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Tw: Sexo
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Un poco después de la medianoche, solo quedan unas pocas personas, así que Theo y yo subimos a su habitación para prepararnos para ir a la cama. Me duelen los pies por bailar, así que llevo los tacones y estoy empezando a cansarme.
Theo cierra la puerta de su dormitorio detrás de nosotros y va a deshacer su corbata.
-Aquí, déjame hacerlo -digo, y voy a estar frente a Theo. Deja caer la mano de su corbata negra y me deja quitármela. Me tomo mi tiempo para deshacerlo y Theo me mira fijamente como yo lo hago. Una vez que deshago su corbata, la lato sobre su cómoda.
-Gracias -dice Theo en voz baja. Su mirada se siente sofocante, ¿pero en el buen sentido? Me calienta todo el cuerpo.
-De nada -digo, mirándolo fijamente. -¿Me ayudas? -Pregunto, dándome la vuelta para que le dé la espalda.
Theo me saca el pelo del camino y puedo sentir la frescura de su anillo de plata en la parte posterior de mi cuello. Esta vez, me pone una de sus manos en la cadera mientras abre lentamente la cremallera de mi vestido. Una vez que mi vestido está descomprimido, me vuelvo a enfrentarme a Theo. Su mano todavía está en mi cadera y su pulgar se mueve hacia adelante y hacia atrás sobre la tela de mi vestido.
Hacemos contacto visual de nuevo y parece que mi cuerpo está ardiendo de nuevo.
Theo me acerca más por la cintura y nuestros cuerpos están presionados el uno contra el otro, nuestras caras a centímetros de distancia. Me inclino y Theo se encuentra conmigo el resto del camino.
Nuestros labios se encuentran y Theo me está besando. Me está besando suavemente mientras me aprieta ligeramente la cadera. Un suspiro sale de mis labios y Theo aprovecha la oportunidad para profundizar el beso. Me inclino hacia él, mi mano va a descansar sobre su brazo. Theo inclina la barbilla hacia arriba para obtener un mejor ángulo y suspiro.
Theo se aleja abruptamente, dando un paso atrás de mí.
-Nosotros, no deberíamos -dice Theo, con la cara ligeramente enrojecida. -Tenemos reglas.
-Yo- -tartamudeo. -Tienes razón. No deberíamos hacer esto.
Miro brevemente el techo antes de mirar hacia atrás a Theo. Nuestros ojos se encuentran y luego mis labios chocan con los suyos. Esta vez no hay nada suave o suave.
Mis manos están ahuesando la cara de Theo y sus manos están en la parte pequeña de mi espalda, presionando mi cuerpo en la suya.
Theo nos da la vuelta y comienza a dar marcha atrás hasta que mi espalda choca con la puerta de su dormitorio. Escucho el chasquido de la cerradura y luego sus labios se mueven más abajo. Me besa la esquina de la mandíbula antes de besar cada vez más abajo. Me chupa el cuello y pongo la cabeza contra la puerta y trato de recuperar el aliento.
En el momento en que Theo llega a mi clavícula, me doy cuenta de que me he ido.
Él trae sus labios de vuelta a los míos y me besa fuerte. Nuestras caderas están unidas y él tiene una pierna entre las mías. Me equivoco con los botones de la chaqueta de Theo antes de que se encoge de hombros al suelo. Rápidamente paso a los botones de su camisa. Los hago rápidamente y empujo la camisa de los hombros de Theo para que caiga al suelo con su chaqueta.
Theo ajusta sus caderas y yo gimo en nuestro beso.
Sus manos agarran mi vestido y Theo se aleja lo suficiente como para murmurar contra mis labios. -Necesito esto -susurra. -Ahora.
Traigo mis labios de vuelta a los de Theo y dejo mis manos sobre su pecho. Lo empujo más hacia el dormitorio, sin romper nuestro beso. Las manos de Theo se deslizan hasta mis hombros y está empujando las correas de mi vestido fuera de mis hombros. Mi vestido se baña a mis pies, dejándome en casi nada.
Dirijo a Theo hacia su cama y me alejo para recuperar el aliento mientras le desabrocho los pantalones. Theo mira, sus ojos oscuros. Está mirando hacia arriba y hacia abajo de mi cuerpo, y sobre el encaje negro de mi sujetador y ropa interior.
Una vez que Theo está en sus calzoncillos, se sienta en su cama y me tira encima de él para que esté a horcajadas sobre su regazo.
Me agachó la cabeza para besarlo antes de alejarme para besarle el cuello. Beso y chupo el cuello de Theo y él me agarra los muslos y lloriquea.
Cuando vuelvo a encontrarme con los labios de Theo, mueve sus manos hasta mis caderas y me mueve lentamente encima de él. Mis caderas se encuentran con las suyas e inhalo bruscamente. Theo aprovecha la oportunidad para empezar a besarse debajo de mi clavícula. Sus labios se cepillan sobre la parte superior de mis pechos y el borde de mi sujetador.
Me pone las caderas contra las suyas una vez más y esta vez lloriqueo.
Theo me mira con los ojos llenos de lujuria y deseo. Mueve su mano hacia mi espalda y la desengancha con una mano antes de deslizarla hacia el suelo.
-¿Quieres esto? -Theo pregunta, sus labios rozando mi esternón.
-Tan mal -respondo, patéticamente. Es casi patético lo mucho que lo quiero ahora mismo. Ahora lo necesito mucho.
Theo agarra el lado de mi mandíbula y me tira hacia atrás para besarlo. Él se acuesta en la cama y yo estoy completamente encima de él, enrollando mis caderas contra las suyas. Theo nos da la vuelta para que esté encima de mí y su cuerpo me ponga contra la cama.
Mueve sus labios hacia mi mandíbula y luego hacia mi cuello. Sigue besándose cada vez más abajo hasta que se arrodilla en el suelo entre mis piernas, con sus labios justo por encima de la pretina de mi ropa interior.
Theo me mira fijamente mientras me quita la ropa interior. Lo descarta con el resto de nuestra ropa antes de agarrar mi pierna y descansar sobre su hombro. Me besa el interior del muslo, acercándose a donde lo necesito, y mi respiración se enganche.
Su agarre en mi pierna se aprieta mientras pone su boca en mi contra. Mi mano se desliza hacia su cabello mientras la lengua de Theo rodea mi clítoris. Tiro de su cabello mientras presionaba su lengua contra mí y Theo gime, sus labios vibrando contra mí.
-Joder -exhalo, mi corazón late extremadamente rápido.
Cuando Theo sumerge su lengua dentro de mí, le tiro más fuerte en el pelo mientras un gemido se escapa de mi boca, lo que lo hace gemir contra mí de nuevo.
Mis piernas están empezando a temblar, pero la mano de Theo mantiene mi pierna firme.
-Theo -lloriqueo, mi voz ni siquiera suena como la mía.
Se retira un poco hacia atrás, sus labios como un fantasma contra mí. -¿Qué quieres, Alex? -Él susurra.
-Necesito... -lo levanto para que esté de pie entre mis piernas y descanse mi mano en la pretina de su ropa interior. -Te necesito.
-Cualquier cosa para ti -responde.
Me muevo de nuevo hacia las almohadas mientras Theo termina de desnudarse, y luego se acuesta entre mis piernas y trae sus labios de vuelta a los míos. Desliza su mano entre mis piernas y tira hacia atrás para mirarme.
-Por favor -digo.
Los labios de Theo se encuentran con los míos y lentamente desliza sus dedos hacia mí. Gimo contra su boca mientras mueve sus dedos dentro y fuera de mí antes de apartar su mano por completo.
-¿Estás segura? -Theo pregunta, buscando mis ojos.
Asentí necesitada, -Sí.
Se alinea y empuja lentamente dentro de mí. Theo deja caer la cabeza para apoyarse contra mi hombro hasta que está completamente dentro de mí. Levanta la cabeza y me besa lentamente mientras comienza a moverse.
Theo comienza a entrar y salir de mí lentamente, y mis uñas están cavando en su espalda. Cuando finalmente comienza a acelerar, le arrastro las uñas por la espalda.
-Eres tan hermosa -dice Theo, con los labios rozando mi mandíbula.
Lo beso fuerte hasta que cambia ligeramente el ángulo de sus caderas y tengo que alejarme para recuperar el aliento. Gimo el nombre de Theo, lo que solo hace que me folle más fuerte.
Él jadea en mi cuello antes de levantar la cabeza para mirarme. Nos miramos fijamente el uno al otro antes de que mis ojos se cierren mientras siento que el calor se acumula en mi estómago.
Mis uñas le suben y bajan por la espalda mientras Theo me folla duro. Él gime mi nombre contra mis labios y me besa hasta que ambos inclinamos la cabeza hacia un lado para tratar de respirar mejor.
-No pares -le digo, mis piernas temblando debajo de él.
Theo me besa en respuesta mientras sigue me empujando dentro y fuera de mí. -Lo estás tomando muy bien -dice.
Eso es lo que me lleva al límite.
Me aprieto a su alrededor y gimo su nombre mientras Theo comienza a maldecir en italiano. Rápidamente se sale de mí y termina en mi estómago.
Se sale de mí y se acuesta de lado frente a mí mientras ambos tratamos de recuperar el aliento. Se sienta y alcanza su varita en la mesita de noche. Theo murmura un hechizo de limpieza seguido de un hechizo anticonceptivo, por si acaso.
Me vuelvo de lado para enfrentarme a Theo mientras se acuesta. Trazo suavemente sus labios con mi dedo y tiremo de su labio inferior con mi pulgar.
Acabamos de cruzar tantas líneas al tener sexo, pero ni siquiera lo pienso dos veces en mi neblina post-sexo.
Theo me besa el hombro y luego me acerca por la cintura antes de llevar sus labios a los míos.
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