TRES
—Ese fue mi primer asesinato—hablo Bloody por el teléfono.
Los ojos de Bloddy se colocan en el televisor, observa como el público murmura entre ellos, el presentador del programa, Maven Cold observa la pantalla y su mano ha quedado suspendida en el aire con el micrófono, después de varios minutos el joven se atrevió a hablar.
—Eso ha sido una anécdota magnifica—hablo el presentador buscando las palabras correctas.
Bloody sonrio mirando el televisor y soltó el humo del cigarro.
Maven recobro su postura, el dueño del programa le hizo señas y luego le paso un papel en el que decía
"Tenemos un alto público y un gran número de vistas, invitala al programa"
Maven apartó la mirada del papel, sus ojos recorrieron el público y finalmente los regreso a la cámara.
—Señorita Bloody, sería un gran placer que se presentará en el programa el día de mañana para que cuente personalmente su historia— hablo Maven mirando la cámara.
Bloody soltó el humo del cigarro pensando aquello, decir la verdad y su pasado la libraría de una larga vida de inmortalidad. Su vida consistía en estar en encerrada en la mansión desde que tenía uso de razón, dejo de crecer gracias su sangre de vampiro por lo que la hacia ver como una joven de veinticinco años, tal vez, los humanos podían ser su salvación a la vida infierno que había llevado desde su nacimiento
—Ahi estaré el día de mañana— y colgó.
***
—Es solo una mentirosa—hablo Samanta quitandole el traje a Maven.
Maven negó con la cabeza, algo le decía que aquella extraña tenia una gran historia que contar.
—¿No lo entiendes? Su historia puede ser el despeje de mi programa, sabes que hace años que busco a personas que traigan una gran historia que contar— miró a su novia— Y no me importa si son mentiras, si todo mundo lo vera y mis vistas aumentarán.
Lilianne soltó un suspiro y negó con la cabeza, se acerco a Maven y coloco sus manos sobre los hombros de su novio le sonrio y le dio un beso.
—Me siento tan sola, ya casi no nos vemos y siempre estas trabajando.
—Debo hacerlo Lili—le contesto el joven— Sabes las grandes diferencia económicas que tu familia y la mía tienen. Tu eres hija de un empresario, yo soy hijo de un obrero, no tenemos la misma vida—negó con la cabeza— Tus padres por eso no me quieren.
Liliana lo tomó tomó de la mano.
—Ellos te quieren, solo quieren lo mejor para mi.
—Y para ellos, no soy lo mejor para ti—contesto caminando hacia la salida del departamento— Debo irme, debo llegar a casa.
***
—Vi el programa—hablo Alice emocionada mientras comian, Maven le sonrio a su hermana menor— El día de mañana tendrás una historia muy buena que transmitir, la voz de esa extraña me dio escalofríos pero tengo tantas ganas de conocerla— Alice se giro hacia su madre— ¿Puedo ir mañana al programa con Maven?
Maven negó con la cabeza.
—Yo no te he invitado...
—Alice, ya, no puedes estar siempre pegada a tu hermano.
Alice asintió con la cabeza sin decir otra palabra, comenzó a toser en repetidas ocasiones y se levantó de inmediato al fregadero de la cocina, la niña escupió en el la sangre que brotó de su cuerpo.
—Alice, mi amor ¿estas bien?—pregunto su madre corriendo hacia ella.
Maven se quedó sentado observando a su hermana, su vestido blanco tenía gotas de sangre y asintió con la cabeza.
—Ven, vamos a cambiarte—hablo la mujer tomando la mano de la niña.
Maven apartó la mirada y la coloco en su padre, un hombre cansado por los malos años que le dio la vida.
—Cada día empeora mas—hablo John y miro a su hijo mayor— El médico no da mucho tiempo de vida para Alice.
Maven bajo sus ojos colocándolos en el mantel blanco. Su hermana Alice había nacido enferma, desde bebé, tosía sangre. Siempre creyeron que era algo normal, la ignorancia les hizo creer por años era normal y sanaria, todo cambió cuando Maven terminó su carrera y recibió su primer cheque, la llevaron al doctor y descubrieron que tenia una enfermedad que la estaba consumiendo.
Cáncer de pulmón. Una enfermedad muy costosa que debían enfrentar como familia y a la cual los doctores no me daban esperanzas de vida.
Maven observo a su madre regresar con su hermana, cambió su semblante y le sonrio.
—Sabes, creo que lo pensé mejor— Alice miro a su hermano— Me encantaría que puedas acompañarme el día de mañana a conocer a extraña y loca que llamo el día de hoy.
Alice sonrio ampliamente.
—Gracias Maven—exclamó emocionada— Y no es una extraña y loca, es un ser diferente, lo sé, lo presiento.
Maven le sonrio y negó con la cabeza.
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