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1 de septiembre de 2022

El sol brilla a través de las cortinas, iluminando nuestro dormitorio. Theo todavía está medio dormido a mi lado a pesar de que la alarma sonó dos veces.

Me paso la mano por el pelo de Theo. —Theo, despierta —digo. —Vamos a llegar tarde.

—No, no lo haremos —murmura Theo, con los ojos todavía cerrados. Me muevo para levantarme de la cama, pero Theo me agarra de la mano y me tira hacia atrás. —Vamos, acostados en la cama durante diez minutos más.

Como si estuviera en la señal, hay el sonido de los pasos en el pasillo seguidos de voces.

—No podemos —le digo a Theo. —Las niñas perderán el tren.

Theo gime en respuesta, pero comienza a levantarse de la cama de todos modos.

Ambos empezamos a prepararnos para el día. Me cepillo los dientes y me cambio el pijama mientras Theo hace lo mismo. Se va a hacer té mientras yo me maquillo.

Para cuando me encuentro con Theo en la cocina, tiene mi té listo para mí y ha sacado todo para hacer el desayuno.

Nuestro perro, Charlie, viene corriendo hacia mí, meneando la cola. Lo acaricio hasta que se calma un poco y decide ponerse a los pies de Theo, ya que tiene comida.

Camino hacia Theo y le tomo el té a mi marido. Pido la taza en el mostrador y me paro de puntillas para besarlo. La mano de Theo descansa sobre la parte pequeña de mi espalda y sonríe en el beso.

Cuando nos separamos, le sonrío a Theo. —Gracias por el té —digo.

—De nada —responde, todavía sin hacer nada para poner ninguna distancia entre nosotros.

Un suspiro exasperado sale de la puerta de la cocina. —Asco —murmura Julieta.

Me alajo un paso atrás de Theo y sacudo la cabeza, todavía sonriendo. —Buenos días a ti también —bromeo. —¿Estás emocionada de empezar el quinto año? —Yo pregunto.

Juliet entra en la cocina y comienza a hacer su propia taza de té con la tetera aún caliente. Ella se encoge de hombros: —Sí, supongo. Sin embargo, no estoy emocionado por los TIMOS.

—No te estreses demasiado por eso, lo harás increíble —digo.

Theo se apoya en el mostrador y sonríe. —Recuerdo el quinto año, me encantó —dice. —Ese es el año en que vi a tu madre golpear a Michael Corner en la cara. Oh, yo estaba enamorado.

Juliet se ríe y sacude la cabeza. —Si estabas tan enamorado de mamá, ¿por qué esperaste dos años para hacer tu jugada? —Ella se burla.

Me giro para mirar a Theo y trato de no reírme. —Sí, ¿por qué tardaste tanto? —Estoy bromeando.

—Oye, no te burles de mí, estaba jugando al juego largo —responde Theo con una sonrisa.

Juliet sonríe a esto y se ve exactamente igual que su padre. Tiene el pelo castaño largo y los ojos azules oscuros y se parece a la imagen escupida de Theo aparte de su nariz y labios. Ahora tiene quince años y está empezando su quinto año. Juliet está en Slytherin al igual que Theo y yo.

—Todo lo que estoy escuchando ahora mismo son excusas, papá —dice Juliet.

La puerta de la cocina se abre y entra Bianca, nuestra hija mayor. —Buenos días —dice ella. —¿De qué estamos hablando?

Juliet abre la boca para hablar, pero Theo la golpea. —Estaba a punto de preparar el desayuno, ¿los panqueques suenan bien? —Él pregunta.

Hago contacto visual con Juliet y ambos tratamos de no reírnos de la distracción muy obvia de Theo para que deje de burlarse de él.

Bianca asiente: —Sí, suena bien, papá.

Mientras que Julieta se parece a Theo, Bianca se parece a mí. Ella tiene el pelo rubio y los ojos verdes, excepto que sus ojos tienen manchas de azul, mientras que los míos tienen manchas de marrón. Bianca tiene diecisiete años y comienza su último año en Hogwarts. Es capitana del equipo de quidditch Ravenclaw y es una Golpeadora.

—¿Emocionada por el séptimo año? —Theo le pregunta.

—Merlin, no puedo esperar a que termine —responde Bianca. —Estoy emocionada por el quidditch, le dije a Dylan que vamos a vencer a Slytherin este año y lo digo en serio.

Dylan es el hijo medio de Daphne y Blaise. Está en el mismo año que Bianca y es el capitán de quidditch de Slytherin. Dylan y Bianca han estado saliendo desde su quinto año.

—Uh, no —dice Juliet. —Tengo 10 galeones en Slytherin tomando la copa este año. No quiero tener que darle a LJ nada de mi dinero.

Lucy Jane, "LJ", es el tercer y último hija de Daphne y Blaise. Ella es una Slytherin de quinto año como Julieta. Prácticamente han sido mejores amigos desde su nacimiento.

—Entonces será mejor que encuentres a alguien que te dé 10 galones —dice Bianca.

Juliet se dirige a Theo y a mí. —Má, pá, ¿puedo tener 10 galones si pierdo la apuesta? —Ella pregunta.

Me río y Theo sacude la cabeza hacia ella.

—Eso no fue un no —dice Juliet.

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Nos las arreglamos para llegar a tiempo a la estación King's Cross. Cuando pasamos a la Plataforma 9 3⁄4, ya veo a Daphne y Blaise y a sus hijos. El mayor, Bennett, tiene 20 años, así que sus días en Hogwarts han terminado, pero Dylan y Lucy están de pie con ellos.

Dylan saluda a Bianca y ella va caminando hacia él. Se abrazan y se besan, y Theo hace un ruido asqueroso. Juliet sigue y abraza a Lucy. Todos ellos actúan como si no se hubieran visto hace menos de una semana.

—Buenos días —le digo a Daphne y Blaise.

—Buenos días —responde Blaise.

Todos intercambiamos cortesías como la charla de nuestro hijo. Vi una cabeza rubia familiar justo cuando Daphne los agita. —Ahí están Draco y Scorpius —dice.

—Buenos días —dice Draco mientras él y su hijo llegan a nuestro grupo.

—¿Cómo estás, amigo? —Theo pregunta.

Draco sonríe: —Bien, ¿tú?

—Estoy muy bien —responde Theo.

Scorpius empuja a Draco. —Papá, Albus está aquí —dice.

Draco asintió con la cabeza: —Está bien, adelante, llegaré en unos minutos para saludar a los Potter —Scorpius se dirige en dirección al clan Potter/Weasley y Draco se pellizca el puente de la nariz.

—¿Cómo te va con Potter? —Blaise pregunta.

—Me va a dar un aneurisma —responde Draco. —No podría importarme menos que Scorpius saliera con un tipo, pero ¿por qué tenía que ser el hijo de Potter de todos ellos? Albus es genial, su padre, sin embargo —Draco se marcha y sacude la cabeza.

—Ay, ¿estamos hablando de tu pequeño enamorado de Potter? —Una voz familiar pregunta.

Me giro para ver a Pansy y a su hija, Mariana. Mariana tiene 16 años, la misma edad que Scorpius, y también está en Slytherin. Inmediatamente se ve atrapada en una conversación con Juliet y Lucy.

Draco pone los ojos en blanco —Vete al infierno, Pansy —dice.

—Me alegro de verte también, Draco —se burla Pansy.

El padre de Mariana, el ex marido de Pansy, los dejó hace ocho años. Fue un año duro más o menos después, pero terminó siendo mejor a largo plazo.

En los últimos dos años, Draco y Pansy han comenzado a ser amigos de nuevo y Daphne, Blaise, Theo y yo hemos apostado a si van a reavivar su relación o no. Apuesto a que sí, y lo doy hasta el final del año escolar antes de que empiecen a salir.

—Vamos a conseguir un lugar en el tren —nos dice Bianca a Theo y a mí.

—Está bien, diviértete este año —le digo. Abrazo a mi hija. —Te quiero, Bianca.

Bianca se aleja y sonríe. —Yo también te quiero, mamá —dice ella.

Theo la abraza a continuación. —Buena suerte con las pruebas de quidditch, estaré en el primer partido —le dice.

—Gracias, papá. Te quiero —dice Bianca.

—Yo también te quiero —responde Theo.

Bianca y Dylan se despiden y luego van a unirse al resto de sus amigos mientras Juliet se vuelve para despedirse de Theo y de mí.

—Adiós mamá, adiós papá —dice Juliet. —Los quiero a los dos.

Theo la abraza. —Yo también te quiero —dice Theo. —Cuídate y diviértete.

Se separan y abrazo a mi hija. —Yo también te quiero —digo. —No gastes todo tu dinero en el juego.

—No hay promesas —dice Juliet.

En los próximos minutos, todos los niños se van para subir al tren y Draco se va brevemente para intercambiar cortesías con Harry Potter.

Cuando el tren sale, los seis nos paramos juntos y saludamos a nuestros hijos. Estamos en el mismo lugar que hace 25 años, excepto que esta vez ya hemos superado la parte difícil.