que no la pierda y tal y como sé lo prometí a él te y te lo prometo a ti, a mi lado jamás vas a sufrir Legolas, te amare hasta el final de mis días y daré la vida por ti si es necesario. Eres lo mejor que tengo y no me imagino una vida sin ti a mi lado. No sabes lo feliz que me siento porque nuestras vidas se hayan cruzado, te agradezco mucho tu amor Legolas porque de alguna manera u otra me haces ser mejor cada día y te juro que por ver esa sonrisa tan hermosa en tu rostro, soy capaz de enfrentarme a un ejercito de 10 mil hombres sin ningún tipo de ayuda y la haría solo porque no se te borrara esa sonrisa que me da mil años de vida

-oh Aragorn te amo tanto, no sabes cuanto te amo mi vida. Todos los días le agradezco tanto a los valar porque te tengo en mi vida, sé que a tu lado jamás sufriré Aragorn, sé que escogí muy bien a mi pareja y tu definitivamente eres el mejor hombre que existe, el perfecto para mí, te amo como no tienes una idea y así será para siempre Aragorn, te amare toda la eternidad, eres lo mejor que tengo

Los dos enamorados juntaron sus labios en un tierno y apasionado beso. Se olvidaron del mundo a su alrededor y se concentraron en vivir su momento de amor olvidándose de los otros, porque la realidad es que no había que pensar en los demás. Si ellos dos se amaban tenían el derecho de demostrárselo