22| sibling's time (+draco and pansy?)
🍃━━━ CAPÍTULO 22 ━━━🍃
TIEMPO DE HERMANOS (+¿DRACO Y PANSY?)
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ERAN POCO MÁS DE LAS SEIS Y MEDIA. Había oscurecido hacía ya un rato y la mayoría de los estudiantes estaban en su respectiva sala común o vagando por los pasillos en grupo.
Rœle, en cambio, se hallaba sentada en el borde cama de Ronald, con las piernas cruzadas, las manos apoyadas en su regazo y el mentón elevado, tratando de imitar una pose lo más refinada posible.
Frente a ella, sentado en su cama, Harry deslizaba una pluma sobre uno de los pergaminos vacíos que Neville dejó olvidado sobre su cama (se disculparía con él más tarde).
La habitación estaba vacía, por lo que los Potter tenían el espacio para ellos dos.
Harry dio un vistazo rápido a su hermana, achicando los ojos exageradamente para luego regresar a lo que hacía. Rœle suspiró. Estuvo en esa posición durante los últimos veinte minutos y su cuello ya estaba comenzando a dolerle.
—¿Cuánto te falta? —preguntó al azabache.
—Estoy en los detalles finales, no te muevas o tendré que comenzar de nuevo —avisó sin mirarla.
—Con lo que te estás tardando espero que ese dibujo sea bueno.
—Oooh, lo es —dijo Harry.
Rœle lo miró con desconfianza.
—Y... ¡listo! —exclamó, alejando la pluma del pergamino, esbozando una sonrisa de satisfacción al ver con detenimiento el dibujo que creó.
—¿Ya puedo verlo? —pidió la Slytherin, moviendo su cuello de un lado a otro con cuidado para descontracturarlo.
Harry asintió. Rœle se sentó junto a él, tomando el pergamino y extendiéndolo para admirar de cerca el trabajo de su mellizo.
La pelinegra asintió, bastante impresionada del resultado.
—Bueno, Da Vinci no tiene nada qué envidiar, pero tu "arte" es bueno.
—Ja, ja —el de túnica desarreglada entrecerró los ojos, alejando el pergamino de Rœle.
—¿Qué quieres hacer ahora? —preguntó la de ojos grisáceos, volviendo a sentarse en la cama de su novio.
Harry se encogió de hombros.
—Llorar porque defenestaste mi talento, pero también tengo ganas de caminar —contestó.
—Caminemos entonces —tomó la mano del chico y la entrelazó con la suya. Salieron de la habitación entre risas, habían extrañado pasar tiempo juntos.
Bajaron las escaleras hacia la sala común, que estaba más llena que de costumbre. Los presentes dejaron de hablar entre sí y posaron sus miradas en los Potter, que no parecían estar conscientes de lo que sucedía.
Los miembros de Gryffindor habían normalizado que Rœle estuviera merodeando por "sus dominios" casi todos los días, pero no creyeron llegar a verla nuevamente, no después de que la noticia de que ella y su hermano pelearon se difundiera por todo el colegio.
—¿Por qué todos nos miran? —habló entredientes.
—No tengo idea —murmuró Harry, quien mantuvo la vista gacha hasta que salieron de la sala.
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Un libro impactó contra la cara de Draco. El rubio se sobresaltó exageradamente, hundiéndose en el sillón donde se encontraba sentado.
Se giró hacia todos lados, buscando el obejtl que lo golpeó. En cuanto el libro tirado a un costado, se levantó furioso de su asiento para tomarlo, girando sobre sus talones en dirección a la escalera.
—¿¡Fuíste tú!? —señaló a Pansy Parkinson con el pesado libro que usó para lastimarlo.
La ojiverde de pie al final de las escaleras asintió. Descendió los escalones restantes, cruzada de brazos, bajo la furiosa mirada de su amigo.
—Sí —volvió a afirmar—. ¿Algún problema con eso?
—Eeeh... ¡sí! —exclamó Malfoy, lanzando el libro donde antes estaba sentado. Pansy rió hacia sus adentros.
—Eres un llorón.
—Disculpa, pero no me gusta cuando me arrojan cosas directo a la cara mientras estoy pensando.
Pansy arrugó el entrecejo.
—¿Es acaso un milagro? ¿Desde cuando piensas?
La mirada de Draco hacia ella empeoró. Parkinson se tapó la boca con las manos para ahogar otra risita. A veces olvidaba lo fácil que era ofender a ese sangrepura.
—Estás muy nociva hoy, Pansy.
—Y tú amanecesite muy maricón.
Draco suspiró pesadamente, nada predispuesto a seguirle el juego a la ojiverde.
—Ve al grano, Pans. ¿Qué quieres?
—Acompañame al Lago Negro.
El rubio hizo un gesto de confusión.
—¿No ibas a ir con Rœle? Ah no, espera. Creí que me habías dicho que iban a estar leyendo revista de moda toda la tarde.
—Pues así era —rodó los ojos, acercándose más al chico—, pero digamos que ella y su hermano resolvieron sus problemas y ahor-
—¿Problemas? ¿Cuáles problemas?
—Rœle y Harry habían discutido. No se hablaron en días —resumió Parkinson.
—Yo no tenía idea.
—No te lo dijo nunca...
—No...
Draco bajó la vista al suelo, enfrascándose totalmente en sus zapatos. Pansy apretó los labios. Un silencio incómodo se cernió sobre ambos.
Ella jamás le dijo nada.
Absolutamente nada.
Decir que se sentía abrumado era poco. Rœle era su amiga, sabía que podía confiar en él, y nunca se enteró de que tuvo problemas con «ese chico idiota».
Pansy, por su parte, se pasó una mano por el cabello, acomodándolo mientras esperaba alguna otra reacción por parte de Draco. Lucía anonadado.
—Quizá no te lo dijo para no preocuparte.
El platinado negó con la cabeza antes las palabras de Pansy.
—¿Cuántos más lo saben?
—No lo sé.
—¿Hace cuánto lo sabes tú?
—Desde el primer día.
—¿Por qué nunca me dijiste algo?
La última pregunta la formuló con una pizca de ira en su voz, razón por la cual su amiga consideró alejarse un poco de él.
—No era asunto mío.
—¿Y cómo se enteraron todos, eh? Tampoco era asunto suyo —espetó molesto, señalando la salida de la sala común en referencia al resto del colegio—. Maldita sea, Pansy. Se supone que eres mi amiga.
La de hebras oscuras estaba tratando de hacer un esfuerzo para no explotar en cólera.
—Soy tu amiga —confirmó—, pero también soy amiga de Rœle. No le conté nada a nadie, así como tampoco le conté que estás enamorado de ella desde segundo año. No tienes manera de reclamarme algo, Lucius —musitó con seriedad, viéndolo a los ojos.
Draco se estremeció, apartando la mirada y posándola en la chimenea.
—No quiero discutir contigo. No vine para eso.
Draco bufó.
—¿Entonces? —hizo un movimiento de exasperación con los brazos.
—Ya te lo dije, idiota. Acompáñame al Lago Negro, estoy aburrida.
—Ve con Crabbe... sí, pregúntale a Crabbe si quiere ir —sugirió el rubio.
—No quiero con él.
—Pídeselo a Daphne entonces. De seguro las dos víboras van a pasarla bien. Adiós —se dispuso a abandonar la habitación, pero entonces Pansy lo tomó del cuello de la camisa del uniforme, haciéndolo girar y regresar a su posición inicial.
—Escúchame, eres mi amigo, te quiero y te soporto. No quiero que te enojes conmigo.
—Tarde, bruja.
Pansy alzó las cejas ante ese ¿insulto?
—Como sea, me largo —nuevamente quiso irse, pero su amiga desde la infancia volvió a evitarlo.
Parkinson, todavía tomándolo del cuello de la camisa, lo acercó un poco a su cara.
—Me vas a acompañar al Lago Negro, comeremos las manzanas ácidas que tanto te gustan y me pedirás perdón —ennumeró el panorama de la tarde-noche que tenía prevista. Draco se zafó de su agarre.
—¿Pedirte perdón? Pansy, literalmente, fuiste tú la que me aventó un libro de... —sus ojos se abrieron con horror— ¿¡ASTROLOGÍA AVANZADA!? —exclamó leyendo el título.
—Exagerado... —murmuró ella.
—¡ME ARROJASTE UNA BIBLIA!
—Oh, ahora también eres comediante.
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Pansy lanzó otra carcajada. Draco refunfuñó y volvió a arreglarse el cabello, tapando el moretón que dejó el libro que la chica a su lado le tiró por la cabeza.
—Maldita seas siete veces, Parkinson.
—Ya estoy cumpliendo mi condena al estar gastando mi tiempo contigo.
—Dice la que me obligó a acompañarla al Lago Negro —ironizó Malfoy para después darle una mordida a su manzana.
Caminaron un poco más, sincronizadamente. De un momento a otro, Pansy se giró, comenzando a caminar de espaldas mientras veía a Draco con una sonrisa juguetona.
—Oye, en serio, podrías ser comediante.
—Que no te oiga mi padre —habló entre leves risas.
—Uh, podría enviarle una lechuza diciéndole que piensas abandonar el colegio para volverte político en el mundo muggle —bromeó.
Draco la miró divertido y ambos comenzaron a reír.
Fue como si de pronto hubiera olvidado el mal momento que vivió un rato atrás, pero entonces sintió algo extraño. Un mal sabor de boca, algo que le provocaba punzadas en el estómago. Como si pensaran igual, Draco y Pansy se miraron, sin decir una sola palabra, y dirigieron su atención hacia donde provenían ciertas risas. El platinado sintió un cosquilleo extraño, pues una de esas risas le parecía extremadamente familiar.
Se trataba de los Potter. Ambos se encontraban recostados en la hierba fría, bajo uno de los tantos árboles, hablando de algo que, por la distancia, ninguno de los dos Slytherin pudo escuchar.
Pansy tenía el ceño fruncido. ¿No se suponía que Rœle iría con Harry para que intentara dibularla y después regresaría para terminar de leer revistas y hacer las tareas juntas?
Draco tensó la mandíbula.
Aquello no le agradaba. Definitivamente no le agradaba.
Apartado hecho originalmente el 27 de agosto de 2019 (buenos tiempos ahre)
━━━AUTHOR'S NOTE: les re corté el maratón perdón xd. no me estoy sintiendo del todo bien, y por eso comencé a escribir y actualizar seguido, bc es una de las pocas cosas que me distrae aunque sea un rato.
anyways, ya no los deprimo más uwu
Maratón 4/5
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