Jungkook.

"Bienvenidos aficionados, esta noche estamos emocionados, la pelea de esta noche promete mucho, desde las entrevistas previas y los enfrentamientos cara a cara notamos la tensión de ambos peleadores.

Jk "la pesadilla" tiene un nuevo entrenador y promete que conservara su racha de victorias. Por otro lado, Gil Tvoyski también viene bastante preparado, gano masa muscular y ahora parece más una bestia que antes, es un novato del cual se esperan grandes cosas"

La gente estaba demasiado emocionada en las gradas, desde las entrevistas toda la adrenalina se sentía, aunque tenía mucho que ver con lo borde que me comporte, suelo dar show de eso no hay duda, pero ahora mi enojo era real, estos días mi humor había estado del asco, Sarang había estado con su madre todo el tiempo así que poco hablaba con ella y por mis entrenamientos no había podido ir a verla.

Lo peor es el olor a culpa que despedía Jimin por el gimnasio, se notaba bastante triste y quería consolarlo, quería abrazarlo decirle que todo estaría bien, pero no era así, el me rechazo, además de que fui yo quien lo puso en ese estado.

Me siento mal, me siento confundido y me siento molesto.

—Estas colocando todo mal —Namjoon entro al vestidor y me ayudo con la venda en la mano —te noto extraño ¿estas nervioso?

—Lo normal, es más ansiedad, necesito ver a mi pequeña, ¿Qué haces aquí?

—Mi esposo —se encoge de hombros —ese omega hermoso dice que eres nuestro amigo y que debemos apoyarte.

—Tu pelea es mañana.

—Yo soy más arrogante que tú, me siento listo, por lo que me queda tiempo de venir a ver cómo te patean el trasero.

Sonreí y dejé que siguiera con las vendas, escuchamos en la televisión que estaban entrevistando al entrenador, tras de él estaba Jimin con su madre.

—¿Hablaste con él?

—No, no creo que haya mucho de que hablar.

—¿Crees que él no quiere a Sari? —me quede callado —a esa pequeña omega la amaría hasta el más amargado, estas haciendo un berrinche de niño grande porque te rechazo.

—No tiene nada que ver con eso, vi como interactuaba con ella, sé que la quiere, pero el corrió de ella también al momento de rechazarme a mí, no fue al gimnasio para no verme y eso daño a Sari, si así será cada que quiera alejarse de mí, no puedo tenerlo cerca, la estoy protegiendo también, tu viste su rostro ese día.

—En parte tienes razón, nuestra pequeña le tomo demasiado aprecio a Jimin muy rápido, pero no creo que hubiera sido intención de Jimin de romperle el corazón, solo que es joven y se le olvido el daño a terceros.

—Por eso es mejor así, él se olvidará de todo en cuanto regrese a sus clases y yo volveré a lo mío.

—Jin ya te hubiera golpeado por decir esto —me da un golpe en el hombro —va de su parte.

Solo negué con la cabeza y termine de prepararme, el entrenador entro para darme los últimos consejos antes de salir, caminamos por el pasillo hasta llegar a la salida donde estaba el ring.

Siempre colocaban la canción Baepsae de BTS como mi entrada, elegí esa canción porque cuando inicie en esta carrera, siempre pensaron que no subiría de categoría y ahora les calle la boca a muchos.

Con ustedes señoras y señores, nuestro terror, nuestro campeón, con un peso de 70.5 kilogramos, La pesadilla, Jeon Jungkook.

Sali saludando y mostrando mi mejor cara de terror, la seriedad me va bastante en el rostro, incluso omegas me han dicho que les pone que haga cara ruda, solo es apariencia para intimidar a mi oponente, y ellos lo usan como pretexto para calentarse.

Presentaron a mi rival, me encontraba mas tranquilo haciendo un pequeño calentamiento mientras luchábamos, mire a Jimin sentado en el palco con la esposa del entrenador, Jin y Namjoon también estaban ahí.

La pelea comenzó, las patadas de este tipo eran bastante fuertes, trate de esquivarlas pero al final tenía que protegérmelas de lo rápido que las tiraba, una tras otra, el muetai era su especialidad y yo me estaba quedando atrás, estaba pegando en el mismo brazo. No había dado un solo golpe y ya había sonado la primer campana.

—Te esta acorralando, eres mas fuerte, necesitas concentrarte JK —el entrenador me ayudaba a hidratarme y aliviar un poco el dolor del brazo —es un rival sencillo, lo puedes acabar, solo concéntrate maldita sea.

Sonó la campana y esta vez me dio un derechazo que me hizo retroceder, la vista se me nublo y me maree unos segundos.

—Deberías de rendirte, lo único bueno que tiene tu nuevo entrenador es ese delicioso hijo.

Soltó otro golpe pero me moví, no vio venir mi patada invertida, el sonido sordo de su cuerpo pegar contra el ring, hizo que el arbitro me separara y sonara la campana del segundo asalto.

—¿Puede continuar? —El público estaba en silencio, mientras lo revisaban —esta noqueado, no puede seguir.

La multitud comienza a gritar, el entrenador sube al ring y me abraza, alzo las manos antes de regresarle el abrazo.

Siguieron las entrevistas, las felicitaciones y demás por parte de la prensa, en cuanto las cámaras se apagaron el dolor de mi brazo me llego hasta la nuca.

—Necesito al médico...

Jimin

Al parecer Jungkook se había lesionado, todos quedamos atónitos cuando tumbo a su contrincante con una sola patada, no sabemos que le dijo para que reaccionara de esa manera, pero lo que sea lo molesto tanto como para ganar de un solo golpe.

Mi padre había entrado con el medico a los vestidores, mi madre y yo esperábamos en el pasillo con los demás del staff.

—Vas a marear a todos —mi madre me acaricio la cabeza.

—¿De qué hablas?

—Tus feromonas están por todo el pasillo, se nota que estas nervioso debes controlarte —mi madre sabia lo de Jungkook —estará bien, no es un novato en esto.

Salió el doctor y de ahí mi padre, sentí que alguien me tomo de la mano, mire a Jin caminando hacia los vestidores conmigo casi arrastras, mi madre me guiño un ojo y parecía que distraería a mi padre en lo que entraba a verlo.

—No sé si deba entrar.

—Si no lo haces, todos nos vamos a morir de la ansiedad con ese aroma tuyo, deja aun lado todo y pregunta como esta, es todo —me empujo dentro —solo un poco de quietud para tu alma.

Entre y lo vi sentado en el camastro, traía un cabestrillo en el brazo mientras en la otra mano sostenía una compresa con hielo, ya le habían curado las heridas por el golpe en la cara. En cuanto me vio me sostuvo la mirada.

—¿Qué necesitas?

—Yo...yo —me acerque —solo quiero ver como estas.

—No es nada grave, necesito reposo es todo, estaré bien.

La piel de su brazo se notaba enrojecida y amoratada aun con todos los tatuajes que llevaba, se notaba la hinchazón hasta el hombro además de su ligero temblor en la otra mano por el dolor.

—Déjame ayudarte —tomé la compresa y pensé que me rechazaría, pero me dejo colocarla en la piel adolorida.

El silencio se hizo presente, yo no quería decir nada, solo quería asegurarme de que estaba bien.

—He estado viendo a Sari —se tenso —antes de que grites, estoy consciente de lo que significa para ti, no soy un estúpido, fui a verla después de hablar con su madre, no quería regresar a la universidad sin despedirme de ella, mi intención jamás fue lastimarla, si bien no me agradaba la idea de ser su niñera, en ningún momento lo vi como algo horrible ni tedioso, me quito un pedazo de corazón, así que jamás la dañaría.

No quería llorar, pero ahí estaba la sensibilidad de nuevo, no quería que pensara que yo no quería a esa niña, no importa si no se puede reparar nada con él.

—Lo noquee cuando dijo que eras delicioso —tomo acaricio mi mejilla quitando una lagrima mirando mi cara de confusión —mi contrincante menciono que eras delicioso, así que lo noquee, fue motivación suficiente para interesarme en el combate.

—Perdón por como me comporte —negó con la cabeza.

—Siento haber sido un imbécil, pero estoy asustado —me quede helado —que me rechazaras aumento el miedo que tenia de pedirte algo, no lo había hecho antes, no me había interesado nadie, lamento el predicamento que te cause, lamento haber reaccionado de esa manera.

No debería de ser así de perfecto.

—Déjame ser tu secreto —tome su mano contra mi mejilla —quiero intentarlo, si crees que nuestra relación afectara algo en tu carrera, estoy dispuesto a escondernos.

—De eso nunca, el mundo debe de saber que eres mío si va ser así —se levanto del camastro inclinando su cabeza hacia mi —prometo no herirte, lo haremos funcionar.

Me beso, dejándome en claro que ahora no puedo escapar, pensaremos en algo para lo que está por venir...

Nada mas porque las chicas de mi grupo son bien lloronas, por eso lo subi jajajaja