Caminaba de forma lenta por aquella playa, hasta que paro a apreciar el mar, suspiró de forma preocupada, ¿que debía hacer?

Las amenazadas de esa diosa no eran juego, pero... ¿y si si fueran ciertos los rumores? ¿Cómo podría negar les ese sentimiento? Se supone que era el sentimiento humano que más defendía ¿no?

Athena: todo se complico - susurró preocupada, mientras sintió cómo el viento jugo suavemente con su cabello, escucho pasos a sus espaldas y cuando estuvo detrás de ella se arrodillo, ese fue el momento en que la diosa suspiró y giro.

Antares: mi señora, él caballero pegaso la a notado inquieta y esta preocupado, a mi también a comenzado a preocuparme ¿puedo saber el motivo? - preguntó él rubio.

Athena: Antares dime algo ¿para ti que es el amor? - preguntó ella.

Antares: ¿él amor? - preguntó - hm... él amor es buscar el bien y felicidad de otros a pesar que esa no sea la tuya - respondió.

Athena: algo así... el amor te hace cometer locuras, incluso aquellas que pueden no parecer correctas ¿no es así? - preguntó.

Antares: son casos bastante pocos pero así es señorita - respondió, mientras la veía voltearse, lo vio por unos segundos para después sonreirle, cosa que a él le preocupo, aquella mirada reflejaba tristeza, vio cómo la diosa dejó suavemente su báculo sobre el suelo, para después tomarlo de la misma forma del rostro.

Athena: tú sabes que los quiero mucho a todos y que si de mi dependiera daría mi vida por la suya ¿no es así? - preguntó

Antares: claro que lo se señorita, todos los que actualmente le servimos lo sabemos ¿por qué? - preguntó.

Athena: eh estado notando que te llevas bien con Ganimedes, el copero de mi padre así que me interesa saber si te haz interesado en él - fue lo que seria le dijo.

Antares: eh... para nada, únicamente es mi amigo - aseguró - verá... escuchar su historia me hace pensar en que no debe tener muchos amigos, por lo que quería hacer algo para que hubiera una diferencia, no buscaba incomodar - aseguró.

Athena: eso espero... a pesar de cómo sea que haya sido traído aquí, no hay nada que podamos hacer por él, no nos conviene hacernos enemigos de Zeus.

Antares: lo se pero... ¿no se le hace cruel quererlo privar de todo únicamente por celos de su padre? - preguntó.

Athena: tienes que entender algo, si es así es porque Afrodita así lo decidió, su matrimonio con Hefesto no la tiene contenta, por lo cual no a dejado a Eros hacer su trabajo, no a podido flechar a Ganimedes para hacer sufrir a mi padre y él es muy caprichoso al igual que Afrodita, no dudes que su hijo al ver alguna chispa no durará en flecharlos y eso podría hacer que mi padre quiera hacer algo en tu contra, así que por favor mantente al margen - pidió.

Antares: esta bien... no tiene porque preocuparse - respondió.

Fin del Flashback.

Al recordar eso suspiró, para después sentarse en su trono.

Saori: no hiciste caso y tuve que tomar medidas más drásticas - susurró preocupada - tengo que separarlos ahora, o los planes de Afrodita podrían dar frutos, no puedo permitir que Ares y Eris regresen ahora, los chicos no pueden seguir peleando, no por mí culpa y mi negligencia, solo papá podrá defenderlo ahora de esa loca - susurró preocupada.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar la puerta del salón donde estaba abrirse, para después ver al rubio entrar, por lo cual suspiró, ellos se vieron a los ojos mutuamente y lo escucho decir.

Ganimedes: ya estoy aquí Athena - dijo serio, mientras veía a la chica suspirar.

Saori: por favor déjennos solos y cierren la puerta, no quiero que nadie entre aquí - ordenó a los soldados que se encontraban en el salón con ella, los cuales rápidamente corrieron hasta la salida y cerraron la puerta dejándolos encerrados.

Ganimedes: ¿se puede saber por que tanto misterio? - preguntó.

Saori: se que esto sonará duro y también bastante grosero de mi parte, pero si te llame es porque necesito que regreses al olimpo con mi padre, ya no puedes estar aquí - respondió seria.

Ganimedes: así que era verdad - susurró dejando a la diosa confundida, la cual se sorprendió al verlo señalarla de forma molesta - entonces es cierto lo que me dijo ella, tú fuiste la culpable de todo lo del pasado, tú fuiste la que lo alejó de mi ¿no es así?

Saori: así es... ¿que hay de malo con eso? - preguntó seria.

Ganimedes: ¿y lo dices así tan descarada? - preguntó.

Saori: desde un principio era mío, me entregó su vida a ti te conoció por error mío y claro que acepto la culpa, pero no me arrepiento de nada de lo que hice, debía mantenerlo a salvo de ti - respondió.

Ganimedes: ¿a salvo de mi? Tú eres la única culpable de todas sus desgracias desde el día en que se ofreció para servirte e incluso en esta nueva vida, no fuiste capaz de dejarlo en paz, no seas hipócrita Athena - aseguró mientras la vio reír por lo bajo.

Saori: ¿enserió? ¿Yo soy la que lo lastima? Escucha Ganimedes, el alma de Antares... perdón, de Milo, esta fragmentada ahora, un poco más y se romperá y esto ocurrió desde que era joven así que dime... ¿de quien crees que es la culpa? - preguntó mientras se ponía de pie.

Ganimedes: ¿Que? - preguntó confundido, para después ver cómo la diosa comenzó a caminar hasta el, quedando parada delante suya.

Saori: escucha, no tengo tiempo para explicar todo punto por punto, pero si el alma de Milo está fragmentada en estos momentos es por tu presencia, gracias a que eres inmortal estas causando que el alma de Milo sufra daños y no puedo seguirlo permitiendo, debes irte - pidió.

Ganimedes: ¿Cómo puedo creer eso? Después de que me mentiste, y todo ¿por qué? ¿Por cumplir los caprichos de tú papi?

Saori: yo no tengo porque darte explicaciones de lo que hago o las decisiones que tomo, tengo un ejército completo que depende de mí y mis decisiones y no voy a permitir que por tú capricho vayan a hacerle daño a ninguno de ellos, que mi padre te haya escogido no fue mi culpa y por lo tanto tampoco es responsabilidad mía o de ninguno de mis caballeros cargar con ella, así que me voy a asegurar de que no los estén molestando por esta idiotez, ya mucho an tenido con ir a agarrarse a golpes con el mar y el mismo inframundo para que tengan que lidiar con los ángeles del cielo por estupideces que ni siquiera les conciernen - dijo mientras el rubio molestó la veía.

Todo esto mientras que a unos pocos escalones afuera del templo Milo se acercaba, aunque curioso notaba el cosmos de otras divinidades a excepción de su diosa cosa que le preocupo.

Continuará...