Sus manos estaban heladas incluso debajo de sus guantes, quería entrar rápido a su departamento y preparar un poco de café caliente, la calefacción no era una opción, no se podía permitir ese gasto de energía, aunque de todas formas no funcionaba y al parecer el arrendador no pensaba si quiera en solucionarlo. Había salido un momento a la tienda de la esquina para poder comprar algunas cosas, Seokjin no se consideraba una persona romántica pero esa noche quería hacer algo especial, se cumplían 4 años de su relación con Namjoon y sentía que al menos debía preparar algo para conmemorarlo.

Abrió la puerta; batallado un poco con las llaves para entrar, después de quitarse los zapatos y dejar las bolsas en la encimera de la pequeña cocina se dirigió a su habitación para ponerse algo más cómodo, su cuerpo le dolía horrores después de su turno en el café, pero había valido la pena cuando, al finalizar su jornada, el dueño le regalo un pequeño pastel de bizcocho de vainilla con fresas. Mientras mudaba de ropa se encontró con su reflejo, tenía la cara un poco pálida y las mejillas y nariz rojas, efecto del frío. Sin tomarle importancia tomó su teléfono para ver si Namjoon había respondido a su mensaje.

Seokjin.

Esta helando afuera, no olvides abrigarte!
18:58
✔✔

Tengo una sorpresa, a que hora llegaras?
20:34
✔✔

¿Estas en camino?
22:26

Namjoon aún no había respondido a ninguno de sus mensajes, a pesar de haber visto dos de ellos, Seokjin apretó ligeramente el teléfono en su mano, mentiría si dijera que no estaba enfadado, odiaba cuando su novio lo ignoraba de esta manera, aunque ciertamente no era culpa de Namjoon, él le había dicho que estaba haciendo algunas inversiones que podrían ser un éxito y sacarlo de, en sus palabras, aquella pocilga, que tenga paciencia y confíe en él, y seokjin de verdad lo hacía, aunque a él no le importaba el dinero o los lujos que el muchacho quisiera darle, solo quería pasar tiempo con su novio, pero últimamente eso era lo que menos hacían juntos.

Una vez estuvo cómodo, y con la cena y el pastel listos, se sentó en el pequeño sofá que se encontraba en su sala/comedor/cocina, aunque su departamento fuera algo chico tenía una entrada muy amplia de luz, lo cual en muchos casos era imposible en un lugar barato en la gran ciudad de Seúl, le agradaba su casa, aunque la calefacción no funcionara o tuviera alguna que otra gotera, aunque su novio se quejara que fuera demasiado pequeño para ambos o de que la ventana de su habitación diera directamente al muro del edificio del al lado, y aunque su cerradura le diera algo de trabajo. Era su hogar, había vivido muchas cosas allí, y también era el lugar que compartía con Namjoon, amaba su bonita pocilga, como su novio solía decirle.

Volvió a mirar la hora en su móvil, este marcaba las 23:48, aún no había rastro de Namjoon, un mensaje, una llamada, absolutamente nada. La comida se había enfriado y ahora los fideos del ramen tenían un aspecto grumoso, hizo una mueca y los apartó de su lado. Apoyo el mentón en su palma y lanzó un suspiro.

―Feliz aniversario, imbecil.

Guardo el pastel en el refrigerador y tiro el ramen de su novio a la basura junto con el suyo, un desperdicio de dinero definitivamente. Encendió el televisor y puso algún programa al azar, sintonizo friends y la tristeza en su corazón aumento, era el programa favorito de Namjoon. Quería hundirse en una manta y desaparecer, sus ojos escoceaban en lagrimas.