Con Milo.

Se encontraba caminando junto con el patriarca, saludando aún par de niños que asombrados se le acercaban a saludarlo también, Saga se volteaba a verlo de vez en cuando, el menor ignorando todo únicamente trataba de seguirle el paso haciéndose espacio entre la multitud.

Saga se acerco a un negocio de manzanas, compro una bolsa llena de ellas y al ver que él caballero de escorpio había llegado a su lado se la entregó, Milo sonriendo recibió la bolsa.

Milo: hum... muchas gracias patriarca, no se hubiera molestado - agradeció mientras veía como el menor saco una manzana y le dio un mordisco, el por su parte unicamente suspiró y siguió con su camino, Milo al verlo comenzó a seguirlo - por cierto patriarca ¿que venimos hacer? - preguntó con su mejilla izquierda llena de la fruta.

Arles: venimos a dar nada más una vuelta para asegurarnos de que los espectros no están dando problemas - respondió.

Milo: entiendo... - respondió con una sonrisa, el patriarca dejó de caminar y lo vio, Milo confundido por esto también paro de caminar y confundido preguntó - perdón... ¿ocurre o dije algo malo? - preguntó.

Arles: No, lo siento únicamente quería ver algo - dijo mientras se daba la vuelta y seguía caminado, Milo confundido por esto únicamente lo vio, para después seguir caminando detrás de él.

Por su parte Saga únicamente se negaba a dejar salir esos pensamientos que el jovencito detrás suyo provocaba con su presencia, no sabía como sentirse, estaba confundido con todo, si no era Aioros, era Milo, ambos lograban despertar cosas y pensamientos bastante inusuales en su persona desde que era joven, pero no podía dejar que eso siguiera, que sus pensamientos hacia el siguieran de esa forma, era un niño a comparación suya, un niño que vio crecer y Aioros nada más lo veía como un amigo ¿que le pasaba?

Arles: aún así... debo alejar a Camus de él - susurró mientras continuaba caminando.

Después del paseo.

Después de que llegaron al santuario de nuevo, Milo fue a dejar al patriarca hasta su templo, donde antes de retirarse preguntó.

Milo: ¿no hay nada más en la que pueda ayudarle su ilustrisima? - preguntó de rodillas mientras veía como el hombre tomaba asiento en la silla del patriarca.

Arles: no gracias Milo, haz sido de mucha ayuda hasta ahora, así que regresa a tu templo, si necesito algo más te avisare - respondió mientras el menor asintió.

Milo: Si, con su permiso me retiro su ilustrisima, adiós - le dijo mientras se daba la vuelta y comenzaba a irse.

Arles: ¡Milo espera un momento! - gritó haciendo que el menor se volteara.

Milo: Si, ¿que sucede? - preguntó.

Arles: Milo ¿ya tienes 15 años no es así? - preguntó.

Milo: es muy raro que pregunte eso, pero si... ¿por que? - preguntó confundido.

Arles: ¿hay alguien que te guste? ¿Dentro del santuario o fuera de el? - preguntó.

Milo: ¿hm? ¿Por que quiere saber eso tan derrepente? - preguntó mientras veía al hombre ponerse de pie y comenzar a caminar hacia él.

Arles: tengo curiosidad, en la edad que estás ya es normal que ocurra en estas cosas, es la edad perfecta ya que estas floreciendo - le dijo mientras paraba de caminar delante de él - ¿entonces hay alguien? - preguntó.

Milo: hm... bueno - dijo un poco nervioso.

Arles: ¿se trata de uno de tus compañeros? - preguntó.

Milo: hum... pues no estoy seguro ni siquiera de lo que siento señor, estoy bastante confundido con todo - le respondió.

Arles: ¿tienes dudas aun? - preguntó.

Milo: no se ni siquiera que es lo que quiero, por el momento tampoco pienso en eso, quiero dedicarme únicamente en ayudar a la señorita, en honor de Saga en donde sea que esté y también por Aioros...

Arles: ¿y por qué por Aioros? Si el intento matarla - le dijo.

Milo: tengo mis dudas, el día que la señorita nació los berserkes trataron de matarme, no se porque pero tengo la corazonada que el no quiso hacer eso si no que lo obligaron a hacerlo - dijo mientras sintió como el hombre coloco su mano sobre su hombro derecho y hablo.

Arles: eres alguien muy noble Milo... pero también muy ingenuo, escucha bien y graba esto en tu memoria que puede servirte para un futuro, hay personas... que por más que las conozcas, jamás te mostrarán su verdadera cara, eso pasó con Aioros... el ocultaba sus malas intenciones bajo esa máscara de ángel bueno que tenia... y debes tener cuidado también con su hermano y toda la gente que te rodea - dijo mientras Milo lo veía sorprendido y preocupado.

¿De verdad? ¿No podía confiar en nadie? Las palabras de su padre que alguna vez en su niñez le dijo después de enterarse de la noticia de Aioros llegaron a su cabeza...

"Écarlate: es por eso que no debes confiar mucho en las personas bebé, hay ocasiones en las que... únicamente te usan para su beneficio, no importa quien sea, no confíes mucho en nadie"

Al recordar las palabras de su padre bajo la cabeza, para después suspirar y dijo.

Milo: Si patriarca lo entiendo, gracias por su consejo - agradeció para después quitar la mano del mayor de su hombro e irse del lugar.

Saga por su parte unicamente lo vio irse, para después sonreír, había logrado plantar dudas en el joven, por primera vez en su vida, la voz en su cabeza le había dado una buena idea, ahora el solo confiaría en él.

Arles: y todo se lo debo a Shion, que se ganó la confianza de todos ellos ¡jajaja! - fue lo que dijo.

Mientras tanto.

Con Milo.

El menor confundido bajaba por las escaleras con dirección al templo de Acuario, debía ir primero por Camus para poder ir a ver a sus padres, como siempre lo hacía.

Milo: estoy seguro que mamá estará feliz de verlo sin embargo... él patriarca me dijo eso por alguna razón, entonces eso quiere decir que como Camus dice, ¿mi buena fe me jugo en contra? ¿Aioros realmente era malo como Shion había dicho años atrás? - susurró, para después suspirar - hay Aioros, Aioros, Aioros ¿por qué lo hiciste? - preguntó mientras continuaba bajando.

Continuará...