Recordar, amor mío, eso es lo que más odio. Y aquí me tienes, pensándote a cada instante. No soporto tu adiós, sabes bien que eras mi tesoro más grande. Quisiera que regresaras a mí, que sofocaras este sentimiento que me quema por dentro.

Megara, comenzaste como una intrusa y ahora eres una ladrona. Te has robado mis ganas de vivir, mis ilusiones y mis ganas de cantar. Ya no soy capaz de entonar una melodía alegre, ya no puedo saborear el sentimiento. Todo me sabe amargo desde tu partida.

Mi guitarra llora todas las noches mientras mi llanto se transforma en melodía. ¡Oh, Megara!, regresa. Te lo suplico.

Dame un beso con esos labios color carmín. Acaríciame con esas suaves manos, ámame con el mismo deseo de aquella noche de vodka y blues que tanto te encantaba.

Si tan sólo pudieses leer está carta... Si tan sólo esto te hiciera volver a mis brazos, querida, me harías cantar con un corazón nuevo.

Sabes que esa noche perdí una parte de mí, los recuerdos me duelen. Sé que sabes que estaré esperándote. Aunque llore estrellas, estaré respirándote en cada momento de mi vil existencia, te estaré sintiendo en la distancia. Y te prometo que sin límite alguno te esperaré, aunque me sea eterno.

Mi Megara, te estaré esperando.

Tuyo, Gianluca.