Asiento débilmente e intento marcharme, pero de nuevo mis piernas me traicionan.

El vampiro alcanza a atraparme con agilidad.

"Creo que...Kanato kun bebió mucho...y antes Subaru." Le explico.

Me cuesta mucho trabajo incluso hablar.

El de gafas me mira, su expresión no se si es de preocupado, enojado o de disgusto.

Creo que estoy perdiendo la conciencia. Me siento mareada.

Reiji me sostiene firmemente y en algún punto me levanta.

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Me dormí.
Mi cuello duele mucho, aprieto los ojos adolorida.

Hay un sonido relajante en este sitio. Creo que son...páginas de un libro?

Abro los ojos ligeramente. Esta no es mi habitación.

Veo una silueta junto a la cama.
Al principio me cuesta distinguirla.
Pero es Reiji.
Está leyendo calmadamente a mi lado.

No sé si es de día o de noche. La habitación es muy oscura.

Alguien toca la puerta, y Reiji atiende.

Escucho la voz tenue de Yui.

"Perdona por molestarte. Escuché que pasó algo. Como está ella?"

"Creo que tendrá algo de anemia. Tendré que pedir tu apoyo un poco mas."

"No tengo problema en dar mas sangre! Reiji. Si lo deseas puedes beberla también."

No sé por qué esas palabras me molestan. ¿Qué me ocurre?

"No hace falta. No soy tan débil, puedo estar unos días sin sangre."

"Pero te has estado alimentando poco...vas a necesitar-"

"No insistas. He dicho que estoy bien."

Escucho algo de silencio, tal vez unas últimas palabras y Yui se va.

¿Por qué me siento alegre de que la haya rechazado?

Es porque me preocupa Yui...verdad?

Vivir aquí ha sido una locura.

Reiji vuelve a su asiento. Puedo sentir un aroma a té.

¿No pensará dormir? Aunque no sé si los vampiros duermen.

No es que tenga que preocuparme por el.

Pero fué especialmente amable conmigo esta vez.

Oh, tengo sueño...