Todos acaban de comer y se van de la mesa.

Reiji se dispone a recoger y me paro a su lado.

"Yo lo hago! Déjame ayudarte."

El megane me mira curioso.

"Quieres lavar todo?" Levanta una ceja.

"Ya has cocinado para todos nosotros, déjame limpiar. Lo haré con cuidado."

Asiente sin hablar y pasa a mi lado retirándose.

"Como quieras." Dice con voz seria.

Lo noto mas apagado de lo usual. Me pregunto si es porque no ha bebido sangre...

Ya me decidí! Hoy en la escuela iré a la biblioteca y le daré un poco.

Animada entro a la cocina dispuesta a lavar los platos, es una montaña de trastes mezclados unos encima de otros.

Los baño con agua y espuma, sacándolos de a poco.
Algo me pincha el dedo.

"Ashh!" Me quejo mirando mi dedito índice. Seguro me pinché con un cuchillo por error.

"Te ayudo con eso?" Una voz detrás de mí me sorprende.

"Ah...Subaru kun!"
El albino agita la mano en saludo y se acerca a mí.

"Puedo terminar de lavar eso."

"En serio!?"

"Si...te ayudaré. Pero no será gratis."

Sangre, verdad? Ruedo los ojos.

"Si quieres sangre, te daré la que quieras. Pero debes esperar a después de media noche, ok?"

Me mira confundido. Pero al final se encoge de hombros.

"Va. Está bien."

"Gracias!" Le sonrío tímida.

"Ahora fuera de mi vista antes de que cambie de opinión."
.
.
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Me peino para ir a la escuela en mi cuarto. La puerta se abre de golpe porque no hay privacidad en esta casa.

"Zorrita!~"

Dios! Es Laito.

"Tengo mucha hambree~" Me abraza y se queja haciendo puchero.

"Laito kun...hemos hablado de lo de las manos verdad?

Con una risita perversa, suelta uno de mis pechos que estaba tocando.

" Que mala~ bueno, dame sangre por favor~"

Volteo a mirarle seria.

"Te daré toda la que quieras...y puedes morder donde gustes. Pero podrías esperar hasta después de las doce?"

"Eeeh~?" Inclina la cabeza confundido.