Después del adiós
Con Milo.
2 años después.
Suavemente abrió sus ojos, Suspiró tirado en su cama, recordar ese día tan especial en su vida, ahora era doloroso, quién iba a pensar que después de aquella hermosa confesión de Camus hacia su persona, solo acarrearía desgracias, un mes después vino la batalla de las doce casas, seguidos también por Poseidon, Hades y Loki, no mucho tiempo después, suspiró mientras se daba una vuelta quedando boca abajo.
Milo: Si bien la señorita Athena esta al pendiente de nosotros ahora que vivimos en paz, eso no quita el hecho de que me siento triste porque Camus no me a vuelto a hablar por algún motivo - susurró mientras veía al suelo - ¿acaso hice algo malo para hacerlo enojar tanto? - preguntó - hace algunas semanas partió hacia Asgard para ayudar con los destrozos causados por el Ygdrassil o al menos eso dijo Athena - susurró.
Si se había enojado, si le había dicho cosas bastante feas debía admitirlo, pero él... sabía perfectamente que ese cubo se lo merecía, sin embargó la situación con Surt era mucho más delicada de lo que pensó, pero Camus ni siquiera lo dejo disculparse.
Milo: ¿y ahora que debo hacer? - se preguntó el más pequeño, para después suspirar.
Se levantó de la cama, sentándose en la orilla, mientras acomodaba sus zapatos, cuando lo hizo únicamente sacudió su cabello con una de sus manos para después ponerse de pie y salió de su habitación, fue a sí cocina y vio lo que tenía para poder cocinar.
Milo: no tengo ganas de hacer nada - susurró mientras veía su refrigerador, saco un par de huevos, que era lo más fácil, para después darse la vuelta, solo que al hacerlo grande fue el susto que se llevó al ver al caballero de géminis en la puerta - uf... Saga, me asustaste - le dijo mientras el mayor lo veía.
Saga: ¿Que haces Milo? - preguntó.
Milo: mi desayuno es obvio - aseguró mientras mostraba los huevos que tenía en la mano.
Saga; ¿Quieres que te prepare algo más decente? - preguntó.
Milo: eh... no gracias, no es molestia - respondió mientras veía a Saga acercarse, le quito los huevos de la mano y lo obligo a sentarse, mientras el abrió el refrigerador y comenzó a sacar un montón de cosas - eh... - susurró.
Saga: ¿te gusta el picante? - preguntó mientras cerraba el refrigerador y se acercaba a la estufa.
Milo: no gracias... - respondió mientras se daba vuelta y lo veía, le era curioso el caballero de géminis, aunque agradecía que hubiera vuelto a ser el caballero que el había conocido en el pasado, además aunque se sentía incómodo con su presencia, le había prometido a Athena hacer lo posible por llevarse bien con sus compañeros en esta nueva vida por el bien de su convivencia.
Saga: ¿Ya arreglaste las cosas con Camus? - preguntó sacándolo de sus pensamientos.
Milo: ¿eh? ¿Hablaste? - preguntó mientras lo veía.
Saga: pregunte si ya arreglaste las cosas con Camus Milo - le repitió, mientras vio por sobre su hombro como el menor únicamente agacho la cabeza - ya veo...
Milo: ni siquiera me a dado el chance de volver a acercarme a él de nuevo pero ¿y tú? ¿ya hablaste con Aioros? - preguntó.
Saga: e intentado, pero como entenderás, Aioria no deja que me acerque a él - respondió mientras Milo se cruzaba de brazos.
Milo: es gato se volvió muy rencoroso - susurró.
Saga: jaja, no tienes idea - susurró.
Todo esto mientras escondidos, Kanon los veía, tomó un par de fotos desde la lejanía, misma que después le mando a su hermano mayor.
Saga: Oye Milo... ¿puedo preguntarte algo? - preguntó mientras el menor únicamente respondió.
Milo: hm... claro, adelante - respondió sin mucho interés.
Saga: ¿Camus y tú son algo? - preguntó.
Milo: ¿hm? - preguntó confundido.
Saga: ya sabes, simplemente amigos, novios, se gustan, casi algo o amigos con derechos - le dijo.
Milo: siendo sinceros ahora no se que clase de relación llevo con él - respondió triste, mientras veía como el mayor seguía en lo suyo, aunque le vio voltearse y se acerco a él de un momento a otro, Milo únicamente vio confundido esta acción pero antes de que pudiera hacer algo más, sintieron otra presencia, por lo cual volteó, únicamente para ver como su diosa entró a la cocina, Saga se alejó momentos después de eso.
Milo: Señorita Athena, que bueno verla aquí - saludo alegre a la muchacha.
Saori: gracias Milo, vine porque necesito que me hagas un favor ¿si? - preguntó.
Milo: sus deseos son órdenes Señorita, ¿que necesita? - preguntó.
Saori: tenemos una misión a la que es preciso que tu asistas - hablo ella mientras el menor confundido la vio
Milo: ¿ocurrió algo malo? - preguntó.
Saori: no es eso, únicamente es una misión de reconocimiento, hay una presencia bastante conocida para mi en milos y necesito que tú vayas a ver, ya que pasaste ahí los primeros siete años de tu vida, debes tener conocido cada milímetro de ese lugar - respondió.
Milo: entiendo... no se preocupe señorita, saldré enseguida, su bichito servicial le traerá lo que sea que haya conocido para usted ahí - aseguró el menor.
Saori: jaja, muchas gracias Milo, sabía que podía confiar en ti para este trabajo - aseguró ella.
Milo: solo le encargo al paquete, es bastante inquieto cuando nadie va a verlo ¿sabe? - preguntó.
Saori: no te preocupes, yo cuidare al paquete por ti - aseguró sonriendo mientras Saga veía confundido todo ¿paquete? ¿Cuál paquete?
Milo: iré a despedirme entonces, con su permiso, Saga ya no hagas nada gracias - dijo mientras se iba corriendo, dejando al mayor a solas con la joven, que después de suspirar le dijo.
Saori: Milo no es segunda mesa de nadie Saga, en vez de querer utilizarlo para sacar tú frustración, deberías intentar hablar con Aioros, el no es rencoroso, además que tus sentimientos podrían ser correspondidos - regañó ella sería, para después darse la vuelta e irse de ahí, mientras Saga se quedó solo únicamente suspiró.
Quedándose solo en el templo, Athena tenía razón, no debía querer utilizar a Milo para querer tapar a Aioros, pero Milo también le gustaba, no sabía que hacer.
Continuará...
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