O3
La biblioteca estaba más silenciosa que de costumbre, permitiendo que cada leve susurro de las páginas pasara como un eco en el ambiente. Izuku hojeaba sus apuntes con entusiasmo mientras discutía con Katsuki sobre el proyecto grupal. Ambos estaban sentados en una mesa apartada, rodeados de libros y libretas, aunque Katsuki apenas podía concentrarse en el trabajo.
—No tiene sentido hacerlo de esta forma —murmuró Katsuki, tratando de parecer molesto mientras señalaba un punto en los apuntes de Izuku.
—¡Claro que sí tiene sentido! —sonrió Izuku, defendiendo su idea con esa alegría natural que tanto le fascinaba—. Esto respalda nuestra hipótesis, ¿no?
Katsuki lo miró, fingiendo estar irritado, pero por dentro su corazón latía tan rápido que le costaba seguir el ritmo de la conversación. Discutir con Izuku... con su Izuku, era mucho mejor de lo que había imaginado. Cada risa, cada mirada, cada momento junto a él lo hacía sentir increíblemente vivo.
En un momento, Izuku notó un pequeño detalle en la mochila de Katsuki: un llavero de All Might, que colgaba discretamente. Una sonrisa se dibujó en su rostro al reconocerlo.
—¿Ese es... All Might? —preguntó, señalando el llavero con curiosidad.
—¿Y qué si lo es?
—¡Nada! Solo es genial. Yo también soy fan de la serie —dijo Izuku, emocionado—. No sabía que te gustaba.
"¿Cómo no me va a gustar si es lo que tú adoras?" pensó Katsuki, aunque en voz alta solo se encogió de hombros, haciéndose el indiferente.
—No es algo que ande mostrando por ahí —respondió—. Pero sí, es... bastante buena.
Izuku asintió, y la conversación cambió. De alguna manera, aquel pequeño descubrimiento derribó una barrera invisible entre ellos, y empezaron a hablar de la serie, de sus personajes favoritos, de sus opiniones. Katsuki no dejaba de notar cada detalle en Izuku: cómo se reía, cómo se emocionaba al hablar de su personaje favorito, cómo gesticulaba con entusiasmo.
"Dios, eres tan lindo", pensaba mientras lo observaba, sintiendo que cada segundo a su lado era un tesoro que no quería perder.
Cuando menos lo esperaban, el tiempo se había escapado sin aviso. Habían pasado tanto rato en la biblioteca que ni siquiera notaron el aviso de cierre hasta que alguien les avisó.
—¡Oh, ya es tarde! —exclamó Izuku, mirando el reloj.
Katsuki sintió como una calidez lo invadía, sabiendo que había perdido la noción del tiempo solo por estar junto a Izuku.
—Supongo que el tiempo pasa rápido cuando estás con alguien que no es un completo idiota —comentó Katsuki, fingiendo indiferencia, aunque por dentro lo que quería decir era: "Te amo tanto, quiero estar contigo siempre."
Se levantaron para irse y, mientras caminaban hacia la salida, Katsuki sintió una paz extraña, una satisfacción profunda al tener a Izuku a su lado.
En su mente, sabía que esta conexión era única, que ese chico era alguien que ocupaba todos sus pensamientos.
¿Cómo era posible sentir algo tan intenso?
Días después, en la cafetería, Izuku charlaba con Ochako sobre una chica que ella había conocido, pero su atención estaba dividida. Kacchan le había enviado un mensaje inesperado, y no podía evitar sonreír mientras le respondía. Ochako lo miró con curiosidad y luego sonrió, divertida.
—¿Entonces, qué opinas? —preguntó, entre risas, al notar que Izuku estaba distraído.
—Eh... ¿de qué? —dijo Izuku, bajando el celular de inmediato y poniéndose un poco rojo.
—¿En qué andas, eh? Últimamente parece que solo tienes ojos para Bakugou —bromeó Ochako, alzando una ceja con picardía.
Izuku se sonrojó hasta las orejas, y Katsuki, desde su mesa cercana, apenas podía contener una sonrisa al notar la reacción de Izuku.
"Mi Izuku, así me gusta verte, solo para mí", pensaba, con el pecho lleno de orgullo.
—¡No es así! Solo estamos hablando del trabajo... y de algunas cosas.
—Claro, claro. —Ochako sonrió con picardía—. Pero antes eras tú quien siempre estaba pegado a mí. Ahora parece que tienes a otra persona —rió.
Izuku rió también, aunque por dentro sabía cuánto disfrutaba de esas conversaciones con Katsuki. No podía explicarlo, pero había algo especial en todo lo que compartían.
—Entonces, ¿ya le invitaste a la fiesta de Halloween? —preguntó Ochako con un brillo en los ojos.
—¿Eh? ¿Invitarlo a la fiesta?
—Obvio. Si han estado hablando tanto, sería bueno pasar el rato fuera de las clases, ¿no? Anda, no me digas que no se te había ocurrido. Además escuche que habra cosas geniales, Shoto gasto mucho dinero de su papá.
Izuku bajó la mirada, nervioso. La idea de invitar a Katsuki sonaba arriesgada, pero también se sentía emocionado.
—¿Y si no quiere ir? —murmuró Izuku, rascándose la nuca.
—Solo hay una forma de saberlo, Izu. Vamos, ¿qué es lo peor que podría pasar? —Ochako le dio un golpecito en el hombro, animándolo—. Quién sabe, podría ser una gran noche.
Al día siguiente, mientras caminaban juntos hacia el salón, Izuku se armó de valor para hablar con Katsuki. Estaba nervioso, pero sacó fuerzas de algún lugar dentro de él.
—Oye, Kacchan... este... —tartamudeó, tratando de encontrar las palabras correctas—. Este fin de semana hay una fiesta de Halloween que Shoto organizo... ¿te gustaría ir conmigo?
Katsuki parpadeó, y aunque su rostro trataba de no mostrar ninguna emoción, por dentro sentía un calor indescriptible.
"¿Mi Izuku quiere ir a una fiesta conmigo? ¿Sabe lo feliz que me hace escuchar eso?"
Se sintió como si le hubieran concedido su mayor deseo.
—Hmph. No suelo ir a esas cosas —replicó, tratando de sonar calmado, aunque su interior era puro caos—. Pero si insistes tanto...
Izuku sonrió, aliviado, y Katsuki sintió que su mundo se iluminaba por completo.
—¡Claro! Solo si tienes ganas. No quiero que sientas que es una obligación.
Katsuki trató de no sonreír mientras respondía.
—Dime la hora y ya. Nos vemos ahí.
Se despidieron, e Izuku se fue, dejando a Katsuki sintiéndose increíblemente feliz.
Esa noche, mientras revisaba su celular, volvio a ver la foto de perfil de Izuku en WhatsApp: una imagen llena de alegría y energía, con aquella sonrisa que siempre le derretía el corazón.
"Dios, eres tan lindo... Te amo tanto, Izuku", pensaba Katsuki, observando cada detalle de esa imagen, con la seguridad de que haría todo por tenerlo a su lado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro