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Sin Oportunidad

Minutos después.

Después de sentir la presencia de otro dios cerca de su diosa, apresuró su paso, aunque su camino se vio obstaculizado por algunos soldados que le impedían pasar al templo mayor.

Milo: por favor háganse aun lado o no me haré responsable si les hago algún daño - aseguró.

Soldado: lo sentimos mucho joven Milo, pero la señorita fue bastante especifica al decir que no quería que nadie, incluso ustedes como caballeros dorados entraran a este lugar - aseguró.

Milo: bien... entonces será a la mala - susurró - restricción - dijo y antes de que los soldados pudieran dar un paso al frente, sintieron que quedaron completamente inmovilizados, por lo cual sin que pudieran hacer algo vieron cómo él caballero paso rápidamente al templo.

Aunque al abrir la puerta, grande fue su sorpresa el enorme cosmos de su diosa, el cuál lo obligo a arrodillarse, preocupado por esto levantó la vista, únicamente para ver frente a él a Ganimedes quien estaba en la misma condición que él, Athena los obligaba a estar de rodillas ante ella. Al ver su rostro se dio cuenta de que la joven parecía estar fuera de sí, por lo cual habló.

Milo: Señorita... ¿Que esta pasando? - preguntó haciendo que la joven lo viera, por lo cual rápidamente su cosmos se apaciguo, permitiendole a su caballero moverse.

Milo por su parte rápidamente se puso de pie y corrió hasta Ganimedes, para después preguntar.

Milo: ¿Que paso? ¿Que estas haciendo aquí? - preguntó mientras ayudo al rubio a ponerse de pie, él mayor únicamente le dijo.

Ganimedes: ¿por qué no mejor se lo preguntas a ella? - preguntó mientras veía cómo la chica de forma sería lo veía.

Milo: ¿todo esta bien señorita? - preguntó.

Saori: Milo... se supone que ninguno de ustedes debía estar aquí, fui bastante clara con mi orden a los soldados ¿Cómo entraste? - preguntó molesta, cosa que hizo a Milo asustarse un poco, únicamente bajo la cabeza y se arrodillo.

Milo: lamento mucho haber desobedecido su orden, pero me preocupaba mucho la presencia de ese otro dios - aseguró.

Ganimedes: ¿Otro dios? Así que vas enserió con lo de obligarme a regresar ¿no? - preguntó.

Milo: ¿Que? - preguntó.

Saori: yo no e llamado a nadie, lo que no quiero es que alguien se entere que estas aquí y pueda ir con mi padre a decirle todo... únicamente vas a lograr que lo asesinen en el sentido literal de la palabra - aseguró.

Milo: ¿alguien va a explicarme que sucede aquí? - preguntó confundido - ¿Cómo que lo enviara de nuevo al olimpo? Señorita, usted prometio que lo iba a ayudar - aseguró mientras veía cómo su diosa suspiró.

Ganimedes: se supone que si, pero ya sabes cómo son las hijas del dios todo poderoso Zeus - hablo.

Saori: ¡ya fue suficiente! Guarda silencio - ordenó seria - Milo, se lo que prometí, lo tengo presente y es por lo mismo que esto no es simple, hay muchas cosas de por medio que van a desatar algo muy malo en este lugar si sigo permitiendo que se quede aquí - explico mientras tomaba una de las manos de su caballero, él cuál lo veía preocupado y triste.

Ganimedes: eso no es así, Bueno si a esas vamos también jugare yo, ¿por qué no le explicas su secreto? No se tú pero si lo sabe todo desde un principio podrá defenderse perfectamente él solo - aseguró - Athena no siempre vas a poder hacer algo para evitar lo inevitable, en algún momento el va a recordar todo y sabrá la verdad - aseguró.

Milo: ¿Que es lo que están diciendo? - preguntó confundido.

Saori: mientras eso no pase seguira así, ya no le des más vueltas al asunto por favor y solo vete antes de que pierda la paciencia y tome una medida más severa - ordenó mientras lo amenazaba con Nike que había comenzado a brillar en su mano, aunque se calmo un poco después ver cómo su caballero rápidamente se puso en medio de ambos.

Milo: por favor basta ¿que paso? Ustedes estaban bien hace algunos días - aseguró angustiado - señorita por favor... no lo obligue a volver a ese infierno - suplicó.

Saori: Milo... hay tanto que tú debes saber... se que tú ves que eso es malo, pero créeme es la mejor opción para él - aseguró.

Milo: Señorita, usted más que nadie sabe que lo tienen ahí en contra de su voluntad - aseguró.

Xx: Athena, ya basta de ser gentil por favor, jamás te tomará enserió así, por una vez en tú vida muestra tú autoridad con tus caballeros o seguirán cuestionando tus decisiones - dijo la voz de una mujer.

Saori: esa voz... - susurró preocupada, para después ver cómo una mujer de cabellos plateados se presentó con un báculo lunar en su mano, Milo rápidamente se puso frente a Athena listo para atacar - Milo de rodillas - ordenó haciendo que el más joven se arrodillara, para después verla de forma confundida - ¿Que estas haciendo aquí Calisto? - preguntó mientras veía cómo la mujer se arrodillo frente a ella.

Calisto: mi señora Artemisa, se encuentra bastante preocupada por usted, así que para ayudarles a las dos, vine a hacerme cargo del asunto personalmente - dijo mientras la peli lila seria la veía.

Saori: ¿Artemisa está al tanto de esto? - preguntó.

Calisto: cómo dije, me preocupa mi señora, así que no, no está al tanto - aseguró mientras la más joven suspiró.

Milo confundido por esto se giro a ver a Ganimedes, él cual se veía asustado ante la presencia de aquella mujer, por lo cual intento moverse sin éxito alguno, Athena no se lo permitía ¿por qué? ¿Por que estaba tan preocupada por la presencia de esa mujer?

Calisto: si me lo permite, me lo llevare de vuelta al olimpo para que usted no tenga más problemas - aseguró.

Milo: Señorita No... - pidió.

Calisto: tú diosa no te dio el permiso de hablar caballero de escorpio, así que te sugiero que guardes silencio y acates órdenes, calladitos ustedes se ven más bonitos sabias? - pregunto mientras el joven molestó la veía, aunque el báculo de su diosa se puso frente a él.

Saori: agradezco mucho la oferta pero creo que me encargare yo personalmente, no quisiera molestar a la mano derecha de mi hermana mayor, aunque... te agradecería llevarle mis saludos - pidió.

Calisto: tan modesta cómo siempre Athena, pero no es ninguna molestia - aseguró - ven aquí Ganimedes, será mejor que cooperes y consideraré no decirle al señor Apolo la falta de respeto tan agresiva hacia Athena - aseguró sería mientras el otro serio la veía.

Milo: Señorita... - llamo una vez más, mientras veía cómo la peli lila lo veía de forma triste.

Calisto: deja de pedir que defienda lo indefendible niño, créeme, no querrás saber el secreto que aquí se oculta además de saber que este unicamente sirve para dar problemas y para coger verdad Ganimedes - aseguró.

Milo: ¿de que hablas? - preguntó.

Calisto: esa información no me corresponde a mi dártela, lo siento - dijo mientras Milo veía todo confundido.

Continuará...

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