Por su bien
Con Mystoria y Écarlate.
Siendo ayudados por los caballeros de tauro, Ox y Hasgard, ambos caballeros salieron del santuario con antorchas en sus manos para buscar a su bendición. Que aún no se dignaba a volver al santuario.
Hasgard: ¿Será posible que se haya quedado dormido? - bromeó mientras Ox únicamente respondió.
Ox: si así fuera pudiéramos sentir su pequeño cosmos dentro del santuario, es un niño pero ya lo despertó o si no ¿por qué la armadura de escorpio lo persigue a todos lados cuando tiene oportunidad? - preguntó mientras el otro suspiró.
Hasgard: es un niño muy parecido a Kardia, problemático desde chiquito, me pregunto porque será así si ninguno de sus padres lo es - aseguró.
Mystoria: ¡Milo! - gritó ignorando al otro par.
Écarlate: ¡¿Dónde estás hijo?! - preguntó el siguiendo a su esposo.
Mystoria: ¿Dónde se habrá metido este niño? - pregunto preocupado mientras veía hacia todos lados.
Écarlate: lo lamento, de verdad lo siento es mi culpa - se disculpó mientras Mystoria únicamente suspiró.
Mystoria: ¿por qué no lo enviaste a casa en cuanto te fuiste? Dejarlo llorando solo por ahí fue muy cruel - regañó.
Ox: y conociendo como son de orgullosos ustedes los escorpio dudo que quisiera que alguno de los otros aspirantes a caballeros lo viera llorando - susurró mientras se cruzaba de brazos.
Hasgard: Sabemos que te preocupa la maldición Écarlate, pero tienes que aceptar que tarde o temprano, la misma va a alcanzar a cada uno de nuestros hijos - aseguró mientras el pelirrojo suspiró.
Écarlate: si lo tengo presente, pero mientras pueda evitarlo, así lo haré - aseguró mientras seguía dejando atrás a su esposo y sus amigos. Ox se acerco hasta Mystoria para después decirle.
Ox: tranquilo Mystoria, lo vamos a encontrar, te lo prometo, es un niño bastante listo, eso te lo debe a ti, así que supongo que estará escondido por acá - aseguró mientras el peliceleste asintió, para después seguir con su búsqueda.
Mientras tanto.
Con Milo.
El pequeño únicamente veía como aquel chico se había quedado dormido, aunque el problema era que lo estaba abrazándo mientras lo hacía y algo muy dentro de sí le decía que escapar no seria fácil, primero tendría que soltarse y el agarre estaba bastante fuerte como para intentar soltarse sin lastimar al chico y despertarlo.
Aunque le preocupaba más saber cuanto tiempo había pasado como para que haya anochecido.
Milo: mamá debe estar preocupado y seguro que cuando me encuentre va a matarme si no le doy una explicación razonable - susurró preocupado, para después comenzar a moverse como si fuera un gusanito, hasta que salió de los brazos del chico por debajo de sus brazos, se sentó y después de agitar sus manos como un abanico para bajarse un poco el calor del momento decidió ponerse de pie.
Solo que con la sorpresa de que al hacerlo sintió que lo sujetaron del brazo con fuerza, para después ver que el chico se había despertado.
Ganimedes: ¿Que pasa? ¿A dónde vas? - le pregunto mientras se sentaba aun lado del niño sin soltarle el brazo.
Milo: ya es tarde y debo regresar, mi mamá debe estar preocupado porque no a sabido nada de mi desde la tarde - respondió.
Ganimedes: ¿enserió es eso? ¿O planeabas dejarme únicamente para avisarle a todos que estaba aquí? ¡No me mientas! - pidió mientras Milo confundido lo vio.
Milo: ¿avisarle a todos? Pero claro que no, ni que estuviera loco ¿sabes que me harian en el santuario si saben que estoy escondiendo aquí al amor raro de Zeus, primero me da una tunda y después me obligan a entregarte para que Zeus no me mate - aseguró mientras suavemente se soltó - tengo que volver con mamá, lo siento no puedo quedarme - aseguró.
Ganimedes: entiendo... pero será muy triste estar aquí solo hasta esperar que Athena crezca ¿sabes? ¿Por qué no mejor te quedas viviendo aquí conmigo? - pregunto sonriendo.
Milo: jaja, mala idea, mamá en algún momento va a encontrarme y será peor para los dos créeme, es bastante sobreprotector conmigo - aseguró sonriendo el niño.
Ganimedes: entiendo - respondió triste mientras lo soltaba.
Milo: jeje, pero tranquilo, te prometo que volveré todos los días para ver como estas, ¿de acuerdo? - preguntó sonriendo.
Ganimedes: ¿de verdad? - preguntó ilusionado.
Milo: lo prometo, total mis entrenamientos solo duran un par de horas así que tengo prácticamente todo el día libre, mamá ni se entera donde me la paso la mayoría del día y menos el patriarca - aseguró sonriendo, le era curioso ese jovencito, aparte de la belleza que tenía que sin duda no era tema de discusión, tenía un carácter bastante agradable.
Ganimedes: esta bien te creo, pero si no vienes iré a buscarte al santuario ¿sabes? Tampoco sería mala idea secuestrarte - susurró.
Milo: no, no será necesario créeme jeje - respondió nervioso, para después pensar - ¿secuestrarme? ¿Que clase de tonterías está diciendo? - se pregunto mentalmente confundido, para después darse la vuelta e irse.
Al salir del templo lo primero que vio fue la gigantescas luna llena, al ver al cielo las estrellas junto con la luna se reflejaron en sus ojos, él por su parte mentalmente se preguntaba ¿Cómo es posible que algo tan hermoso como el firmamento nocturno, pudiera ocultar terribles bestias más arriba de el?
Milo: recuerdo que esto mismo fue lo que vi antes de caer inconsiente en ese lugar pero... ¿que rayos significaba ese universo? - le pregunto al cielo, para después suspirar sabiendo que de ese cielo jamás obtendría una respuesta, pero bueno, eso tal vez sería algo que su diosa le podría responder una vez llegara y aprendiera a hablar ¿no?
Comenzó a caminar mientras se preguntaba que excusa podría darle a sus padres cuando llegara, era obvio que no podía decirles que se había encontrado al amante de Zeus y más que lo había ayudado a esconderse, lo harían delatar su ubicación y lo entregarían para que la furia de Zeus no le afectara a él.
Milo: que difícil situación, pero lo siento, debo ayudarlo, estoy seguro que eso es lo que Athena hubiera querido si estuviera aquí - fue lo que se dijo mentalmente, para después topar con algo, no tuvo ni tiempo para separarse cuando sintió una mano pesada sobre su hombro. Lentamente dirigió su vista por el brazo, hasta topar con la figura de un hombre oculto entre las sombras lo cual lo dejo mudo por unos momentos.
Mientras tanto.
Con Mystoria y los demás.
A lo lejos Mystoria escucho un grito que pudo reconocer al instante, por lo cual preocupado tiro la antorcha por un lado y fue corriendo hasta el lugar del sonido, Écarlate también lo había escuchado así que siguió a Mystoria rápidamente, mientras que Ox y Hasgard rápidamente levantaron la antorcha que Mystoria había tirado y los siguieron.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro