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Jungkook
Escuchaba a lo lejos el sonido del teléfono, abrí los ojos sintiendo como la luz quemaba mis retinas, me estire para alcanzar el dueño del sonido y apenas lo tome conteste pegándolo a mi oído.
—¿Diga?
—Tu hija tiene más de veinte minutos lista, esperando en la maldita ventana a ver a que horas llega su padre por ella.
El susurro de Abril con ese tono hostil me despertaron por completo.
—Mierda, ya llegó, dile que no se desespere.
—Estoy harta de esto Jungkook.
—Perdón, ya voy en verdad espera.
Me levante a toda prisa recogiendo mi ropa del piso, me vestí lo más rápido que pude tomando mis llaves.
—¿Jk?
La omega desnuda alcanzó a despertar antes de que logrará salir.
—Me voy, mi agencia te mandara un uber o algo para que te vayas a casa, me encantó estar contigo Miriam.
—Camila.
—Si como sea, mi agente te llamara.
Salí lo más rápido del hotel, los reporteros ni siquiera lograron verme, busque en la guantera del auto y saque una pequeña botella de enjuague bucal, le di un trago y enjuague mi ropa, la ventaja que mi aroma estaba aun en mi ropa, así no tendría que darle explicaciones a mi pequeña por los aromas extraños.
En cuanto estacione mi pequeña salio corriendo de la casa, vistiendo un precioso vestido azul.
—¡Papi!
Corrió a mis brazos, su madre salió con la pequeña maleta, tras de ella su esposo que la ayudó a cargar la valija.
—Jungkook es la última vez…
Tome la maleta mientras cargaba a Sarang, solo asentí antes de que comenzará a regañarme.
—Dile adiós a Mami, Sari.
—Bye Bye Mami, adiós Chanyeol.
—Cuídala mucho, sabes que no te lo pediría, si no fuera por una emergencia.
—Es mi hija, se cuidarla.
Subimos al auto y le ayude acomodarse en la silla, tuve que comprarla porque ya no cabía en el portabebe. Recién cumplió cuatro años pero su altura me sorprende cada vez más, es una omega pero es seguro que no será pequeña ni débil.
—Papi, Chanyeol, no me dejo ver tu pelea.
—¿Por qué?
La veo por el retrovisor mientras hace una mueca y luego suspira.
—Dice que las cachorras omegas no debemos de ver esos actos de violencia y además me hace usar estos feos vestidos que no me dejan jugar tranquila.
—Te ves preciosa en ellos.
—Lo se papi —se toca la cara frustrada —pero quiero hacer más cosas que solo lucir bonita.
—Es por eso que iremos de compras para que elijas toda tu ropa para este mes y para ver la pelea en casa.
—¡Siii!
Llegamos a una tienda departamental, entramos por la parte trasera, no me gusta la atención de los medios cuando ando con mi pequeña, así que aviso a donde voy a ir para que preparen todo, ella estaba eligiendo shorts, camisas y un montón de tenis, ella mostrando que no es una omega delicada con sus estampados de unicornios con lentes de sol.
—¿Estas ansiosa por ser la hermana mayor?
—No lo se, me da curiosidad conocer a mi hermanito, pero no me agrada mucho la idea de compartir.
—Cierto eso es lo difícil, pero lo harás bien, porque eres una omega muy linda.
La llene de besos y después de que riera un poco nos sentamos a comer en el restaurante que rente dentro del mall.
En lo que llegaba la comida miramos la televisión, la noticia del nuevo entrenador del gimnasio donde estoy estaba por todos lados, así como su hijo que está también en las cámaras.
—¿Quién es ese papi? —señala al chico rubio.
—Se llama Park Jimin.
—Es precioso, ¿trabajará contigo papá?
—Esperemos mi cielo, esperemos.
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