Las vísperas de navidad estaban muy cerca, solo los alumnos "humanos" eran los que salían a festejar estas fiestas con sus familias, pues el resto del alumnado conocía casi todos los lugares, aunque eso no quitaba que uno que otro vampiro saliera de Medianoche.

Kagome se quedaría en la academia ya que ¿a dónde iría si sus padres estaban aquí?, lo único malo era que sus amigos se irían y estaría sola, y lo peor es que Naraku también se quedaría en la academia.

Bajaba para ir a despedirse de Sango y Bankotsu, y en el camino se topó a Sesshomaru, quien al verla simplemente se volteó y se fue, Kagome fue tras el para ver si lo alcanzaba, quería hablar con el antes de navidad.

Al llegar a la entrada estuvo a punto de gritarle, pero el pasillo estaba lleno de alumnos y no quería armar un alboroto frente a todos.

-¿Se puede saber que pasó entre ustedes dos?- Bankotsu apareció junto a Sango- después del baile de otoño todo bien, una semana más tarde dejan de hablarse hasta ahora
-Es complicado- dijo Kagome- pero les aseguro que todo se solucionará
-Eso espero- Sango le dio apoyo- bueno, me voy, mis padres me esperan
-¿No era que tenías problemas con ellos?- interrogó Bankotsu
-Pues si, pero prefiero estar con ellos a estar aquí con Naraku- admitió con un poco de miedo- no me gusta la manera en que me mira

Luego de despedirse Bankotsu y Sango se fueron juntos al pueblo, luego tomarían sus respectivos buses a sus hogares.

Kagome por otra parte se quedó en el patio mirando el lugar donde había mordido a Sesshomaru, quizá si no hubiera cedido a sus instintos ahora todo estaría bien.
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Faltaban apenas cinco días para navidad, decidió que le contaría la verdad a Sesshomaru, esperaba que el pudiera entender y la perdonara, así como estaba la posibilidad de que no volviera a la academia y dejara de hablarle.

Fue directo a la sala de computación, vigiló que nadie estuviera alrededor y entró como si estuviera cometiendo el peor de los delitos, y lo estaba haciendo, pues le contaría todo a un "humano" y pondría en riesgo a todos en Medianoche.

-"Se que esta no es la mejor manera de contarte todo, pero viendo que no quieres hablar conmigo en persona, me he decidido a contar todo aquí.
Para empezar si, soy un vampiro, un caso especial diría yo, pues no siempre se nace siendo uno, es una posibilidad en diez mil.
Jamás había mordido a nadie, tu fuiste el primero, ya que toda aquella historia del golpe en la cabeza fue mentira, se supone que no deberías saber, pero me viste morder a Naraku.
Quiero que sepas que solo lo hice para proteger a Sango, nada más.
Espero que después de navidad quieras hablar.

Atte: Kagome Higurashi."

Cuando terminó de escribir el correo lo leyó muy bien, si lo enviaba tenía solo dos posibilidades, que el la aceptará, hablarán y pudieran en un par de años más estar juntos para la eternidad, o que el dejara de hablarle y no supiera de él jamás.

Envió el mensaje, su corazón se aceleró con la idea de que respondiera inmediatamente, esperó al menos dos horas sentada, y nada el no respondió.
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Navidad había pasado, los alumnos llegaban de vuelta a Medianoche, Kagome en la puerta esperaba a Sesshomaru en la entrada, pero solo vio llegar a Sango y Bankotsu.

-¿Sesshomaru aún no llega?- Sango miraba a su alrededor, pero pronto de arrepintió al ver a Naraku mirarla fijamente- ¿hablaron durante estas vacaciones?
-No, le mandé mensajes pero no me responde
-Tranquila, el vendrá- Bankotsu dijo con una sonrisa- me lo dijo en una llamada
-¡¿Te llamó a ti y no a Kagome?!- había gritado tan fuerte que todos la miraron mal- perdón

Acompañó a Sango hasta su habitación para que guardara las cosas y luego fueron al comedor, pues la directora daría un discurso de bienvenida.

-¡Sesshomaru!- el grito de Bankotsu la hizo voltear emocionada, ¡había vuelto!- ¡que bien que llegaste amigo!
-Hola, ya te había dicho que volvía
-Si, pero no hablaste con Kagome

Al nombrarla giró inmediatamente, la vio caminar hasta ellos con mirada triste.

No dijo nada, pues delante de sus amigos no podía llegar y hablar, ¡pensarían que está loco!.

-Debemos hablar- Kagome lo dijo en un tono de voz bajo- por favor
-Está bien, pero no aquí- dijo mirando a todos lados- debemos estar los dos sin riesgo a ser descubiertos
-Conozco el lugar perfecto- recordando todos los días que pasó explorando dijo aquello con entusiasmo- te espero a media noche en las escaleras noroeste
-Bien, hasta entonces

Ambos fueron al comedor, escucharon el discurso y luego fueron a sus habitaciones, pues las clases no comenzarían hasta mañana.
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Cuando era media noche fue al lugar acordado, ahí estaba ella, con unos jeans negros, una chaqueta y zapatillas azules.

-¿Dónde vamos a hablar?- preguntó a penas estuvo frente a Kagome
-Conozco una habitación que nadie más conoce, o al menos no es visitada- dijo comenzando a subir las escaleras- vamos, el guardia nocturno podría venir.

Kagome guió a Sesshomaru a la torre más alta, donde al final había una habitación llena de cajas, muebles con libros llenos de polvo y una pequeña ventana redonda.

Sesshomaru miraba el lugar detalladamente, ella tenía razón, se notaba que el lugar no era visitado hace mucho tiempo.

Estaba cubierto de polvo y de telarañas,  libros que parecían deshacerse con solo tocarlos por la cantidad de polvo.

-¿Sesshomaru?- Kagome lo veía mirar el lugar sin prestarle atención, cuando lo habló el volteó, estaba cerca de la puerta y aún no ingresaba del todo- ¿me temes?
-No- respondió inmediatamente- ¿por qué?
-Por qué aun no entras- dijo bajando la mirada- si quieres vamos al patio
-Aquí está bien- dijo entrando por completo y cerrando tras el la puerta- es solo que...es difícil asimilar todo, más después de tu mensaje
-¿Si lo recibiste?- levantó la mirada y llevó una mano a su corazón- ¿por qué no respondiste?
-¿Y que te iba a decir?¿que está todo bien, que olvidemos todo?- dijo alzando una ceja- ¡nada está bien, me mordiste, mentiste y luego te veo morder a Naraku!
-¡Solo hice eso para proteger a Sango!
-¿Como la estabas protegiendo?
-Si muerdo a un humano o vampiro, puedo ver sus recuerdos de los últimos diez minutos- admitió mientras se abrazaba a si misma- es extraño, pues a mi también me costo creerlo.
-Tengo muchas preguntas- dijo Sesshomaru- como por ejemplo, ¿qué era eso de no todos nacen siendo vampiros?
-Pues...se supone que cuando llegas a cierta edad, por ejemplo después de graduarte y tener más de veinticinco, decides convertirte, pues permaneces con esa apariencia por la eternidad- comenzó a explicar- no se nace siendo inmortal, debes decidirlo muy bien, pero yo nací siendo una, para comenzar mis padres no podían tener hijos, lo intentaron literalmente durante siglos, y cuando mi madre quedó embarazada, se les dijo que yo era cien por ciento vampiro
-¿Que edad tienes?
-Diecisiete, en unas semanas cumpliré dieciocho- dijo, pero al entender bien la pregunta se apresuró en contestar- ¡aún no soy inmortal, no he hecho lo que se debe! O al menos no completamente
-¿Completamente?- repitió más dudoso que antes- ¿qué deberías hacer para ser inmortal?
-Primero debo conocer a alguien con quien quiera compartir mi vida- se sonrojo al pensar que era con el quien quería todo eso- y después...
-¿Y después hacer que?- se estaba enojando, pues estaba cada vez más intrigado- responde Kagome
-Debo matar a esa persona- dijo finalmente
-¿A quien quieres?
-A ti.