Siempre el mismo lugar.
El mismo pasillo letárgico.
Todo pasando en cámara lenta para mí.

Voy rumbo a mi casa.
Me gusta cuando el cielo esta opaco, pues puedo observar algunas cosas con mayor claridad, por irónico o ridículo que parezca.

He llegado a casa, y subo directo a mi habitación, me siento junto a la ventana.
Y lo veo pasar, como quisiera que me notara, aunque hayamos chocado en el pasillo, me es extraño.
Además jamas pensé que sabría mi nombre.
Pero ese simple hecho me hizo sentir feliz y emocionado.
Quiero que me vea, pero no se como acercarme.
Él no tartamudea como lo hago yo, cuando se me acerca.
Siento esas famosas mariposas en el estómago.
Veo su sonrisa y pienso que es muy bonita, quisiera que sonriera cuando me ve...

Voltea su mirada.
Y observa algún punto en específico, como siempre.
Y sus amigos vuelven a llamar su atención, se divierte con ellos.

Sonrió al ver que es feliz...
Y desearía ser notable para él...