Pelear
Años atrás.
Siglo XX.
30 minutos después de lo sucedido.
Mientras llevaba cargado el sus brazos al pequeño Milo, que se encontraba dormido y con algunos raspones sobre su carita, Shion se preguntaba cómo le haría para explicarle la situación al caballero de acuario.
Shion: ¿Que hago? - susurró preocupado.
Él caballero de escorpio había sido enviado a una misión, así que tal vez y podría cubrir los hechos, sin embargó sea cómo sea que les contará lo sucedido, no iba a quitarles la pena que esto conllevaba.
Al llegar a la entrada de aries, vio cómo él caballero de acuario bajaba preocupado, viendo hacia todos lados.
Mystoria: ¡Milo! - gritó dentro del templo de aries - ¿a dónde te fuiste amor? - preguntó preocupado.
Shion: Mystoria... - llamo suavemente mientras el peliceleste se volteó, al ver a su bendición en los brazos de Shion alegre se acercó, aunque la sonrisa se le borro al ver los raspones que habían sobre sus mejillas.
Mystoria: ¿Que ocurrió? - preguntó preocupado.
Shion: Mystoria sobre eso... tengo malas noticias que informarte - dijo mientras veía a Mystoria verlo.
Mystoria: ¿Que ocurrió? - preguntó preocupado - por cierto ¿No haz visto a Manigoldo? Ya se tardo mucho en devolverme a mi otro hijo - dijo.
Shion: Mystoria sobre Aiacos... ha... Aiacos esta muerto Mystoria - confesó mientras veía cómo él peliceleste asombrado lo vio y comenzó a caminar hacia atrás, topando con uno de los pilares que lo retuvo, después de eso siguió - lo encontramos junto con Milo gravemente heridos en el coliseo, me dijeron que Aiacos se había atravesado en medio de una pelea con tal de proteger a Milo y... yo lo siento mucho - le dijo mientras Mystoria triste se puso a llorar.
Mystoria: ¿Que se supone que le diré ahora a Écarlate Shion? - preguntó con voz quebrada - todo es mi culpa, debí haber tenido más cuidado con Milo - aseguró mientras se ponía a llorar.
Shion únicamente lo abrazó, mientras intentaba consolarlo, bueno, sabía que debía hacer, hacer cómo si nadie sabía de quién era el ataque que acabo con la vida del pequeño mantendría a Deathmask y Manigoldo a salvo de Écarlate ¿no?
Fin del Flashback.
Por otro lado.
En el olimpo.
Asustado tanto Ganimedes y Afrodita, veían cómo el dios supremo veía orgulloso lo que había pasado tan sólo segundos después de que Afrodita revelará dónde había estado el copero desde hace rato.
Zeus: con esto ya no habrá más problemas entre ustedes ¿no es así? - fue lo que pregunto aun dándoles la espalda.
Afrodita: ¿Que acaba de pasar? Estas demente, así Ares jamás podrá regresar - aseguró preocupada.
Ganimedes: No... - susurró.
Zeus: esto era lo mejor y con más razón si con esto evito que Ares regrese estoy más que feliz, Athena me lo agradecerá - aseguró.
Ganimedes: ¡Estas loco! ¡el que menos tenía la culpa de todo esto es él Zeus! ¡su único error fue el intentar ayudarme! - le gritó colérico, el dios únicamente lo vio por encima de su hombro, para después suspirar y no pudieron decir nada más cuando vieron al hombre comenzar a marcharse, gracias a las semillas de la discordia que Eris tenía en el santuario Athena no se había percatado que su padre había enviado a asesinar al santo de escorpio controlando a uno de sus compañeros, ¿y ahora que hacían? A ninguno le convenía que ese muchacho muriera.
Afrodita: Tú a mi no me vas a decir que hacer viejo decrépito - susurró mientras de daba la vuelta y corría a su templo.
Ganimedes por su parte unicamente cayó al suelo, mientras comenzaba a llorar, suplicando por algún milagro, algún dios que pudiera ayudarle a salvar su vida. Hermes quién se encontraba viéndolo todo en una esquina del templo de su padre, únicamente suspiró, para después acercarse para ayudar al chico a ponerse de pie, aunque la presencia de alguien más lo hizo desistir en su idea, la diosa del matrimonio se había hecho presente.
Hera: oh vamos... levántate, te vez patético querido - se burlo, Hermes vio cómo Ganimedes molestó se levantó.
Ganimedes: no me molestes ahora Hera, yo no quería nada de esto, jamás fue mi intención llamar la atención de tú esposo para que se obsesionara conmigo - aseguró mientras lloraba.
Hera: ajá ¿ya terminaste de llorar? - preguntó burlona mientras se acercaba a la pequeña esfera donde Zeus había visto todo.
Ganimedes y Hermes al verla, la vieron confundidos, la diosa únicamente suspiró, para después extender su mano sobre aquella esfera, para después ver sorprendidos que Hera le había hecho notar a Athena lo que estaba sucediendo en el templo de acuario, para después ver cómo la diosa rápidamente se dirigió hacia el lugar.
Después de eso dirigió la imagen a donde los hijos de Afrodita y el caballero estaban, encendio su cosmos en su máximo esplendor dejando a ambos hombres asombrado. Y más al ver que Zeus había regresado.
Zeus: ¿Que estas haciendo Hera? - preguntó.
Hera: Si esto sale a la luz la guerra se desatará entre Athena y el cielo Zeus... - respondió mientras lo volteaba a ver molesta - deberías comportarte cómo el rey que eres y cuidar del bienestar de todos los demás dioses aquí en vez de estaré dejando llevar por tus celos cómo quinceañero, así cómo a Athena no le conviene hacerse tú enemiga a ti tampoco te conviene ser su nuevo objetivo, si te respeta es porque sabe que eres su padre, pero cuando ese respeto se vaya no habrá ningun lugar en el olimpo en el que puedas esconderte - aseguró.
Zeus: Tú ni ninguno de mis hijos deberían tener si quiera la mínimo descaro de cuestionar las decisiones que tomó - le respondió mientras ambos se veían a los ojos de forma sería.
Ganimedes: ¿po-por que Hera esta ayudando a Milo? - preguntó en un susurró confundido.
Hermes: eso es fácil, Hera podrá ser sumamente vengativa con las amantes en los matrimonios, sin embargó no hay que olvidar que es la protectora de los mismos, un matrimonio incluye a la pareja y descendientes, esto mi hermana Athena lo sabe bien, por eso hace que sus caballeros contraigan nupcias antes o después de haber traído una vida al mundo, así se asegura que Hera protegera esas parejas y más de la loca de Afrodita y Zeus - le respondió.
Ganimedes: Athena jamás dejará de sorprenderme - susurró.
Hermes: bienvenido al olimpo, aquí a ninguno a dejado de sorprender esa niña desde que nació - aseguró.
Zeus: apártate Hera y vete a hacer algo mejor antes de que se me acabe la consideración que te tengo por ser mi esposa - advirtió.
Hera: no puedo, cómo diosa del matrimonio debo de proteger todo lo que en el incluya y eso también mete a los bebés de las parejas Zeus, así que si quieres deshacerte de ese caballero tendrás que pasar sobre mi cadáver - aseguró sería.
Mientras tanto.
En el santuario.
Saori llego corriendo al templo de acuario, donde vio cómo Kanon, Shura y dos niños se encargaban de tratar de hacer que Milo no se desangrara, ella por su parte rápidamente golpeó a Nike con el suelo, haciendo aparecer a Odysseus, que estaba a punto de tomar una taza de té, pero al verse en el templo de acuario preguntó.
Odysseus: Por lo menos avisen ¿no? - preguntó molestó.
Saori: no hay tiempo para pelear Odysseus, ven a ayudar aquí - le ordenó sería, el peli plateado únicamente dejó caer su taza de té al ver a Milo herido, por lo cual rápidamente comenzó a correr.
Al estar a su lado lo cargo y le pidió a Athena ir con él rápidamente, metiendose rápidamente a la habitación privada de acuario, mientras los demás caballeros llegaron. Mystoria al ver toda la sangre que había se temió lo peor, para después acercarse al santo de capricornio el cual era él que estaba bañado en ella.
Mystoria: ¿Que ocurrió? - preguntó mientras Shura al verlo únicamente vio hacia otro lado, para después con bastante impotencia tirarse de rodillas al suelo, colocando su frente sobre el suelo en señal de disculpa cosa que confundió bastante a Mystoria.
Shura: perdoneme señor, fue mi culpa - se disculpó.
Mystoria: ¿de que hablas? - preguntó tratando de controlarse, él siguiente que se acercó fue Écarlate y junto a él Aiacos.
Écarlate: ¿Que le pasó a Milo? Explícate - ordenó serio.
Shura: intenté matarlo, cosa que no logré gracias a Kanon pero... lo dejé gravemente herido - respondió mientras Mystoria incrédulo dio 3 pasos hacia atrás, siendo recibido rápidamente por su hijo mayor al ver que se iba a caer.
Antes de que Écarlate pudiera hacerle algo a Shura, Dohko y Shion lo sostuvieron mientras intentaban calmarlo, por su parte Shura seguía en su misma posición, no sabía cómo explicar más que lo evidente, ni siquiera sabía cómo es que había subido al templo de acuario en realidad.
Continuará...
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