Olimpo.

Momentos después.

Después de limpiar todo él templo del dios supremo, se sentó en la entrada del mismo para esperarlo, debía volver a su rutina si quería estar seguro, permanecer todo el tiempo pegado a él.

Ganimedes: Sólo así podré mantenerme a salvo de la loca de su mujer - susurró con pesadez, para después suspirar - Athena... eres una hipócrita, pero bueno, el karma cae bajo su propio peso, quiero ver que pasa cuando uno de sus caballeros más devotos se revele contra ella - aseguró.

Aunque a lo lejos vio cómo una imponente figura femenina se dejaba ver, para después ver aparecer a los pies del templo a la diosa de la caza, la cual con una mirada bastante severa lo veía, suspiró cansado para después ponerse de pie, se cruzo de brazos y se adentro al templo, si pensaba castigarlo tenía que encontrarlo primero, aunque grande fue su sorpresa al ver cómo la diosa nuevamente apareció delante de él.

Artemisa: no huyas más, necesito hablar contigo - fue lo que la rubia le dijo.

Ganimedes: no tengo nada que hablar con usted señora, al igual que sus demás hermanos únicamente me han dado problemas desde que los conocí - aseguró serio mientras se cruzaba de brazos para después comenzar a caminar, escucho cómo la diosa se comenzó a acercar rápidamente, por lo cual la vio, únicamente para ver como usando el hueco que había en su báculo, lo sostuvo del cuello, pegandolo a una pared.

Artemisa: jamás en mi vida e dejado de cuestionar cómo mi hermana menor es capaz de proteger seres tan repugnantes cómo son ustedes los humanos, son un montón de malagradecidos y debería dejarte morir en tú ignorancia - dijo ella molesta mientras lo veía de forma molesta, para después alejar su báculo de donde lo tenía, para ver cómo él joven cayó sentado al suelo, mientras la rubia le dio la espalda.

Sorprendido por el accionar de aquella mujer, cosa que lo hizo cuestionarse de de si Athena no fue más agresiva de lo que había sido, era porque sabía que habían caballeros y soldados afuera de su salón a los cuales no quería molestar. Aunque sorprendido vio cómo la mujer lloraba.

Artemisa: Athena siempre a sido una tonta, prefiere cargar con culpas que no son suyas con tal de que nadie más salga herido - dijo ella.

Ganimedes: ¿de que hablas? - preguntó para después ver cómo la diosa de forma violenta se volteó, él únicamente cerró los ojos al verla mover su báculo, aunque al ver que no pasó nada después de cinco segundos se descubrió y vio que estaban ahora en el templo de la luna - ¿Cómo? - preguntó mientras veía cómo la rubia camino hasta un espejo.

Artemisa: por favor ven a verlo - pidió mientras él rubio confundido y con algo de temor se acerco a la rubia, la cual tomó su mano izquierda la cual llevó hasta él espejo e hizo que lo tocará, él joven se transporto de nuevo a la era del mito, a donde todo había comenzado.

Años atrás.

Los dioses del amor se encontraban jugando con su arco y flecha que recién habían sido entregados a ellos por sus padres, eran niños en ese entonces.

Eros: jeje Anteros... ¿a que no adivinas la travesura que hice? - preguntó orgulloso.

Anteros: ¿y ahora en que lío nos metiste? - preguntó aburrido.

Eros: fleche a Zeus otra vez cuando veía aun humano - aseguró.

Anteros: hey... deberías dejar de hacer eso, los humanos que se involucran con Zeus nunca paran bien gracias a Hera ¿y lo sabes? - preguntó.

Eros: no seas aburrido, le hice un favor, su belleza será conservada y será alabada por los inmortales, mira de hecho ahí esta - dijo mientras le señalaba a su hermano mayor hacia donde se encontraba él, asustado por no saber donde estaba, cosa que lo hizo suspirar con ironía, ese fue el comienzo de su desdicha.

Anteros: ¿otra vez solo flechas te a Zeus? - preguntó molestó.

Eros: mamá me dijo - se defendió.

Anteros: ustedes son imposibles, entonces solo lo quiere para hacerle daño y después lo dejara a merced de Hera, tengo que hacer algo o cuando Athena se entere se enfadara - dijo preocupado mientras se alzó sobre los cielos, siendo seguido por su hermano menor.

Eros: ¿los flecharas con las armas del amor correspondido? - preguntó inocente.

Anteros: así es, me da pena el chico, no merece terminar así, si se enamoran Zeus lo protegerá y tendrá una vida feliz aquí por el resto de la eternidad - aseguró sonriendo.

Eros: y de zukulencia... nadie puede negar que Zeus es bueno en la cama - dijo mientras su hermano confundido lo vio ¿Cómo sabía el eso? Aunque negó, tenía otra misión que hacer.

Anteros: ¿Dónde esta Zeus? - preguntó.

Eros: a tú izquierda - dijo mientras Anteros vio cómo Zeus salía de su templo, donde una vez más había peleado con su esposa por lo de Heracles, aun no lo superaba, el dios del amor correspondido sonrió y sacó su arco y flecha, apunto para después arrojarla al dios, dando en el blanco.

Su hermano menor festejo mientras el sonrió contento, para después prepararse para flechar también al joven Ganimedes, aunque de un momento a otro sus armas salieron disparadas al templo de su madre, por lo cual preocupados ambos bajaron, únicamente para verla a ella fuera del templo.

Afrodita: ¿Que estaban haciendo? - preguntó seria la diosa del amor.

Eros: haciendo nuestro trabajo - respondió.

Anteros: Zeus trajo a alguien y cómo mi hermano aquí presente únicamente despertó el deseo sexual en él de nuevo, se me hizo cruel dejar a ese joven a merced de la loca de Hera después - aseguró.

Afrodita; ya veo pero... ¿a quien flecharon primero? - preguntó.

Eros: a Zeus - aseguró.

Afrodita: ¿y el chico? - preguntó.

Anteros: a eso iba cuando me quitaste el arco - respondió.

Afrodita: No déjalo así... tengo otros planes en mente - dijo mientras dejaba ver una sonrisa malvada en su rostro, cosa que preocupo a Anteros - Athena estará próxima a venir a visitar a su padre ¿no es así Eros? - preguntó mientras el inocente dios respondió.

Eros: así es... y parece que vendrá acompañada de uno de sus primeros guerreros ¿no es genial? Papá dijo que estaba bastante emocionado por su próximo enfrentamiento con su hermana menor para medir su fuerza, aunque dijo que le sorprendió enterarse que no acepto la ayuda de Hefesto para sus armadura - aseguró.

Afrodita: ¿con que vendrá acompañada con su primer humano? Interesante ¿quieren que juguemos con ellos un rato para ayudar a su papá a ganar? - preguntó.

Anteros: mamá, con el amor no se juega - respondió preocupado.

Afrodita: y no lo harán mis niños, buscaremos con quien juntar a ese caballero una vez las tropas de Athena estén levantadas, mientras tanto, ¿que les parece ver cómo ese humano y Zeus pelean por el amor de Ganimedes? - preguntó.

Eros: ¿así que así se llama el nuevo amor de Zeus? - preguntó.

Afrodita: así es... lo que harán será, flechar al nuevo cuando vea al caballero de Athena y eso será todo - aseguró.

Anteros: ¿y que pasará con el caballero? - preguntó.

Afrodita: lo dejaran en paz... hasta que encontremos a la persona que vaya a vivir con él realmente, esto únicamente será un experimento para saber cómo podría reaccionar Zeus si alguien toca a alguno de sus amantes - aseguró ella.

Al escuchar esto Ganimedes alejó su mano del espejo, para después ver a Artemisa.

Ganimedes: ¿Que es esto? - preguntó.

Artemisa: la razón por la cual a pesar de intentarlo, no haz podido corresponder a mi padre... sigue viendo por favor - pidió mientras veía cómo él rubio sin poderselo creer veía el espejo, para después una vez colocar su mano, regresando al recuerdo, solo que varios días antes de lo sucedido.

Años atrás...

En el recien construido templo de Athena.

La diosa únicamente veía cómo los caballeros que se habían unido a ella, comenzaban a levantar lo que serian las doce casas de su santuario, donde habitarian sus caballeros Élite junto a ella para armar una defensa y poder estar lista.

Athena; todo va bien - aseguró la diosa sonriendo, para después sentir dos presencias conocidas, se volteó para después ver a su hermana Artemisa y junto a ella, Anteros - ¿que los trae por aquí? - preguntó.

Anteros: vaya tía Athena... su santuario cada día va más grande, jaja, papá también a trabajado algo - aseguró sonriendo.

Athena: jaja, seguro ese cabeza de chorlito tiene algo bastante grande bajo la manga - aseguró sonriendo la diosa de la guerra estratégica a su sobrino.

Artemisa: Athena... te traje un regalo y además... una noticia que me esta preocupando mucho - aviso.

Athena: ¿Que ocurre? - preguntó.

Anteros: es mi madre Athena, esta haciendo un par de travesuras de las que debes estar enterada, para poder proteger al caballero que te acompaño hasta el olimpo - aseguró mientras veía cómo la diosa preocupada lo veía.

Continuará...