Siguiendo con Mystoria.

Al escuchar el templo en completo silencio, se preocupo de inmediato.

Mystoria: algo anda mal... - susurró para después ingresar - ¡¿Écarlate?! - llamo mientras ingresaba, camino hasta la habitación privada del templo donde vio a su esposo salir de la habitación, pareciese que hubiera estado durmiendo.

Écarlate: ¿Que ocurre Mystoria? - preguntó mientras se acercaba.

Mystoria: ¿Écarlate desde hace cuanto estas aquí? ¿Dónde esta Milo? - preguntó mientras el pelirrojo confundido preguntó.

Écarlate: ¿no está contigo? Terminamos de entrenar hace mucho - reveló él pelirrojo mientras Mystoria alarmado lo vio.

Mystoria: ¿Que? Milo no a llegado conmigo desde que salio - aseguró.

Écarlate: ve a buscarlo al templo del patriarca, yo iré a preguntarle a nuestros compañeros de las demás casas - aseguró mientras Mystoria comenzó a seguirlo - ¿Que haces?

Mystoria: en el templo del patriarca no está, Milo ni siquiera se a pasado por el templo de Acuario estuve prácticamente todo el día en la sala como para no haberme dado cuenta así que lo buscaremos los dos - dijo serio mientras el pelirrojo suspiró, para después seguir caminando junto a su esposo.

Mientras tanto.

Con Milo.

El pequeño lo había llevado a un templo que si bien se encontraba deshabitado, pertenecía al santuario de Athena, por lo cual también se cuidaba y estaba en perfectas condiciones.

Milo: llegamos - aviso al chico que vio el lugar.

Ganimedes: wao... que lindo templo - dijo sonriendo.

Milo: nadie además de las doncellas que se encargan de la limpieza vienen, así que estarás a salvo, siempre y cuando no intentes llamar la atención - aviso mientras el chico únicamente lo seguía.

Ganimedes: tranquilo, no es como si vaya a estar revelando mi identidad a todo el que vea, lo que quiero es esconderme de Zeus - aseguró sonriendo mientras veía como el pequeño tomaba una de las antorchas de afuera y comenzó a encender las que estaban adentro del templo.

Milo: por cierto, ¿puedo saber por que vino a esconderse a este santuario? - preguntó.

Ganimedes: cuando Athena renace lo hace siendo completamente humana, asi que sus recuerdos como la diosa mitológica que es no vienen con ella hasta que alcanza una edad adulta, así que se me ocurrió venir ahora que esta próxima a nacer, tenía planeado pedirle protección una vez sea una niña para que me ayude, así cuando sea una adulta no se negara a seguir cuidándome, ya que Zeus no se mete en el terreno de su hija favorita - comento.

Milo: vaya... lo que tienes de lindo lo tienes de inteligente, buena idea - aseguró mientras veía al chico ver todo.

Ganimedes: ¿Que me dices de ti niño? ¿Cómo te llamas? ¿que edad tienes? ¿quienes son tus padres? ¿Por qué armadura compites? Aunque estoy seguro que con ese gran corazón que tienes la armadura te aceptara cuando sea el momento - aseguró sonriendo.

Milo: mi nombre es Milo, estoy próximo a cumplir ocho años y mis padres son algunos de los antiguos caballeros dorados de la generación anterior que la señorita Athena dejó vivir para reconstruir el Santuario y mi constelación es escorpio - respondió el pequeño.

Ganimedes: oh... ¿así que Athena sigue con esa tradición suya? Jeje, es gracioso pensar que ustedes siempre son descendientes de la generación anterior a ustedes y así... - dijo el chico sonriendo.

Milo: lo que ocurre es que las armaduras tienden a ser un poco celosas con otras personas - aseguró mientras el muchacho río.

Ganimedes: entiendo... - susurró - ¿conoces al aspirante a ganar la armadura de mi constelación? - preguntó.

Milo: lo vi, pero aun no lo conozco, escorpio lo encontró junto a la armadura de acuario hace unos días.

Ganimedes: Si, me enteré que la armadura se había perdido después de que uno de los antiguos portadores se la había llevado, pero... ¿por que los habrá abandonado en primer lugar? - preguntó mientras Milo lo volteo a ver.

Milo: ¿abandono? - preguntó.

Ganimedes: Si, veras la mamá de ese niño esta mucho más cerca de lo que crees... pero es una pena lo que paso con el padre...espero que el caballero de escorpio que aun esta aquí y tú tengan cuidado, no quisiera que sufrieran ese mismo destino - aseguró mientras Milo únicamente suspiró, para después dirigir su vista al cielo, viendo la oscuridad de la noche, recordando que eso fue lo último que vio después de caer inconsiente al llegar a ese lugar.

Tan concentrado estaba que le fue sorpresa sentir como el chico lo abrazó por la espalda y se sentó en el suelo, con el en su regazo.

Milo: ¿Que haces? - preguntó confundido.

Ganimedes: lo siento no lo puedo evitar, eres tan lindo... - aseguró mientras lo abrazaba.

Milo: bueno... si tú lo dices - hablo sin mucho interés.

Ganimedes: jeje, créeme, cuando crezcas te convertiras en un muy guapo jovencito, vas a ser un rompe corazones en el santuario eso tenlo por seguro - aseguró el chico - aún me pregunto porque Athena tiene tanta suerte con los hombres... lo que daría yo por uno así - aseguró dejando confundido al pequeño que únicamente veía como lo abrazaba.

Regresando con Mystoria y Écarlate.

Después de hablar con sus compañeros y darse cuenta de que Milo no se encontraba en el santuario, ambos se preocuparon, aunque Écarlate confesó el problema que habían tenido.

Mystoria: ¿entonces lo dejaste solo? - preguntó molestó el peliceleste.

Écarlate: lo siento pero no quiero decirle la verdad aun Mystoria - respondió serio.

Mystoria: Écarlate se que te preocupa pero esta no es la forma, entiende que ante todo tú hijo te necesita, aún es un niño, un niño que aunque tiene un cosmos gigantesco no sabe como usarlo para defenderse ¿que haremos si los berserkes volvieron llevarselo? Solo bastara con que comiencen a atacarte para que tú hagas que esa maldita marca te consuma por completo y traigan de nuevo a esta era a Ares y sin Athena aún presente nosotros no podremos hacer nada, necesitamos de su cosmos para luchar sin morir - regañó el peliceleste mientras Écarlate únicamente comenzó a maldecirse mentalmente, si encontraba a su bendición explicaría de una vez por todas que pasaba para que pudiera entender sus razones para alejarse.

Continuará...