Capitulo 10
CAPÍTULO 10:
— Peque, ¿Estas bien?
— ¿Acaso me veo bien?
toso sin control mientras trato de controlar los temblores de mi cuerpo. Toda la noche tuvimos fiebre. Mi madre trato de controlar nos la pero no se nos dio. Creo que me desmaye y mi madre también. Ella trato de bajarme la fiebre y no se preocupo por ella. Así que ella esta peor que yo. Bien ahora son las siete y media, después de ayer no e hablado mucho con mi madre, ella trato de hacer lo posible por cuidar de nosotros dos pero la sobre paso la situación, no había medicamentos, no había nadie que fuera a comprarlos, nada mas que hacer así que a las siete en punto mi madre tomo el teléfono que saco del casillero del gimnasio y llamo aun número desconocido, y dijo: Estamos muy mal, te contare aquí. Termino diciendo la dirección y al poco tiempo Steven y mi tío Caleb ya estaban aquí, con sopa, té, y tratamiento para la hipotermia. Mi madre aun esta en la cama diciendo incoherencias. Esta delirando, yo en cambio estoy retomando mi buen tono. Oh por lo menos espero que así sea.
— Creo que no haz perdido tu muy buen humor — Dijo con burla. Yo solo lo mire mal— vamos! Peque, trato de ignorante mientras tu tío le coloca el tratamiento a tu madre, dime que puedo hacer para animarte? Quieres jugar ajedrez?
— En verdad aprecio que quieras ayudarme, oh por lo menos distraerme, pero por ahora quiero dormir y ya.
Me a como en la cama dándole la espalda y escuche sus pasos alejarse y cerré mis ojos.
— Esta bien, peque. Duerme bien.
Horas después.
—Tenemos que movernos de aquí Steven.
— Es cierto, este lugar no es seguro para ninguno de nosotros, tenemos que reunirnos con los otros la familia a estado dispersa y lilly necesita ver a sus hermanos.
— Lo se, lo se, no repitas lo obvio pero mi tío me dio solo una tarea y mira como terminó. Ese maldito siempre termina por encontrarlos, estoy seguro que ya sabe nuestra existencia. Pero de algo estoy muy seguro y eso es que alguien nos traicionó. Reduce a los hombre, nos quedaremos solo con los hombres suma confianza, esto es grave Steven, el esta muy cerca del niño nos pisa los talones y no me gusta.
— Ni a mi. Me pondré en eso, trata de interrogar a Lilly lo mas que se pueda. Preguntarle quien cree ella que nos delató.
— Zinov no pudo haber sido, si no fueron nuestros hombre quien mas pudo ser?
— no lo se, pero ella si debe de saberlo o por lo menos debe de saberlo y no se a dado cuenta de quien es.
— Crees que fueron los de ayer? — cuestiona mi tío caleb
— Si, fue muy raro eso de "anna es mi amiga" yo no confió en nadie además de nosotros mismos caleb. Pudieron vendernos.
— Tienes razón. Ha mi tambien se me hizo muy raro ese interés inquietante en el desquiciado de Erick. Pudo haber sido ella , su esposo no estuvo tan interesado en ella ni en ninguno de nosotros.
— Creo lo mismo Amigo creo lo mismo.
Escuchar conversaciones ajenas es de muy mala educación, pero para lo que a ellos concierne yo estoy dormido, y son muchas cosas por procesar en mi cabeza, la traición de la madre de lisa hacia mi madre, no puedo culpar a mi madre por querer confiar en alguien ella no sabia de lo desleal que seria su amiga. Ella es demasiado buena como no creer que en todos hay algo de bondad. Pero lastimosamente para mi madre, no todos son tan bondadosos como ella.
AL DIA SIGUIENTE.
— Te ves mucho mejor madre. — Le digo con sinceridad, sus mejillas están recuperando color, y ya no tiene tanta tos ni fiebre. — Como siempre hermosa.
Le halago y ella sonríe, pasa su mano por mi mejilla y me da una caricia que acepto.
— Oh mi pequeño, gracias cachorro. — Sus ojos nunca abandonan los mios amo ver ese brillo en ellos. — ven.
Se hace a un lado de la cama y me acerca a ella. Pasa uno de sus brazos por de bajo de mi cabeza y otro por mi abdomen, deposita un beso en mi cabeza y suspira.
— Tu tío y Steven vendrán pronto, son muy buenas niñeras no es así?
Reímos juntos por su mal chiste. Subo mi mirada a ella y pongo una de mis manos en su mejilla, mi madre reposa su rostro en mi mano y cierra los ojos por un momento, cuando los abre le sonrío en un rápido movimiento me abraza y comienza a hacerme cosquillas, apenas son las diez de la maña y estamos completamente solos en este pequeño departamento, me gusta estar con mi madre y mas tener estos momentos ta íntimos con ella. Después de suplicarle que parara con su tortura por fin lo hace.
— Ya para mujer, vas a provocar me una angina de pecho. — le reprocho entre risas.
— ¿Que es eso Zinov?
— Ay olvidado madre, tu tranquila dolo necesito aire. Ya vuelvo.
Salgo de la cama y camino a la puerta bajo la mirada cautelosa de mi madre.
— ¿Ah donde vas?
— Iré por agua a la cocina. Quieres algo?
— No yo me quedare aquí en la cama. Aquí te espero hijo.
Voy a la cocina y me trepo por el mesón para poder alcanzar el gabinete y abrirlo para agarrar un baso. Me bajo con cautela para no caerme, me dirijo a la nevera y tomo la jarra de agua me sirvo medio baso y la guardo de regreso a la nevera, me doy media vuelta para volver al lado de mi madre. Voy por el pasillo y detallo el color crema de las paredes, lo blanquecino del techo, suspiro y apuro el paso. De la nada escuchó como un vidrio se rompe, el miedo me recorre el cuerpo y corro por mi mamá.
— ¡MADRE!
— ¡ZINOV!
Abro la puerta de golpe y ella se encuentra parada y sus ojos gritan pánico total, esta pálida al igual que yo. Corre hacia mi y me toma de la mano al escuchar otro vidrio caerse.
— Ven hijo.
Abre la puerta del departamento y corremos por el corderos hasta llegar a las escaleras. Estoy descalzo y ella también, miro atrás y veo a dos hombres encapuchados y vestidos de negro con botas estilo militar y armas en sus manos. Miro a mi madre y esta llora pero se limpia las lágrimas con furia.
— Madre como fue que nos encontró?
por el reloj no pudo ser ya que lo perdí en el motel, así que a menos de que mi padre sea brujo o un gps arrechisimo como es posible que dio con nuestro paradero. Yo lo quiero conmigo y con ella, que seamos los tres de nuevo pero...
¿Como dio con nosotros?
— No lo se hijo no lo se, solo corre.
— Allá van!
Grita uno de los hombres a nuestra espalda. Llegamos al segundo piso y mi madre corre hacia una ventana. Yo solo puedo mirarla con pánico, recuerdo lo de hace unos días en el río y no quiero que nos lance por un segundo piso por amor al cielo. Ella mira por esta me mira y yo niego.
— No me lanzaré por ahí. Le grito.
Ahora sí a perdido la cordura. Creo que la desesperación le está ganando, entiendo el por qué no quiere volver nunca al lado de mi padre pero, está muy mal que ya no tenga sentido de supervivencia por dios. Está muy alto podemos quebrarnos los huesos.
— Jamas te dejaría, ¿estás loco? Tenemos que hacerlo hijo confía en mí.
Normalmente lo haría, pero justo ahora no tengo el mismo sentido de locura que ella.
— No, no soy el loco, yo no, loca tú. Estas loca si crees que dejare que nos lances por una ventana.
— No estoy loca soy tu madre y debes respetarme Zinov. No nos iremos por aquí, solo veía si hay algo mas afuera. Ven
Me jala del brazo y trata de abrir cada una de las puertas de los departamentos. Una de ellas sede y nos mete en el y luego cierra con seguro, como si eso detuviera a alguno de los Mastodontes de mi padre. este departamento parece estar solo y sin habitar, mi madre no enciende la luz. Nos dirige a la siguiente ventana y esta una escalera de emergencia por allí, ella abre la ventana con cuidado me toma y me deja fuera del departamento. Luego pasa ella conmigo, toma mi mano y bajamos las escaleras rápidamente hasta llegar a la calle y una vez allí seguimos corriendo.
Cuando nos acercamos a la esquina un hombre sale de las sombras y páramos en seco. Mi madre mira hacia otro lado y vienen dos hombre mas, del otro lado vienen cuatro hombres mas. Miro sobre mi hombro y allí estaba mi padre y mi tío, los dos con la misma postura, estaban erguidos, cada uno con sus manos unidas al frente en sus pechos, mi tío con guantes negros en su manos y mi padre sin guantes mostrando sus tatuajes en sus manos, cada uno con una expresión helada y letal en sus rostros.
Todo se acabó para nosotros. Con mi tío y mi padre aquí ya no hay escape alguno. Mi madre está perdida, yo estoy perdido si me reuso a esto. Con que asi se siente la derrota ajena...
— Has hecho un gran escándalo оловка ( cuñada) Pero se te acabo el teatrito. — Dijo mi tío con su típico tono de voz amenazante, sus ojos irradiaban odio puro. Puso sus ojos en mi y su mirada se suavizo, pude ver cómo sus labios rosados se curvan a su lado derecho. un poco eleva su mentón y sonrie de medio lado con algo de burla surcando sus orbes fríos Azules. Yo lo mire neutral, no le iba a dar el gusto de verme asustado. — Estas mas grande cachorro.
— Pues tu sigues igual. — Hago una pausa para mirarlo de pies a cabeza y poder mirarlo a los ojos con una sonrisa burlona, aunque por dentro me esté muriendo de miedo, seré fuerte y no lo demostraré. — Un tanto viejo eso si.
Respondí burlón, y el bajo su cabeza negando mientras reía. Paso su mano por su mentón y sus labios y me devolvió la mirada llena de burla,mi madre por otro lado apretó mi mano, la miro y puedo ver sus ojos fijos en mi padre, parece que se hablaran entre miradas, ella con pánico total y súplica. Mientras mi padre la mira con un frío mirar y una sonrisa de labios cerrados y sin gracia, se burla del pánico de mi madre. sabe que ya a ganado no hay donde correr ya tiene lo que quiere.
— Un pajarito me dijo que ya no soy tú tío favorito. — Dice con burla, hace un puchero de dolor fingido mientras se pone la mano en el corazón lo cual me causa gracia, — No sabes lo mucho que me dolió escuchar eso cachorro.
— El sentimentalismo barato no te va tío.
Mi respuesta pareció agradarle más de lo normal. Parece que todo sigue igual entre nosotros. El sigue siendo mi tío y padrino, quisiera decir que también es mi cómplice. Pero ese perro es más leal a mi padre que a mí...
El se ríe abiertamente y deja de mirarme para mirar a mi padre mientras toca su hombro para llamar su atención, le dice algo en ruso y luego vuelven su mirada a nosotros.
— Ya se acabo el teatro Lilly, ya es hora de que cumplas tú papel de madre, esposa y esclava. Haremos esto por las buenas, Liliana tengo que reconocer que lo has hecho muy bien, ocultarte, cuidarte y cuidar de mi hijo, pero ya se te acabaron las vacaciones ya no volverás a esto, te olvidarás de todo esto dejaras esta mala vida y volverás a tu entorno real. Volverás a donde perteneces, a mi lado. Y, no, te volverás, a ir, jamás. No lo volveré a permitir.
Sentencio.
— ¡Estas loco Erick!. Esa no es mi vida, no quiero esa vida, quiero ser libre quiero ser feliz quiero...
— ¡TU QUIERES LO QUE YO QUIERA LILIANA!! TU VIDA SOY YO, TU LIBERTAD ES MIA, TU FELICIDAD ME PERTECE AL IGUAL QUE TÚ!
Dijo entre su mirada de Shock. Me elevo en sus brazos y se aferro a mi mientras miraba a todos lados. Buscando una salida de todo esto. Mi padre abrió la puerta de la camioneta negra que estaba bloqueando toda la carretera y luego volvió a ver a mi madre.
Algo en mi estómago se retorció al escuchar esas palabras, mi madre estaba más blanca que el papel. Temblaba y no dejaba de llorar, su cabello se movía por el viento y la neblina que se comenzaba a formar a nuestro alrededor. Su agarre a mi se intensificó aún más, es momento te aceptar la derrota madre no hay a donde ir.
— Se cabo el juego Lilianna, vas a obedecer ahora y seras buena y entraras dentro del auto ahora. No me hagas ir por ti. Sera peor si es así y lo sabes.
— Hazle caso querida cuñada. No quieres probar su sadismo de nuevo ¿oh si?
Mi tío se ríe abiertamente y puedo ver que lo divierte la pobre situación en la que se encuentra mi madre, ya probó la libertad no quiere dejarla. Oh por lo menos no tan fácilmente. Dicho y hecho ella empieza a correr y tratar de esquivar a los tipos pero son muchos y no queda mucho para que nos atrapen. Mi madre llora y grita por ayuda pero nadie viene a ofrecer ayuda. Siento unos brazos fuertes a mi alrededor y es aquí en donde me doy cuenta que nos han tacleado. El cuerpo de mi madre me salva de todo golpe ella recibe el impacto con el asfalto por mi mientras me arrancan de sus brazos.
— ¡NO LE HANGAN DAÑO HIJOS DE PUTA! ¡ES UNA MUJER, NO LE HAGAN DAÑO A MI MADRE!. - Mis gritos desesperados no son escuchados por los gorilas a mi alrededor. Levantan a mi madre como si fuera un saco de basura. Mientras yo patalelo pero uno de ellos me termina de levantar.
— vaya vaya hermano, Zinov heredó tu carácter que maravilla. — Escucho la voz de mi tío a lo lejos.
— Traigan la y tengan cuidado con ellos. — Grita mi padre, siento como me despegan de ella y mi corazón se oprime al verla sufrir. — Cedenla. Mi cachorro sera un buen niño y se quedara quieto ¿no es así cachorro?
Sin pensarlo asiento con la cabeza. No quiero drogas en mi organismo. No de nuevo.
— No lo toques Erick, no lo toques! Deja en paz a mi hijo el no merece un castigo no le hagas daño por favor te lo suplicó Erick!!!!!
— no le haría daño a mi propio hijo, el no merece el castigo, en cambio tu Lilly, tu si. Y créeme que espero con ansias llegar a casa, te haré pagar con creces todo lo que me hiciste sentir sin ti y sin tu cuerpo. Me las pagaras con creces Liliana. todas las horas de tu ausencia, los días y noches de cansancio y desvelo, los meses de angustia. Pagarás el año y ocho meses de abandono Liliana. Me las cobraré.
Meten a mi madre en la camioneta y la sedan al momento, yo por otro lado estoy a un lado de mi padre y este me sonríe.
— lo hiciste bien cachorro. Pero dejaste esto en el lugar equivocado. — Saca de su bolsillo el reloj y yo lo miro con terror. Eh fallado. — no te preocupes no estoy molesto, se que están enfermos. Pero espero que aprendas de tus errores hijo. Esto no va a volver a pasar, jamás. me aseguraré de que sea así.
— Lo siento padre.
— Ya no importa estamos juntos y eso es lo que importa.
— Ah qué asco amor fraternal.
— Vamos, hermano. Sé que extrañabas a Zinov tanto como yo no tenías con quién jugar ajedrez. Dile que dejaste la última partida tal cual está porque a la mañana siguiente mi cachorro ya no estaba en casa...
Dice y me eleva en sus brazos. Mi tío me deja una despeinada en el cabello y me mira con diversión.
— Me alegra mucho volver a verte sobrino, ya no soportaba a tu padre y yo no tenia con quien hablar ni con quien discutir sobre juegos de estrategia, ni con quién jugar. Es bueno tenerte de nuevo.
— Yo también te extrañe tío.
No es del todo mentira.
— ok ya déjense de niñerías y sentimentalismo barato, vámonos a casa, muero por llegar.
Nos metimos en la camioneta y fuimos en rumbo a casa, estoy de vuelta a mi verdadero hogar. Lo siento mucho por mi madre pero yo estoy donde debo estar en la casa de Erick Volkov.
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