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26| stupid

🍃━━━ CAPÍTULO 26 ━━━🍃
ESTÚPIDA

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          «ESTÚPIDA, ERES UNA ESTÚPIDA, RŒLE» era lo que se repetía mentalmente mientras se dirigía a toda prisa a la sala común. Pansy iba tras a ella, con unos metros separándola de la pelinegra. Un poco más atrás, Draco caminaba con las manos en los bolsillos, una pequeña sonrisa triunfadora cerniéndose en su rostro. Los que pasaban cerca de Rœle se apartaban al instante, sabiendo que, por la manera en que caminaba, sería poco probable que les cediera el paso. Era como si de la nada hubiera olvidado que había más gente en el colegio además de ella.

—¡Lee, detente, por favor! —pidió entre jadeos Parkinson, que llevaba trotando más de diez minutos ininterrumpidos. Draco comenzó a silbar al son de una melodía que solo sonaba en su cabeza.

Rœle no contestó, ni siquiera la escuchó hablar. «Estúpida, estúpida y despistada» se repetía en su mente, era una voz que le generaba molestia y la hacía sentir que en cualquier momento sacaría lo peor de sí si no se callaba. Aquella que retumbaba en sus pensamientos era su propia voz, la cosa que menos quería escuchar en ese momento. Cada vez faltaba menos para llegar a la sala común, lo sabía porque cada vez sentía un poco más de frío. ¿Es estúpido admitir que se olvidó del camino a las mazmorras y que solo se guiaba por intuición? Vamos, esos sería más fácil de aceptar que el que Ronald Weasley muy probablemente la mandara a la mismísima mierda. ¡Y pensar que veinte minutos atrás estaba en Hogsmeade disfrutando con sus amigos! El destino no quería que estuviera en paz, eso era definitivo.

Cuando se dio cuenta ya estaba entre las paredes de la sala común de Slytherin, con el verde resplandor reflejado en su cuerpo tembloroso. Jamás había experimentado algo similar; las manos le temblaban, estaba casi segura de que estaba sudando un poco, y un escalofrío se había extendido por su cuerpo. ¿Presión baja por los nervios? Probablemente.

—No puedo creer que me hayas hecho recorrer dos terrenos del colegio —suspiró Pansy, tirándose al sofá más cercano. Tomó un vaso con lo que parecía ser agua y le dio un trago, buscando reponerse.

Rœle se sentó frente a ella, con las manos sobre la cara, negando con la cabeza. «Estúpida». Pansy le dio un último sorbo a lo que sea que estuviese bebiendo y dejó el vaso en su lugar. Se cambió de lugar, acomodándose junto a su amiga. Pasó un brazo por los hombros de la misma y la acercó, recostando su cabeza en el hombro de la pelinegra. Draco entró a la sala común, todavía con esa expresión pacífica. Pansy por poco lo derritió con la mirada, haciendo que el rubio cambie su cara de tranquilidad por una de confusión.

—¿Ahora qué pasa, Pansy? —inquirió acercándose a las dos chicas.

La de ojos verdosos gruñó, señalando a Rœle como si ya fuese lo suficientemente obvio. Dicha Slytherin seguía sin estar consciente de lo que sucedía a su alrededor por estar pendiente de la tortura que se estaba llevando a cabo dentro de su cabeza. Draco arrugó el entrecejo y se sentó en un sillón de cuero, el mismo en el que Pansy estuvo segundos atrás.

—Soy una estúpida —formuló en voz alta, aunque sus palabras apenas se entendieron porque sus dedos los se le cruzaban sobre la boca, distorsionando la oración.

—No vuelvas a decir eso, Junipher —demandó Pansy en tono autoritario, sacudiendo un poco a Potter tras oírla insultarse. A pesar de todo, Rœle permaneció con su cara oculta detrás sus manos.

—Es la verdad. Se supone que debí salvarlo a él en la segunda prueba, es mi novio —dijo y Draco sintió que su ego fue levemente pisoteado—. Rita seguro hablará de eso en la siguiente edición del Profeta, y ahora Ronald me odia porque cree que lo estoy engañando —se lamentó.

—Todos están al tanto de que Rita Skeeter es una bruja víbora que solo sabe inventar chismes, y lo de... Weasley... no creo que lo haya interpretado de esa manera —dijo Pansy. Draco dejó escapar una risita burlesca que llamó la atención de Rœle. La pelinegra finalmente dejó su rostro de confusión al descubierto.

—Lo siento —se disculpó tratando de sonar lo más serio posible—, es solo que me divierte un poco que pienses que Weasley se haría tanto problema por ti.

Rœle se quedó muda.

Pansy estuvo a punto de levantarse para tomar el vaso vacío y romperlo por la cabeza del platinado.

—Piénsalo de esta forma, Lee: si le importaras, habría caminado hacia mi bramando barbaridades para darme una golpiza por estar cerca de su novia —razonó Malfoy.

Pansy apretó la mandíbula. Jamás estuvo contenta con que Rœle fuera pareja de Ron Weasley, pero ese pelirrojo siempre había logrado hacerla feliz, única razón por la cual decidió callarse y aceptar que él era, quizá, lo mejor para su amiga. Si ella pudo permanecer destilando veneno en silencio, ¿por qué Draco no podía mantener la boca cerrada unos minutos?

—¿Q-qué estás queriendo decirme?

Rœle sabía muy bien a lo que Draco se refería, pero no quería aceptarlo. No podía aceptar saber que no le importaba a Ron.

—Esa comadreja no te quiere ni valora como mereces —aclaró, haciéndose hacia adelante en el sillón.

Rœle bajó la vista al suelo.

—¿Podrías ser un poco más delicado, no, gran amigo? —dijo Pansy a Malfoy, que ignoró sus palabras.

—Eres demasiado para él, Rœle. Mándalo a la mierda.

—¡Draco!

—Yo...

—Tienes que hablar con él —Pansy la tomó del brazo. Draco volvió a fruncir el ceño.

—Por supuesto que voy a hablar con él —dijo Potter, poniéndose de pie a la par que juntaba toda la valentía posible para no desmoronarse.

—Siéntate. Estás yendo directo a cometer la peor decisión de tu vida.

Había advertido el platinado, que también se levantó de su asiento.
Pansy, imitando la acción de los dos, se acomodó el abrigo para salir de la sala común.
Draco se apresuró a llegar a la entrada para bloquearla.

—¿Qué haces? —preguntó Rœle con confusión, estaba empezando a hartarse de la actitud del ojigris.

—Salvándote de pasar vergüenza.

—No, estás tapándome el camino —intentó empujar a Draco hacia un costado, pero él puso resistencia. Rœle supo que si quería salir debería recurrir a amenazas—. Draco, eres mi mejor amigo y te adoro —las comisuras del chico se elevaron un poco—, pero si no te alejas de la puerta, tendré que tomar medidas drásticas.

La mini sonrisa se esfumó. Pansy observaba todo seis pies más atrás, a punto de morderse las uñas por los nervios.
Draco y Rœle se miraron a los ojos, gris con gris, mercurio con mercurio. Las cejas de la susodicha se curvaron hacia abajo levemente de manera inconsciente, provocando que el rubio se sienta un tanto amenazado. ¿Cómo había pasado de tener una bonita tarde en Hogsmeade con la chica que le gustaba a estar en la sala común evitando que esa misma chica estuviera a punto de romper su corazón?

Potter se cansó. Llevó su mano al bolsillo trasero del pantalón y tomó su varita, lista para apuntarla hacia Draco y asustarlo con ella. Malfoy la agarró por los hombros, haciéndola retroceder un poco, casi chocando contra Pansy.


—Te lo repito por última vez, Rœle. Eres demasiado para un idiota como él, y si no se da cuenta de lo que se pierde por celos entonces no vale la pena. Si en serio te ama, él mismo buscará la manera de que ambos puedan aclarar lo que pasó en Hogsmeade —musitó sin apartar sus ojos de los de ella.

Un nudo se formó en la garganta de la pelinegra. No quería aceptarlo que Draco tenía razón. No quería hacerlo. No quería. ¿Por qué debía ser tan terca? ¿Qué se suponía que debía hacer?










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Casi era hora de la cena. Luego de aquella "charla" con Draco, Rœle salió corriendo y se escondió en su cama. Pansy, como si ya no hubiera mostrado apoyo suficiente, se sentó junto a ella y le hizo compañía, sin quejarse por la actitud de su amiga.

—Ya falta poco para que bajemos a cenar. ¿Quieres ir o prefieres quedarte aquí? —le preguntó Parkinson.

—No lo sé —tardó en contestar—. Lo mejor sería ir contigo, pero no quiero
cruzarme a Ron.

—De ser así podrías hablarle —se encogió de hombros Pansy.

La chica Potter exhaló y se sentó en la cama.

—Estuve pensando en lo que Draco me dijo, y creo que tiene razón —hizo una mueca.

Pansy imitó su acción.

—Rœle... escúchame —sostuvo las manos de la pelinegra—, esto no me incumbe, y sé que está mal, pero tienes que saberlo.

La mestiza se estremeció.

—¿Qué?

—A Draco l-

La puerta de la habitación se abrió de golpe, revelando a una Daphne sonriente. El corazón de Rœle dio un vuelco y Pansy maldijo por lo bajo.

—Es hora de la cena. Vamos, quiero presumirle mi nueva tiara a Lisa Turpin —habló Greengrass emocionada, aplaudiendo con euforia.

—¿La chica de Ravenclaw?

—Esa misma —contestó a Rœle—. La noche anterior me dijo que mis aretes parecían de imitación, quiero escuchar lo que dirá cuando vea mi nueva adquisición —dijo retocándose el cabello frente al espejo, acomodando la tiara de plata.

—Es una bonita tiara —opinó Rœle.

Pansy se limitó a asentir, derrotada.










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—¡Mamá dijo que vale más que un cuarto de los terrenos de Hogwarts! —chilló Daphne. Las tres caminaban hacia el Gran Comedor.

Rœle resopló una risita.

—¿Y tu mamá cómo sabe eso?

—No sé, pero si ella dice que vale más que los terrenos de este calabozo, es porque así es.

Rœle giró el cuello hacia Pansy, buscando conectar su mirada con la de ella a modo de burla, pero se encontró con la sorpresa de que Parkinson estaba distraída, viendo hacia el frente.

—Si chocas contra alguien y después quiere golpearte, no te voy a defender —bromeó.

Pansy no dijo nada.

Daphne chasqueó la lengua.

—Déjala, seguro se saturó por tanta cerveza de mantequilla —la rubia le restó importancia.

Llegaron al Gran Comedor, Rœle se sintió increíblemente incómoda por unos segundos hasta que se sentó en la mesa de Slytherin, junto a Draco. El rubio la saludó con un movimiento de cabeza, cerciorándose de que estuviera bien. Pansy optó por sentarse a la derecha de Malfoy, Daphne tomó asiento en frente, volviendo a acomodarse la tiara.

—¿Tienes algo en mente? —le preguntó Draco a la pelinegra a su izquierda.

—No.

—Entonces lo elegiré por ti. Veamos, ¿algo de spagetti con salsa roja, quizá?

—Sabes que odio la salsa roja. Odio todo lo que sea rojo —gruñó, hablando sin pensar. En parte era cierto; odiaba el color rojo porque representativo de la casa Gryffindor (le gustaba hacerle la contra a su hermano) y porque le recordaba a la sangre. Pero no pensó en que diciendo aquello estaría casi admitiendo que también odiaba el cabello de los Weasley.

Draco esbozó otra sonrisa, tomando la salsera de salsa blanca para vertirla sobre el plato con spagetti. Pansy lo miró de reojo y negó con la cabeza. Parecía que él era el único que no se daba cuenta de que en parte estaba disfrutando de la desgracia de Rœle.

—¿Todo bien, chica antisistema?

La Potter pelinegra miró hacia su izquierda, encontrándose con la amable sonrisa de Jonas. Ella le devolvió el gesto.

—Jonas, ¿dónde te habías metido?

—¿A qué te refieres? Siempre estuve cerca de ti, si no te diste cuenta es otra cosa —dijo el búlgaro.

La ojigris rió.

—No me habías dicho que eras ninja.

—Bueno, llevamos diez segundos charlando y aún no me dijiste porque dejaste de hablarme.

Rœle hizo un pequeño mohín.

—Perdón, Jonas. He estado teniendo algunos problemas últimamente...

—¿Quieres hablar de eso?

—Realmente no. Ya me es suficiente con tener a Gryffindor a una mesa de la nuestra —dijo señalando con la cabeza a los de corbata roja.

—Oh... Tiene que ver con tu novio, supongo —dedujo Jonas, usando su marcado acento.

—Y además de ninja eres intuitivo —rió—. ¿Alguna otra sorpresa, señor Tiedemann?

—Las descubrirás por ti misma, si te quedas cerca mío, por supuesto.

«¿Otro más a la lista de los amores de Rœle Potter?» Ella no quería que más gente se entrometiera, ya tenía suficiente con saber que muy probablemente Rita estaba dispuesta a crear un nuevo revuelo a partir de la vida amorosa de una adolescente.

—Me encantaría —aceptó, yendo en contra de sus pensamientos.

Desde la mesa de Gryffindor, con los ojos rojizos de tanto llorar y las cejas levemente curvadas hacia arriba, Ronald Weasley observaba a su novia hablar con un búlgaro contra el que, según él, no tenía oportunidad.

Era oficial.

Quizá la relación de Rœle Junipher Potter y Ronald Bilius Weasley ya no tenía futuro, solo faltaba que ellos se dieran cuenta.
















━━━AUTHOR'S NOTE: No saben lo que me dolió escribir esto. Amo la pareja que hacen Ron y Rœle, pero el fic también es de Draco y quiero comenzar a profundizar la relación de los dos, empezando con un flashback que voy a publicar al final de este acto. Anyways, ojalá les este gustando el rumbo de la historia c:

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