"ZAFIRO"
Ninguno de los ponemos objeción y seguimos en silencio al teniente rumbo a las celdas. El tintineo de las lleves que le cuelgan del cinturón junto con el sonido hueco de nuestras pisadas me vuelven mas ansiosa. Abre la reja y nos indica con la cabeza que entremos, Adrien lo hace primero y yo vacilo, estoy segura que no podré soportar estar encerrada sin levantar en el alguna sospecha..
—Vamos solo será una noche— me dice malhumorado el teniente. Entró sin más remedio quedándome parada sin saber que demonios haré..
Dos minutos después me doy cuenta de que estoy caminando y que los ojos de Adrien me siguen desde la banca donde se ha sentado. No sé que debo decirle ni como disculparme con él y mucho menos como hacer desaparecer estás ganas de ingerir a toda costa el elixir de la felicidad..
—¿Están bien?— la voz de Marianne me sobresaltó haciendo que me detuviera en seco. Observa a su hijo y después a mí. La preocupación hace que se le marquen las arrugas de la frente.
—Si mamá, tranquila— Gabriel por otra parte parecía colérico, verlo así me recordó mucho a su hermano Marcus. Ambos compartían la misma mirada penetrante e intimidante..
—Tu conducta es imperdonable— le dice a Adrien.
—Se que no estuvo bien pero no me arrepiento— responde el sin inmutarse. Se ha recargado sobre la pared y cruzado de brazos.
—Deberías estarlo. Arruinarás tu imagen si continuas con esta actitud— le recrimina exasperado por la aparente tranquilidad de su obstinado hijo.
—Papá usa tus influencias para saca a Marinette— Gabriel frunce aún más el ceño, incrédulo por la petición de Adrien. En el fondo deseo que lo haga y lucho para no terminar rogándole.
—Tu padre ya pago la fianza de ambos..—
—Y no solo eso también los daños a la propiedad— interrumpió a su esposa con acritud.
—¿Entonces nos dejaran salir?—
—No. Estoy de acuerdo con que se quedan esta noche aquí— le responde a Adrien sin cambiar de tono —Ambos necesitan hacerse responsables de sus actos y que mejor manera de aprender la lección—
—Es ridículo. Solo fue una pelea—
—Madura Adrien. De otra manera pensare que no estas listo para el matrimonio. Y el mismo consejo va para ti también Marinette— me asalta un miedo más profundo al pensar que pueda estar considerando cancelar la boda.
—Gabriel tal vez si estas exagerando— interviene Marianne tomándole del brazo.
—No. E dicho que se quedaran y dado que los padres de ella ni siquiera se presentaron me veo en la necesidad de elegir por los dos— eso me cayo como una cubetada de agua fría —Debieron sentirse igual de decepcionados que nosotros— remata de manera insensible, recordándome que a mis padres dejo ya de importarles qué demonios me suceda.
Sin embargo no puedo permitir que lo mismo le ocurra a Adrien —Espere no tiene por que ser tan duro con el.. — Gabriel no sé vuelve y continua caminando —¡La culpa fue mía!. ¡Me escucha todo es mi culpa..—
—Marinette dejalo el no va cambiar de parecer..— agarro con fuerza los barrotes hasta que mis nudillos se tornan blancos..
—¡Damien es mi problema y no tenias por que intervenir!— le digo intentando no alzar mucho la voz.
—¿Que?—
—Alya tiene razón, por eso merezco todo lo horrible que me ha pasado— se produce un profundo silencio el cual temo que romperé con los sollozos que se me acumulan deprisa en en la garganta...
—Marinette ya no me engañas algo grave te pasa— cierro los ojos pegando la frente perlada en sudor sobre el helado fierro.
—¿Y que diferencia hará que lo sepas?— preguntó —¿Acaso crees que podrás ayudarme?—
—Odio cuando me subestimas de esa manera. ¡Que te quede claro que estoy dispuesto a todo por ti, incluso si lo que necesitas es imposible de conseguir!—sus palabras lograron infundir algo de calor y por un momento me permitió respirar. Pero me bastó mirar su expresión angustiada para que rápido se desvanecierá. Sabía que no dudaría en recibir una bala por mí lo cual solo hacia que el sentimiento de culpa creciera dentro de mí pecho. —Ponme a prueba dime lo que quieres— continua el. Las píldoras eso quiero, pero ya no se trata de un simple vicio, las necesito para no perderme.. Para no dejar de vivir. Abro la boca para decirlo en voz alta pero me acobardó (¿Que pensara el de ti? ¿Crees que te seguirá amando sabiendo que eres una adicta sin remedio?) ¡¡CÁLLATE!! (Sabes cuál es la respuesta. Adrien no volverá a verte de la misma manera.. En su ojos solo abra lástima y desprecio) ¡¡NO ES CIERTO!! (La única forma de evitarlo es que el continúe en la ignorancia) ¡¡TIENE QUE EXISTIR OTRA OPCIÓN!! (Pídele que te ayude a salir de aquí..)
—Usa el cataclismo para destruir la reja— la voz de mi conciencia se filtro y tomo control cambiando mis palabras sin mi pleno consentimiento.
—Eso nos traería mas problemas innecesarios, además ¿como piensas justificar la aparición repentina de Chat Noir?— bajo la mirada a las baldosas negras, a mis zapatos intentando no escuchar el consejo que me vino a la mente..
Del bolso de mi abrigó saco los aretes.. —Entonces lo haré yo..— le digo mientras me los pongo, abrochando como puedo los seguros.. —Transformación LadyBug— ya había olvidado lo poderosa que me hacia sentir... (Olvida eso y usa los superpoderes para abrir la estúpida reja) Obedezco y recurro a mi arma secreta. Activo el amuleto encantado y atrapó en el aire el objeto en el que se ha convertido.. La mano de Adrien me detiene cuando estoy apunto de utilizarlo.
—¡Plagg Transformación!— comprendo por qué se transforma, pretende detenerme y sabe que la fuerza de Adrien es inútil.
—Déjame hacerlo. No quiero pelear contigo..— tampoco quería llorar pero fracasó y las lágrimas se me derraman. El negó despacio y con precaución desenvolvió mi mano para sacar la llave maestra que tan fieramente sujetaba.
Retrocedió dos pasos y dijo —Cataclismo— caigo de rodillas al mismo tiempo que el polvo de su diestra.
—¡¡MIERDA!!— gritó con la voz quebrada. Permito que Chat me estreche con fuerza, a la espera de que sea suficiente para no desmoronarme por completo.
Han pasado diez minutos y volvemos a ser calabazas sentadas en el piso. Adrien a conseguido darme una esperanza. Mientras no me suelte podré soportar el tiempo que sea necesario.. Por ti lo haré.
—Se que no es momento para decir esto pero ¿no estarás embarazada?— ojalá fuera eso. Le respondo mentalmente —Recuerdo que durante las primeras semanas estuviste igual de temperamental— aquellos síntomas no eran ni por asomo parecidos a estos. Mi pequeño pateador se conformaba con simple comida mientras que mi adicción parecía que nunca terminaría de saciarse..
—Puede ser..— murmuró odiándome por alimentar sus falsas ilusiones —Se que te debo una disculpa por rechazarte en el cine— continuo avergonzada pero lo prefiero en lugar de la culpa.
—Me debes mucho mas que eso— responde con calma y por un momento creó que me está hablando dormido.
—¿Que quieres decir?— le pregunto a la vez que lo miró a los ojos.
—No volveré a besarte hasta que sepa exactamente que es lo que te ocurre— ¡grandioso! Ahora también tendría que esperar por eso.. ¡¡Las cosas no podían ponerse mejor!!
—¿Es una broma?—
—No. Yo también se hablar en serio— bien podría con ambos retos...
Dispondría de mi estadía tras las rejas para trazar un plan que mantuviera mis miedos y necesidades a raya. La parte difícil vendría después cuando tuviera que encontrar la manera de llevarlo a cabo...
A las Diez en punto nos dejaron salir. Tenía las piernas rígidas y la espalda adolorida por permanecer sentada tanto tiempo sin mencionar el dolor de cabeza y el ardor de los rasguños.
Fuera de eso todo lo demás lo estaba manejando bien. Había tomado la determinación de tomar la última píldora que me quedaba con prudencia. Cuándo flaqueara y la debilidad me sobrepasará.
La limusina llegó para recogernos, el interior estaba vacío Adrien suspiró. Sus padres debían seguir molestos.
Una vez en la habitación de Adrien me di una ducha larga, esperaba no solo quitarme de encima lo pegajoso del sudor y la sangre seca del rostro si no también la sensación de haber peleado con mi mejor amiga. Prácticamente ya he perdido casi todo, solo me quedaba Adrien..
—Traten de olvidar la mala noche que seguramente pasaron y desayunen— Marianne me acerca un jarrita con miel y una taza de té.
—No hay forma de parar la noticia— masculló Gabriel —¡Felicidades fueron primera plana en el periódico!— le doy un mordisco al pan de canela sin permitir que su comentario me quite el poco apetito que tengo —Adrien Agreste hijo y modelo del Prestigioso diseñador fue captado en una riña de amantes. Según los testimonios el motivo fue la discordia que desata la joven Marinette Dupain Cheng prometida del heredero Agreste— tras acabar de leer arroja el periódico a la mesa y se pone de pie —Que inoportuno justo tenían que elegir la semana mas importante de todo mi año para enlodar nuestra reputación— madre e hijo ruedan los ojos, al parecer Adrien heredó de su madre más que sus ojos verdes y el cabello rubio también su forma de ser despreocupado y tierno.
—Gabriel todos saben que los reporteros tienden a exagerar las cosas—
—¿Crees que podrá aparecer en el evento de esta noche con moretones en el rostro?—
—No es forzoso que asista soy solo un modelo mas— Adrien a mi lado se encoje de hombros y continua comiendo.
—Te equivocas siendo mi hijo tienes que estar hay además de que tenia planeado anunciar formalmente a Marinette como diseñadora y tu futura esposa— casi me atragantó con el jugó.
—Se lo agradezco pero no es necesario..—
—Esta no es una ocación ordinaria. Hace diez años que debute como diseñador y es tradición que yo muestre al mundo un nuevo talento tal y como lo hicieron conmigo—
—¿Eso quiere decir que no tenemos escapatoria?— pregunta Adrien con fastidio.
—Me temo que no— concluye Gabriel posando ambas manos sobre el respaldo de su silla.
—Los estilistas no tardan en llegar y estoy segura que podrán cubrir los moretones y rasguños—
Abandono el comedor y regreso sola a la habitación. Gabriel le ordenó a Adrien seguirlo a su despacho, seguramente en este preciso instante le estará soltando un sermón sobre la responsabilidad que requiere el matrimonio o cosas relacionadas con el estúpido evento de esta noche.
Aún no sé como compensar a Tikki por lo mal que la trate en el baño, ella no ha sacado el tema a colación y ha actuado como si nada hubiese pasado. Algo que considero aún peor.
—Gabriel quiere que uses esto— me dice Marianne entrando. La funda es transparente lo cual me permitió ver el vestido rojo que tenía en su interior.
—Es muy hermoso—
—El rojo te queda muy bien— aseguro dejando la prenda sobre la cama.
—Yo no estoy muy segura de ir es decir nunca me e sentido cómoda entre la gente y mas si son importantes—
—Tendrás que acostumbrarte, no solo serás de la familia si no también ayudaras a Adrien con la empresa cuando Gabriel le seda el mando— habría querido decirle que eso sería un gran error. Yo ni siquiera podía manejarme a mi misma y con seguridad mandaría el imperio entero derechito a la ruina —Marinette por favor inténtalo ya verás que no es tan complicado. Te presentare algunas amigas mías que se mueren por conocer a mi futura nuera.. En una hora estarán aquí los estilistas y no te preocupes eres adorable tendrás mucho éxito—
Me masajeó en círculos las sienes. Encendí el estéreo, el televisor y nada logro distraerme... Adrien estaba tardando demasiado ¿Y si lo que tenía para decirle eran malas noticias relacionadas con Marcus? ¿Si me estaban ocultando su siguiente movimiento? o peor aún tal vez planeaban atacarlo sin decírmelo antes.
Mire inmediatamente hacía la ventana como suelo hacer cada que mis pensamientos me retornan a la única solución que me quedaba. Sentía la frescura que el líquido morado me dejaba en la garganta, la dulzura que se pegaba a mi lengua... ¡Mmm!.. Tragué saliva con impaciencia..
—Tikki debo ir por algo— le digo echando un rápido vistazo al reloj de pared.
—Pero Marianne dijo que..—
—¡Transformación LadyBug!—
Atravesé las calles sorteando los edificios como alma que lleva el diablo..
Tan pronto entre en la habitación salte para esquivar la cama y tomar del buró la cartera con la última píldora. No la tomes ahora me advierto a mi misma. Espera unas horas más.. Solo unas más..
Antes de irme pegó el oído a la puerta solo para escuchar la voz de mis padres pero quién habla en piso de abajo es Damien.
—Créame señor Dupain Adrien es el culpable de que su hija haya cambiado tanto— así que eso es lo que hacía. Venir y meterles más ideas a mis progenitores a mis espaldas. ¿Que no tuvo suficiente con la paliza que le dio Adrien ayer? Me imaginé que no podría moverse por un par de días.
—Tienes razón. Ese chico solo la echo a perder—
—Es una lastima que no te conociera antes, estoy segura que la habrías podido conquistar— Alya no era la única que ocupaba con urgencia un par de ojos nuevos. ¿Que tenía Damien que lograba envolver a todo el mundo en sus telarañas?
—Si pero no perdamos la confianza ya vera como Marinette cambiara solo es cuestión de esperar..—
Me marcho convencida de que lograre encontrar la forma de desenmascararlo. Tarde o temprano su verdadero rostro saldrá a la luz..
Las horas se fueron con rapidez. Los estilistas que contrato Marianne resultaron ser muy amables. Mientras me arreglaban el cabello y cubrían todas las imperfecciones con maquillaje. Charlaron con migo sobre las nuevas tendencias para novias que aplicarían en mi cuando llegara el gran día.
Al terminar La única chica se quedó para ayudarme a cerrar los broches del vestido. Le agradezco y me deja para que pueda mirarme agusto en el espejo. Ni en mis sueños más locos pensé que llegaría asistir a nada menos que el evento de apertura para la semana de la moda en París y mucho menos usando un vestido de cóctel diseñado por el mismo Gabriel Agreste. Desde el corte hasta los detalles eran únicos, el escote en forma de corazón no era pronunciado, lo único quizás más revelador era el óvalo de piel que dejaba ver en mi espalda. Una cinta enmarcaba mi cintura rematada por un moño en la parte trasera y la caída era recta y fluida a la altura de las pantorrillas...
Apenas si tuve unos segundos más para mirar el recogido de mi cabello y el terminado profesional del maquillaje cuando la empleada me aviso que ya me estaban esperando.
Meto deprisa la píldora solo por si acaso en mi bolso tipo sobre y espero también a que Tikki se acomode dentro.
Bajo las escaleras con cuidado procurando que el tacón se plante firme en el escalón.. Ver al rubio formalmente vestido me cortó el aliento..
—¡Te ves hermosa!— me halago.
—Gracias tu deberías usar smoking mas a menudo— le digo jugando con el moño negro atado a su cuello —Me encanta cuando te peinas el cabello hacia tras..— admito coqueta. El ojiverde sonríe de lado y se echa para tras justo cuando estoy por besarlo.
—¿Seguirás sin besarme?— le pregunto —¿No te parece que ya duro demasiado el castigo?—
—No es un castigo Marinette. Es un incentivo para que me cuentes la verdad— suspiro sopesando que es más importante para mí..
—Bien yo..—
—Los señores los esperan ya en la limusina— suelto otro suspiro está vez de frustración. ¿Porque tenía que interrumpir justo cuando estoy más o menos dispuesta a ser sincera?
—Por favor dígales que ahora salimos— paso saliva con dificultad pero claramente tengo otra oportunidad... —Marinette tengo algo que lucirá maravilloso en ti..— del bolsillo de su sacó extrajo un collar —Era de mi abuela...—
—Adrien es hermoso pero no puedo aceptarlo— me ignora y cambia la cadena con el anillo por la pesada joya.
—Cuando tenía doce años mi abuelo me lo dio. El mismo lo hizo, tardo un mes entero y gasto todos sus ahorros y un préstamo que tardo tres años en saldar— hace una pausa para sostenerme la mirada —Recuerdo que vi como le quitaba el dije original mientras me decía. Tu abuela tenía unos ojos grises que me cautivaron enseguida, me basto solo un segundo para darme cuenta de que era la indicada. Adrien cuando seas mayor y encuentres a la mujer que te haga feliz mira bien sus ojos y asegúrate de colocar un dije que la represente antes de obsequiarle el collar.. Después de que te vi por primera vez volví a casa y sin pensarlo le añadí el zafiro tal y como mi abuelo me pidió que hiciera... Aun me parece increíble que me sucediera la misma historia—
De camino al auto blanco me siento la persona más miserable y cobarde del mundo. No merecía el collar pero no supe cómo negarme. (Lo vez Adrien piensa que eres digna de usar el único recuerdo que tiene de sus abuelos. ¿Enserio quieres cambiar eso?)
—Cálmate no tienes por que estar tan nerviosa— me dice el malinterpretado mi cambio de ánimo.
—Para ti es fácil decirlo. Ya estas acostumbrado a posar y sonreír para todo el mundo— las mentiras me salen solas. Pronto nada de lo que diga será verdad...
—Solo se tu misma deja que vean tu maravillosa sonrisa y todos caerán a tus pies— lo que en realidad quiso decir fue. No dejes que vean tu verdadero yo. Engañalos tal y como lo haces conmigo.
La entrada del museo Louvre está repleta de reporteros y espectadores en general. El flash de las cámaras nos siguen a las puertas de la pirámide de cristal, donde se llevará acabó una fiesta previa al evento principal.
—¿Señor Agreste tiene algún comentario que dar sobre la pelea de su hijo ayer por la noche?— preguntas como esas se escuchan de todas direcciones, acercando los micrófonos y las cámaras de vídeo esperando captar hasta el más mínimo detalle.
—Les agradecería que las preguntas sean exclusivamente de mi trabajo. No responderé nada que tenga que ver con nuestra vida privada— Gabriel les sonríe tomando de la cintura a su esposa quién viste un largo vestido color cobré de corte sirena. Adrien hace lo mismo conmigo y me obligó a sonreír.
Seguridad nos escolta al interior y respiró hondo, aparentar fue más difícil de lo que supuse.. —¿Como puedes soportar esto?— murmuro agobiada por tanta atención.
—Con el tiempo terminas por ignorarlos y disfrutar de la diversión— ¿Diversión? Dudaba enserio que Adrien disfrutará de estas reuniones sobretodo teniendo en cuenta que no comparte la pasión por la moda. Yo en cambio comienzo a emocionarme, todos mis diseñadores favoritos parecen estar aquí. Hay carteles de tamaño grande con el itinerario de las pasarelas que habra durante la semana.
—Adrien llevo tiempo sin tener noticias tuyas— apartó la vista y observó al amigo de Adrien por su asentó deduzco que viene de España —¿No vas a presentarme a la belleza que te acompaña?— pregunta sin esperar siquiera la anterior respuesta.
—Claro Santiago ella es Marinette Dupain Cheng mi futura esposa— el chico de piel bronceada y cabello rizado me sonríe, no percibo malicia así que me decido a corresponderle.
—Algo escuche de eso. ¡Felicidades forman una linda pareja!— me da un ligero apretón de mano, por no más de tres segundos.
—Gracias— dice Adrien.
—Lo único que lamento es que Alexa no tendrá con quien tener sexo desenfrenado en las fiestas, a menos de que tu Marinette seas una esposa moderna que no le importe eso— estoy segura que se me descompuso el rostro.
—Santiago deja ya de bromear— se limitó a decir Adrien como si de verdad fuera una simple broma que su amigo le jugaba.
—Tienes razón tu pasado ya no importa..—
—Ahora entiendo de que tipo de diversión hablabas— ironicé sintiéndome una completa idiota por creer que fui la primera en su vida. Como no se me ocurrió pensar que las modelos pasaron antes que yo por sus sábanas...
—No...—
—Agreste estas en serios problemas. Recuérdalo cuando la encuentres a ella con su aprendiz de diseño— Santiago se guardo las manos en las bolsas y lo miro con seriedad.
—Si me disculpan tengo que ir al tocador— me alejo de ellos muerta de celos, lo único que deseo es saber quién mierda es Alexa y descargar con ella toda mi furia.
—Querida justo iba a buscarte en nuestra mesa están amigos de Gabriel y quieren conocerte—
Dejo que Marianne cambie mi rumbo.. Quien sabe tal vez ella me ayude a encontrar a esa zorra..
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