Durante la huida.

Écarlate iba corriendo junto con Athena y Camus, esperando poder alcanzar a su hijo, aunque al recordar la confusión de identidad de su hijo decidió presentar.

Écarlate: Señorita, perdone la pregunta pero ¿Quién es Antares? ¿Por qué Milo dice llamarse así? - preguntó.

Saori: Porque él es Antares, él es él primer caballero de escorpio que hubo durante la era del mito en este santuario, hace miles de años atrás, Apolo me lo cedió cómo uno de los primeros santos que se unieron bajo mi mando, junto con el antiguo caballero de pegaso, quien es Seiya - respondí - recuerdo eso cómo si hubiera sido ayer... era un guerrero con un orgullo increblantable, todos los aspirantes de ese entonces soñaban con poder ser cómo él en ese entonces, fuerte, seguro y confiable, sin embargó, su camino se vio obstaculizado por la aparición de Ares, nunca logramos recuperarnos de esa pérdida, muchos más caballeros nacieron pero ninguno logró igualar esa fuerza, no creí que volvería a verlo y mucho menos en esta era - aseguró la diosa mientras comenzaba a recordar.

Años atrás...

Narra Antares...

Desde que tenía uso de razón, algo que tenía muy en claro era que ser un guardián del cielo, no era lo mío, era muy tranquilo aquí, yo quería ver a mis enemigos sangrar cuando los atacaba, aunque aquí únicamente entrenaba para nada y para variar tenía que reducir mucho mi fuerza para no lastimar a nadie.

Antares: que porquería... - susurre mientras veía hacia la nada misma, no había ni con que distraerse aquí, ¿Cómo era que a los dioses les encantaba estar aquí?

Apolo: Antares... - llamo a mis espaldas, suspire, para después darme la vuelta y darle un reverencia, arrodillandome ante el dios del sol.

Aunque al levantar la vista, vi que venia acompañado de otra diosa, no era la señorita Artemisa, pero por el báculo que sostenía en su mano derecha, pude descifrar rápidamente que se trataba de Athena.

Antares: ¿en que puedo ayudarle señor? - pregunte.

Apolo: Antares, te presento a una de mis hermanas menores, Athena - presento.

Antares: es un verdadero placer y honor para mí poder conocer a la diosa de la guerra estratégica - dije mientras vi que ella sonrió, una sonrisa muy amigable y adorable debía admitir.

Apolo: bien Athena, comienza, si logras que acepte puedes llevártelo - le dijo a lo que yo lo vi sorprendido, ¿me iba a ceder a su hermana?

Athena: Antares, Apolo me a hablado mucho de ti y me encantaría que pudieras acompañarme cómo uno de mis doce guerreros de élite que estoy planeando encontrar para formar mi ejército - comenzó.

Antares: disculpe la pregunta pero ¿ejército? ¿Por qué? - pregunte confundido.

Athena: mi padre me cedió la protección del planeta tierra y junto a ella, la protección de todos los seres vivos que ahí residen, Ares a estado dando muchos problemas últimamente y Hades y Poseidón tampoco están de acuerdo con la decisión de mi padre, así que están tratando de tomar la tierra por la fuerza y eso podría provocar las perdidas de toda vida que siga en la tierra y no puedo permitirlo, por eso necesito bajar a ella para defender la, pero no puedo hacerlo sola, necesito un ejército que me ayude y un lugar donde podamos descansar y planear todo - me dijo a lo que yo sorprendido la vi, ¿se iba a tomar tantas molestias únicamente por los seres vivientes de la tierra.

Apolo: se que te aburres mucho aquí Antares, por eso pensé en ti para esta tarea, se que seras de mucha ayuda para mi hermana, convirtiéndote en uno de sus guerreros y tendrás la diversión que tanto deseas, Ares, Hades y Poseidón tienen ejércitos grandes, así que podrás hacer cuanta avería te permita Athena así que dices ¿aceptas ayudarla en esta misión? - preguntó a lo que yo feliz y entusiasmado asentí.

Antares: si el señor me lo permite, así lo haré, me convertiré en el guerrero más leal de la diosa Athena, le ayudare en lo que pueda y le aseguro que mientras yo esté en vida, no permitiré que ni ella o la tierra corra ningún peligro - prometi, para después ver a mi nueva diosa, la cual sonriente me veía.

Tenía un buen presentimiento de todo esto, sería divertido.

Athena: muy bien... desde hoy te convertirás en Antares de escorpio, un guardián a mi servicio que deberá luchar por el amor y la justicia de la tierra - me dijo mientras que Nike, la diosa de la victoria pasó tocando mis dos hombros, oficializando mi nombramiento cómo caballero de la diosa - y cómo primera misión, buscaras un lugar donde podamos construir nuestro Santuario, el hogar donde todos los caballeros logren vivir para poder estar en un lugar más seguro - me pidió.

Antares: cómo usted ordene mi señora - respondi.

Apolo: se ve que ambos se llevarán muy bien... bueno mi trabajo aquí esta hecho, échale ganas Antares - pidió mientras se retiraba.

Antares: Si, muchas gracias por todo mi señor Apolo - agradeci mientras el se iba, cuando el se fue, vi que Athena me ofreció su mano para levantarme de donde estaba, misma que con gusto acepte y me puse de pie, partiendo hacia mi primer misión, encontrar un buen lugar donde pudiéramos construir el santuario, el hogar que tendríamos todos los futuros caballeros para poder descansar en tiempos de paz y entrenar con mayor seguridad estaba claro.

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Tiempo después.

En la tierra.

Había recorrido muchos lugares buscando ese lugar, sin embargo, ninguno me convencía, hasta que llegue a la recién nombrada ciudad de atenas.

Antares: wow... que pintoresco se ve todo - viendo con curiosidad todas las pinturas, cuadros y telas que habían.

Levante mi vista al cielo, viendo una gran montaña a espaldas de la ciudad, cubierta con neblina, una idea surgió a mí mente podía funcionar, después de todo... lo que Athena necesitaba era un lugar al que no fuera tan fácil acceder para que estuvieran más seguros de los enemigos y tuvieran más tiempo para planear una buena estrategia de ataque.

Antares: podría funcionar - susurre para mi, para después comenzar a caminar hacia ahí, para asegurarme de que si fueran tan difícil acceder cómo me lo esperaba.

Fin del Flashback.

Después de recordar cómo fue que encontré este lugar, me sentí bastante orgulloso de ver cómo los que serían los doce templos, comenzaban a levantarse.

Antares: este santuario será el mejor de todos - asegure sonriendo.

Athena: eso espero, aunque viendo que a ti te gusta, podría ser que también les guste al resto de tus compañeros - dijo ella a mis espaldas, me di la vuelta y me arrodille.

Antares: no debería preocuparse por eso mi señora, que si no les gusta yo mismo me encargo de que les encante - asegure mientras ella con una sonrisa negó.

Athena: Oye... tiene que agradarles, no tienes que imponerselos a la fuerza - me dijo a lo que yo únicamente reí - por cierto... necesito que me acompañes a un lugar - dijo.

Antares: ¿y que lugar sería ese mi señora? - preguntó.

Athena: necesito comenzar a preparar las armaduras que ustedes portarán, así que iremos al continente Mu, se de buena fuente que en ese lugar lograremos encontrar el material, las herramientas y a los forjadores perfectos para hacer las armaduras - me dijo a lo que yo intrigado y emocionado asentí.

Antares: bien, ¿entonces que estamos esperando? Vamos - le dije mientras ella sonriendo asintió, para después dirigirse a otros ángeles del cielo que cómo yo... decidimos seguirla en esta aventura.

Athena: volveremos en unos días, por favor sigan con su trabajo con cuidado - pidió.

Todos: ¡Si, señora! - respondieron, para después ponerme de pie e irnos hacia ese lugar.

Cómo era de esperarse, aunque en ese lugar la adorarán, la ayuda no fue gratis, quisieron asegurarse de que éramos realmente dignos de su ayuda, por lo cual me pusieron un oponente quien era residente de aquel lugar Tathagata con quien peleamos mano a mano y aunque no fue un rival fácil, logre ganar ese favor para mi diosa, siendo así cómo las armaduras comenzaron a ser creadas, siendo inspiradas en las constelaciones del firmemente, aunque no fue únicamente con eso que salimos ganando antes de irnos.

Tathagata: Por favor, le suplicó que me deje unirme a sus tropas diosa Athena - pidió el de cabellos plateados.

Athena: lo agradezco mucho, pero con las armaduras para mi ejército será suficiente - aseguró.

Tathagata: se lo ruego, se que no podré saber mucho pero aprenderé, además que también podría ser les de mucha ayuda, conozco a la perfección el método de reparación de esas armaduras que mi pueblo está creando, si se dañana, las reparare en su santuario para que no tengan que viajar hasta aquí - aseguró.

Antares: eso no suena nada mal ¿no cree? - preguntó sonriendo, la diosa no muy convencida únicamente suspiró.

Athena: parece que quieres tener más compañía para entrenar a los jóvenes ¿no? - preguntó.

Antares: no lo tome a mal, Pegaso es un buen compañero. Sin embargo preferiría que se quedara con usted, además lo vio ¿no? Logró darme batalla a mi que fui un guerrero del cielo, nos será de mucha ayuda para enseñar a los nuevos - aseguró.

Athena: tienes razón, entonces bien, puedes venir con nosotros Tathagata - fue lo que la diosa dijo, mientras el otro agradecido sonrió, para después ponerse de pie, viendo cómo la diosa comenzó a caminar, su nuevo compañero se le acercó y dijo.

Antares: Ven, será muy divertido - aseguró el rubio mientras se lo llevaba del brazo.

Tathagata: claro - aseguró sonriendo mientras se dejaba guiar.

Fin del Flashback.

Saori: es Ares la razón por la que lo trajeron de regreso, quieren sacarlo de su prisión, hay que evitar que regrese a cómo de lugar - aseguró.

Hera: Detente ahí Athena - hablo la mujer desde los cielos, haciendo a todos parar de correr, únicamente para ver cómo la reina de los dioses apareció delante de ella.

Écarlate y Camus rápidamente se pusieron delante de la diosa, mientras que ella seria preguntó.

Athena: no tengo tiempo para pelear contigo ahora Hera ¿Que quieres? - preguntó.

Hera: un trato, eso quiero, cómo sabes tú caballero se involucro en la relación de tú padre y Ganimedes, así que posiblemente esta no será la primera vez que intente matarlo.

Écarlate: ¡¿Qué? ¿Entonces fue Zeus el responsable de todo esto?! - preguntó molestó, para después ver cómo su diosa únicamente coloco a Nike frente a él para que no atacara, para después preguntar.

Athena: ¿De que se trata? - preguntó.

Hera: me aseguraré de que no vuelva a lastimarlo, siempre y cuando, me des la esfera donde esta encerrado mi hijo - fue lo que pidió, mientras Athena la veía no muy segura.

Continuará...