Estaba un niño rubio pequeño corriendo por el extenso pasillo del palacio jalando del brazo a un azabache que iba mirando a los lados preocupado, pues ambos se estaban escapando de sus tareas como príncipes, futuros reyes de Asgard.

-Thor, regresemos, que padre nos va regañar sino volvemos-suplicaba demasiado preocupado.

-Tranquilo hermano, te voy a llevar a un lugar muy especial-confesó este con una sonrisa.

Loki quedó embelesado con aquella mirada azul y esa hermosa sonrisa.

-E-e-esta bi-bien-contestó sonrojado y bajando la mirada.

Siguieron corriendo hasta llegar a la sala del trono se escondieron en uno de los pilares que conecta con el ala oeste en el que acababan de salir, Thor se asomó para observar que habían guardias resguardaban la entrada del palacio de oro.

Ambos sin saber que hacer se quedaron un rato pensando, volvieron a esconderse para evitar ser sorprendidos en medio de su escapada.

-¿Qué hacemos Loki?-susurró asustado.

-Hay que regresar, hermano, no tenemos de otra-respondió Loki ansioso.

-Pero quiero mostrarte ese lugar.

Loki quedó pensando un momento y se mordió el labio al saber que había una posibilidad que no estaba dispuesto a arriesgarse a él y a su hermano.

-Si pensaste en algo hazlo,-mencionó el rubio serio-quiero llevarte ahí para que sea nuestro secreto-habló.

-¿Nuestro secreto?-preguntó Loki sonrojado y con ganas de sonreír.

-Sí, nuestro, sólo nuestro y de nadie más-confirmó él con una sonrisa.

Así Loki sonrió, cerró sus ojos y empezó a mover sus manos de la que salieron estelas verdes alrededor en la que recitó unas cuantas palabras. Se levantó de su lugar dispuesto a caminar delante de los guardias pero fue retenido por su hermano que lo miró con angustia.

"No vayas, ¿qué pasará si te atrapan?"

"Tranquilo, voy a estar bien"

Con ese pequeño intercambio de miradas Thor lo soltó y dejó ir a Loki. Solo posiblemente a enfrentar a los guardias y a la furia de Odín sobre su pequeños ser.

Thor sólo lo dejó a su suerte.

Loki caminó enfrente de ellos y al ver que no lo vieron sonrío con júbilo, regresó corriendo hacia el de ojos azules emocionado. Hizo lo mismo con las manos sobre su hermano y, ambos agarrados de la mano, salieron del castillo sin enfrentar nada.

Corrieron juntos así hasta que el rubio tomó la delantera y guió al azabache al bosque de Asgard, Loki lo observó confundido pero dejó su confianza en manos de su hermano. Como siempre lo ha hecho.

Llegaron a un gran árbol y ahí fue que de ojos verdes se sorprendió.

Estaban en el famoso árbol de la que salían las manzanas doradas de Iðunn que iban a comer cuando envejecieran. Ambos treparon el árbol hasta que Thor paró en una de las ramas evitando el paso a Loki quien curioso quería saber por qué.

Hasta que lo vio en las manos su hermano ofreciéndole aquél fruto.

-Toma hermano, se que has querido probar una de estas-mueve la manzana en su dirección.

-Eso no será posible-comentó este sorprendido y asustado-¿qué haremos si nos descubren?-preguntó preocupado.

-Nadie se enterara,-rueda los ojos-es nuestro secreto ¿recuerdas?-toma otra manzana para él y la muerde.

Loki toma la manzana con delicadeza y la examina, es dorada que puede ver su reflejo como dicen los libros y los demás dioses. Dio la primera mordida y se deleitó con el sabor que empezó a comerla completamente.

Gracias a Thor probó el sabor de la inmortalidad.

Al terminar, regresaron al castillo caminando sin ninguna prisa. Loki usó su hechizo para que nadie los viera y volvieron al jardín del palacio a acostarse agotados. Luego fueron encontrados por madre quien preocupada les preguntaba en donde se habían metido.

Cómplices, Loki fue el que mintió sobre su aventura aunque él fue quien tomó la culpa y recibió un regaño de su padre salvando a Thor como siempre.