Siguiendo con Milo y Camus.

Camus: ¿no te recuerda a alguien en su juventud? - le pregunto con una sonrisa mientras Milo molesto se cruzo de brazos.

Milo: Si lo dices por mi son mentiras, yo jamas fui así - aseguró el menor.

Camus: ¿a no? - preguntó sarcásticamente.

Milo: mejor vamos a ver a mis papás ¿quieres? Han sido años desde que te fuiste y deben extrañarte - aseguró mientras se ponía de pie.

Camus por su parte unicamente tomó su brazo y volvió a sentarlo en su lugar.

Camus: ni creas que no me e dado cuenta de tus intenciones y no quiero que el señor Écarlate vuelva a golpearme con una escoba por tus chistes - dijo ofendido mientras Milo únicamente río por lo bajo - por cierto, hace rato cuando pasaba vi que el alumno de Shaina y el alumno de Marin estaban teniendo su duelo por la armadura de pegaso ¿Crees que lo logre? - preguntó.

Milo: ¿el alumno de Marin? - preguntó mientras veía al otro asentir - espero que si, así se demuestra que Shaina por más ruda que sea carece de la inteligencia que caracteriza a los caballeros de plata - aseguró.

Camus: Si, ojalá - respondió sonriendo mientras tomaba entre sus manos y veía el interior de la taza en la que Milo había bebido - ¿Que estabas tomando? - preguntó.

Milo: Un nuevo té que Shaka me dio, eso es todo - respondió de brazos cruzados mientras Camus lo veía confundido.

Camus: ¿Shaka te dio un té? - preguntó.

Milo: y Aldebaran lleno mi refrigerador de manzanas por la mañana mientras yo dormía, tendré que bajar a Tauro a darle las gracias, de hecho, eso iba a hacer antes de que llegaras - respondió.

Camus: ay el buen Aldebaran - susurró.

Milo: Si, iré a ayudarle con sus cosechas después, con algo tengo que pagarle por semejante obsequio en mi refrigerador, siempre lo está llenando cuando casi se acaban - susurró mientras Camus asintió.

Si bien el caballero de tauro se ve bastante enojado, rudo y extremadamente malvado para otros, en el santuario se le conocía por lo noble, valiente y de gran corazón que era, siempre listo para tenderle la mano a un amigo cuando lo necesitaba, sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar pasos en la entrada del templo, para después escuchar un...

DM: ¡Bicho man voy a pasar! - gritó desde la lejanía.

Milo: ¡Adelante Deathmask! - gritó en respuesta, para después escuchar al caballero de cáncer pasar, más un montón de patitas más, por lo cual Camus confundido se levantó y se asomó por la cocina, viendo pasar a Deathmask con cuatro cangrejos sujetos a correas como si fueran perros.

Camus confundido por esto lo vio pasar hasta que desapareció del templo, para después acercarse a su amigo y decirle.

Camus: ¿Y eso? - preguntó.

Milo: las mascotas de Masky, se las regalo Aldebaran para su cumpleaños - respondió mientras Camus veía asombrado todo, pero después negó - por cierto Cam ¿Que ocurrió con tus alumnos? - preguntó.

Camus: Él que llegó después de mi llegada fue el que logró ganar la armadura y el niño que se fue conmigo, murió gracias a un desafortunado accidente - comento, Milo por su parte unicamente suspiró y me dijo.

Milo: lo lamento mucho Camus, debió haber sido duro para ti - susurró mientras Camus suspiró,

Camus: no te preocupes Milo, estas cosas pasan - aseguró mientras el menor suspiró - deje a mi segundo alumno en siberia, únicamente le dije donde estaba la armadura de cisne y regrese rápidamente al santuario.

Milo: uy... ¿y por quien será? No puedo creerlo al caballero de acuario alguien ya le descongelo el corazón... ¡uy! ¿Conozco al afortunado? - preguntó.

Camus: ¿Quieres saber quien es? - preguntó mientras Milo asintió, por lo cual sonrió y dijo - bien... cierra los ojos - le pidió.

Milo: ¿Por qué? - preguntó.

Camus: posiblemente porque me da vergüenza que me veas dibujandolo - aseguró mientras Milo sonriendo al entender asintió, para después cerrar sus ojos.

Al ver que lo tenía donde lo quería Camus se levantó de la silla y se acerco hasta Milo, al cual vio por unos segundos, paso su mano frente a su rostro para asegurarse de que no veía nada, para después acercarse hasta sus labios de forma lenta, Milo estaba confundido, no entendía que era lo que Camus quería hacer, aunque grande fue su sorpresa al sentir que sus labios fueron apresados por otros en un beso firme pero delicado, cosa que lo confundido, pero que reconoció esa sensación, ya la había sentido una vez y como lo recordaba se sentía tan bien, por su parte Camus coloco una de sus manos sobre la nuca de Milo y lo presiono más para intensificar el beso.

Estuvieron así por unos cinco minutos y por la falta de aire, tuvieron tuvieron separarse, ambos se vieron a los ojos, para después ser Camus quien cerca de los labios de Milo hablo.

Camus: ¿Est-ce que ça répond à tes questions, ma belle pomme grecque? - preguntó a lo que Milo se sonrojo por completo.

Milo: Camus - susurró encantado.

Aunque al escuchar pasos acercarse a la cocina rápidamente se separaron, para segundos después ver a Arles aparecer.

Arles: ¿Camus? ¿Desde hace cuanto volviste? ¿Por qué no subiste a reportar tú regreso? ¿Cómo fue la misión? - preguntó mientras Camus se arrodillo ante el y respondió.

Camus: me complace informar que la misión fue exitosa gran patriarca, el caballero del cisne ya fue escogido y aceptado por su armadura - respondió.

Arles: muy bien, excelente trabajo gracias - respondió para después ver a Milo con el sonrojo aun en sus mejillas - ¿Que ocurre Milo? ¿Estas enfermo? - preguntó.

Milo: ¿Qué? No, no gran patriarca estoy bien gracias - respondió rápidamente.

Arles: ¿estas seguro? - preguntó en un tono que hizo a Camus comenzar a sospechar que algo se traía con Milo.

Milo: Si estoy seguro su ilustrisima tranquilo - aseguró mientras veía el cambio de ambiente que había en su templo, la temperatura había comenzado a descender de forma considerable, cosa que indicaba que Camus parecía estar... ¿molestó? ¿Por qué? ¿Que había pasado ahora para haberle hecho cambiar el animo tan rápido?

Continuará...