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«MEISSA WALBURGA BLACK»

"Evan..."

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Meissa sintió como aquel Mortifago la llevaba lejos de todo aquel caos.

Durante su niñez, siempre sintió miedo. Miedo de lo que sus padres le podían hacer a ella, o a sus hermanos.

«Hermanos», Meissa volvió a intentar zafarse cuando la palabra hermanos pasó por su mente.

Solo podía pensar en si Sirius y Regulus están a salvo, lo deseaba más que nada.

Deseaba que ya terminara, para que pudieran buscar a James y ayudarlo.

Lo último que vio fue que James se pegó la cabeza, después que el mortifago la sacaba a fuerza de la librería. Luego, todo se había vuelto negro, debido al trapo que llevaba cubriéndole la cara.

Meissa sintió como entraban a un lugar, debido a que escuchó como abrían la puerta.

Sintió como le quitaban la tela de la cabeza.

—Te voy a soltar, pero no huyas, porque no hay por donde—Dijo el mortifago

Meissa no dijo nada ni se movió, había reconocido esa voz.

Cuando sintió que la soltaban, lo único que hizo fue voltearse rápidamente y darle un golpe en el hombro.

—¡Eres un idiota!—Dijo Meissa, enojada

—¿Desde cuando dices groserías, Walby?

—Desde que entras como un loco a la librería, haces un caos total, y me sacas como si fuera...¡lo peor es que hiciste que James se golpeara en la cabeza! ¿Qué tal y está muerto?

—No lo esta.

—¿Como sabes?—Dijo Meissa, cruzándose de brazos—. ¿Ahora eres medigamo?

—No lo esta, créeme.

—No te creo nada desde que me engañaste, Evan—Meissa lo apunto con un dedo

—¡Ya te pedi perdón!—Dijo Evan

—Pues tu perdón, no me devuelve mi...ya sabes—Dijo Meissa, sintiendo como su cara comenzaba a ponerse roja—. A parte, ¿quien te crees para sacarme así?

—Tenía que sacarte de ahí—Dijo Evan

—¿Por qué?

—No se si sea bueno decírtelo—Dijo Evan

—Evan...

—Bien—Evan suspiró—, tu madre...pago una muy...muy buena cantidad de galeones a quienes les hicieran daño.

—¿Les?—Fue cuando Meissa lo vio

—A tus hermanos y a ti—Dijo Evan—. Pero a tus hermanos más, y dijo que la mejor forma de hacerlo es haciéndote daño.

Fue cuando Meissa, a pesar de conocer a Evan desde hace mucho tiempo, lo vio con algo de temor.

—No te haré daño, Meissa—Dijo Evan, sabiendo lo que pensaba—. Te saque de ahí, para que nadie te encontrara. Por Merlín, ¿tan idiota me crees?

—Desde que entre a Hogwarts, no se que pensar de ti, Evan—Dijo Meissa

—Ni yo lo sé—Confesó Evan

Ambos se sumergieron en un silencio que Meissa sintió bastante incómodo.

—¿Por qué?

—¿Por qué, que?

—¿Por qué le hiciste caso a Walburga?—Pregunto Meissa—. Sabías que no quería casarme, no contigo. Lo sabías desde que tenemos...¿6 años? Y aún así, aceptaste hacer todo para enamorarme...

—Creo que...por lo mismo que te dije cuando me dijiste que no te querías casar—Dijo Evan

—¿De verdad?

—Te lo dije cuando teníamos 6 años, y mi mente no lo cambió—Dijo Evan—. A parte, escuché que te querían...comprometer con un señor, un señor, Meissa. No iba a dejar que eso pasara.

Meissa lo vio unos segundos, hasta que sintió sus ojos llenarse de lágrimas.

—Te amaba mucho, Evan—Confesó Meissa, con la vista borrosa—. De verdad lo hacía. Y de verdad me gustaste.

Meissa se limpió las lágrimas, mientras Evan solo veía a Meissa, sin moverse, sin hablar.

—Te entregue todo de mi, literalmente—Dijo Meissa—. Y me dolió demasiado que...todo lo hicieras porque mi madre te lo pidió.

—Lo hice, porque me lo pidió, si. Pero lo hice también, para que no te comprometieran con ese señor. Se que no te querías casar, y se que solo me veías como un hermano, antes de todo—Dijo Evan—. Pero no podía dejar que te comprometieran.

—Escape.

—El año pasado, Meissa—Dijo Evan—. Créeme que si, yo hubiera sabido que te escaparías, jamás me hubiera acercado a ti, por aquella razón.

—Creí que, al principio, de verdad querías arreglar todo.

—Si lo quería—Dijo Evan—. Pero, Walburga me mandaba cartas diciéndome que si ya lo conseguía. Me presionaba demasiado.

—Se que, no solo fue tu decisión, pero, ¿por qué dejaste que me entregara a ti si no te gustaba?

—¿Quien te dijo que no lo hacías?

Meissa seguía llorando, pero vio a Evan sorprendida.

—¿De verdad lo hacías?

—Como no tienes idea.

—Pero te importaba más complacer a Walburga, ¿no es así?

—Me valía un carajo Walburga, me importaba que no te comprometieran con ese señor.

—Creo que—Meissa se limpió las lágrimas—, si me lo hubieras dicho todo, desde un principio, las cosas hubieran sido totalmente distintas, Evan. Pero como desde que tengo memoria, jamás te ha gustado que me entere de tus cosas personales, con lo que lidias.

—Lamentó como te trate aquellas vez—Dijo Evan—. Tenía que...

—Se que tenías que fingir frente a ellos—Dijo Meissa—. No me dolió tanto.

—¿Segura?

—Completamente.

Evan iba a hablar, pero escucharon pasos y una tercera voz.

—¡Si no me sueltas ahora mismo, juro por merlin que será la última vez que camines!

Meissa se limpió las lágrimas la reconocer la voz.

Se giró y vio llegar a otro mortifago, sosteniéndolo.

—Deja de quejarte, ya—Dijo Barty, quitándole la tela de la cabeza

—¡Eres un idiota, eso eres Bartemius!

—Regulus...

Regulus dejó de amenazar a Barty, se dio la media vuelta y sonrió cuando vio a Meissa.

—¡Meissa!

Regulus corrió y abrazó a Meissa.

—Solo pensaba en que te podía pasar algo—Dijo Regulus

—Ya regreso—Dijo Barty

—¿Estabas llorando?—Pregunto Regulus, al separarse—. ¿Que le hiciste?

Regulus se iba a acercar a Evan, pero Meissa se lo impidió.

—No me hizo nada, solo...tenía miedo—Dijo Meissa—. Miedo de que no sabía nada de ustedes.

—¿Por qué la necesidad de traernos como malditos rehenes?—Pregunto Regulus

—Este fue el más difícil—Dijo Barty, quitándole la tela

—¡Por merlin!—Sirius abrazó a sus dos hermanos

—Me estas aplastando—Dijo Regulus

—Ahora, ¿me pueden explicar porque me traen como si fuera un maldito cerdo para el matadero?—Pregunto Sirius

—Al parecer, son órdenes de Walburga—Dijo Meissa—. Quiere hacernos daño.

—¿Todavía le importó a esa vieja?—Dijo Sirius, con una sonrisa—. Siempre creí que era su favorito.

—Idiota—Dijo Regulus, entendiendo el sarcasmo

—Seguramente me extraña.

—Los trajimos aquí—Habló Evan—, porque deben tener cuidado. Walburga lo único que quiere es venganza, y dijo que le hiciéramos daño a Meissa. Pago muchos galeones por hacerlo.

—Me retractó—Dijo Sirius—. Al parecer te extraña más a ti, Mei.

—Ya terminó todo—Dijo Barty—. Los demás se fueron hace minutos.

—Ya podemos irnos—Dijo Evan

—Solo porque nos traían como malditos rehenes, y no sabemos dónde estamos—Dijo Regulus, yendo detrás de Barty—. Y tu...

Barty corrió cuando vio que Regulus corrió hacia el.

Meissa sonrió, por un momento tuvo un recuerdo de cuando eran más pequeños.

Regulus siempre fue el más apegado a Barty, Meissa a Evan, y Sirius a la hermana menor del Rosier.

—¿Como esta tu hermana?—Pregunto Meissa

—Está bien—Dijo Evan—. Esta...saliendo con Nott.

—¿Con Nott?—Pregunto Regulus

—Lamentablemente.

Meissa vio como solo habían caminado un poco, a un lugar que parecía abandonado. Ahora veía todas las tiendas destruidas. Busco con la mirada a sus amigos, pero no los veía.

—Sus amigos se fueron desde hace rato—Habló Barty—. Llevaban al chico de gafas...parecía algo desorientado.

Meissa se giró para ver a Evan.

—Podrás ir cuando llegues al castillo—Dijo Evan

¿Que les pareció?

¿Que piensan de Evan?

Mis hermanitos Black 💚💛❤️

Recuerden que pueden encontrar la otra parte en el perfil de Lune_black