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Legolas y Aragorn pasaron toda la tarde en el jardín, hablando, riendo y dándose muchos mimos, amaban estar así, si fuera por ellos estarían solo mirándose y dándose caricias toda la vida
Todo estaba bien hasta que sintieron la voz de Zambars y Linden, así que con algo de molestia se separaron y se sentaron a una distancia prudente, así cuando sus hermanos los vieron no mal interpretaron nada. Porque no es que Legolas desconfiara de su familia, pero Zambars y Linden eran dos seres sumamente diferentes a él y a Perla
Ellos trataban a todo el mundo con amabilidad y respeto, mientras que los otros dos eran unos groseros y se creían lo mejor solo por ser príncipes, además de que Legolas no quería que ellos supieran lo de su relación, porque conociéndolos, solo por molestar, serian capaces de hacerle daño a Aragorn
Ya cuando cayo la noche Aragorn tenia que volver a su castillo, el cual estaba algo lejos pero no se había ido antes porque no quería dejar a su amado novio, pero ambos sabían que si seguían esperando seria peor, el camino de Aragorn era largo y el camino era un poco peligroso y no porque le fuera a pasar algo. Es que el camino era oscuro y bastante extenso
-ya es hora de que te vayas amor, ya es muy tarde y muy dentro de poco estará más oscuro
-sí lo sé, ya me iré. Te veré mañana en el entrenamiento, gi melin
-gi melin meleth, hablale al viento cuando llegues para que me de tu recado y poder dormir tranquilo
-te lo prometo
Ambos chicos miraron a todas partes, querían estar seguros de que nadie los observaba y cuando vieron que todo estaba solo, juntaron sus labios en un tierno beso. Uno que estuvo lleno de amor y caricias por parte de ambos, estos dos realmente estaban sumamente enamorados. Con el simple hecho de verlos mirándose te podrías far cuenta del amor tan grande que sentían
Aragorn se montó en su caballo y antes de salir de volvió a despedir de su amado con un beso corto y un te amo. Legolas entro al castillo y se dirigió de inmediato al gran comedor ya era hora de cenar, así que fue directo a la mesa. Ya todos estaban sentados esperando la comida por suerte aún no la habían servido, así que el Rey no llamo la atención de su hijo, para la suerte de Legolas
Luego de un largo rato la cena se había terminado y todos los hermanos se retiraron antes incluyendo su madre pero Legolas se quedó, tenia que hablar con su padre
-Ada
-¿si hijo?
-¿Puedo hablar contigo?
-sí claro, dime que pasa, estuviste callado toda la cena ¿te paso algo?
-no ¿podemos hablar en un lugar más privado?
Thranduil observo extrañado a su hijo, estaba con muchísimo misterio, no había hablado en toda la cena y se veía undido en sus pensamientos. Su padre estaba un poco preocupado porque su hijo no acostumbraba a ser así pero el solo asintió a su petición y salieron del comedor. El Rey los llevo hasta la sala de reuniones y al entrar Cerro la puerta asegurándose de que nadie los pudiera escuchar y se sentaron en la gran mesa uno alado del otro
-bien, ya estamos solos. Dime que pasa Legolas me estas asustando
-bueno, lo que quería decirte es que, ya encontré la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, estoy muy enamorado y me harías muy feliz si me apoyas en esto Ada
-eso es una noticia maravillosa hijo, pero dime ¿quien es la hada o elfa afortunada? ¿Quien fue la que tuvo la suerte de enamorar a mi hijo?
-no es hada ni elfa padre, es humano y es hombre
Thranduil observo a su hijo fijamente a los ojos con demasiada sorpresa, no se espero que su hijo le viniera con semejante declaración. Él pensó que podría ser la elfa vecina a su castillo, era una belleza esa niña, tenia el cabello rojo y sus ojos eran de un azul intenso, ella aveces iba a visitar a Zambars, eran amigas y entrenaban juntas algunas veces, pero al Rey escuchar que era humano y hombre, su mundo de vino abajo, no lo podía creer
-¿hombre? Dime quien es ¿lo conozco?
-si ada, lo conoces y sé que cuando te diga quien es vas a aceptar que tenga una relación con el porque sabes perfectamente lo bueno que es
-¿quien es Legolas? ¿Es alguno de los empleados del castillo? ¿Alguno de los hombres del consejo? ¿Algún amigo mio?
-no Ada, ninguno de esos. La persona de la que me enamore es Aragorn
El Rey solo se quedó observando a su hijo, no podía creer lo que estaba escuchando. No era que le molestara que a su hijo le gustara un hombre, es solo que el no pensó nunca en que su hijo, su primogénito, su más grande orgullo, le quisiera dar un consorte al reino en lugar de una reina. Se escuchaba raro, y también se sentía raro ver a su hijo enamorado de otro hombre pero si eso era lo que le hacía feliz el no se lo iba a impedir
-me quedo más tranquilo sabiendo que es Aragorn pero aun así Legolas... ¿hace cuanto tiempo está pasando algo entre ustedes?
-comenzamos una relación hace dos semanas pero nadie lo sabe, solo Perla y ahora tu, nadie más sabe sobre esto
El Rey solo asintió y bajo su mirada a sus manos, no sabia que decir con respecto a eso, quería a su hijo y lo respetaba muchísimo pero esto sin duda había sido inesperado. No sabia como lidiar con una situación como esta. Nunca imagino estar en esa posición y aunque apoyaba a su hijo no sabia que hacer, ni que decirle, ni como mirarlo. Tenia miedo de que su hijo pensara que estaba decepcionado, lo cual era lo menos que el sentía, si estaba sorprendido pero ¿decepcionado? Jamás, Legolas nunca lo decepcionaría. Era un gran elfo y su padre se sentía sumamente orgulloso de tenerlo como hijo
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