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Seokjin.
¿Cuándo descubrí que era lo que me gustaba?
¿Quién era yo antes de ser un Host?
Cuando tenia doce años empecé a ver programas de cocina, era una especie de pasatiempo, siempre que terminaba mis deberes, me encantaba sentarme con mi madre para ver el mismo programa sobre comida. Incluso la ayudaba a preparar la cena, me encantaban esas tardes, donde siempre estábamos juntos y podría estar tranquilo.
Pero eso no podía durar, pues un mes antes de mi cumpleaños número catorce, un borracho atropello a mi madre mientras esta venia de las compras, yo la estaba esperando con ansias para poder hacer una receta que ambos habíamos visto un día anterior. Pero ella nunca llego, mi padre me dio la noticia, diciendo que ahora estaríamos solo los dos.
Tras la muerte de mi madre, el cambio mucho, se hacia cada vez mas malhumorado, diciendo que mis actitudes no eran las de un hombre, que la cocina siempre fue de las mujeres pero que el tenia la culpa por dejarme siempre estar metido en las faldas de mi madre, me hizo un llorón, un maricon y bueno para nada.
Tiro todos mis libros de cocina que tenia con mamá, además de que solo pedíamos comida a domicilio, no me dejaba meterme para nada a la cocina, tanto que contrato una mujer para que ayudara con las labores del hogar, obligándome a meterme a clases de boxeo, para asi volverme un hombre de verdad.
En el edificio donde iba a las clases de boxeo, también daban un taller de cocina, que era justo antes. Por lo que tome los dos, mi padre creía que duraba tres horas en el gimnasio pero unan de esas horas era para la clase de cocina.
Poco a poco acomode de nuevo mi vida, retome algo que me gustaba y estaba en paz con mi padre.
Cuando inicie la preparatoria, mis clases de cocina fueron cada vez más profesionales y seguía cuidando mi físico, mis hombros se hicieron más anchos y cuerpo estaba marcado teniendo una apariencia bastante atractiva.
—Buenos días.
Mire a una chica en la cocina, mi padre entro detrás de mi.
—Ella es Yeun, es quien vendrá a cocinar apartir de ahora.
—¿Y la señora Dong?
—Ella ya era muy vieja, la comida le quedaba salda últimamente.
—Pero tiene años con nosotros.
—Siempre agarrándose a las faldas de una mujer, si sigues así, mejor consigue una novia.
—Le gustara mi comida Joven Kim.
La chica se me acerco entregándome el plato, me dio una sonrisa de lado, mientras me mirada de arriba abajo.
Gracias a ella descubrí mi segunda pasión y mi más grande adicción…
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