De regreso al santuario.

Mientras caminaban, Milo veía a Camus de forma disimulada, viendo como su amigo se masajeaba la espalda, gracias a que su padre si había logrado quebrarle la escoba de su tío Cardinale en la espalda.

Milo: jeje, quien iba a pensar que si te iba a dar ¿no crees? - preguntó de forma nerviosa, mientras reía, únicamente vio como el mayor lo volteo a ver de forma molesta.

Camus: puedes explicarme ¿por qué demonios dijiste eso? Sabes lo mucho que tú papá te cuida Milo ¿como crees que iba a reaccionar ante semejante cosa? - preguntó.

Milo: perdón... pero necesitaba hablar a solas con mi mamá y con él ahí pues... me seria difícil perdón... - se disculpó mientras lo escuchaba suspirar mientras negaba, por lo cual el también suspiró, si había hecho mal y entendía que estuviera molesto con el, sin embargo, el único que podía ayudarle en eso era su mamá.

Después de unos incómodos 30 minutos en los que permanecieron en completo silencio, llegaron al templo de aries, donde Milo vio al caballero de Leo en la entrada a aries.

Aioria: hola Camus, buenas noches - saludo él castaño.

Camus: buenas noches Aioria - respondió el santo de acuario, Milo por su parte unicamente pasó aún lado de ambos.

Aioria: buenas noches Milo - saludo, mientras el menor paro de caminar por unos segundos, para después suspirar y sin más siguió con su camino, ignorando por completo al santo de Leo.

Camus: disculpa lo, ya sabes como quedo después de lo de Aioros - le pidió mientras él castaño suspiró.

Aioria: lo se, pero no te preocupes por mi Camus, algún día lograre ganarme de nuevo la confianza de todos - aseguró, Camus por su parte suspiró, sintiéndose mal por su compañero, desde todo lo ocurrido, todos los demás caballeros comenzaron a distanciarse de él.

Camus: no te preocupes, independientemente si el santuario deja de hablarte o no, siempre contaras conmigo - le dijo mientras colocaba una mano sobre su hombro.

Aioria: gracias Camus, haz sido de gran ayuda - respondió sonriendo, el santo de acuario unicamente asintió y después siguió con su camino, con intención de reprender al maleducado ese, apresuró su paso, aunque le toco esconderse al ver que alguien en las escaleras había detenido el paso del caballero de escorpio, era Shaka, el caballero de virgo, presto más atención a su charla.

Shaka: entiendo... cuando lo necesites puedes ir a la casa de virgo, estare gustoso de poder escucharte - le dijo el rubio.

Milo: enserió te lo agradezco Shaka, no sabes lo mucho que lo aprecio - aseguró el peliazul, para después ver como el santo de virgo se hizo aún lado dándole el pase libre, por lo cual siguió con su camino y al momento que Milo desapareció, el rubio habló.

Shaka: mi mamá decía que escuchar las conversaciones ajenas a espaldas de las personas era de mala educación caballero de acuario y debo admitir que ese comportamiento no es digno de los de tu signo déjate ver - pidió mientras Camus suspiró, para después salir de su escondite y darle la cara.

Camus: ¿Que fue lo que exactamente te dijo el mal educado de Milo Shaka? - preguntó.

Shaka: ¿mal educado por qué? Si no le respondió a Aioria fue porque no quería decirle nada hiriente ¿eso es mala educación? Además... es preferible que el escorpio se controle, tú más que nadie debe saber que su veneno no es juego - aseguró serio el caballero de virgo.

Camus: deberías enfocarte en ayudar a tus padres a encontrar a tus hermanos mayores Shaka, en vez de estar queriendo justificar las malas acciones de Milo - le dijo serio.

Shaka: Camus, Camus, Camus... ¿Cómo es posible que veas la evidencia frente a tus ojos y te niegues a aceptarla? En vez de pelear conmigo, deberías preocuparte por cuidar del "mal educado de Milo" así tendrías la mínima oportunidad de saber que es lo que esta pasando - dijo serio, para después comenzar a subir nuevamente, perdiéndose en la oscuridad del templo de tauro.

Camus aún de pie en su lugar, vio confundido a su compañero, ¿tener la oportunidad de saber que estaba pasando? ¿Acaso le ocurria algo a Milo y el no lo sabía? Preocupado por esto rápidamente comenzó a subir con dirección al templo de escorpio, aunque al pasar por virgo, únicamente vio a su compañero meditando en su misma posición ¿quien lo diría? Parecía que nunca se movía de ahí, sin más tiempo que perder subió hasta escorpio, donde rápidamente fue a la habitación de su compañero, el cual se encontraba tirado en su cama viendo al techo de su habitación.

Camus: Oye...

Milo: Shssssst... ya se que me vas a regañar por no responderle a ese, pero no quiero escuchar nada - aseguró rápidamente Milo.

Camus: Milo, no importa si alguien no te agrada, tienes que por lo menos saludar cuando ves a otra persona - regañó el mientras se iba a recostar al lado de su amigo, para después ver como el se dio la vuelta, dándole la espalda - ¿que pasa Milo? ¿Acaso no te doy la suficiente confianza para que me cuentes tus problemas? - preguntó.

Milo: no es eso, lo que ocurre es que "mis problemas" no son fáciles de procesar para mi, ni siquiera se si son verdaderos problemas o si yo simplemente me estoy ahogando en un vaso de agua - le respondió, aunque le fue una gran sorpresa sentir como lo abrazaron, se volteó únicamente para ver que en efecto, Camus lo había abrazado.

Milo: ¿oye que... - no pudo terminar porque su sorpresa fue ver como se acerco hasta él y le dio un beso suave en los labios, confundido lo veia sin saber como responder, el beso se intensificó más despacio de un tiempo, sintió como su "amigo" mordió de forma suave su labio inferior, para después separarse.

Camus: te dejare darme tantas agujas sean posibles después de esto - le respondió.

Milo: Camus... ¿que fue eso? - preguntó sorprendido.

Camus: ¿no te gustó? - preguntó.

Milo: me tomaste desprevenido, pero no me cambies la conversación ¿a que vino eso? - preguntó mientras el otro río.

Camus: para demostrarte que me gustas y si tú papá me quiere matar que sea por algo de verdad... voy a cobrarte el golpe que gane de gratis - dijo mientras se le subia encima.

Milo: Oye, oye... despacio vaquero, esta confesión esta muy rara - dijo mientras el otro se reía al verle la cara completamente sonrojada.

Camus: me dan tantas ganas de hacerte mío ahora, pero es muy pronto, tu necesitas procesar, además de que no quiero provocarte un trauma y yo debo tener todo el tiempo mi armadura conmigo si esto llega a oídos de tu santo padre - se burlo mientras dejaba un beso más pequeño sobre sus labios, Milo únicamente templo debajo de él.

Continuará...