las primeras tres semanas habían pasado volando, empezaba con el aburrido lunes, en un abrir y cerrar de ojos ya era viernes y el fin de semana entraba en hibernación.
así durante tres semanas, ¿el baile? pues por ahora todo eran puras clases con ejercicios, sólo eso, calentamientos y luego algunos ejercicios más fuertes. hubieron clases en las que tuvieron que correr (lo que acabó con nuestro félix) odiaba correr, porque sus cuádriceps empezaban a doler como el infierno y en su mente trataba de no pensar en eso, seguir adelante, por lo que a veces terminaba cantando para sí.
también lo detestaba porque al terminar le costaba respirar y estaba muy rojo y sudado. odiaba ejercicios de piernas, porque los necesitaba, al tener las piernas gorditas le costaba subirlas, por lo que tenía que usar pesas en los tobillos y realizar muchos ejercicios. algo que pocos sabían es que tenía el arco del dolor muy bajo, lo que significa que los ejercicios le dolían por lo menos el doble que al resto. pero a nadie le importaba ese detalle por lo que nunca decía nada.
así llegó a la cuarta y última semana de noviembre, esperen, ¿sólo un mes para la presentación? mierda.
felix iba como de costumbre caminando hacia sus clases, pero esta vez no iba solo, iba con minho.
era un chico dos años mayor, estaba en la misma clase que él. ee habían conocido debido a que tenían que hacer un ejercicio en parejas, felix al no conocer a nadie se quedó solo. minho al también estar solo se le acercó al pelinaranja.
— quisieras que fuéramos juntos? — preguntó sin mucho ánimo, prefería ir solo.
— claro. — respondió felix, feliz de que halla tenido que reunir el valor de acercarse a un desconocido.
a minho no le gustaba trabajar con nuevos, por el simple hecho de que tendría que pasar un buen tiempo explicándole que debía de hacer, pero se llevó una gran sorpresa al ver que su pequeño compañero captó y realizó casi a la perfección el movimiento. entre susurros y risas silenciosas la clase pasó rápida y al salir decidieron pasar por un pequeño café que quedaba de camino a una estación de autobuses.
antre tantos datos aleatorios, felix descubrió que a minho le gustaba que le dieran lee know, pues en la clase — sin exagerar — habían alrededor de 6 chicos con ese nombre. felix como es... felix decidió que le llamaría lino. también descubrió que era estudiante avanzado y que ya era solista. intercambiaron números y lino prometió ayudar a felix con cualquier cosa que necesitara.
eso había sido hace ya una semana.
un fuerte golpe con junto con un dolor en la frente y la particular y tierna risa de su acompañante sacaron a felix de sus pensamientos. se había golpeado con un poste.
— gracias por preocuparte — dijo mientras sobaba el área golpeada.
— ay, estás bien? — respondió acercándose.
— pues la ver–
dejó de hablar al notar como se acercaba era al poste y lo palpaba mientras decía "estás bien? Te abollaste?". el pelinaranja golpeó al mayor en el hombro sacándole unas cuantas risas, contagiando al otro de estas.
sin más entraron al edificio, subieron el elevador y entraron a sus clases.
cuando hubieron terminado felix se quedó, necesitaba practicar algunas giros que aún no le salían bien.
se preparó para dar el giro, tomando impulso con sus brazos, subiendo el pié derecho a la posición correcta y cerrando los brazos empezó a girar, movía la cabeza para agregar velocidad y no marearse, demasiada velocidad y un tobillo flojo fueron los causantes de que felix se cayera al frío suelo de madera. no me pregunten, porque ni felix sabía cómo había logrado golpearse en el tobillo.
sorprendentemente en ese preciso instante se abrió la puerta dejando ver a un alto sujeto vestido en su totalidad de negro, con un sombrero y un tapabocas del mismo color que impedía visualizar por completo su cara.
— estás bien? — dijo en casi un grito mientras se acercaba al ahora sonrojado Felix.
— s-si sólo me caí — respondió.
el chico lo ayudó a levantarse y a tomar sus cosas. también fue él quien cerró la puerta, el dolor en el tobillo no era tanto, era tolerable almenos. lo más probable es que al llegar a su casa luego de cenar y tomar una ducha se tomaría una pastilla y vendería su tobillo.
el chico le ofreció llevarlo a su casa en su motocicleta, no totalmente confiado aceptó.
llegaron a su casa y al felix bajarse y agradecerle por todo, recordó que ni siquiera sabía cómo se llamaba el chico.
— por cierto, ¿cuál era tu nombre?.
━━━━━━mean dancer━━━━━━━
buenas, no me quemen ahre
literal esto son anécdotas del ballet, pronto vendrá lo triste.
Jeje
por cierto felix navidad
fracaso tratando de ser aesthetic yoro
━━ Drea
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