Siguiendo con Milo.

Camus: me dan tantas ganas de hacerte mío ahora, pero es muy pronto, tu necesitas procesar, además de que no quiero provocarte un trauma y yo debo tener todo el tiempo mi armadura conmigo si esto llega a oídos de tu santo padre - se burlo mientras dejaba un beso más pequeño sobre sus labios, Milo únicamente tembló debajo de él, se levantó de golpe de la cama mientras respiraba de forma agitada, aunque su sorpresa fue ver a su compañero viéndolo de brazos cruzados al lado de la puerta de su habitación.

Camus: ¿me escuchaste? - preguntó mientras Milo lo veía confundido, para después ver aún lado suyo en la cama - Milo ¿ocurre algo? - preguntó.

Milo: ah... no, no es nada, únicamente estoy cansado supongo - respondió mientras se volvía a acostar sobre la cama.

Camus: Milo algo esta ocurriendo te y no quieres decirme ¿por qué? ¿De verdad no confías en mi? Se supone que somos amigos desde la infancia ¿no? Yo soy la persona en la que más deberías confiar después de tus padres - reprochó.

Milo: no hay nada que decir Camus, solo déjame tranquilo - le dijo serio mientras se levantó de la cama, para después empujarlo hasta sacarlo de su habitación y le cerro la puerta en la cara.

Camus: ¿y como se supone que voy a ayudarte si ni siquiera quieres explicarme que sucede Milo? - fue lo que en un susurró preguntó, para después suspirar y sin más decidio retirarse hacia su templo.

Milo por su parte desde el otro lado de la puerta únicamente paso con bastante molestia sus manos por su cabello, no entendía nada ¿Que había pasado? ¿Por qué se imagino a Camus y él esa situación?

Milo: ya basta Milo ¿que rayos esta pasando contigo? - fue lo que se preguntó así mismo - necesito descansar eso es seguro - susurró mientras abrazaba sus piernas.

Mientras tanto.

Con Camus.

El caballero de acuario terminaba de salir del templo de escorpio, cuando se topo con el patriarca a la entrada del templo.

Arles: Camus... sabía que te encontraría aquí - aseguró el hombre.

Camus: ¿Que se le ofrece su ilustrisima? - preguntó.

Arles: te iras a una misión de vital importancia para el Santuario - dijo mientras Camus confundido lo vio.

Camus: ¿una misión de vital importancia? - preguntó mientras veía como el hombre mostró aún niño de cabellos verdes que traia consiguió.

Arles: él es Isaac, acaba de llegar con la intención de convertirse en caballero, así que pensé rápidamente en ti para entrenarlo, la armadura de cisne sigue sin portador y esta en las tierras heladas de siberia, así que irán a entrenar ahí - dijo mientras Camus lo veía confundido, pero después suspiró.

Camus: muy bien si eso es lo que desea pondré todo mi esfuerzo en este niño - respondió.

Arles: lo se, ve con Camus Isaac - pidió mientras él pequeño de cabellos verdes se acerco al mayor - partirán mañana en la mañana Camus, buenas noches - respondió para después darse la vuelta e irse, dejando a Camus con el niño, los cuales únicamente se vieron entre sí, Camus suspiró para después comenzar a caminar.

Camus: sígueme niño - pidió.

Isaac: eh si - respondió rápidamente mientras lo seguía.

A la mañana siguiente.

Con Milo.

Como todos los días, había salido con su bolsita llena de comida en su mano, suspiró mientras caminaba.

Milo: muy seguramente esta aun molesto por todo lo que le hice pasar ayer ¿no? Eso podría explicar porque no llego a tirarme de la cama para llevarme a entrenar - susurró mientras caminaba. Aunque algo muy dentro de sí le decía que esto solo era el principio y lo peor iba a estar por venir..

Ese día no tenía ganas de hablar con su amigo, por lo cual únicamente dejó la bolsa en la entrada del templo y toco tres veces para después irse de regreso al santuario, tampoco quería dar más explicaciones a nadie.

Milo: tal vez Shaka pueda ayudarme a resolver esto - susurró y así con más ánimos se dirigió rápidamente a la casa de virgo.

Mientras tanto.

Con Camus.

Después de asegurarse de que su nuevo alumno tuviera el cinturón de seguridad se sentó al lado suyo, suspiró cansado mientras se preguntaba como le haría ahora.

Camus: no resolvimos nuestro problema y me fui sin despedirme, seguramente vaya a querer matarme cuando regrese, sin embargo el patriarca no me dio tiempo de nada, prácticamente me hecho del santuario sin explicación alguna, ojalá que pueda entender eso - susurró mientras veía por la ventana - ay Milo... por favor cuídate mucho y no seas imprudente - fue lo que pensó.

Isaac: ¿le ocurre algo? - preguntó.

Camus: no para nada y de ahora en adelante deberás decirme maestro Camus ¿entendido? - preguntó mientras el pequeño asintió, para después verlo ver por la ventana.

Isaac: ese lugar, siberia... dicen que es muy frío ¿es cierto? - preguntó.

Camus: de hecho si, fue en ese lugar que estuve vagando sin rumbo por días hasta que me secuestraron esos tipos - respondió.

Isaac: ¿de que habla maestro Camus? ¿Usted estuvo secuestrado? - preguntó.

Camus: cuando tenia más o menos tú edad, si, fue el santuario que me rescato y me convirtió en caballero tiempo después - respondió.

Isaac: wow... - susurró.

Camus: si lo se - respondió y sin más continuaron con su viaje, en completo silencio.

Siguiendo con Milo.

Casa de Virgo.

Al llegar al templo del rubio, lo vio en la misma posición de siempre, carrapeo un poco, llamando la atención del santo de virgo.

Shaka: ¿Que sucede caballero de escorpio? ¿En que puedo ayudarte? - preguntó.

Milo: eh bueno...

Shaka: acércate más si no quieres que alguien escuche, recuerda que yo no muerdo - respondió mientras el peli azul se acerco, para después quedar frente al rubio.

Milo: ¿recuerdas lo que te dije ayer? - preguntó.

Shaka: ¿lo de tu inquietud de no saber si estabas viviendo tú realidad? Si, ¿por qué? - preguntó.

Milo: ayer volvió a pasar, con Camus... ayer creí verlo en un momento bastante intimo conmigo, pero cuando pude reaccionar, estaba de pie en la puerta regañandome por lo de Aioria - respondió.

Shaka: ¿y le respondiste lo que paso? - preguntó.

Milo: no, ya creo que estoy loco como para que Camus me lo confirme - le respondió rápidamente.

Shaka: odio decirte esto Milo, pero debes hablar con la verdad, Camus ahora cree que eres un mal educado, sin embargo tú no escuchaste el saludo de Aioria si no que escuchaste un insulto de su parte y eso no es locura, algo esta pasando con tú mente que esta haciendo que tú realidad sea alterada - le dijo preocupado.

Milo: lo se y la verdad cada vez me estoy preocupando más ¿que tal si si me estoy volviendo loco? - preguntó.

Shaka: si te estuvieras volviendo loco también habría un motivo, pero no lo hay y ni siquiera sabes a qué viene todo esto Milo, algo más está interfiriendo, aunque creo que tengo una solución para averiguar que es... sígueme por favor - pidió el rubio mientras se ponía de pie y se ponía a caminar. Milo sin saber que más hacer únicamente lo comenzó a seguir.

Continuará...