Entrenamiento
Al otro día:
Geir se había despertado de su sueño con un bostezó, se levantó de su cama y fue a arreglarse para tener que evitar que Ares diga algo del Ragnarok.
Geir salió de su habitación encontrándose con su hermana Reginleif que estaba sentada leyendo un libro a unos metros de distancia.
Geir: ¡Hermana! —grito feliz mientras se acercaba rápidamente a su hermana que la miró levantando la mirada.
Reginleif: Hola Geir —la saludo tranquilamente con una sonrisa en su rostro mientras cerraba su libro.
Geir: ¿Qué estás leyendo? —le preguntó con curiosidad mientras esperaba una respuesta.
Reginleif: Una historia sobre algunos mitos de los Dioses y habilidades de los mismos, aunque solo es el primero de muchos que hay —dijo con una sonrisa cariñosa mientras miraba a Geir.
Reginleif: Si quieres te puedo prestar algunos —le mencionó esperando a una respuesta por parte de Geir.
Geir: Mmmm, tal vez otro día -le responde tranquilamente mientras se retira rápidamente de ahí.
Reginleif suspiro divertidamente mientras veía a Geir alejarse de ella rápidamente.
Con Ares:
El Dios de la Guerra se había levantado de su cama hace unas horas para despertar a Afrodita y que se fuera, no quería repetir ser descubierto por Helios "El metiche".
Con sus armas en apoyadas en una roca agarro su lanza con fuerza y la admiró los colores rojizos y dorados de su bella arma.
Ares: Bien, es hora —dijo con una sonrisa en su rostro y dejó su coronita en el suelo con su otra mano.
Dió un golpe con gran fuerza al aire rompiendo el viento generando una onda potente de aire que destruyó varios árboles sin problemas.
Ares: No he perdido el toque, pero sigo siendo más débil que Hércules —dijo apenado un poco de su fuerza actual.
Ares rápidamente se fue a buscar algo a su casa y regreso nuevamente a donde estaba.
Ares: Bien, ésto servirá —dijo con una sonrisa, mientras miraba unas pesas que trajo de su casa dentro de una caja de madera.
Dichas pesas era unas especiales, un regalo de cumpleaños de hace tiempo por parte de Hefesto como "burla" de su fuerza.
Las pesas hechizadas se hacían más pesadas entre más te acostumbras al peso que tienen, lo guardo porque creyó no necesitarlas, pero helo aquí usándolas.
Rápidamente las sujeto y empezó a notar el peso en ellas, ciertamente estaban pesadas.
Empezó a cargarlas para usarlas y volverse más fuerte, lentamente lo estaba logrando.
Haciendo el uso de más fuerza logro levantarla, la dejó caer hacía abajo un poco y la volvió a subir haciendo el usó de su fuerza.
Sería un LARGO día... A no ser de la llegada de cierta Valkiria mejor, Geir que llego y vió a Ares entrenar.
Se acercó a el a pasó lento y silencioso para ver de cerca lo que hacía el Dios Ares.
Geir: Ares-sama, ¿Cómo está? —le preguntó detrás de el y Ares se asustó y dejó caer sus pesas que crearon un cráter en el suelo.
Ares: No me asustes así Valkiria -dijo con preocupación mientras tocaba su pecho en el lugar del corazón.
Geir: Pe-perdón —dijo con nervios mientras se rascaba la nuca con timidez.
Ares: N-no importa —dijo nervioso, el rostro nervioso de Geir le pareció lindo, restándole importancia mientras volvía a levantar la pesa pata seguir con el entrenamiento físico.
Un silencio incómodo se formo en el ambiente, provocando muecas incómodas por parte de ambos seres divinos.
Geir: y... ¿Porque vive aquí? —le preguntó con una pequeña sonrisa nerviosa para evitar más silencio incómodo.
Ares se detuvo por unos momentos pensando en una respuesta mientras seguía cargando las pesas.
Ares: Es bonito el lugar, me tranquiliza la calma de aquí —le respondió simplemente sin voltear a ver a Geir.
Geir: Ya veo —dijo algo feliz por la desaparición del ambiente incómodo, mientras que Ares continúa levantando las pesas.
Ares: Además es un buen lugar donde puedo liberame del estrés sin molestar a nadie —murmuro en voz baja mientras miraba un poco el suelo.
Hace mucho tiempo Ares fue conocido también como un Dios violento y destructivo, fue temido por otros Dioses y por eso se fue a esté lugar.
Para poder liberar toda ésa violencia y destrucción en esté bello lugar, sin lastimar o molestar a alguien.
Ares: Bueno Valkyria, ¿A qué has venido hoy? —le preguntó tranquilamente mientras seguía levantando las pesas.
Geir de puso nerviosa por un instante y luego recordaba lo de ayer.
Geir: Usted dijo que viniera hoy para seguir viendo las fotos del hermano Hércules —le recordó mientras su nerviosismo bajaba considerablemente.
Ares: Oh es verdad —dijo dejando caer las pesas al suelo para ir rápidamente por el álbum de fotos.
En un instante Ares regreso en donde estaba Geir con el Álbum en sus manos y se lo entrego con cuidado.
Ares: (Espero no lo dañe, tiene cara de que todo lo que apoya lo destruye) —pensó con algo de incomodidad al entregarle el álbum.
Geir: Gracias —agradece con una sonrisa y Ares de ruboriza por la sonrisa y por la gratitud.
Ares: (Hace tiempo nadie me agradecía) —pensó mientras una pequeña lágrima de nostalgia y felicidad se derrama por su ojo izquierdo que rápidamente limpia.
Ares nuevamente se fue a levantar las pesas para ejercitarse las tomo y las empezó a levantar.
Geir emocionada empezó a ver las fotos del álbum, se sentía muy feliz y rápidamente lo termino de ver.
Geir levantó la mirada y vió a Ares ejercitarse, levemente se ruboriza al darse cuenta que Ares mayormente no llevá camisa puesta.
Ares ignoró la mirada justo ahora tenía que volverse más fuerte que antes o más fuerte que Hércules.
Levantando más rápido las pesas para acostumbrarse al peso más rápido, su cuerpo empezó a sudar dejando un leve brillo en su cuerpo.
Geir: ¿Y que más sabe del hermano Hércules? —pregunta desviando la mirada para no ver a Ares.
Ares: Varias cosas, pero hace tiempo que no lo veo —dijo tranquilamente mientras seguía ejercitando su cuerpo.
Geir: Ya veo —dijo comprendiendo a Ares, Hércules estaba ocupado la mayoría del tiempo y no podía pasar tiempo con ella.
Geir: ¿Porque entrena? Usted no parece que entrenará constantemente —le preguntó con curiosidad fingida sabiendo su misión.
Ares: Te voy a ser sincero Valkyria... Me enteré de que va a haber un Ragnarok —le dijo cambiando el ambiente a unos serio.
Geir se alteró por qué lo revelará así de simple con un mal presentimiento.
Ares: ¡Y yo quiero participar! —declaro soltando sus pesas y emoción con una gran sonrisa en su rostro.
Ares: No me importa si es por una rebelión o lo que sea... solo quiero pelear con un buen oponente —dijo ya más calmado mientras se avergüenza juntó un poco del carácter de su padre sobre las rebeliones.
Geir: (Ya veo, supongo que ésto puede garantizar que no va a decir nada) —dijo con una pequeña sonrisa y con algo de pesar.
Geir: Pero si usted ya es poderoso, no veo la razón de su entrenamiento —dijo con curiosidad mientras usa sus manos para apoyar su rostro con interés.
Ares la miro por unos momentos para ver que responder.
Ares: Soy consciente de que soy fuerte, pero en éstos últimos milenios mis hábil se oxidaron y quiero ser poderoso para no decepcionar a nadie —respondió con algo de pena mientras se rascaba la nuca.
Geir: No decepcionar a nadie... —murmuro pensativa a veces ella cree que puede avergonzar a sus hermanas por sus pocos conocimientos que ella posee.
Geir: Eso es algo bueno, quiere decir que usted quiere mejorar —dijo dejando de lado sus murmullos con una radiante sonrisa y Ares la miró con sorpresa.
Geir: Usted está haciendo algo para poder cambiar, puede que quiera cambiar solo en la balanza del poder, pero es un cambio para mejor... Una mejor versión de usted mismo —le dijo aún con la sonrisa mientras se acercaba a Ares y daba un saltó para caer en el hombro de Ares.
El Dios griego ignoró el hecho de que la Valkiria menor estaba usando su hombro como silla y la miraba con impresión y la boca ligeramente abierta.
Geir: Usted tiene es impresionante, a pesar de estar solo aquí está buscando cambiar... puede que no sea un gran cambio, pero un cambio para ser mejor y eso es admirable —le dijo con la sonrisa que impresiona a Ares juntó a ésas palabras.
Geir rápidamente se avergonzó al ver que estaba en el hombro de Ares y se bajó haciendo una reverencia.
Geir: ¡Lo siento mucho! —se disculpó con mucha vergüenza y mantuvo su reverencia.
Ares seguía impresionado y sacudió su cabeza y volvió a la realidad.
Ares: No te preocupes... Se está haciendo tarde, deberías volver con tus hermanas —le dijo dándose la vuelta y dirigiéndose a su casa.
Geir estaba preocupada, miró el cielo viendo que aún era temprano y con vergüenza se fue con sus hermanas.
Geir: ¿Abre dicho algo malo? —se preguntó preocupada mientras mordía sus uñas.
Y así Geir se retiró...
Helios: Ésto podría interesarle a Zeús —dijo con una pequeña sonrisa traviesa.
Ares había entrado a su casa de manera calmada y de manera tranquila se sentó en la mesa.
Apoyo sus codos en la mesa y miró a la nada con una mirada algo perdida.
De un momento a otros dejó caer su rostro en la mesa con fuerza y tapó su rostro con su brazo derecho y con el izquierdo golpea levemente la mesa.
Sollozos se escuchan en el frío de la casa, Ares estaba llorando mientras cubría su rostro.
Ares: Ésas palabras... Son el apoyo que siempre quise —dijo levantando la cabeza mientras las lágrimas y mocos cubren su rostro.
Ares siempre fue odiado por la brutalidad que mostró en un pasado lejano, a tal punto de tener que aislarse el mismo.
El apoyo de Afrodita y Hércules evitaba que cayera en depresión y ahora tenía otros deidad que confiaba en el.
Uno de los mejores días en la vida de Ares...
Fin del Capítulo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro