Al día siguiente, se despertó muy feliz, abrió las ventanas y fue a la ducha. Cuando bajó a desayunar, su madre se sorprendió de verle tan feliz.

-¿Qué te ha pasado?

-¿Qué me ha pasado de qué?

-Estás demasiado contento.

-¿Eso es malo?

-No...

Kyung Soo sonrió y comió sus cereales en silencio con una sonrisa bobalicona mientras recordaba su noche con Jong In.

-¿Liska? ¿Addie?

-¿Qué les pasa?

-¿Es por alguna de ellas?

-¿Estás intentando preguntar si tengo por novia a alguna de mis mejores amigas?

-Eh... sí.

-Pues no, no tengo por novia a ninguna de mis mejores amigas.

-Pero tienes novia.

-No, no tengo novia.

Mentira no era, novia precisamente no tenía.

-¡Oh! ¡Ya sé! ¡Ese chico te ha dejado de molestar!

Kyung Soo la miró.

-Nunca me molestó, sólo... bueno- se encogió de hombros pero no continuó.

-Hijo, no te sigo.

-No tienes por qué hacerlo. Estoy bien y feliz.

-Eh... ya, bueno, ve a clase que yo tengo que dormir un poco y limpiar la casa.

Kyung Soo salió de casa y, en el momento en el que su madre vio cómo se alejaba, la mujer corrió escaleras arriba hacia la habitación de su hijo, estaba convencida de que éste se drogaba, aquel comportamiento no era normal. Ajá, primer síntoma, ventanas abiertas para que ella no notara el olor.

Comenzó a rebuscar en todos los sitios, incluso dentro de los zapatos, pero no encontró nada. Fue hasta el escritorio del chico y abrió todos los cajones salvo el primero porque estaba cerrado con llave.

-Así que ahí las guardas- susurró, histérica- bien... ya veremos por cuanto tiempo...

Salió de la habitación de Kyung Soo y cerró de un portazo.

Mientras la señora Do sucumbía a una neurosis por el estado feliz de Kyung Soo, el propio Kyung Soo iba en su bicicleta camino a clase.

-¡Eh! ¡Kyung Soo!

El chico miró hacia atrás y sintió un vacío en el estómago al ver a ChanYeol, se había olvidado por completo de él. No, es más, había ido a comprar lubricante para follar con Jong In tras su declaración y luego se había olvidado de él. Esto debía solucionarlo y debía hacerlo ya. ¿Y si se enteraba por otras lenguas que ahora estaba saliendo con Jong In? No, eso estaba mal, ChanYeol era su amigo.

-Hola, ¿Qué tal estás?

-Bien, ¿y tú?

-Muy bien.

-Oye, respecto a lo de ayer...

-¡Ya te dije que quería que lo pensaras!- dijo, con una sonrisa- tómate tu tiempo, no tengo prisa, por ti, puedo esperar.

Kyung Soo le miró y se sintió fatal. ¿Cómo le iba a decir que ayer mismo se acostó con Jong In?

Llegaron al aparcamiento y allí estaban Addie, Liska, Jong In, SeHun y LuHan atando sus bicicletas.

-¡Hola!- dijo Kyung Soo.

Los chicos se giraron y le saludaron con una sonrisa.

-Espera, Addie, te vas a hacer daño- dijo Kai, agachándose para abrochar la bicicleta de su hermana.

Cuando terminó, Kai miró a SeHun y LuHan y los tres subieron a clase. Kyung Soo se quedó sorprendido, no le había dicho nada. No obstante, al instante recibió un mensaje a su teléfono, lo abrió, era de Kai.

"Tienes un aspecto demasiado adorable con ese uniforme, te prefiero sin ropa... y gimiendo"

Kyung Soo se mordió el labio inferior, sonrió y se guardó el móvil sintiendo que la cara le ardía.

-¿Pasa algo?- preguntó Addie.

-Nada.

Kyung Soo ató su bicicleta y todos subieron. De pronto, Kyung Soo notó que alguien le tomaba del brazo, era Liska. El chico se quedó rezagado.

-¿Qué ocurre?

-¿Qué te ocurre a ti?

-Nada, de verdad, estoy bien.

-¿De verdad?

-Sí.

-Bueno...

Cuando el chico llegó a su clase, vio a SeHun hablar con Kai y, cuando se acercó, pararon inmediatamente de hablar. Aquello no le gustó, pero no le dio importancia.

Sin más, sacó sus libros y cuadernos y, cuando llegó la profesora, se puso a copiar lo que ella dictaba.

Pasaron los meses y Kyung Soo se convirtió en la persona más satisfecha, sexualmente hablando, del mundo, Kai le hacía visitas nocturnas todas las noches y se iba bastante tarde, cosa que le contrariaba a Kyung Soo, pero lo soportaba porque, como bien decía Kai, si su madre se enteraba, le mataba. Pero, lo que más le contrariaba, es que llevaban muchos meses de relación y sus amigos aun no sabían nada. ¿Lo sabría SeHun? Parecía que SeHun era el mejor amigo de Kai. Entonces, ¿podría contarle él esto a sus amigos? ¿Qué diría Addie? Bueno, si se lo contaban entre los dos...

Finalmente, una noche, tras una sesión de sexo salvaje e increíble donde Kyung Soo aprendió los diversos significados de la palabra "placer" una y otra vez, hablaron.

-Ah...- gimió, al final, Kai tumbándose en la cama- esta vez me quedaré cinco minutos, pero sólo cinco minutos... ¡me duele todo!

-Tranquilo- replicó Kyung Soo, tomando aire- mi madre vendrá por la mañana, puedes quedarte todo lo que quieras.

Con esfuerzo, Kyung Soo se puso de lado y puso una mano sobre el pecho de Kai, estaba realmente encantado. Acababa de hacer el amor con él, se sentía satisfecho y estaba en la cama con él, quedándose dormido, hasta que sintió como Jong In le quitaba la mano de encima y se levantaba. Kyung Soo abrió los ojos y le tomó del brazo.

-Mi madre llega muy de mañana- dijo- quédate toda la noche, pondré el despertador, además, así podrás irte de día.

-No, mejor no...

-Pero, ¿Por qué?

-Prefiero dormir en mi cama.

Kyung Soo entornó ligeramente los ojos y entonces recordó las palabras de Liska "he visto como se lo hace a otros".

-¿Cuándo quieres que se lo digamos a nuestros amigos?

-¿Decir qué?

-Lo nuestro. ¿Se lo has dicho ya a SeHun? He pensado que podríamos decírselo juntos a Addie...

-¿No crees que vas muy deprisa?- preguntó Kai, sonriendo- me gustas de verdad pero... decirlo ya... no sé...

-¡Es verdad!- dijo Kyung Soo, sonriendo- mejor esperar un poco más. Oye, este fin de semana mi madre no estará, podrías venir... podríamos no dormir...

Kai sonrió y le besó.

-Aquí estaré.

Y, como todas las noches, Kyung Soo acompañó a Kai a la puerta de su casa, se despidieron con un beso y Kai salió a la calle y Kyung Soo subió a su cuarto.

Le había utilizado, Kai le había utilizado, había sido uno más, le había hecho falsas promesas sólo para acabar convirtiéndole en su juguete sexual. Lleno de ira y rabia, abrió las ventanas, no quería dormir con aquel olor a sexo y Kai, quitó las sábanas que olían a él, puso unas nuevas y fregó su cuarto para que oliera a limpia suelos. Finalmente, a las dos de la mañana, se sentó en su cama, se apoyó en el alfeizar y lloró. ¿Cómo había sido tan idiota? Él había estado todo este tiempo pensando en relación, en pareja, pensando que Kai era su novio y resulta que sólo era su consolador... se tumbó y lloró.

Al día siguiente, no tenía cuerpo para ir a clase y tenía tan mal aspecto que su madre le dejó quedarse en casa.

-¿Por qué no te das una ducha?- preguntó la señora Do, entrando.

-Ahora voy...

Su madre le miró asustada, aún tenía presente el tema de las drogas, ¿y si lo que le pasaba era por la abstinencia de drogas?

Finalmente, cuando Kyung Soo se levantó y se fue a duchar, su madre entró en su cuarto, cogió las llaves de su hijo y eligió la más pequeña. Suponía que sería esa la que se correspondería al cajón, no se equivocaba, ésta entró sin problemas, la hizo girar y el cajón abrió. Empezó a rebuscar pero no encontró drogas, aunque sí unas cartas escritas a mano que no se correspondían con la letra de su hijo.

"A veces me pongo a fantasear y pienso en cómo será tu entrada... y mis dedos lubricados entrando por ella... pienso en tus gemidos... me gustaría oírte gemir"

"Anoche me viniste a la mente y estuve pensando en cómo sería el sabor de tu esperma, ¿realmente saldría tan caliente de tu miembro a mi boca mientras te la chupo? ¿Cómo es exactamente? No pude evitar masturbarme mientras pensaba en ello y, mientras lo hacía... me hubiera gustado tanto que hubiera sido tu culo... te miro desde atrás cuando subes las escaleras y sólo pienso una cosa... me gustaría oírte gemir"

"Tú sigues sin hacerme caso y yo sigo pensando en ti, en tu sabor, en tu estrechez... quiero estar dentro de ti, quiero moverme salvajemente, sentir como lo deseas, sentir como enloqueces... bebé, me gustaría oírte gemir"

"¿Eres consciente de lo que estás provocando en mí? Percibo tu olor desde mi pupitre y me excitas... ¿Sabes que el recreo me masturbo pensando en ti? No lo puedo evitar... Siempre estoy en el primer baño, lo hago en silencio, pero siempre me verás salir de ese baño... pero nunca estoy satisfecho, no eres tú... necesito moverme dentro de ti, bañar tu interior, hacerte sentir lo caliente que me tienes... en serio, me gustaría oírte gemir"

"¿Nunca te has parado a pensar en cómo sería si tú y yo nos acostáramos? Yo sí. Te quitaría lentamente la ropa, te tumbaría en la cama y te besaría como sé que jamás te han besado, recorrería tu cuerpo con mis labios y con mi lengua, me arrodillaría frente a ti y te juro que te haría la mayor felación que jamás te hayan hecho, sentirías en tu miembro la calidez de mi boca, sentirías mi lengua recorrer veloz y salvajemente tu miembro, ¿te lo imaginas? No tienes sólo porque imaginártelo. Mientras te la chupo, y ves como tu miembro entra y sale de mi boca, te metería los dedos y comenzaría a moverlos dentro de ti hasta que empezaras a alterarte, hasta que sintieras que te hago rozar el orgasmo, pero no cariño, no te lo cedería... te tumbaría, te abrazaría y te follaría. Piensa, ¿cómo crees que te sentirás al notar mi miembro moviéndose salvajemente, llegando una y otra vez a aquella zona que ni tu mano, por miedo a que te guste, ha llegado nunca? Con cada embestida te haré perder la razón, con cada embestida te haré morir de placer, entenderás todos y cada uno de los significados de la palabra pasión y sentirás como la delicia del orgasmo te consume mientras sientes como mi miembro se clava en lo más profundo de ti haciéndote gritar, sentirás como me derramo en tu interior, suplicarás por más... y te lo daré, bebé, te lo daré... me gustaría oírte gemir"

"Ha sido mejor a como me lo he imaginado, estar dentro de ti, sentir como tu estrecha entrada se contrae al sentir mis dedos y mi polla en tu interior... lo sentías, el placer te consumía, enloquecías y yo enloquecía contigo... me ha gustado oírte gemir"

"Cada vez está siendo mejor, es como si sintiera que mi cuerpo se adapta al tuyo y el tuyo al mío. Nuestros movimientos... ayer, cuando te atreviste a chupármela, has cumplido mi fantasía, bebé... prometo que te compensaré por ello, sentirás lo que es el placer y sabrás lo que es suplicar por más... ah, bebé, me encanta oírte gemir"

-¿Qué haces aquí?

Kyung Soo estaba horrorizado, había entrado en su cuarto tras una semi reparadora ducha y había encontrado a su madre leyendo las cartas de Kai.

-¿Qué es esto?- preguntó su madre furiosa.

-¡Son mis cosas y no tenías el derecho de hurgar en ellas!- replicó, enfadado.

Su madre se acercó a él y le abofeteó.

-¿Quién es, de que le conoces y cuántos años tiene?- preguntó la señora Do, enfadada y asustada.

De pronto, Kyung Soo entendió porque su madre estaba tan nerviosa, pensaba que había estado trayendo todas las noches a un hombre mayor a casa.

-Le conozco del instituto, tiene mi edad, empezamos siendo amigos y luego...

-¡Luego te empezó a mandar esto! ¡No le vas a volver a ver! ¡Y olvídate de que te las devuelva! Las voy a quemar...

-¡No! ¡Son mis cosas! ¡No puedes hacerlo!

-¡Soy tu madre! ¡Claro que puedo! Por lo que pone aquí, te has acostado con él... me da igual si tú estás ilusionado o si sólo lo haces para molestarme, no le vas a volver a ver. Es obvio que no le importas, nunca le has importado, sólo me ha hecho falta leerlas una vez para ver que lo que pone es... es... agh...

Se fue con las cartas y dejó allí a Kyung Soo, muerto de la pena. El chico comenzó a llorar. Su madre tenía razón, ella lo había visto, en aquellas cartas sólo hablaba de sexo, no de amor, pero él no lo vio. Se tumbó y lloró.