• Capítulo 4 •
Narra Zinov Volkova:
El comienzo de todo...
Una historia no puede ser interpretada de una forma correcta si no se empieza desde el comienzo de todo. Y para ser sinceros nunca antes llegué a contarle a alguien mi vida jamás, o mi historia con mi ángel, siempre he pensado que nadie es lo suficientemente importante como para contarle mis anécdotas, mis aventuras, mi vida en sí. Pero creo que será mejor que empiece por el como nos conocimos, para así darle paso a nuestra historia de amor, recuerdos... Mis recuerdos son lo más preciado que tengo, y los atesoro todos y cada uno de ellos, sean buenos o sean malos, los recuerdos siempre quedarán tatuados en mi memoria, haciendo imposible no recordar, los lugares a los cuales visité, un sonido, un olor e incluso un sabor. Todo me lleva a recordar cada uno de mis momentos de vida, hasta esos pensamientos tontos, la risa de felicidad de las demás personas, los momentos molestos, tristes, todo. El cerebro humano es uno de los misterios más grandes, cada descubrimiento que han hecho sobre el a Sido un verdadero milagro, para así conocernos más. A cada uno de los individuos, que sienten y en qué piensan.
Diciembre... Un mes tan festival, pero yo solo lo celebro por un día muy especial, ese día en especial, ese es nuestro día especial. Joder que cursi sueno.
Un 11 de diciembre llegó al mundo la que sería la dueña de mi corazón, si en dado caso tengo, aunque creo que sí y solo late por ella. Una noche estrellada con la más hermosa luna llena a las 11:¹¹, nació mi pequeño ángel. Fue la bebé más hermosa del hospital, las enfermeras decían que era tan perfecta y frágil como una muñeca de porcelana, con cabello castaño oscuro, labios de un cobrizo sutil, mejillas sonrojadas... Y una sonrisa encantadora, que enamoraba a quién la viera.
El once de diciembre yo estaba en casa, en la sala de estar, sentado en uno de los sillones. con mi padre y mi madre. Tenía solo tres años de edad y estaba leyendo los miserables, estába tan sumergido en mi lectura hasta que escuche a la voz de mi madre.
— Amo Erick. —Dijo a voz baja, levanté mi cabeza en su dirección para verlos, a veces me entretenía su forma de tratarse mutuamente, ya que a mí parecer mi padre es el dominante de la relación y ella es solo la sumisa perfecta.
Así es como le llama mi padre... Y para ser sincero, no me gusta, pero no sé lo discuto. Ya que quién soy yo para opinar.
Mi madre estaba arrodillada a un lado del sofá en el que se encontraba mi padre, mientras él sostenía un libro en sus manos, llevaba sus lentes para la lectura y vestía un jersey color gris y pantalón de vestir negro, y zapatos de vestir negros igual. Mi madre vestía un vestido color ciruela que le llegaba hasta las rodillas, se veía muy juvenil y además de bonita, mi madre siempre fue considerada la mujer más hermosa de la casa, y eso no se lo discuto a mi padre. Mi madre es tanto hermosa como amable y dulce con todos, por eso mi padre le discute mucho, peo a ella no parece importarle mucho.
— ¿Dime qué quieres Lili?. — Hablo mi padre con un tono de voz desinteresado y algo distante y sin dirigirle la mirada. Pero en el fondo yo sabía que solo era una fachada, era como ponerse de ejemplo cuando están conmigo.
— Es... Bueno, es... E... Solo, que...
UPS... Grave error, mi padre odia que ella titubee, o En ese momento mi padre cerro el libro de golpe y lo dejo a un lado de quitó sus lentes de un rápido movimiento y a su vez se puso en pie y camino a paso rápido a el frente de mi madre, se inco en una rodilla y la mito de arriba a bajo con una expresión de molestia en su rostro. Mi madre en cambio, está cabizbajo y sus manos apoyadas sobre sus rodillas. Mi padre la toma por sus mejillas con rudeza y lo hace mirarlo, mi padre se pone en pie sin soltar la ni dejar de mirar la fijamente.
— Lili... — Hace una pausa mientras inhala profundamente y la mira a los ojos — ¿Qué te he dicho sobre los titubeos?. Su tono es sarcástico porque él ya sabe la respuesta.
— «Lo que tengo que decir, lo tengo que decir de una vez y sin rodeos, sin titubeos y sin tartamudeos», mi amo. — Dice de manera mecánica, como un disco rayado que está cansado de reproducirse.
- ¿Y por qué carajos lo haces?. Inquiere, soltandola con violencia y está baja la cabeza de nuevo.
- Amo. La interrumpe mi padre.
- Lili, sabes que no tengo mucha paciencia, así que se directa. La mira un poco más y miga con la cabeza y se va a sentar de nuevo a el sofá individual en el que estaba minutos antes.
- Amo Erick, mi... - suspira profundamente y vuelve a hablar - Mi amiga Anna, Anna Collins, acaba de tener una hija, yo me preguntaba si podría llevarme a verla.
- Lili, ven aquí. Su tono es frío y distante, lo observo con detenimiento mientras lleva su mano a su cien y se masajea suavemente, tiene la mirada fija en la pared, su mirada es gélica y vacía pero al ver a mi madre frente a él con la mirada baja y sus manos a cada lado mientras se mueven con nerviosismo, puede ver una pequeña sonrisa de lado en sus labios cerrados y también puede ver... Un brillo en sus ojos.
- Siéntate aquí Lili. Dijo en tono suave, ronco y atractivo a mi parecer, le hizo una señal con su cabeza en dirección a su regazo, mi madre se mordio el labio inferior mientras se sentaba en el regazo de mi padre, este la rodeó con sus brazos dejando pequeñas caricias en sus muslos blanquesinos. - ¿Qué te eh dicho sobre las "amigas"?.
Dice en tono burlón y sarcástico mientras hace comillas con sus dedos cuando dice amigas, no sé porque pero me causa gracia y rio por lo debajo para que no me escuchen.
- que, no tengo amigas... Que solo son conocidas y que las amigas no son confiables, y ninguna, — Suelta un suspiro cansado.— ninguna es honesta conmigo. Dice con un tono teñido de tristeza y pone su cabeza en el hombro de mi padre y suspira profundamente. Mi padre parece notarlo y niega con la cabeza sutilmente mientras suelta un bufido de molestia.
- ¿De verdad quieres ir?, Además para que quieres ir a ver a la hija de la ex-criada?. Se está molestando pero se por su expresión corporal que no hará escándalo, está fingiendo solo no quiere que mamá salga.
- De verdad quiero ir, amo Erick. Sigue teniendo ese tono suplicante y cansado, mientras juega con el cuello de su suéter.
- Bien, pero yo te llevaré, no irás sola y Zinov va con nosotros. Dice con autoridad competente, yo yo no quiero a ir pero se que es una orden, así que no me queda de otra manera que resignarme y asentir con la cabeza.
- Ese es mi hijo el campeón, siempre obediente a las órdenes de su padre, muy bien hijo. La sonrisa en su cara se ensancha Cuando le devuelvo la sonrisa, mi padre está orgulloso de mi ya que soy un niño prodigio, y yo estoy orgulloso de mi mismo.
- Padre, puedo llevar mi libro contigo?. No quería dejar así mi lectura.
- No, lo leerás al llegar. Sentencia.
Esto es más que molesto, por qué tengo que ir, no ven que soy un niño prodigio ocupado. Bien ya nada puedo hacer más que obedecer a él, es mi padre es mi ejemplo. Pero se que seré mucho mejor que él.
En el hospital;
En el auto veía como mis padres compartían miradas cómplices y sonrisas sinceras. Ellos a veces me confundían tanto, es como una relación de amor y odio, de orgullo y obediencia, mi padre es muy bueno y con ella y ella es muy buena con mi padre, es como si fuera un amor... ¿Verdadero?, El punto es que se dan mutuamente lo que necesitan, se complementan son el uno para el otro, yo quisiera tener lo que ellos tienen algún día. Antes de llegar al hospital fuimos a comprar flores y un gran oso de felpa que eligió mi madre.
Ahora nos encontramos camino por los pasillos para llegar a la habitación 711 en el cuál se encuentran los Collins, mi padre lleva a mi madre de la mano y está sonríe feliz, las enfermeras se detienen a ver a mi padre pero este aparecer solo tiene ojos para mi madre, ella al notar la atención que le dan las enfermeras a mi padre frunce su seño con molestia y mi padre niega divertido con su típica sonrisa de superioridad. La toma por su mandíbula con rápides y deja un beso en sus labios rojisos y ella instantáneamente sonríe por ese gesto. Mientras yo hago una mueca de hasco ante sus muestras de afecto me producen náuseas.
ya llegamos a el cuarto y mis padres felicitan a los nuevos padres mientras la señora Collins tiene en brazos a su nueva hija, no entiendo tanto alboroto por una mocosa, o sea solo es una niña, una boca más en el mundo. No es la gran cosa, solo es una bebé y ya.
- Hola, ¿Cómo están?. Dice mi madre con su típico tono dulce y cálido.
- Hola, estamos bien gracias. Responde Marcus Collins con simplesa.
Mi padre se mete las manos en los bolsillos, al sentir la incomodidad en el ambiente, digo. Es que Anna es su ex empleada, y mis padres son sus ex jefes... ¿Qué hacemos aquí?.
- Zinov, ¿No quieres conocer a la niña?. Pregunta mi padre, con fingida felicidad, yo hago una mueca de molestia pero el me da una mirada de advertencia y sonrio sutilmente mientras me hacerco a mi madre, mi mamá ahora tiene a la mocosa en brazos.
- Ven Zinov, mírala ella es... ¿Cómo dijiste que se llamaba Anna?. Pregunta mi madre con una sonrisa cálida.
- Aún no le hemos puesto un nombre, no lo hemos decidido aún. Dice la mujer con calma y podría decirse que hasta desinterés.
Sin más preámbulo me acerco a mi madre y ella se toma asiento en un sofá que está en la pequeña habitación, ya estoy sintiendo claustrofobia...
Cuando ya estoy al frente de mi madre le doy una vistaso a la famosa niña y me quedo hechizado por esta pequeña, mis ojos se abren con asombro sincero mientras mi madre descubre su pequeño y perfecto rostro de la manta rosa pastel que la cubría. Me aserco más para deleitarme con su dulzura de belleza y una vez estoy tan cerca de ella que mi rostro está a centímetros del suyo, sonrió con felicidad sincera y ella me devuelve es gesto con una dulzura sonría y una pequeña carcajada, sus ojos están semi abiertos y aunque no puedo detallar muy bien su color se que son los más bellos que e visto en mi vida, está niña es perfecta, mientras más la miro más siento una cosa extraña en mi estómago, creo que es emocionante ver cómo está niña se mueve y sonríe... Para mí, lo hace ¿Por mí?, ¿La hago sonreír? ¿La hago feliz?, Ella me hace feliz, y eso lo sé. Salgo de mis pensamientos cuando siento un cálido toque en mi mejilla derecha, mis ojos se abren como platos al ver su sonría tranquila y sus ojos semi abiertos no pude evitar sentirme... Inmensamente feliz.
- Lisa. Susurro, pero con el tomo de voz suficiente alto para que todos en la habitación me escucharán.
- ¿Que dijiste pequeño?. Pregunto la madre de la pequeña, sigo tan sorprendido por su tacto y su mirar que no me atrevo a moverme ni un momento para responder.
- Esta pequeña se llamará Lisa... — Digo un poco más fuerte, y sonrio. — Y ella será mi esposa. Susurro lo último para la pequeña y para mí y ella estalla en una carcajada linda a mi parecer.
- Zinov, creo que has elegido el nombre perfecto. Dice su madre a mis espaldas.
- Mi hijo siempre es oportuno, es una versión pequeña de su padre. Dice mi madre con orgullo.
- Lo es, Zinov ven creo que ya es él momento de irnos a casa. Dice mi padre a voz baja pero autoritaria.
- ¿No podemos quedarnos un poco más?. Pregunta mi madre con cansancio en su voz.
- Lili. Le dice mi padre en tono de advertencia, pero no quería irme y dejar a esta pequeña sola en este hospital de quinta.
- padre, quiero quedarme con Lisa un poco más.
- ¿A sí?. Mi padre alza una ceja incrédulo y su tono es burlista, sé que por su tono de voz está sonriendo con diversión.
- Si. Sentencie.
- Muy bien jefe. Escuché a todos reír y yo rodé los ojos con molestia, pero mi enojo se va enseguida al ver esa perfecta sonrisa en sus pequeños y rojisos labios.
Esta niña, está bebé. Tiene gran influencia en mi persona, es como si estuviera destinada para mi, ella me trae calma, y felicidad lo sé, ella es para mí. Ella es mía... De ahora en adelante jamás te dejaré ir pequeña. Eres como un ángel, no solo eso eres mi ángel. Para devolverme la felicidad que por mi condición de genio me han quitado a mi corta edad tu eres quién me regreso las ganas de querer vivir, Soñar, incluso... Amar. Eres mi motor y mi calma.
- Hijo creo que sus padres quieren estar con su hija a solas. Siento la mano de mi padre en mi hombro mientras le da un ligero apretón, me voltee con emoción y una gran sonrisa para ver a mi padre.
- Padre, quiero una relación como la tuya y la de mi madre con Lisa, ella es perfecta para mí, solo mírala. Le digo con emoción mientras el me miraba con asombro sincero, pero luego cambio su expresión cuando vio el rostro sonriente y sonrojado de mi madre, le devolvió la sonrisa, pero está vez su mirada mostraba más que felicidad, incluso diría que es amor sincero.
- Y la tendrás hijo,. Solo tienes que proponerte lo y lo tendrás. Dijo esto mirando fijamente los ojos de mi madre.
- Papá, ¿Amas a mi madre?. Las palabras salieron sin pensar de mis labios, mi padre me miro con asombro y algo más que sorprendido.
- Hijo, no deberías preguntar esas cosas al frente de los demás cariño. Decía mi madre con su tipo tono de nerviosismo.
- Si la amo, Lili. - mi madre y yo subimos la mirada en su dirección para verlo a los ojos, mire a mi madre y está tenía sus labios rojisos cerrados y sonriente, y su mirada cristalizada. - Te amo, eres la mujer perfecta para mí y quiero que sepas que te amo.
Mi madre se puso en pie con la mirada gacha, a la espectante mirada de todos en la habitación, le entrego la bebé a Anna Collins y está la recibe con un gesto extraño, ¿Cómo lo describe las personas... Desagrado?. Este simple hecho me hizo enojar y sin pensarlo pongo mis manos en puños y la miro fijamente con odio. Mi madre se aserca a mi padre y pone sus brazos al rededor de su cuello y se pone de puntillas. Mientras se aserca con una sonrisa enorme a su oído.
- Yo lo amo mucho más mi amo, no sabe lo felíz que me hace escucharlo decir estás hermosas palabras, lo amo tanto mi amo, no imagina cuánto. Le susurra a su oído con palabras llenas de sentimientos y aunque los demás no pueden escucharlo por su tono de voz muy bajo, yo puedo escucharlo.
- Lo sé Lili, porqué yo te amo de igual manera. Dice esto en alemán a voz baja, pero no entiendo porqué hablan bajo si se supone que los Collins no saben hablar nuestra lengua madre.
- ¿Y si nos vamos a casa?. Responde mi madre en alemán y en un tono algo seductor y yo hago una mueca de desagrado.
Mi padre ahora se más feliz que antes y más emocionado que antes.
- Que pasen buena noche y felicidades por su hija. Dice de manera apresurada y toma a mi madre de la mano y la lleva a jalones moderados fuera de la habitación y... Creo que de olvidaron de mí, volteo a ver a los Collins y ellos miran en dirección a la puerta por dónde salieron mis padres como dos niños de segundaria.
- Creo que se olvidaron de mí, pero no sé preocupen se llegar solo a mi casa, también se tomar un taxi... Pero lo que si necesitaré de ustedes es dinero para el transporte, eso es todo, después se los devolveré. Les hablo fuerte y claro y los miro a los ojos para que me tomen enserio y no se dejen llevar por mi tamaño ni edad, soy un adulto prematuro.
- tran- tanquilo campeón, yo... Yo puedo llevarte. Marcus me mira como si yo fuera un fenómeno, tal vez lo sea pero me disgusta su manera de mirar me, no me mira con el respeto que me merezco.
- Pues... ¿qué esperás?. Inquiero alzando una ceja incrédulo ante su estupidez.
- Ehh, tienes razón. Hace una pausa para mirar a su esposa que me mira igual o peor que su esposo. - cariño cuida a nuestra hija, voy a llevar a este jovencito a su casa.
Me encamino a la puerta con Marcus detrás de mi espalda, y cuando vamos bajando por el helebador de mala muerte hasta el último piso veo a mis padres entrar como locos a el hospital, su miradas se posan en mi y pude ver sierto alivio en la exprecion de mi madre que se encuentra tocando su pecho y mi padre luce una postura más relajada pero sin llegar a dejar de ser de un semblante duro.
- Creí que se iban sin mí.
- jamás hijo mío ven. Mi madre se aproxima a mi con los brazos extendidos y mi corazón late con fuerza de la emoción, me gusta que mi madre me de cariño, cariño que no recibo muy amenudo, pero mi padre la detiene con una de sus manos en sus hombros ella voltea a verlo y el tiene sus facciones endurecidas, está molesto.
- calma madre no te preocupes por mi estoy bien, no hagas un drama por esto fue un descuido. Aseguro y le resto importancia para que ella no tenga problema con mi padre.
- Ehh, bueno yo pensaba llevarlo a su casa, pero ya es tarde ustedes están aquí y yo tengo que volver con mi hija y mi esposa, que pasen buena noche señor y señora Volkova.
- Hijo ven. Habla mi padre y yo haciendo para ir con ellos.
- gracias por traerlo Marcus. Dice amablemente mi madre, pero a mí padre no parece agradarle ese gesto de cordialidad.
La jalonea de manera desesperada, apresurada y rápida fuera de el hospital
- qué pasá a... Amo?.
- Hablaremos en casa. Sentencia de manera dura.
Hoy mi madre tendrá problemas, y todo por ser amable. No quiero que ella tenga problemas... Ni un castigos, tendré que distraerlo de alguna forma para que no le pase nada a mi madre.
Para los que no saben de la condición de la protagonista es esta es la información:
Trastornos del neurodesarrollo
Las enfermedades mentales vinculadas a alteraciones en el neurodesarrollo forman un tipo de enfermedad mental caracterizado por la presencia de una serie de déficits y dificultades en diferentes habilidades y capacidades que se manifiestan durante el desarrollo madurativo de la persona, apareciendo los primeros síntomas durante la infancia.
Dichas dificultades suponen un percance debido tanto a la propia dificultad como al posible enlentecimiento de la maduración y los efectos que tanto a corto como a largo plazo puede provocar en aspectos vitales de la persona. Dentro de esta categoría podemos encontrar dificultades tales como la discapacidad intelectual, el trastorno del espectro autista, el TDAH o los trastornos del aprendizaje, comunicación o motores.
Comentarios plis.
Votennnn
Los leeré a todos.
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