arreglando errores
Años atrás.
Siglo XX.
5 años después de lo sucedido con Aiacos.
Cansado caminaba hacia las 12 casas, lo habían enviado de misión junto a Kaiser que no paraba de hablar. Al pasar por el coliseo vio a Mystoria junto con Shion, ambos se encontraban hablando mientras veían a los niños entrenar, Mü por él lado de Shion y Milo por él lado de Mystoria.
Káiser: hey, mira quienes están ahí - le dijo sonriendo mientras Écarlate suspiró - mira que grande esta, aun se me hace un chiste recordar que Milo era tan pequeño hace años - susurró sorprendido.
Ambos se quedaron observando el entrenamiento de los más pequeños, hasta que de un golpe Mü hizo caer a Milo, al ver esto Shion detuvo todo mientras que él y Mystoria se acercaban a los pequeños.
Écarlate: no sabe moverse rápido, le falta agilidad - susurró.
Káiser: mucha, oye ¿por qué no te haz puesto a entrenarlo tú? No es por querer desmeritar los esfuerzos de Mystoria pero el es un caballero de hielo, por más que quiera intruirlo él no conoce todo lo que un caballero de escorpio debe saber - aseguró mientras el pelirrojo suspiró.
Écarlate: tienes razón... - respondió algo pensativo, mientras veía cómo Mystoria felicitaba a su pequeño por su esfuerzo, mismo que él menor parecía entender que no era mucho para lo que él debería estar haciendo.
Horas más tarde.
Templo de escorpio.
Mientras caminaba por su templo, buscaba la armadura de escorpio, la cual no sabía si se había escondido o había salido sin su permiso del templo.
Écarlate: vamos ¿Dónde estás metida? - preguntó algo molestó, los pasos de alguien entrando a su templo lo hizo levantar la vista, para después ver a Shion.
Shion: ¿Que haces Écarlate? - preguntó confundido.
Écarlate: buscando a escorpio ¿la haz visto? - preguntó mientras el pontífice negó - si, definitivamente la perdí - dijo mientras negaba.
Shion: Oye Écarlate, si baje es porque necesito de tu ayuda, cómo sabrás acabo de enviar a Mystoria a una misión y yo tengo que llevar a Mü a nuevo a jamir para que tenga otra clase que no puedo darle aquí, así que quería saber ¿si puedes cuidar a Milo? - preguntó.
Écarlate: ¿a Milo? ¿Yo? - preguntó.
Shion: Mystoria no sabe nada de esto, así que iré a hacer lo que tengo que hacer con Mü rápidamente y después volveré para que no tengamos problemas así que dime ¿Aceptas? - preguntó.
Écarlate después de escucharlo suspiró, bueno, Cardinale tampoco estaba cerca y no tenía la confianza en ninguno más para dejar a su hijo si no era con Shion.
Écarlate: esta bien, no es cómo que tenga algo mejor que hacer - respondió sin interés.
Shion: maravilloso ¡Milo ven aquí! - gritó mientras Écarlate sorprendido dirigió su vista aún pilar, donde un pequeño Mü estaba, nada más para ver cómo una pequeña carita se asomó por ese pilar, nada más pudo ver su ojo izquierdo para después ver cómo se volvió a esconder.
Écarlate: esto será más duro de lo que creí - susurró mientras veía cómo Shion se acerco hasta ese lugar y sacó al pequeño, le dio algunas indicaciones a las cuales él nada más asentía, para después irse junto con Mü, que se despidió de su amigo con un gran abrazo y se marcharon de ahí.
Al quedarse solos, un silencio incómodo se instaló en el templo, uno en el cual ellos nada más se vieron a los ojos aproximadamente por unos 10 minutos sin decir nada, pero fue Milo el que bajo la mirada y se volvió a esconder detrás del pilar, donde se sentó, el por su parte suspiró, para después irse a buscar a escorpio a otro lado.
Hora y media después.
Después de unos interminables 30 minutos se rindió, por lo cual cansado se fue a sentar a su sofá, donde dirigió su vista al pilar donde había dejado a Milo, ahí seguía, aún podía ver su cabello, aburrido dirigió su vista al reloj de su pared.
12:00 PM.
Ya era hora de almorzar para él era seguro, conocía a su cubito y era bastante estricto con el horario de las comidas.
Écarlate: Milo - llamo - ¿tienes hambre? - preguntó, más no hubo respuesta, algo molestó por esto se puso de pie y camino hasta donde el infante se encontraba - oye... ¿que tú madre no te enseño a que tienes que responder cuando te preguntan algo? - preguntó molestó al mismo tiempo que paraba de caminar frente al menor.
Aunque su sorpresa fue ver que su armadura estaba junto al niño, junto a ellos, una canasta llena de manzanas que sabrá Athena cómo habrá conseguido escorpio, cosa que le sorprendió.
Écarlate: hey... vaya sorpresa, parece que le agradas - hablo sorprendido mientras se agachaba a la altura de su hijo, que únicamente lo vio - ahora entiendo porque no respondiste, él ya te dio algo - respondió mientras veía cómo él pequeño comenzó a toser - tranquilo, tranquilo, come despacio - pidió mientras le daba unas pequeñas palmaditas.
Después de ver que el menor se calmo, dirigió su vista a la armadura, incapaz de entender su comportamiento, él no había respondido así ni por su antiguo aprendiz, Kardia, ¿entonces por que con Milo?
Écarlate: ¿será por el hecho de ser mi hijo? - preguntó confundido, aunque decidió no darle más vueltas al asunto.
Horas más tarde.
8:00 PM.
Ahora se encontraba en la cocina, preparando su cena, aunque sintió una mirada sobre él, por lo cual se volteó, dándose cuenta de que Milo lo estaba viendo desde la puerta, pero al verse descubierto se escondió rápidamente, río por esto, para después recordar que había visto a Mystoria dejarlo ayudarle a cocinar ¿tal vez quería hacer eso también con él?
Écarlate: Milo... - llamo, para después ver cómo él menor se volvió a asomar - ¿Quieres ayudarme? - preguntó mientras vio cómo el pequeño peliazul sorprendido lo vio, para después ver al suelo, mientras se masajeo el brazo izquierdo con nervios, para después asentir levemente.
Al ver esto el pelirrojo suspiró, para después acercarse a él y cargarlo entre sus brazos, dónde después de colocarle un pequeño banquito que tenía para dejarlo a la altura de la mesa, habló.
Écarlate: bien... ahora me vas a ayudar pasándome los ingredientes ¿te parece bien? - preguntó mientras vio al menor asentir - bien, pasame la sal por favor - pidió mientras veía cómo él infante pasó rápidamente su vista por los ingredientes que tenía enfrente, después al encontrar lo que le pidieron se lo dio.
Sintió la presencia de alguien más observándolos, por lo cual disimuladamente vio, únicamente para ver que está vez, se trataba de la armadura, río por esto ¿acaso estaba celoso? ¿O que ocurria?
Horas después.
12:00 AM.
Después de la cena más silenciosa que pudo haber tenido en su vida, llegó la hora de dormir, por lo cual para no incomodarlo más, lo dejo en una habitación aparte, aunque él que no podía conciliar el sueño era él, por lo cual iba a verlo a cada 5 minutos para asegurarse de que estaba bien.
Death Toll: así que es cierto, se te ablando el corazón de alacrán que tienes y aceptaste cuidarlo - se burlo el caballero de cáncer mientras se acercaba.
Écarlate: ¿Que estas haciendo aquí? - preguntó molestó.
Death toll: huy que malo, ¿y así dices que el frío es Mystoria? Jaja - se burlo.
Écarlate: cállate que vas a despertar al niño - exigió molestó mientras de un empujón lo alejó, para sorpresa suya, el caballero de virgo Shijima, había evitado que su compañero fuera a golpearse contra un pilar.
Shijima: Écarlate, no queremos molestar, únicamente queríamos felicitarte, esto es un gran avance - reveló.
Écarlate: ¿de que hablan? Únicamente dicen tonterías - aseguró mientras se daba la vuelta e intentaba irse, aunque las palabras de Death toll lo hicieron parar.
Death toll: deberia importante Écarlate, tú no sabes él sufrimiento que no sólo le causas a Mystoria y a él con tu alejamiento, entre los aprendices... no paran de burlarse de él - dijo algo triste.
Écarlate: ¿Que?
Continuará...
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