Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7.-

Jungkook se encontraba inmerso en sus pensamientos, reviviendo en su mente cada momento que pasó con Taehyung la noche anterior. No podía negar que algo en el castaño lo había cautivado desde el primer instante en que lo vio. La vulnerabilidad que percibió en él despertó una mezcla de emociones en su interior, y no podía dejar de pensar en su rostro y en su voz

Inquieto y con un nudo en el estómago, Jungkook decidió buscar alivio en el minibar de la habitación. Sirvió un vaso de Bourbon y lo bebió de un solo trago, dejando que el líquido ámbar quemara su garganta. Se sirvió otro vaso y se encaminó hacia el sofá frente al balcón, buscando un momento de tranquilidad para procesar todo lo que estaba sintiendo.

Mientras encendía un cigarrillo, los pensamientos de Jungkook se mezclaban en su mente, sin encontrar una explicación clara para lo que estaba experimentando. ¿Qué era lo que tanto le atraía de Taehyung? ¿Eran las miradas intensas que intercambiaron? ¿La forma en que le hablo? ¿El fuego que se le veía en su mirada?

A pesar de sus dudas y confusión, Jungkook sabía que quería descubrir más sobre el enigmático castaño. Por eso mismo, después de despedirse de Taehyung, llamó a uno de sus hombres para que lo siguiera discretamente y descubriera dónde se hospedaba. Al mismo tiempo, le dio instrucciones a Felix, para que investigara cualquier información relevante en el menor tiempo posible.

Con cada sorbo de Bourbon y cada calada de cigarrillo, Jungkook sentía una desconexión momentánea con el mundo exterior. El alcohol y el humo adormecían sus sentidos, permitiéndole sumergirse aún más en sus pensamientos y recuerdos. Cerró los ojos y apoyó su cabeza en el respaldo del sofá, dejándose llevar por la embriaguez y la oleada de sentimientos encontrados.

Con una inspiración profunda, Jungkook volvió a abrir los ojos y tomó otro sorbo del líquido dorado. La sensación de quemazón en su garganta le recordaba las sensaciones intensas que experimentó en presencia de Taehyung. Sus labios formaron una leve sonrisa fugaz mientras un destello de diversión brillaba en sus ojos.

Pasándose un dedo por sus labios aún podía sentir la suavidad de la piel de Taehyung bajo sus dedos, el aroma embriagador de su cabello que evocaba una fascinación. Anoche, cuando obtuvo la información sobre su ubicación, se permitió adentrarse en la habitación del castaño, algo que normalmente dejaba en manos de sus hombres. Sin embargo, en ese caso, sentía una necesidad imperiosa de volver a verlo y sucumbir nuevamente a la atracción que lo envolvía.

Jungkook suspiró, sabiendo que estaba en el territorio desconocido de las emociones ardientes y peligrosas. Pero, por alguna razón, estaba dispuesto adentrarse aún más en ese juego. Al fin y al cabo, su encuentro con Taehyung había desatado algo en su interior que no podía ignorar, y estaba dispuesto a explorar hasta dónde lo llevaría.

Verlo dormir fue una nueva experiencia. Nunca dejaba que alguien se quedara lo suficiente con él para verlo dormir. Sus encuentros sexuales eran rápidos y duros, sin necesidad de quitarse mucha ropa, solo lo suficiente para satisfacer su deseo.

Pero verlo en ese estado de vulnerabilidad comenzaba a gustarle. Se sentó en el borde de la cama y acarició su rostro sereno. Sus labios hacían un puchero tenían un aspecto apetecible, los recorrió lentamente con su dedo, notando su esponjosidad y suavidad. -Tienes unos labios perfectos, que hare con ellos, quiero morderlos y lastimarlos, pero también me gustaría sentirlos en mi polla -, murmuró.

Continuó deslizando sus manos por su piel expuesta, apreciando la delicadeza de su cuello al descubierto. Acercó su rostro y aspiró su aroma a lavanda y fresas, lo cual lo enloqueció. -Hueles delicioso, palomita-, gruñó bajito mientras olisqueaba su cuello y disfrutaba de su cabello.

Sintió un impulso de morder su cuello, de marcarlo de alguna manera, pero sabía que sería arriesgado. Se irguió nuevamente y siguió observándolo. En ese momento, el teléfono en la mesa de noche se iluminó con una notificación. Al agarrarlo, vio varios mensajes sin leer de un tal Jimin, llamadas perdidas de varios números y, para su sorpresa, una foto en su pantalla de su nuevo juguete abrazado a otro hombre. Ambos estaban pegados, sonrientes e irradiaban felicidad.

Apuesto a que ese hombre es quien lo hace suyo, el hombre que toca y disfruta de tu piel, pensó con rabia. Apretó fuertemente el teléfono, sintiendo una necesidad de lanzarlo al suelo. Pero decidió colocarlo nuevamente en la mesa de noche.

En ese instante, Taehyung se removió en la cama, quedando boca arriba. Jungkook, por su parte, luchaba contra la creciente rabia. Apretando sus puños, trató de controlarse. Necesitaba saber más rápido todo acerca de Taehyung.

Volviendo a enfocar su mirada en él, llevó su mano derecha a su cuello. Su larga mano abarcaba perfectamente su estilizado cuello, y luego descendió y tocó sus clavículas, que se asomaban a través de su camisa. Un pensamiento fugaz pasó por su mente. ¿Será ese hombre el único que dejas que toque tu cuerpo?

Embriagado por sus pensamientos, comenzó a apretar su mano, ejerciendo cada vez más presión. Una sonrisa siniestra se dibujó en sus labios. -Si es así, borraré todo rastro de él en tu piel. Solo quedarán las marcas que yo te haga. No tendrás ningún pensamiento hacia él, porque me encargaré de ello. Y si no, lo desapareceré de tu vida. Solo yo puedo tomar tu cuerpo a mi antojo, solo yo.-, susurró amenazadoramente mientras acercaba su rostro al de Taehyung.

Notó que Taehyung comenzaba a hacer muecas y un quejido suave salió de sus labios, mientras su mano seguía apretando su cuello. La rabia nublaba sus acciones. Finalmente, soltó su cuello, dejando una marca roja en él. Sabía que mañana Taehyung despertaría con un hematoma.

De la rabia, pasó a la excitación. Ver su marca en el cuello, escuchar su quejido, despertó su miembro, que presionaba contra la tela de sus pantalones. Sin pensarlo demasiado, se acercó aún más a su rostro sereno y pasó su lengua por sus labios carnosos. -Ummm, divino. Nos veremos pronto, palomita.-, susurró.

Con eso, se levantó de la cama, desenchufó el despertador, se dirigió al balcón para cerrar la ventana corrediza y correr las cortinas, dejando la habitación en total oscuridad. Abrió la puerta de la habitación, la luz del pasillo iluminó el cuarto por un instante. Le lanzó una última mirada a Taehyung y salió, dejando todo nuevamente en penumbra.

💜💚

perooooooo jungkook quieres que me de un ataque al corazón con esas fotos de vogue.. 🥵🥵🥵 santa madre... definitivamente esta foto me inspiro para este capitulo, Asi mismo me lo imagino.. con un mafioso así me voy corriendo a sus brazos jajajajaja 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro